jueves, 31 de julio de 2014

El alma inmortal, ¿existe desde que nacemos?

El alma, una de las más grandes incógnitas desde que el ser humano tiene uso de razón. ¿Que es el alma? En un intento por responder a esta pregunta desde un punto de vista científico, he llegado a la conclusión detallada en este link. Pero, mas allá de lo que en dicho artículo explico, o sea, mas allá de que podemos concebir la existencia espacio-temporal del alma -y del cuerpo-, gracias al entrelazamiento cuántico, -explicado también en dicha publicación-, voy a pensar en otro punto de vista para concebir la existencia del alma, es decir que voy a entenderla desde un punto de vista basado en la transitividad Causa-Efecto.

Pensemos. Como absolutamente nada es increado en el universo, nada existe por si mismo, nada se manifiesta sin tener un génesis, nada, absolutamente nada en el universo pasa desapercibido ante los ojos de la creación, aquella transitividad de la que hablaba mas arriba, es pasible de que ocurra una y otra vez sobre todo objeto compuesto por energía o por la aglutinación de ésta en lo que se le ha dado en llamar: materia.

Dicha transitividad, merece nuestra atención, debido a que, como recién expliqué, respecto de que nada es increado, todo ente creador es el génesis de algo más que le sucede (y creado por lo que lo precede), es decir, si nos remontamos a la teoría del origen del universo, el infinito, frío y oscuro, repleto de Cuerdas o Branas, fue el creador de la Sopa Primordial, una viscosidad plasmática repleta de partículas esenciales, denominadas Quarks y Leptones, las que a su vez crearon otras partículas mas complejas denominadas Protónes y Electrones, que a su vez crearon los Fotónes (partículas de Luz), para pasar luego a la creación de los átomos, y así sucesivamente, en un constante colisionar a la velocidad de la Luz, aquellas partículas esenciales y primordiales dieron un gran paso genético, hacia la creación de la materia, y por consiguiente, hacia todo lo que percibimos con nuestros sentidos (y a veces algo más) como seres resultantes de aquella creación primaria. Por tales innegables ejemplos, a la vista de todos, nada es increado y todo es creador de algo más. El Universo... nuestro Universo... tiene como principio fundamental para que sea lo que hoy es, el de ser creativo, desde la Gran Causa primigenia hasta cada uno de sus efectos... y por ende nosotros, la Humanidad. Esa creatividad es transitiva desde el mismísimo comienzo de todo... y del Todo. Y el Todo nos lo ha legado como una manera de que la creación no haya sido en vano, sino que se mantenga por toda la eternidad. Todo lo creado, también tiene el sello de la creación y por ende es creativo... es creador. Esa transitividad que nos viene desde que se hizo la Luz, también es nuestra.

Pero, no solo somos creadores a través de nuestros pensamientos y de nuestros actos en respuesta a aquellos, sino que también somos los creadores de nosotros mismos, somos los que moldeamos nuestra realidad externa, pero también somos los creadores de nuestra realidad interna. Aquella transitividad es la que nos lo ha ordenado por simple naturaleza evolutiva.

Ahora bien, respecto de nuestra realidad interna, -ya que de la externa, en mayor o menor medida, todos tenemos una buena idea de como crearla-, nos iremos refiriendo a lo que mencioné al principio, y que, por supuesto, es la razón de ser de esta publicación. El Alma, ese concepto milenario, acuñado por muchas religiones de todas partes del mundo, ese Alma, esa posible substancia que nos hace ser lo que somos, debido a que cuando nacemos, o cuando morimos, el Alma aparenta no estar presente, o al menos, no estar conformada o aglutinada como un Ser dentro de nuestra existencia, con lo cual, la idea de que el Alma es creada por cada uno de nosotros, -gracias a aquella transitividad proveniente desde la Creación-, es la idea que más me convence a la hora de tratar de quitar el velo de uno de los enigmas mas grandes que la humanidad tenga memoria.

Entonces, como efectos Creadores que somos, con todas las de la ley, provenientes desde la Causa Creadora primigenia, y aunque nacemos sin un Alma definida y sin cohesión entitativa, es decir, sin un orden que le dé su razón de ser a este proto-Ser dentro de nuestro interior, dentro de nuestra psique; en el transcurso de nuestra existencia física, dependerá de nosotros, si respetamos aquella transitividad, para ser los creadores de nuestra Alma. Pero, ¿como hacemos para crear nuestra Alma sabiendo a ciencia cierta que somos innegables creadores por herencia? Y la respuesta se encuentra guardada dentro de cada uno de nosotros, como el mayor de los secretos que la humanidad ha poseído jamás. Y los únicos que sabremos y que podremos descubrir la manera justa de transmutar aquel proto-Ser, sin entidad definida, en un verdadero Ser, incorpóreo, inmaterial, trascendental, energético, entitativo, y siempre receptivo a que le demos existencia por medio del poder de crear... somos cada uno de nosotros.

De la misma manera de que somos artífices de nuestro propio destino, y como tal, el destino es meramente externo a nuestra existencia corpórea, también somos los artífices, los creadores de nuestro interior incorpóreo y psíquico... es decir, que somos los creadores de nuestra Alma (o nuestro Alma).

¡¿Pero, como creamos el Alma para que, luego de nuestra muerte, ésta trascienda por sobre nuestra propia y corta existencia corporal?! Ni mas ni menos que con la inherente manera de pensar de la que todos somos acreedores. No existe otra vía de modificar nuestro interior, de transformar aquel proto-Ser en nuestra Alma a futuro, que por la acción creadora de nuestros pensamientos, y durante todo el transcurso de nuestra vida. El pensamiento es, en esencia, lo mismo que aquella sopa primigenia creando nuestro universo, es decir que, si nosotros pensamos en ser creativos, interna y externamente, estaremos imitando la gran mente del Todo, estaremos jugando, con todo derecho, a ser dioses, estaremos siendo artífices de nuestra propia trascendencia, es decir que, estaremos preparando y definiendo a aquel proto-Ser, para que luego de nuestros años dedicados a ser creadores, el nuevo Ser inmaterial, transmutado por nosotros a partir del proto-Ser, y residente dentro de nuestra psique, nos trascienda como una unidad homogénea, cohesionada y con entidad propia, capaz de formar parte de una mente -o Alma- aún mas grande... de un Alma o Mente Universal.

Pero, retornemos a la idea y a la pregunta central de esta publicación, y que es, ¿de que metodología o procedimientos, provenientes del pensamiento, nos valemos para crear nuestra Alma? ¿Como creamos un nuevo Ser dentro nuestro, para que éste nos trascienda en el momento de dejar nuestro envoltorio material? ¿Que herramientas utilizamos para ser Creadores de nuestro interior?

Y las respuestas a esas tan difíciles preguntas, -debido a su relación con el tema tratado aquí-, van en dirección y sentido perfectos a un solo concepto: autoconocimiento. Por intermedio de éste concepto, tan necesario en la humanidad actual, tendremos la posibilidad de crear nuestra Alma, pero, ¿en que consiste el mencionado concepto de conocernos a nosotros mismos? ¿De que manera lo fragmentamos en varias actividades, para que las podamos llevar a cavo fácilmente? 

Pues, las actividades aplicadas para nosotros mismos, -y por nosotros mismos-, que tenemos que llevar a buen puerto, para ser los creadores efectivos de nuestra Alma, de nuestra trascendencia, de nuestra inmortalidad, desde mi punto de vista, son las siguientes:

En primer lugar, debemos llevar una vida de intraversión, es decir que debemos estar permanentemente conscientes de nuestros actos, realizados y por realizar, debemos recordarnos siempre a nosotros mismos en situaciones anteriores, debemos viajar en el tiempo, hacia atrás, -ya sea durante un segundo o durante 20 años-, para mirarnos a nosotros mismos en tal o cual situación pasada, y por ende, recordar de que manera respondimos a tal evento en el que estuvimos inmersos. En resumen, tenemos que formar el hábito diario, de que, al final del día, nos recordemos a nosotros mismos, -al menos en el día que transcurrimos-, en tal o cual situación de la que fuimos partícipes, como si fuéramos una visita invisible, de nosotros mismos hacia nosotros mismos, -desde un hipotético futuro-, con el objetivo de observarnos, desde la perspectiva en tercera persona. Con esto estaremos examinándonos de una manera mas objetiva, nuestra propia subjetividad pasada.

En segundo lugar, un ingrediente más para crear nuestra Alma (o nuestro Alma), con el objetivo puesto en ir dándole entidad a ese proto-Ser que nos trascenderá luego de la desaparición de nuestro cuerpo material, es el que le prestemos atención a nuestros sueños. Nuestros sueños tienen mucho que decirnos respecto de nuestra vida de vigilia, pero se encuentran tan relegados en el conjunto de quehaceres dentro de nuestra conciencia, que simplemente no somos capaces de recordarlos al momento del despertar, o bien, ni siquiera tenemos la intención de hacerlo, lo cual es mucho peor que querer recordar y no poder. El ejercicio de recordar los sueños es como todo, un hábito que se logra diciéndole a nuestra psique consciente, justo antes de dormir, que necesitamos recordar nuestros sueños con los mayores detalles posibles. Esta orden que le damos a nuestra conciencia, es algo similar a cuando nos debemos despertar muy temprano al otro día, y nuestro inconsciente se entera de ello debido a nuestra necesidad, que es la de levantarnos temprano. Dicho y hecho, o mas bien, pensado y ordenado, al otro día nuestro cerebro nos despertará sin mas reloj que el biológico, a la hora programada la noche anterior. Bueno, lo mismo sucede con el hábito diario, de programar a nuestra psique, que al despertar recordemos lo que hemos soñado, y con el mayor detalle posible. Y algunos se podrán preguntar lo siguiente: ¿y para que necesitamos recordar lo que soñamos? Pues, yo les respondo, por el simple hecho de que el inconsciente; el lugar de nuestra psique donde se guardan todo tipos de eventos, los pasados (recuerdos), los presentes (eventos con alto contenido emocional) y hasta los futuros (leer aquí y aquí); ese inconsciente, es, de los tres estadíos psicológicos (el Yo, el Super Yo y el Ello) el que más nos conoce por dentro, y desde que nacemos. Es el que ha guardado todo tipo de eventos, con lujo de detalles, desde el día en que estábamos en el vientre materno hasta el presente (y también desde el futuro - ver links superiores). Pero este inconsciente tiene algunos problemas de comunicación, para con nosotros, para con nuestro estado consciente, pudiéndolo hacer especialmente mediante los sueños. Es por ello que debemos estar atentos y programarnos para poder recordarlos, ya que los sueños, ese mundo onírico repleto de imágenes simbólicas, son, ni más ni menos, que una recomendación por parte "del que sabe", de nuestro inconsciente, de que debemos cambiar algo en nuestra vida. Pero, el tema es saber interpretar dichas imágenes arquetípicas, tema que se escapa a esta publicación, por lo que para ello, les recomiendo que lean el libro, "El hombre y sus Símbolos" de Carl J. Jung.

En tercer lugar, y en una relación estrecha con lo escrito en el párrafo anterior, existe un ejercicio mental, que particularmente, y al igual que todos los anteriores, vengo realizando desde hace muchos años (desde que tenía 14 o 15 años aproximadamente) y que es la de ser partícipes conscientes de nuestro mundo onírico, de vivir conscientemente dentro de los mundos simbólicos creados por el inconsciente, de vivir dentro de nuestros propios sueños. ¿y como realizamos esto? Pues, ello se logra en el preciso instante en el que nos despertamos en medio de un sueño, instante justo en el que la consciencia gana terreno hacia lo profundo del Ello, pero, en lugar de despertarnos, lo que hacemos es lograr "abandonar" ese pequeño estado de vigilia para ingresar, -con nuestros pasos conscientes-, al mundo onírico de los sueños, pero, gracias a que, por un instante, la consciencia ganó terreno psicológico dentro del universo inconsciente, -o bien dentro del pre-consciente-, pudimos dormirnos nuevamente y retomar nuestro sueño en ese estado entrecruzado, entrelazado de consciencia e inconsciencia. A partir de ese preciso instante, una parte de nuestra consciencia se encuentra dentro de una parte de nuestra inconsciencia, la cual se encuentra con un "mensaje" para nosotros (o sea el sueño), cuyo destinatario es nuestro "Yo", dentro del cual -dentro de ese sueño- hemos podido ingresar con una buena dosis de consciencia para poder tener una cierta libertad de acción y de decisión dentro del simbolismo arquetípico creado por el Ello, o sea por el inconsciente. Hemos, literalmente hablando, accedido dentro de nuestro sueño, y hemos podido ser parte consciente de él. A esto se lo llama: Sueños Vívidos, y es otra de las importantes cosas a tener en cuenta para poder crear nuestra Alma y llegar a darle entidad para cuando llegue el día de su liberación.

En cuarto lugar, otro aspecto que debemos tener muy en cuenta para ese gran trabajo que es el de crear nuestra propia Alma, es la de incentivar la curiosidad en nosotros mismos. La mencionada virtud es clave a la hora de incluir nuevos conocimientos a nuestra mente sedienta, es la base de algo mas grande que la curiosidad en si misma, y que son las preguntas. La curiosidad, -aunque algunos dicen que mata-, es fundamental para obtener respuestas y de esa manera acrecentar nuestra sed de sapiencia. La curiosidad genera preguntas, las preguntas reclaman estudios e investigaciones de nuestra parte para que aquellas sean respondidas, y por ende, las respuestas, vigorizan nuestro saber. Y si por la curiosidad deberemos morir... pues moriremos, no sin antes haber creado nuestra Alma.

En quinto lugar, debemos pensar en que el Alma deberá tener una razonable homogeneidad, y sin irme al terreno corporal o material, deberá tener un cierto nivel de cohesión atómica consigo misma, para que esa entidad que supimos crear durante el transcurso de toda nuestra vida; -mediante la aplicación de los pasos anteriormente detallados- y a partir de aquel proto-Ser interno; no se desbarate en el intento y desaparezca junto con nuestro cuerpo material. Entonces, no solamente el de ser los creadores de nuestra propia Alma es la misión principal que tenemos dentro del universo, sino que también, la de mantenerla con una alta cohesión atómica entre su esencia constitutiva, y que es éste, el último de los objetivos. ¿Y como lo hacemos? ¿Como mantenemos o conformamos a nuestra Alma, como si fuera una entidad indivisible y definible? Bueno, como sabemos, los pensamientos y recuerdos guardados tanto en el consciente como en el inconsciente, que en conjunto conforman todo lo que somos, no es más que energía fluyendo por un medio que es nuestro cerebro, y esa energía -compuesta por átomos- tiene masa, y esos átomos -compuestos por Electrones, Protones y Neutrones- tienen masa, y a su vez esos Electrones, Protones y Neutrones -compuestos por Quarks y Leptones- tienen masa, y a su vez dichos Quarks y Leptones -esenciales de la materia- son los que verdaderamente conforman dicha masa, por lo tanto, aquella homogeneidad requerida para que nuestra Alma no se desbarate dentro de la Gran Mente del Todo, deberá ser una realidad casi absoluta, con el simple hecho de masificar nuestros pensamientos y recuerdos, es decir, el aportarles masa a nuestros procesos mentales, con el objetivo de que los campos de atracción, provenientes de la propia naturaleza universal, hagan lo suyo con aquel proto-Ser devenido en Ser, o sea, que el campo que conforma la materia, tenga una pequeña ingerencia sobre nuestros pensamientos masivos, con el propósito de mantenerlos siempre unidos y relacionados entre si, tanto a los provenientes del consciente como los del inconsciente. Pero, con el objetivo de que nuestros pensamientos tengan masa, de que nuestra Alma -al crearla- tenga la masa suficiente para luego trascender a nuestro cuerpo, es necesario generar, durante toda nuestra vida terrenal, la suficiente cantidad y calidad de recuerdos, de saberes, de estudios, de intuiciones, de pensamientos, de razonamientos, de sentimientos, de virtudes, de actitudes trascendentes, de legados inestimables, etcétera, con el objetivo de que, a mayor cantidad y calidad de todo lo recientemente descrito, la homogeneidad de nuestra psique, de nuestro Yo, de nuestra Alma, sea tan masiva, tan cargada de energía, tan repleta de átomos, tan infinitamente circundada de partículas masivas de todo tipo, que, en conjunto con aquel campo de atracción proveniente desde la mismísima Creación, nuestra Alma, nuestra nueva esencia ante los Ojos del Universo, nuestro último nacimiento hacia la inmortalidad, nuestro pase a ser parte esencial y eterna dentro de la Mente del Todo... sea una realidad.

En sexto lugar, y para agregar una manera más con el objeto de ayudar a construir nuestra Alma, se encuentra la meditación habitual a solas y en silencio, aunque sea por diez minutos diarios, pero la meditación, ese desconectarnos con todo lo externo, el predisponer nuestra atención, nuestro foco mental, hacia nuestro interior, a estar atentos a algo tan "simple" como nuestra respiración, a nuestros latidos cardíacos, a sentir cada músculo de nuestro cuerpo, a repeler todo suceso externo que nos intente extraer desde el "centro de la tierra", a repeler todo pensamiento que nos quiera desconectar de todo lo anterior... esa meditación habitual, es fundamental para reforzar la homogeneidad de nuestra Alma, ya que con este ejercicio, no estamos pasivos, todo lo contrario, estamos atentos a nuestro propio cuerpo físico y psíquico, generando un vendaval de conocimientos al respecto, y a mas conocimientos, mas masa, y a mas masa, mas homogeneidad del Alma, sin que ésta llegue a tornarse con características corpóreas.

Por todo lo anterior, concluyo, desde mi humilde punto de vista, que al Alma la debemos construir desde que tenemos uso de razón, por medio de procedimientos iguales o similares a los detallados en los párrafos superiores, con el agregado de un objetivo muy especial que es el de romper con el interminable ciclo de la reencarnación, es decir que, llegaremos a crear nuestra Alma de modo de poder ser parte eterna de la Mente Universal, no así, de un nuevo cuerpo material. El Alma no existe de la nada, sino que se la construye con el pasar de los años. Una mente dominada por el mundo light, banal, superficial, individualista, hipócrita, ególatra, consumista, dependiente de otros, externalizada por el mundo multimedial, y un gran etcétera, no podrá jamás ser creadora del Alma que hará trascender su existencia hacia la eternidad. En cambio, una mente altruista, dedicada a los puntos nombrados en los párrafos superiores, -y aún más-, a resaltar sus propias virtudes y a dominar sus pasiones, al final de su vida corporal, de seguro habrá tenido la certeza de que el seguir los pasos de la mismísima creación, de haber sido un Creador, su Alma vivirá para siempre... lograremos convertirnos en Seres inmortales.


http://www.erminauta.com/2014/02/el-alma-existe-desde-que-nacemos-o.html

La Iniciación Masónica, Puntos Esenciales.

La Iniciación Masónica, Puntos Esenciales.
Vicente Alcoseri.

Cuando una persona desea entrar en la Masonería, y los informes sobre su honorabilidad son favorables, se le designa un día para ser iniciado. Llegado el momento, se le conduce a un local debajo del Templo, llamado la Cámara de Reflexiones, lugar tétrico de aspecto, cuyas paredes negras contiene pinturas de esqueletos y leyendas que recuerdan la vanidad de la existencia material y la seguridad de la muerte. 


Quédase allí encerrado por largo espacio de tiempo, ocupado en escribir las respuestas del “TESTAMENTO” que tiene que hacer. Las preguntas que se le formulan son principalmente: “¿Qué deberes tiene el Hombre para con la Divinidad, para con la Humanidad y para consigo mismo?” Ciertos Ritos piden más: que haga la síntesis de los resultados de las experiencias que LEGARÍA a la Humanidad, como TESTAMENTO FILOSÓFICO, si tuviese que “morir” en aquel momento, como “eventualmente podría pasarle en las pruebas”. 

Anotemos, desde ya, pues es de suma importancia, que los puntos esenciales que la Masonería pone, desde el primer paso, delante del Candidato a la Iniciación, son los siguientes: 

1) – LA PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD en las entrañas de la Tierra. 

2) – LA IMAGEN DE LA MUERTE, seguridad y tema de meditación a que debería entregarse todo hombre. 

3) - La indicación de que la única cosa importante en la vida del Hombre es la EXPERIENCIA que acumula y que puede, si los busca, “LEGAR” a los demás mientras vive. 

4) – La tríplice indicación de DEBERES frente a lo Divino, lo Humano y lo individual, la magnífica clave TERNARIA que será desarrollada en todo lo que sigue en la Iniciación. 

Notemos también que al proceder así, la Masonería afirma, desde ya, su fondo Deísta; y sobre este particular conviene recordar que la casi totalidad de los Ritos, de acuerdo a los viejos postulados masónicos, NO ACEPTA candidatos que se declaren ateos. Lo que la Masonería concibe es la LIBERTAD INDIVIDUAL de culto a esa Divinidad, nunca personalizada ni definida y solamente designada bajo la denominación de SUPREMO ARQUITECTO DEL UNIVERSO, término sobre el cual tendremos que volver mucho más tarde. 

Mientras el candidato cumple con lo que se le ha impuesto en la Cámara de Reflexiones, los masones arriba, en el Templo, han iniciado su Ceremonial, abriendo ritualmente los “trabajos” de la sesión. En resumen, dicha apertura, si fuese bien hecha y con intención muy pura, sería una INVOCACIÓN y una EVOCACIÓN, una Invocación a las Fuerzas Superiores de los Planos Divinos y una Evocación de la Manifestación astral de dichas fuerzas a través de sus tres aspectos: la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, sobre las cuales también tendremos que volver. El hermano masón, llamado “Hermano Terrible”, imagen transparente de los antiguos guardianes de la parte interna de las Pirámides, “prepara” entonces al candidato para llevarlo al Templo. 

Para eso, lo deja “ni desnudo ni vestido y exento de metales”. Prácticamente le retira dinero, alhajas y debería sacarle todo metal en contacto con la piel; pero no se hace más hoy, porque se ha olvidado que en la Iniciación masónica hay un INFLUJO MAGNÉTICO ASTRAL que el candidato debería recibir y para eso, no debería llevar metales que impidieran la distribución fluídica en su “aura”. Para simbolizar lo de “ni desnudo ni vestido”, le remangan un lado del pantalón y le sacan un zapato, y también le dejan denudo el brazo opuesto y la correspondiente parte del pecho. 

Hay que desconocer todo simbolismo para no ver allí una completa enseñanza: 

1) De la polarización magnética – por la oposición de un pie (ABAJO Y A LA DERECHA) y un brazo y pecho (ARRIBA Y A LA IZQUIERDA). 

2) Que lo de “ni desnudo ni vestido” muestra el estado especial en que debería estar el Candidato: “NI DESNUDO”, porque está encarnado en su cuerpo, está cubierto por sus convicciones de profano, está aislado de la Verdad por su pasado de ignorancia y de prejuicios, etc.…; “NI VESTIDO”, porque “VESTIDO”, desde el punto de vista iniciático, es tener el HÁBITO de iniciado, esto es, en los tres planos, la TÚNICA que lo distingue y el Cuerpo purificado por las preparaciones y buenos hábitos tomados en el plano físico; la CORAZA moral de virtudes largamente cultivadas y la fuerza de resistencia a las duras pruebas de la Iniciación, en el plano moral o astral; el ropaje espiritual del Conocimiento y de la Espiritualidad, “cubierto o VESTIDO DE LUZ”, como se decía entre los Rosacruces, en el plano espiritual. 

Véndase los ojos al candidato para que comprenda bien no solamente que está ciego, que nada sabe, sino también para que entienda que no es POR LOS OJOS EXTERNOS O FÍSICOS que entra la Iniciación, sino por la MENTE, por la MEDITACIÓN, en una palabra, por los CONDUCTOS INTERNOS. 

Que la Realidad es: subjetiva (interna) en el primer paso; el de la especulación filosófica intelectual concreta. Que la Realidad es: intuitiva (interna) en el segundo paso, el de la búsqueda psíquica o astral. Que la Realidad es ILUMINATIVA (interna) cuando haya dilatado suficientemente su Ser interno, para que en él pueda caber la LUZ DIRECTA DEL PLANO DIVINO. 

Por todas esas razones se pide al candidato que preste atención a las Ceremonias a que se le va sometiendo, porque toda la ALTA ENSEÑANZA, tanto en la Masonería como en cualquier otra Escuela Iniciática, está SIEMPRE, más en los SÍMBOLOS Y CEREMONIAS que en las Instrucciones escritas u orales, que contienen solamente la parte teórica y mental concreta (intelectual). 

Le llevan al candidato a la Puerta del Templo, en la cual se lo manda golpear, insistiendo, hasta que con ruido terrible, esa Puerta se abre. Es la imagen de que la Verdad y la Luz no vienen sino a aquellos que la BUSCAN E INSISTEN en esta búsqueda. 

Imagen, también, de que cuando la Puerta se abre, hay algo terrible y asustador que “SEPARA” al Iniciado del profano para siempre. Continúan, entonces, las pruebas de carácter físico; el candidato ya había pasado la prueba de la TIERRA (encerrado en la Cámara de Reflexiones); y ahora lo hacen saltar, siempre con los ojos vendados, desde pequeña altura, mientras se oyen ruidos como de truenos, etc.…., símbolos de la prueba del AIRE. Luego le hacen pasar por la del AGUA; y al hacer cada una de ellas se le va explicando lo que puedan significar, moralmente y socialmente, los símbolos del Aire y del Agua u Océano, infelizmente hay, en las últimas décadas, una tendencia a reducir el alcance interpretativo de dichos símbolos, dándoles una significación solamente social y moral, pero sin mostrar al candidato que son en realidad la clave de la comprensión de los Ciclos Fluídicos (Agua – las Grandes Aguas de la Kabala, el reino de Maya, etc.) y la de los Cielos Divinos, el AIRE (la LUZ, etc.) 

Terminada esa parte se invita al candidato a tomar una bebida DULCE que se volverá amarga “si sus intenciones no son puras”. Las cosas están arregladas de tal manera que el líquido siempre se pone amargo y el candidato generalmente, lo demuestra por la fisonomía, de manera que se le amonesta por la sospecha de su curiosidad malsana. Si resiste bien a esa prueba, se sabe que hay en él un hombre de voluntad y de auto dominio. Eso, lo decimos sin tener en cuenta, porque la Masonería no lo tiene más, que semejante COPA AMARGA es la similitud de lo que se hacía en la Iniciación Egipcia, para mostrar que lo que es dulce al principio, (VIDA FÁCIL, placeres, amor pasional, etc.) es siempre amargo al final y que lo que es amargo al comienzo (auto-domino, ascetismo, altruismo voluntario) genera la paz, la serenidad, la felicidad, o sea el estado “dulce” definitivo. Si quisiéramos ir más lejos, podríamos decir que semejante bebida significa también el SOMA de las verdaderas iniciaciones en la Tierra, y más aún, el NÉCTAR DEL OLVIDO, que todos nos veremos obligados a beber antes de REENCARNAR…; pero no anticipemos. 

Al volver el candidato del alter del Venerable (Presidente de la Logia) donde había sufrido la prueba de la Copa, pasa por el Fuego Purificador, última prueba de los Elementos, símbolo evidente de que solamente por el FUEGO INTERNO (deseo puro, esfuerzo de superación) se consigue la Iniciación, y por el Fuego del Sacrificio, la Iluminación. Hay todavía otros “misterios” ocultos tras este símbolo, pero son demasiado elevados para comentarlos a propósito de la masonería que nunca los ha poseído. Así preparado el candidato, se le pregunta por última vez si desea todavía ser masón; eso después de haber oído en la llamada “Silla de las Reflexiones” algunos comentarios sobre las finalidades y deberes de los masones. Se les hacen preguntas de orden moral, principalmente, para darse cuenta de su comprensión acerca de algunos problemas humanos. Si su declaración es firme, se le lleva fuera del Templo para hacerlo pasar por la prueba de la “amenaza”. 

En Algunos segundos, durante los cuales le sacan la venda, él ve un ataúd en el cual un masón, con el pecho ensangrentado, parece haber sido muerto por todos los demás que, cubiertos con antifaces, cogullas o cosas semejantes, según los ritos, amenazan al Candidato con sus espadas, avisándole que, si faltara a sus obligaciones de masón, la muerte lo alcanzaría luego por más que se ocultara. Tal ceremonia, mucho más que una amenaza física, que no tiene realidad, en el sentido de que la sociedad masónica no “asesina” a sus miembros perjuros, lo que sólo han hecho ciertos ritos puramente políticos, como los carbonarios, que no eran masones propiamente dichos; mucho más que como amenaza física, oriunda de los hombres, fue hecha, cosa que muchos masones ignoran hoy, para mostrar tres amenazas que ESTÁN SIEMPRE SUSPENDIDAS SOBRE LA CABEZA DE INICIADO COMO UNA VERDADERA ESPADA DE DAMOCLES: 

1) El mal uso de los conocimientos iniciáticos, por orgullo, vanidad, egoísmo, etc., lleva siempre a la ruina de la salud física y en ciertos casos hasta la muerte. 

2) El uso “perjuro” de los mismos conocimientos trae la amenaza moral que va, desde la desconsideración de la cual el perjuro de vuelve objeto por parte de sus antiguos “hermanos”, hasta el hecho de que el ser interno del perjuro se va envenenando por una tendencia viciada cada vez mayor, o por un remordimiento tan intenso que lo hace sufrir como si tuviera una verdadera lámina en el corazón. 

3) La parte más secreta de símbolo es la realidad de la verdadera amenaza que se dirige contra aquel que va CONTRA UNA CORRIENTE, al mismo tiempo humana, es decir, magnética; moral, es decir astral; y espiritual, es decir, universal, a la cual había prometido ayudar y que, dándole más conocimiento, lo hizo más consciente, y por lo tanto, también más responsable. Los verdaderos iniciados saben que lo que es un choque de retorno, en todos los sentidos, y a qué muerte, física, moral o espiritual puede conducir… 

Terminada esta última prueba, el neófito es nuevamente vestido como vino de la calle y con los ojos vendados todavía, se le lleva al Templo, en el cual, después que el Venerable consulta y obtiene de los dos Vigilantes (asesores del Venerable) conformidad para iniciarlo, se le saca la venda y ve nuevamente a todos los Hermanos que le muestran la Espada, pero esta vez para decirle que tales espadas servirán para protegerlo: símbolo de la UNIÓN que existía entre los INICIADOS de todos los Templos en la antigüedad y expresión de la unión que todavía es una de las más bellas características de los masones, aún cuando no se extienda casi nunca más allá de la ayuda mutua en las circunstancias diarias de la vida, lo que es mucho si se realiza bien. Finalmente, después de un juramento de silencio y de fidelidad a la doctrina y a la institución masónica, recibe la LUZ, o como se dice masónicamente, la VERDADERA LUZ, que sería la Iniciación Real. Más tarde, al estudiar el grado de Maestro, veremos lo que podría ser esa Verdadera Luz. Al terminar la Iniciación, le dan un mandil (delantal) y dos pares de guantes blancos: uno para él, para que sus manos sean “puras“ en sus actos, y otro para ofrecer a la mujer que más estime, cortesía un tanto astuta en la masonería moderna, que “estima” tanto a la mujer que no la admite. 


Parece que la masonería admite que el masón es el que debería guiar a su mujer fuera del Templo, porque ella es incapaz de recibir directamente la Verdadera Luz; procedimiento bien característico de una civilización de desigualdad contra el que se han elevado siempre todas las órdenes iniciáticas verdaderas, que en todas la épocas han admitido a las mujeres realmente capaces de ser iniciadas. Se le comunica en ese momento al nuevo Aprendiz Masón, el Toque, la Señal, la Palabra, etc.…., de su grado, sobre lo cual volveremos, y se le enseña la Marcha para entrar en el Templo, que también explicaremos más adelante. 

Se le hace “trabajar” por vez primera sobre la Piedra Bruta, con el Mazo y el Cincel – herramientas del Aprendiz -. En algunos ritos, se le pide al nuevo hermano dinero para los pobres y, como se lo habían quitado al entrar, él debe confesar que no tiene para darlo, lo que se aprovecha para que medite sobre la triste condición de aquel que no puede ayudar a los demás. Ya tenemos, ahora, un Hermano Aprendiz Masón en el Templo. Miremos, con sus ojos, lo que ve en ese Templo, en el cual tanto le costó penetrar.

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miércoles, 30 de julio de 2014

El Circulo Consciente Regente de la Humanidad


Por Vicente Alcoseri
Web Secreto Masónico

Una vez un hermano francmasón nos dijo en una Tenida en Logia que llevamos cargando con demasiada carga profana- y que por ello no captamos la Luz Masónica en su totalidad. Dijo que debemos despojarnos de todo ese condicionamiento profano antes de poder llegar en nuestro ser a un punto masónico más sublime que aquel en que estamos al presente. 

Muchos masones especulamos masónicamente acerca de lo que significaban esos condicionamientos profanos. Entendemos que al referimos a los condicionamientos profanos quería decir que estábamos cargando con títulos, apellidos, cuentas en el banco, problemas, fanatismos, tendencias políticas y todo una larga lista de carga no apropiada y así por consiguiente que no éramos realmente nosotros mismos, y mucho menos auténticos masones. 

Hemos hablado recientemente en Logia de la Falsa idea referente a los grados masónicos que inmerecidamente nos otorgan y se puso de relieve que hay una falsa posición de los que son verdaderamente los grados en Masonería y que nos procura ideas equivocadas acerca de la Masonería, y lo peor una valoración equivocada de uno mismo como masón. 

Se está, por así decir, cubierto de cosas fingidas, de una sobreestimación de uno mismo como masón libre y así se toma una posición fraudulenta. Ahora bien, en el Trabajo Masónico Regular se propone desvalorizamos, dejar las alhajas, dejar los dineros, dejar los títulos los apellidos y todo lo profano fuera de Logia, y creo yo, un masón nunca realmente abandona su recinto sagrado y nunca deja de ser masón, un masón o una francmasona es de tiempo completo. Cristo dijo: "De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entrareis en el reino de los cielos." (Mateo, XVIII. 3). Esto es expresado de modo diferente en Juan, donde Cristo dijo: "De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de nuevo, no puede ver el reino de Dios" (Juan III. 3). 


En las palabras del Jesús el Cristo ese carpintero Tekton o albañil de oficio podemos considerar que cuando se refería él a lo mundano es sinónimo de para nosotros de profano, hablo de nosotros los modernos Tektones Masones. 

Por eso si llevamos mucha carga profana no cabe esperar que nos volvamos como niños porque demasiada carga nos cubre, carga tras carga, la que no es nosotros pero mantenemos la presunción de serlo. Notemos en mismos algunas de estas cosas fingidas y llegaremos a ser no más débiles morales. Para mantener esos fingimientos profanos en Logia, esas cargas profanas, se necesita una enorme cantidad de energía y nos parece que la pérdida de uno solo es suficiente para desprestigiamos. Todas esas cargas profanas o egos son las que hacen que nuestras Logias abatan columnas y se destruyan las pretensiones luminosas de nuestros aprendices masones al ver encono y resentimiento entre masones de altos grados. 

Si se lee el Sermón del Monte masónicamente y no religiosamente se advierte que se refiere todo al despojarse de las cargas, es decir, al quitarse sucesivamente una carga de egos tras otra carga de falsos egos. Recuerden que al llegar al Foro del Eterno Oriente se tiende a golpear repetidamente la puerta y decir: ".¿No sabe quién soy yo?" soy el masón fulanito con muchos grados masónicos, cuando en primer lugar nadie se fijará en nosotros en ese lugar por nuestros grados masónicos, sino por las buenas obras masónicas hechas en la Tierra, dicho de otro modo: En el Eterno Oriente no valen nada los puestos ocupados en Logia ni los grados masónicos, solamente nos evaluarán bien o mal por nuestras obras . 

Aun y todo esto, en vida se puede acceder masónicamente a un Estado de Lucidez y de Conciencia Despierta y para llegar a ese Estado Superior Masónico, no se llega a cubierto porquería mental que en realidad nada tienen que ver con uno como masón, y se espera que todos esos falsos egos y falsas envolturas, esas valoraciones de uno mismo, pasen a un mundo de realidad mucho más grande, mucho más profundo, que la realidad con la que ahora nos encontramos. 

En la vida profana o mundana, la Falsa Personalidad, los muchos títulos y valoraciones personales, pueden ser extremadamente útiles para conseguir un empleo y ganar dinero y sustento, pero son todos insinceros, no son en absoluto uno mismo. En suma, todo es falso, falsa valoración. Falsa Personalidad una necesaria envoltura para vendernos a los demás. 

Por estando en Logia es necesario desvalorizarnos, dejar fuera del Templo Masónico toda esa imposición y descansar por unos momentos de toda esa pesadísima carga- para llenarnos totalmente de Energía positiva. ¿Es usted realmente el Masón que piensa ser, tan eficiente para todas las cosas, o cabe la posibilidad que esa valoración de sí mismo es en realidad falsa y que toda su vida ha estado actuando según esa falsa valoración? 

Tan solo a través de una prolongada y muy sincera observación realizada a la luz del Trabajo Masónico se puede desechar esas cargas negativas. De resultas de ello se llega a ser mucho más sencillo y cándido, y se comienza a comprender que significa la paz interior. Porque siempre estamos cubiertos de vestiduras que no son nosotros mismos, nos dejamos dominar por la congoja, el descontento, la ansiedad, las preocupaciones, los abusos y la ira. 

Por eso el Trabajo Masónico tiene que ver con la desvalorización de nosotros como egocéntricos y valorizarnos como seres más evolucionados y cultos. Esto se logra observando gradualmente que no se es la persona que siempre se imagino ser, porque la auto-observación nos procura otro sentido de uno mismo. 

Se puede descubrir la Falsa Personalidad en las otras personas si se es sensitivo y se ve que hablan con falsa entonación, falsos ademanes y falsas expresiones. Una persona llena de Falsa Personalidad se convierte en algo fastidioso para los otros, pero es muy difícil ver la misma cosa en uno mismo. Las razones por las cuales hemos de separarnos de la Falsa Personalidad -a saber, imágenes de nosotros mismos, ideas imaginarias de nosotros mismos, exigencias imaginarias, fantasías de nosotros mismos- esto es, despojarse de las pesadas cargas negativas -es porque de otro modo no podemos movernos hacia algo mas real en nosotros mismos, no podemos movemos hacia la meta en este Trabajo Masónico, que es el Yo Luz-. 

Ahora bien, mediante la observación de unos mismo nos llegaremos a Conocernos totalmente, y seremos más conscientes de nosotros mismos, el percibiremos constantemente nuestras emociones negativas y aprenderemos a rehuirlas, y por la Tolerancia hacia los otros seremos Luz -Prácticamente, realizando todo el Trabajo Masónico en su lado practico fraternal- nos moveremos hacia eso interior llamado el Yo Real, o, en términos místicos hacia , el Reino Interior, o, en términos del Trabajo Exotérico, seremos parte del Poderoso Circulo Consciente Regente de la Humanidad, donde la gente es diferente de la gente del Mundo de los Profanos y se pueden comprender los unos a los otros, y así no aborrecerse. No se puede aborrecerse entre Hermanos Masones cuando se comprende tolerantemente del Alto Propósito Fraternal Masónico. Por lo tanto en el Trabajo Masónico se entiende que la Tolerancia es la fuerza más poderosa que podemos crear dentro del Circulo de la Orden

http://anforadigital.blogspot.com/2012/04/el-poderoso-circulo-consciente-regente.html

martes, 29 de julio de 2014

EL APORTE DE LAS LOGIAS MASÓNICAS, EN LA INDEPENDENCIA DE AMERICA

GRAN LOGIA DE NUEVO LEON
E N S A Y O

EL APORTE DE LAS LOGIAS MASÓNICAS, EN LA INDEPENDENCIA DE AMERICA”

JOSE VALDEMAR PORTILLO LOPEZ
O:. DE GRAL. BRAVO N.L. OCTUBRE 10 DEL AÑO 2004

“La masonería, es una asociación, de carácter mundial, filantrópica, filosófica, ecléctica y progresista, que procura fomentar en sus adeptos, el amor a la verdad, el estudio de la moral universal, de las ciencias y de las artes, desarrolla en el corazón humano, los sentimientos de abnegación, caridad y filantropía, la tolerancia religiosa, los deberes de la familia, extermina, o al menos pretende, los odios de raza, los antagonismos de nacionalidad, de opiniones, creencias e intereses, anhela unir a todos los hombres, por los lazos de la solidaridad y tiene por divisa: libertad, igualdad y fraternidad”.

Atraves de la historia, la masonería ha enseñado a sus miembros a luchar primero consigo mismos, para limar sus asperezas y fortificar sus almas, les ha mostrado el camino de la convivencia fraterna, el respeto mutuo, la dignidad y el heroísmo, ha inflamado sus corazones con el amor a sus semejantes y la indignación contra la injusticia y la tiranía.

En su seno se han gestado, tantas iniciativas trascendentales para el adelanto de la humanidad y de ella han surgido de tiempo en tiempo, grupos fuertes y de gran cohesión que han logrado imprimir a sus naciones y al mundo, los más importantes impulsos evolutivos y mantiene una lucha permanente contra sus enemigos vitalicios, la ignorancia, la envidia y la ambición.

Debemos los masones propender, a que la historia, como memoria colectiva de los pueblos, no se reduzca simplemente a narraciones, fechas, datos, referencias de nombres, generalidades y divulgación de tradiciones de costumbres o en el otro extremo, en una simple “quimera, pues en ambos, se obvia, los hechos verdaderos, que se suscitaron a través de los tiempos, como por ejemplo en aquellos años finales del siglo xviii y comienzos del siglo xix, donde epónimos masones incubaron en la conciencia de américa, la necesidad de la libertad.

Precisamos en razón de ello, que estas luchas sean divulgadas, en la forma más imparcial posible, destacando, principalmente su rol protagónico que le tocó vivir a la masonería mundial y la de algunos de sus connotados miembros de aquel entonces.

En nuestros días, tenemos una masonería anglosajona, con derivaciones en el mundo germano, tributaria de los que fueron sus padres fundadores: clérigos, pastores presbiterianos, pequeños burgueses, aristócratas ilustrados y unos años después de su constitución oficial de 1717, se agregó la nobleza, con su entorno aristocrático, a la que se sumó además, la gran burguesía de aquella época, enriquecida desde los primeros atisbos de la revolución industrial.

En dichos países europeos, coincidentes en su mayoría, con las prácticas de las diversas modalidades de la religión cristiana, tales como la católica, la ortodoxa, la protestante, etc., y por el origen social de casi todos los miembros de sus cúpulas, de la llamada masonería especulativa o moderna, creció y se desarrolló la masonería, como una fuerza eminentemente conservadora, íntimamente ligada a los poderes eclesiástico y temporal y por lo tanto, sin verse sometida a persecuciones de ninguna clase, ni tener problemas de índole alguno para su desarrollo y consolidación.

Que en la mayoría de los estados europeos, que eran católicos o anglicanos, predominaba la asociación estado- iglesia.

Por el contrario, en las colonias americanas de la corona española ( antiguos virreinatos, capitanías, gobernaciones y audiencias ), existía una sociedad o realidad distinta, es decir, un mundo diferente, dominado por la iglesia católica, principalmente por la orden llamada compañía de Jesús ( conocida popularmente como jesuitas ), y por su brazo secular la “iglesia católica, como también, el de las monarquías absolutistas, es por ello, que la masonería especulativa, nació y creció en estos  territorios,  como  hija  ilegítima  y  prohibida, formada por ciudadanos ansiosos de libertad, de estudiantes plenos de inquietudes intelectuales y de revolucionarios, precursores de las actuales democracias.

La masonería americana, nació de esta clase pensante, de los que luego serían conocidos como los enciclopedistas, librepensadores y más tarde, se les llamo liberales, conjurados o insurgentes, entre otros nombres despectivos.

Desde los primeros momentos de la aparición blica de la masonería especulativa, los ideales de libertad, que en los países latinos e hispanoamericanos eran generadores y abanderados los masones, principalmente nacidos en las colonias, hizo que estos, chocaran abiertamente con otros masones conservadores, de los viejos regímenes y con las monarquías totalitarias, de las que la propia iglesia católica formaba parte y era una suerte de adalid, con poder, para coronar emperadores y legitimar dinastías, amparándose, en que los reyes, tenían una inspiración divina para realizar todos sus actos.

La confrontación de ideas entre estos dos mundos, a un lado el viejo régimen, al otro la democracia, de la que la masonería americana ya era génesis, desencadenó en las persecuciones y bulas papales, desde los primeros años del siglo xviii, contra la masonería, dando lugar, a que la masonería americana, en especial la hispanoamericana, se viera obligada a mantenerse oculta, secreta y políticamente activa contra los totalitarismos, fueran estos seglares o eclesiásticos.

La masonería en la independencia de las trece colonias americanas.

Las ideas de libertad, proclamadas por la masonería, prendieron rápidamente en las trece colonias inglesas del norte de américa.

Muy pronto, las logias masónicas de aquel territorio, en aquel entonces de composición social, muy distinta a las de Inglaterra, se convirtieron en el foco y cuartel general de la revolución naciente, contra la dominación de la corona británica, en sus colonias del nuevo continente.

La participación de la masonería, lle a ser  tan decisiva en la independencia de las colonias británicas en norte américa, que las principales figuras independentistas, fueron masones destacados, lo mismo que lo fueron en casi su totalidad, los firmantes de la famosa declaración de su independencia, del 4 de julio de 1776.

El 4 de julio de 1776, los delegados de los trece estados de nueva Inglaterra, proclamaban la declaración de independencia de los estados unidos de américa.

De los firmantes del acta de independencia, los más destacados masones eran: ellery, franklin, hancock, hewes, hooper, paine, stockton, walton y whipple.

Idéntica condición compartían, nueve de los trece delegados que rubricaron los artículos de la nueva confederación: adams, carroll, dickinson,  ellery, hancock, harnett, laurens, roberdau y bayard smith, así como también los firmantes de la constitución estadounidense: bedford, blair, brearley, broom, carroll, dayton, dickinson, franklin, gilman, king, mchenry, paterson y washington.

La gran mayoría de los congresistas, que ratificaron dichos acuerdos, eran igualmente miembros de la hermandad masónica, lo mismo que prácticamente la totalidad de los altos mandos del ejército republicano, que combatió a las tropas realistas de la metrópoli inglesa.

La influencia de la masonería, se haría patente desde el principio, en todos los ámbitos del incipiente nuevo estado, modelando sus componentes ideológicos y políticos e inspirando buena parte de su simbología y mística patriótica.

Inmediatamente después de proclamar la declaración de independencia, el congreso norteamericano, reunido en la ciudad de filadelfia, adoptó una resolución, encargando a tres destacados masones, John Adams, Benjamín Franklin y Thomas Jefferson, la confección del sello oficial del nuevo estado.

A tal efecto, cada uno de los tres miembros del comité sugirió un diseño para el sello de la unión.

Jefferson, propuso una imagen que representase al pueblo de Israel, marchando hacia la tierra prometida.

Franklin, proyectó una alegoría, en la que aparecía moisés, conduciendo a los israelitas a través del mar rojo.

John Adams, por su parte, se inclinó por un tema de la mitología griega, que representaba a hércules.

A estas primeras propuestas, se les fueron adiendo las de sucesivos comités, hasta que, finalmente, fue aprobado el diseño definitivo, propuesto por el secretario del congreso, Charles Thomson, maestro masón de una logia masónica de filadelfia, cuyo v:. m:. era benjamín franklin.

Durante la revolución norteamericana, se considera, que se usó por primera vez con un sentido político, el trilema masónico: libertad, igualdad, fraternidad, el mismo que pasaría a la historia de la humanidad, por ser luego adoptado a través de los franceses, como lema principal de su revolución y en su futuro escudo, al estallar ésta pocos años más tarde, es decir un 14 de julio de 1789.

En la independencia de las trece colonias británicas de norte américa, tuvo un papel, no sólo por ser uno de los generales más destacados del ejército de los insurrectos, sino por que además, fue el gran artífice del intercambio y correspondencia masónica entre norte américa y francia, nos referimos a Marie Joseph Yves Roch Gilbert Motier, más conocido como el Marqués de la Fayette.

Dícese asimismo de la Fayette, que fue él quien inicio en la masonería a Francisco de Miranda y también que fue la esposa de la Fayette, quien obsequió al general y George Washington, un mandil masónico bordado a mano por ella misma, el cual utilizó cuando juramento como presidente de las trece colonias y en la colocación de la primera piedra de fundación del capitolio norteamericano.

La masonería y la revolución francesa

La intervención de la masonería en la revolución francesa, realizada de hecho y por la vía de las ideas, explica la imagen creada a la masonería por quienes la combatieron, los gobiernos absolutistas de Europa y la iglesia y poniendo el acento en el ideario de la masonería, reevaluado, aún sin mencionar situaciones latinoamericanas, defensa de los valores de la libertad, la tolerancia y la apertura en la recepción de los diferentes estratos sociales, las religiones y las procedencias étnicas.

Asimismo la toma de la bastilla fue un acto forjado por masones. Montesquieu, Rousseau y otros destacados franceses de esos tiempos, fueron masones. la consigna "libertad, igualdad, fraternidad" es eternamente masónica. la letra del himno nacional de Francia, conocido como La Marsellesa fue compuesta por  un hermano masón, de nombre  Claude Rouget de Lisle.

Hija también de la masonería americana, es la voluntad de independencia de España que, como fruto de la perfidia personal y la impericia política del rey hispano Fernando VII, se extiende por los virreinatos, capitanías generales, gobernaciones y audiencias, tras la reimplantación en España del totalitarismo borbónico.

Masones ibéricos y americanos serían los inspiradores y líderes del proceso de independencia de la américa hispana.

Los masones independentistas de america

La simbología masónica, basada en el esoterismo, permitió el reconocimiento de sus miembros, en todos los países con los que se reforzó la pretensión universal y cosmopolita de su doctrina, que se dirigía a todos los hombres por igual sin distinción de clases sociales, nacionalidades, razas, lenguas, religiones o ciencias políticas.

Según las peculiaridades de cada uno y su situación político-religiosa, surgieron varias concepciones tanto en los rituales como en la proyección social y política.

George Washington, Benjamín Franklin, Juan Pablo Vizcardo y Guzmán, Pablo de Olavide, Francisco de Miranda, Andrés Bello López, José de San Martín, Servando Teresa de Mier, Joaquín Olmedo, Simón Bolívar, Antonio de Sucre, Hipólito Unanue, Faustino Sánchez Carrión, Juan Manuel Iturregui, etc..., considerados luego “padres de las futuras nuevas naciones”, todos ellos eran masones, pero también fueron las mentes que planearon e iniciaron las revoluciones e independencia de las colonias más importantes de toda américa.

Tres os duró la guerra norteamericana de la independencia de sus trece colonias que tuvo a su vez, un gran impacto en toda américa.

Casi doce años después llegó la revolución francesa, que generó el republicanismo y divulgo los axiomas masónicos de "libertad, igualdad, fraternidad", cuyo eco atravesó el atlántico llegando a exaltar, fuerte e irresistiblemente, el espíritu revolucionario en las colonias españolas de américa.

Entre los años de 1750 a 1800, toda la américa hispana ya era principalmente mestiza, pero entre los mismos mestizos había una disparidad entre su emergente minoría de ricos comerciantes y administradores de hacienda, y la aún más emergente mayoría mestiza en la pobreza.

En el último eslabón social estaban los indios nativos, que cual indomables de espíritu, siempre acariciaban el día de su propia libertad y guardaban su odio al blanco al cual culpaban de todas sus tribulaciones.

Toda la masa mestiza e india comenzó a reclamar más compartimiento político y económico en todo el territorio hispanoamericano a España, a veces por medio de las armas.

La masonería en la independencia del Perú

En el altiplano del Perú, y paralelamente a la insurrecciones antes nombradas, se gestaron otros movimientos infructuosos como el de los hermanos Catari y el de Julián Apaza, éste último en honor de Túpac Amaru y de los hermanos Catari, utilizo un seudónimo, llamándose luego en el fragor de las luchas como “Túpac Catari”.

Fue el gran oriente de francia, el que dio por aquellas épocas, las cartas patentes a logias y grandes logias de Venezuela, Perú y Chile y que en todos los barcos donde viajaban ciudadanos franceses eran estos propagandistas entusiastas de logias y de la difusión de sus ideas políticas y filosóficas.

La nueva españa se sintió entonces amenazada.

Para empeorar la situación de descontento popular, los altos  cargos  políticos,  militar y religioso eran exclusividad de los "peninsulares", las tierras y producción podían ser de los criollos, pero el comercio internacional eran exclusividad de España, como los principales cargos públicos políticos.

A los mestizos no se les permitía poseer propiedad privada, el más alto cargo que un mestizo podía esperar era administrador de hacienda, los indios eran esclavos sin derecho a poseer nada.

Pero fue, el menosprecio de los peninsulares hacia los criollos, lo que procreó odió y envidia.

Los criollos, imbuidos por sus condescendientes de estados unidos, astutamente comenzaron apoyar las justas aspiraciones de mejoría que pedían los mestizos e indios y hábilmente agregaron una idea más a propósito a sus intereses, independencia de España.

Con este engañoso paso alcanzaban su principal y único objetivo, el cual era cuidar la integridad y respeto de sus intereses político-económicos y heredar los privilegios que gozaban los peninsulares.

Las justas aspiraciones de mestizos e indios, que enterados someramente de la independencia de las trece colonias británicas y la filosofía de libertad, igualdad, fraternidad y la reciente formada república de los revolucionarios enciclopedistas franceses, les motivó a expresar su malestar e inició la mecha por independencia de España.

Las masas estaban allí, dispuestas, pero no había planeamiento, ni líderes.

Entonces fue que, a iniciativa de algunos masones, empezaron las luchas reivindicativas.

 

Vale la pena destacar que la famosa “estatua de la libertad ubicada en nueva york, fue creada por el masón francés Anthony Bartholdi, y donada por el pueblo frans en 1876 a los norteamericanos, al cumplirse el centenario de la independencia de sus trece colonias y para recordar asimismo la estrecha colaboración de ciudadanos franceses en su mayoría masones en la lucha independentista norteamericana.

En el pedestal de la referida estatua, existe una placa recordatoria con la grabación alusiva de un mensaje masónico.

La masonería hispanoamericana en el siglo XVIII

En el siglo xviii, en Londres, gran Bretaña, se crea la primera asociación política-secreta bajo el nombre de “gran reunión americana donde se iniciaron o afiliaron un buen número de futuros próceres sudamericanos, fueron patrocinadores de ella miranda, OHiggins, Bello, Mariño, Rocafuerte, Olmedo, Caro y otros más.

Se indica a través de la historia, que los dos más grandes libertadores sudamericanos, Simón Bolívar y José Francisco de San Martín, prestaron un juramento ante esta “asociación”, que era hacer realidad la causa de la emancipación de Sudamérica, a pesar de que ambos paladines, tenían distintas personalidades, pero en ellos obraba la misma sagrada misión.

Si verificamos bien la historia de américa en general y repasamos los pocos y antiguos documentos existentes, entre ellos los de cuadros logiales, con júbilo notaremos que en todas las naciones, ubicadas al norte, centro y sur, los principales precursores, próceres y héroes de las mil batallas o combates, llevaban junto a la espada, lanza o fusil, el mandil, la escuadra y el compás.

Conclusiones preliminares

La masonería estuvo ligada a la revolución democrática burguesa de los siglos xviii y xix, nadie puede negar esta realidad, los objetivos se cumplieron con las revoluciones democrático liberales e independentistas.

El influjo de la masonería en la independencia de las colonias españolas de américa, fue puramente ideológico y como se diría ahora, coyuntural, puesto que los ideales masónicos, eran el sustento espiritual de los progresistas, en una época en que el fracaso del viejo orden autocrático y dogmático imponía la necesidad de dar al mundo un orden nuevo con base en la libertad y la democracia. eran la utopía de ese entonces...

Las logias masónicas aportaron las ideas de sus principios y fundamentos, que inspiraron luego decididamente a sus miembros, para que  cumplieran con el supremo hacedor del universo, para con sus semejantes y para consigo mismos, reafirmando por siempre el trilema masónico de libertad, igualdad y fraternidad.

La independencia de México

Un día primero de noviembre en el año de 1765, llegó a México el primer documento con ideología liberal.

Fue el conde de Aranda, gran maestro de la gran logia de España, quien trajo de ese país las liturgias y arreos de la masonería, con el propósito de practicar el rito yorkino, que había cobrado gran auge en la madre patria, procedente de las logias inglesas que se habían infiltrado en la península ibérica.

En efecto, bajo los auspicios de la gran logia de Inglaterra del rito de york, se habían establecido en España, en 1728, cuatro logias: dos en Gibraltar, una en Madrid y una en diz, de estas logias, salieron los primeros masones que llegaron a la nueva España en la época de la colonia.

La primera logia mexicana, fue fundada en el año de 1806, por el español don Enrique Mi, en la casa de don Manuel Luyando, regidor del ayuntamiento, también de origen español, en el callejón de las ratas no. 5 que actualmente, es un predio en una calle perpendicular a la calle de bolívar, colonia centro, delegación Cuauhtémoc, México, D.F.

Los fundadores de esta logia fueron el marqués de Ulupa, el Lic. Primo de Verdad, el coronel Ignacio Moreno, el Lic. Miguel Domínguez y otros tres más, cuyos nombres no se conservan en los documentos históricos exotéricos.

Los forjadores de la doctrina independentista fueron influidos por la ideología de la revolución francesa, pero de manera fundamental, por la filosofía de la francmasonería, ambas corrientes ideológicas, fueron determinantes en el acontecer político, económico  y social de la nueva España.

El cura del pueblo de dolores, don miguel hidalgo y costilla, don ignacio allende y el primer canónigo de la catedral de Guadalajara, don ramón cardeña y gallardo, solicitaron ingresar a la masonería.

Fueron aceptados y la ceremonia de su iniciación se llevó a cabo a las 7 de la noche del miércoles 9 de abril de 1807.

Esta logia se convirtió en un centro de conspiración política y fue denunciada por un vecino, militar con grado de cabo, de apellido Franco el 11 de mayo de 1808, el templo masónico fue allanado y varios masones fueron encarcelados y sentenciados a muerte por el tribunal de la santa inquisición. Por fortuna Hidalgo  y Allende no habían asistido en esa ocasión a los trabajos masónicos.

Los libertadores de la patria, participaron en la formación de diversas logias, que en realidad eran copias de las españolas. En vista de que el rito Escocés y el rito Yorkino, prohibían la conspiración política, decidieron trabajar con el rito de Ramsay.

La tendencia de las logias masónicas, era política y básicamente estaban impulsadas por militares inconformes con el virreinato y por políticos inmigrantes de Europa.

Todos querían participar en la repartición del botín que se disputaban españoles y criollos, que querían tomar las riendas de la nueva España y desligarla de Europa.

Vino después, el inicio de la guerra de independencia a las 11 de la noche del viernes 15 de septiembre de 1810 y posteriormente la consumación el miércoles 27 de septiembre de 1821.

Al constituirse el México independiente, los países poderosos de esa época, fueron reconociendo la autonomía de la república federal mexicana y enviaron embajadores.

Los Estados Unidos de Norteamérica nombraron como su embajador, a un diplomático que resultó ser Past-máster de una logia de Louissiana, llamado Joel Roberts Poinsett, quien decidió difundir en nuestro país, el rito Yorkino para lo cual, auspició la instalación de logias masónicas de ese rito.

La fuerza de la masonería americana comenzó a conquistar adeptos.

Varios masones que habían destacado en el campo de la política y del ejército, se pasaron al rito de York, pues consideraron que ofrecía mejores perspectivas que la de los ritos Escocés y de Ramsay, que se practicaban en nuestro país.

El 29 de septiembre de 1825 se declaró oficialmente instalado el gran oriente del rito de York en  la república mexicana. El rito escocés, es uno de los mas completos y extensos.

En vista de que ambos ritos, tenían la meta de tomar las riendas del estado mexicano, fue necesario conciliar las rivalidades y se cr el rito nacional mexicano.

Los liberales agrupados en el rito nacional mexicano, fueron los que redactaron la constitución de 1857, misma que sirv de base a la de 1917 que rige ahora.

El 27 de diciembre de 1865 se fundó el supremo consejo del Gran Oriente de México.

Al llegar Francisco Madero González a la Presidencia de la República, varios masones formaron parte de su gabinete.

La constitución de 1917 fue obra de esforzados paladines mexicanos, pero fueron los altos dignatarios masones, quienes dieron forma y contenido jurídico a los ideales de la revolución mexicana y a las aspiraciones del pueblo, de los 118 diputados del congreso constituyente, 74 eran masones.

Fue así como la filosofía masónica, el  pensamiento liberal y la doctrina de la justicia social quedaron plasmados en nuestra carta magna.

En la integración de la familia revolucionaria la influencia masónica es incuestionable, la consolidación del sistema político mexicano obedeció a la presencia de la ideología liberal de militares y políticos.

En la época de Emilio Portes Gil, la masonería y el gobierno estaban tan estrechamente relacionados, que era preciso ser hermano masón para ocupar un puesto de importancia. Hasta la década de los treinta, para ser político u oficial del ejército se tenía que ser masón.

El general lázaro cárdenas del río, que había visto la luz masónica en la Gran Logia Nacional Mexicana cuya fuerza había decaído considerablemente, decide fundar el 22 de junio de 1927, la gran logia simbólica independiente mexicana, que a pesar de no ser bien vista ni reconocida por los ritos existentes, gozó de gran popularidad y se difundió por toda la república, a causa de su trascendente acción social.

Cientos de talleres masónicos se establecieron, lo que propició la difusión y penetración de la ideología cardenista, fue la fuerza de estas logias cardenistas, la que, verdaderamente llevó al poder a don Lázaro, desde luego con la aprobación y apoyo del hermano mayor grado 33°, el dirigente masón, Soberano Gran Inspector General de la Orden, Ilustre y Poderoso Hermano, general Plutarco Elías Calles.

Con el venerable hermano lázaro cárdenas, del río la masonería mexicana vivió su mejor época. La historia nos señala que casi todos los funcionarios gubernamentales y altos oficiales del ejército eran masones.

Al llegar el cambio presidencial de don lázaro, las luchas políticas afloraron y los preceptos morales de la orden masónica, la obediencia a los juramentos y el amor fraternal se esfumaron. Hubo zancadillas, traición, puñaladas por la espalda y difamación, las luchas fratricidas fueron el pan nuestro de cada día, cientos de caínes eliminaron de la política a sus hermanos abeles y la decadencia de la masonería, hizo su aparición.

Con la llegada al poder del general Manuel Ávila Camacho, masón grado 30º, y del Lic. Adolfo López Mateos, masón grado 18º, hubo acciones positivas, en favor de la masonería, pero de los demás presidentes muy poco puede decirse.

La masonería ha tenido en México, venturosamente, para el desarrollo social, político y filosófico de nuestro país, preponderancia  en  todas  sus  etapas  que  consideramos positivas, como la independencia, la reforma y la revolución.

Hombres de la masonería intervinieron en forma definitiva en el logro de estos cambios sociales en épocas anteriores, pues entre ellos podríamos citar en la independencia al mismo Hidalgo, a Morelos, a Vicente Guerrero, a Nicolás Bravo, a Mina, a Guadalupe Victoria, de la reforma están Juárez y la pléyade extraordinaria de hombres que le siguieron como Ramírez, Ocampo, Prieto, Arriaga, Mata, Zarco y Gómez Farías. Y en la revolución mexicana: Madero, Carranza, Belisario Domínguez, Serapio Rendón, Calles, Obregón, Portes Gil, Mújica, Jara, Abelardo Rodríguez, Lázaro Cárdenas.

Concluimos nuestra humilde y modesta participación expresando lo siguiente:

A pesar de que el mundo ha producido hazañas científicas y técnicas extraordinarias, viajes espaciales, trasplantes de órganos, pueblos unidos por la red internet, la televisión acercando la grandeza del mundo, la humanidad sin embargo, sufre profundas desilusiones.

El alunizaje de los masones astronautas ha determinado en el espíritu del hombre la confianza y la esperanza en un mundo mejor, donde el adelanto de la ciencia ponga fin a los males angustiantes como el odio, la envidia y la ambición.

Mi deseo es que reflexionemos, si nuestros principios continúan siendo vigentes, ¿porque? permanecemos como espectadores del drama de la humanidad, sin seguir el ejemplo de anteriores generaciones de masones.

Hace un siglo la masonería era una asociación poderosa, que protagonizaba el proceso de transformación política, educativa y económica, de la mazonería salían los líderes que guiaban a los pueblos hacia su libertad y  su progreso.

la masonería se ha mantenido gracias a los pocos masones como Uds. que se interesan y preocupan por la misma, pero es necesario que todos, nos involucremos en la hermosa tarea de darle validez y vigencia a sus postulados y principios.

Demosle a la masoneria un nuevo impulso que le permita volver a ser la institucion de vanguardia que la caracterizo en epocas pasadas y que estoy seguro todos anhelamos que lo vuelva a ser.

Uds. tienen la palabra

Fraternalmente vuestro

José Valdemar Portillo López
Gran Primer Secretario

O:.  de Gral. Bravo N.L. Octubre 10 del año 2004