domingo, 30 de abril de 2017

LA TRADICIÓN PURA

LA TRADICIÓN PURA

La Tradición Hermética es pura, queremos expresar con ello que no se reviste de formas exteriores a ella misma, no hay ceremonias, el maestro es interno y se manifiesta como una entidad axial y polar, tal cual el dios Hermes que la representa (lo cual no quita que este numen se encarne o manifieste en diferentes personalidades o escuelas de pensamiento) (1). No hay una parte exotérica, es por ello que quizás en cierto sentido sea tan desconocida aún para los mismos occidentales, siendo sin embargo la fuente de donde ha emanado nuestra cultura y civilización. 

Determinadas ciencias y artes, patrocinadas por el propio dios Hermes, tal como la alquimia, la astrología, la magia, el tarot, la ciclología, la cábala o el teatro, pueden servir de soporte o guía para aquellos que nos adherimos a esta tradición. La base de todas ellas es el símbolo revelado "huella visible de lo Invisible", y su potencia transmutatoria. 

Todos los seres y las cosas expresan una realidad oculta en ellos mismos, la cual pertenece a un orden superior, al que manifiestan, y son el símbolo de un mundo más amplio, más realmente universal, que cualquier enfoque particular o literal, por más rico que éste fuese. En verdad la vida entera no es sino la manifestación de un gesto, la solidificación de una Palabra, que contemporáneamente ha cristalizado un código simbólico. Ese es el libro de la vida y del universo, en el que está escrito nuestro nombre y el de todos los seres y las cosas, y los distintos planos en que conviven y se expresan, comunicándose perpetuamente, interrelacionándose entre sí a través de gestos y símbolos. La trama entera del cosmos es en verdad un símbolo que cada una de sus partes expresa a su manera. 

Y si toda la manifestación es simbólica y el universo un lenguaje, un código de signos, nosotros somos también símbolos y conocemos y nos relacionamos a través de ellos. Todo pasa entonces a ser significativo y cada cosa está representando otra de orden misterioso y superior a la que debe la vida, su razón de ser. Entonces los símbolos están vivos y emiten sus mensajes, e interactuando los unos con los otros también reciben y retransmiten innumerables señales y constituyen grupos, conjuntos, señales o estructuras de los que son parte. Los indefinidos códigos simbólicos están manifestando un sólo modelo universal, la arquitectura de la tierra y el cielo, encuadrada en los límites del espacio y del tiempo (2).

El testimonio de la cadena de iniciados que desde siempre han transitado por esta vía, la vía simbólica, reitera un gesto prototípico, y se constituye en símbolo vivo de la Tradición.

La iniciación es un proceso que conlleva toda la vida, y es a la vez aquí y ahora. El laboratorio alquímico es la propia alma, y es en el interior del santuario, del corazón, donde se produce la revelación, el hallazgo y la certeza. Nadie puede hacernos comprender, ni podemos comprender por nadie sin la participación del soplo del Espíritu, que sopla donde quiere; éste es el hálito vital que vivifica a la creatura. Es un camino para solitarios, entregados por y para el Amor, la soledad se vive como una necesidad y como la constatación de una Realidad única.




En la Tradición Hermética se destaca la transmisión a través del libro; no olvidemos que Hermes-Thot es el inventor de la escritura. Una forma de devolver lo recibido, completando el triple gesto de las tres Gracias: dar, aceptar y devolver. Se hace protagonista la palabra en una forma coagulada, lo que en sí mismo constituye un rito que religa lo de arriba y lo de abajo, y reitera el hecho creacional: pensamiento, palabra y obra.

Ahora bien, la palabra deviene discurso y éste es una construcción de la mente, dual y limitada. Es por la gracia que la Sabiduría es capaz de servirse de esta facultad mental y revelarse a través de la Inteligencia; la Sabiduría es capaz de hacer la Letra Viva. El hombre tiene el don de ser el vehículo, el símbolo por excelencia, y ésta su razón de ser, su destino, al tener la posibilidad de vivirse él mismo trazado por la pluma divina. Si el artífice es la Sabiduría siempre habrá una transmisión espiritual, lo cual permitirá el despertar de la Intuición Intelectual cuando haya una receptividad y una disposición natural para ello.

– ¿Por qué entonces, padre, Dios no ha dado participación en el Intelecto a todos? – Es porque ha querido, hijo mío, que el Intelecto fuera presentado a las almas como un premio que ellas tuvieran que ganar. – ¿Y dónde lo ha colocado entonces? – Ha llenado con él una gran crátera que ha enviado sobre la tierra, y ha apostado un heraldo con orden de proclamar a los corazones de los hombres estas palabras: "Sumérgete, tú que puedes, en esta crátera, tú que crees que volverás a ascender hacia Aquel que la ha enviado sobre la tierra, tú que sabes por qué has venido al ser".

Todos aquellos que han prestado atención a la proclamación y han sido bautizados con este bautismo del Intelecto, esos han tenido parte en el Conocimiento y han llegado a ser hombres perfectos, porque han recibido la Inteligencia. Los que al contrario han desdeñado escucharla, son los "logikoi"; porque no han adquirido por añadidura, el Intelecto e ignoran por qué han nacido y de qué autores (3).

Es posible que el discurso, por ser la parte horizontal de la palabra, se tergiverse o sencillamente pueda parecer que se dice lo mismo, cuando el alcance es bien distinto; para el punto de vista tradicional el discurso es vertical y de orden metafísico, y con respecto a éste todo lo demás es secundario o arbitrario. Hay un salto cualitativo del conocimiento teórico al conocimiento efectivo, análogo al paso de la horizontal a la vertical, o a la diferencia cualitativa entre que la mente trate de comprender a que el corazón reverbere con el Misterio. 

Intuir que el Ser es Uno, que sólo hay un pensamiento, una palabra, una voz, que engloba las distintas manifestaciones o estados de existencia, de lo sutil a lo grosero, de lo Uno a lo múltiple. Reintegrar en la conciencia la idea de Unidad aboca al ser a preguntarse ¿Quién?, umbral del Misterio donde no hay respuesta, ni identidad posible al trascender los límites del Conocimiento.

"No sabemos nada, salvo que Todo es Uno y Uno es Todo” (4). Nos sumergimos en el abismo de la Nada, en la potencia en la virginidad de su Origen. Esta es la expresión sencilla de la Tradición, de la Tradición Hermética para Occidente.

Por eso, pues, si debemos corresponder a la generosidad heredada de los beneficios para con nosotros, no alcanzaría todo el tiempo. Pero, si es necesario no sólo haber recibido junto a otros el bien elegido de la filosofía de Platón sino también dejar para los que vienen después de nosotros noticias de las visiones bienaventuradas, de las cuales, digamos, nosotros mismos hemos llegado a la cima de la filosofía, quizá como es natural suplicaríamos a los dioses mismos encender la luz de la verdad en nuestras almas, y a los seguidores y servidores de los dioses dirigir nuestro intelecto, y guiarlo hacia el fin perfecto y divino y sublime de la contemplación platónica (5).

Está por descontado que no hay méritos, ni medallas, hemos perdido todas las batallas, no hay interés en certificados académicos de ningún tipo. Es el Ser el que se conoce a Sí mismo, ¿cuál es, pues, el valor de lo individual, sino de servir de soporte a la realización de algo que le excede y que es imposible que retenga en sus límites?

Traspasar estos límites, deshacer el nudo de la individualidad, lo que creemos ser, una estructura o red de condicionamientos adquiridos o condicionados por el medio, constituye una muerte. El viaje es post-mortem, Hermes es psicopompos, él nos guía en este vuelo reintegrando los distintos planos de Realidad o grados de la Conciencia, extrayendo el elixir, la piedra filosofal, la esencia de la Vida.

No hay un empeño en renunciar al mundo, no tal como pueda ser entendido al modo ascético o religioso, que seguiría siendo una pretensión de la individualidad. Hermes se caracteriza por su versatilidad y capacidad de adaptación a los medios o las circunstancias, no hay más camino que el que se va haciendo. El viaje emprendido confiere la recreación de un Cosmos que tiene sentido por sí mismo al constituir un orden revelado; pone cada cosa en su lugar ubicándonos en la butaca del Centro, en el útero del Cosmos.

No hay tampoco negación del mal, el cual tiene que ver con la ignorancia y la incomprensión y tiene asignada además su función, la de mantenernos vigilantes y atentos para que se cumpla la escritura y no haya inversión de los términos. Todo ha de ser revelado al final de los tiempos, es lo más esencial de la Tradición lo que ha llegado a nuestros días; y por ello, aunque nos parezca inadecuado por no encontrar una palabra más correcta, hablamos de la Tradición pura, tal como nosotros la hemos recibido, por el intermedio del dios Hermes, la Tradición Hermética. Nuestro destino ya está escrito.

Ésta es la obra del escriba divino, un metalenguaje que trata de nombrar lo Innombrable, lo que irremediablemente nos conduce a sumirnos en el Silencio original.




Notas
1 Tal el caso de Federico González Frías, cuya obra constituye la actualización y vivificación de la Tradición Hermética.
2 Federico González, El Simbolismo de la Rueda. Ed. Libros del Innombra-ble, Zaragoza, 2016. 
3 Corpus Hermeticum, Poimandrés IV 3-5, “Discurso de Hermes a Tat: La Crátera, o la Mónada”. Extraído del Apéndice del libro Hermetismo y Masonería de Federico González. Ed. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2016.
4 Federico González Frías, Rapsodia. Symbolos, Barcelona, 2015.
5 Proclo, Teología Platónica I - III. Editorial Losada, Buenos Aires, 2016.

http://letraviva.es/La-tradicion-pura

sábado, 29 de abril de 2017

ARQUITECTURA Y MASONERIA

ARQUITECTURA Y MASONERIA
Cuauhtemoc Molina García.

La Masonería se halla estructurada como una ORDEN debido a que posee una regla que le otorga forma, esquema de organización, jerarquía, funcionalidad, principios y procedimientos; posee también una causa o sentido de misión y, finalmente, expresa una disposición simbólica que constituye su lenguaje y su método esencial de enseñanza y comunicación. Estos tres componentes (estructura, misión y simbolismo) son distintivos de las órdenes y la nuestra no escapa a ellos.

Respecto de su simbolismo, habrá que declarar que éste se ha tomado esencialmente de la arquitectura y, particularmente, de la tradición de los constructores de las catedrales góticas de le edad media europea. Desde la perspectiva de los tiempos actuales, sería una grata especulación intentar apreciar hasta qué grado los canteros medievales alcanzaban un determinado nivel de éxtasis o de vibración espiritual, -si es que lo experimentaban-, al ver fluir de sus manos las sublimes revelaciones en piedra levantadas a la Gloria de Dios. Si nuestros antepasados vivían o no de manera efectiva los celestiales sentimientos espirituales que su oficio debía reportarles, lo cierto es que la Orden Masónica recibió el marco esquemático de organización y de simbolismo de los albañiles o canteros medievales y, por supuesto, de sus arquitectos.

La Masonería contemporánea, necesariamente filosófica, aplica las reglas de la construcción al Templo o Edificio Espiritual, cuyo levantamiento exige de sus operarios un doble esfuerzo: la construcción personal en los terrenos de su propio «Yo Interno» y la construcción externa en los escenarios del mundo, de la sociedad y de la comunidad, estructurados sobre la base de los Principios masónicos: la tolerancia, el reconocimiento de la igualdad espiritual de los hombres y la posibilidad política de acceder a esquemas jurídicos que la garanticen, la libertad, la fraternidad entre todos los hombres sin distinción de credos, ideologías, razas, clases y orígenes sociales.

Si el trabajo de construcción del «Yo Interno» es un esfuerzo espiritual, es decir, iniciático, el quehacer de construcción social es un trabajo político. Hay pues una Arquitectura espiritual y una Arquitectura política y en consecuencia se tienen dos edificios: el personal o interno y el social o externo. La Masonería reconoce que ambos edificios son vitales para garantizar la plena realización de la vida humana; sin embargo, la Orden no se declara ni religiosa ni política, porque reconoce que los debates de este género contribuyen a enfrentamientos que anulan el deseo último de la Fraternidad Masónica: llegar a ser el «Centro de la Unión», como asentó James Anderson en The Ancient Charges o Antiguos Deberes de los Francmasones, consignados en el Libro de las Constituciones de 1723, documento que constituye la Carta Magna de la Masonería Filosófica Universal. ¿Cómo realiza entonces la Orden su trabajo externo? La clave de esta realización radica en la eficiencia con que su estructura simbólica e iniciática logra efectivamente transformar la visión del mundo de sus adeptos. Cuando sus educandos logran percibir la realidad sin la venda de la ignorancia, la superstición, el fanatismo y la ambición, cuando la Luz Masónica ha anidado en sus corazones, entonces las cosas aparecen ante sus ojos de otra manera y sus conductas personales y sociales se orientan ahora bajo otros principios, principios que convienen a todos y no afectan a nadie.

Es decir, para lograr las dos construcciones, el masón necesita reunir tres requisitos:

1. Conocimiento de sí mismo y conocimiento del mundo.
2. Dominio de sí mismo y su realización en el mundo.
3. Ennoblecimiento de sí mismo y aspiración a la dicha de la vida de la humanidad. [1]

Esta interpretación ética del trabajo masónico también se manifiesta en que el taller contiguo a la catedral, se halla convertido en Logia, y el templo en un lugar de devoción de especialísima índole en donde se sacraliza el trabajo. Entonces, la Logia se convierte en un «espacio sagrado de trabajo» dedicado a la Gloria del Gran Arquitecto del Universo, espacio en el que la fraternidad y la unión espiritual de los asistentes constituye la mejor garantía del desarrollo colectivo.

Las Logias bien organizadas y bien dirigidas, respetuosas de las formas masónicas dispuestas en los cahiers oficiales y seguidoras de la tradición del ritual y del simbolismo, son una prenda de efectividad transformadora de sus adeptos y se constituyen, de inmediato, en un centro de atracción en el que los integrantes asisten deseosos de participar activamente en el esfuerzo grupal de la Logia por lograr cuantos fines se propongan en su seno. Por lo contrario, las Logias dirigidas por hermanos que desconocen las reglas del Arte Real y los procedimientos básicos de la construcción masónica, las Logias que mezclan la frivolidad y la ligereza, se "profanan" en el sentido literal del término, pierden la vocación constructiva y se alejan de la arquitectura moral de la Orden. No nos sorprenda, por lo tanto, que las Logias abatidas sean precisamente las que se caracterizan por el desorden, el distanciamiento de la tradición iniciática, el involucramiento de la politiquería, el autoritarismo de sus dirigentes, la ausencia de respeto al albedrío de los obreros, la apatía de sus integrantes justamente decepcionados porque no encuentran lo que buscan, el abandono ritual, la desidia, la falta de motivación, etc, etc.

Un hermano de este Oriente, hace ya varios años, indicaba en sus peroratas la necesidad de que los asistentes a las Logias asumieran, de entrada, una disposición y una actitud espiritual religante, -no religiosa, sino meramente «re-ligante»-, de tal forma que la Tenida no se convirtiera en una simple "asamblea, junta o reunión", sino en un acto en el cual se celebrara la Logia . Ahora bien, "celebrar" la Logia significa VIVIR el ritual y el simbolismo y predisponer el ánimo y el espíritu para ser especialmente receptivos al mensaje de la apertura, del desarrollo y del cierre de los Trabajos. Pensar, como pensaba el gran poeta alemán Goethe, cuando observaba la Estrella Flamígera sobre el Ara y decía:

Para empezar y para concluir,
Compás, Plomo y Nivel.
Todo se entorpece y paraliza en las manos,
Si la estrella no ilumina el día.

En otra parte de uno de sus múltiples poemas dedicados a la Masonería, abunda Goethe en la belleza del simbolismo de las Tres Grandes Luces de la Masonería: el Libro de la Ley, la Escuadra y el Compás.

La Biblia, en su caso, es la Luz sobre nosotros no como autoridad dogmática, sino como expresión de fe en una ordenación moral del mundo; la Escuadra es la Luz en nosotros, porque es el símbolo del derecho y del deber que Dios grabó en la conciencia y que conduce moralmente a los hombres; el Compás es la Luz alrededor de nosotros, es el símbolo de la fraternidad y del servicio al prójimo. [2]

Los asistentes a la Tenida deberían tener en cuenta, además, otros elementos de la arquitectura masónica, es decir, de su simbolismo, justo cuando se colocan su mandil para dedicarse al Trabajo y para presenciar la apertura de la Logia. Cada herramienta, cada utensilio tiene su significado en el conjunto logial, como también lo tiene el peculiar lenguaje de apertura, el golpeteo de los malletes de las Luces del taller, la iluminación y la decoración del Templo, etc.

La Invocación de la Apertura de los Trabajos, que es una verdadera dedicación espiritual a la «Gloria del Gran Arquitecto del Universo» y que supone un «re-ligamiento» espiritual ascendente, la dedicación de los Trabajos a la «Confraternidad Universal», que es un «re-ligamiento» espiritual horizontal que apela al sentimiento de fraternidad entre los hombres, todo bajo los auspicios de una Simbólica Potencia que regulariza los Trabajos, todo esto es un monumento a la sublimación que debe disponer el ánimo de los asistentes hacia lo más elevado que la conciencia pueda percibir. Por otra parte, el reconocimiento de que la Logia se sostiene en tres columnas, colocadas en los tronos de cada una de las Tres Luces, -el Venerable y los dos Vigilantes-, nos da la sensación de fortaleza y la convicción de que la Logia se reúne bajo el amparo de leyes universales. Estas columnas respectivamente significan:

La Sabiduría o pensamiento que dirige.
La Fuerza o energía moral que la ejecuta.
La Belleza o armonía de las fuerzas mentales, la concordia entre el pensamiento y la acción .

Con estos elementos en mente ¿es posible no asumir una actitud espiritual capaz de matizar los Trabajos de la Logia con un aliento de construcción personal y colectiva orientada al cultivo del «Yo Interno» y del «Yo Colectivo»? ¿Es factible estropear los trabajos con vacuidades y liviandades más propias de sindicatos y de camarillas que de una Logia dedicada al Trabajo Espiritual e Intelectual?

Una de las razones de que la Arquitectura Masónica se disipe del seno de las Logias es el olvido de estos principios básicos de la construcción masónica; el abandono de las reglas básicas del Oficio y la atracción de motivaciones profanas de algunos hermanos que se aburren de la cotidianeidad masónica y que creen que el «Arte Real de Labrar la Piedra en Bruto» carece de sentido práctico en nuestras vidas y en nuestra sociedad. Estos hermanos permanentemente expresan que lo que se dice en la Logia es muy bonito, muy bello, muy poético, pero siempre rematan con la pregunta ¿cómo repercute en la sociedad? ¿qué hace la Masonería allá fuera? Y entonces parece que desconocen o que olvidan que la Masonería no tiene otra cosa que hacer más que hacer masones y que en éstos, los principios masónicos actúan de tal forma que en la vida profana las acciones de nuestros hermanos se van manifestando en sus obras, acciones y dichos y es así como destacan en sus trabajos, donde quiera que se encuentren y por modesto que éste sea.

Ciertamente, toda Logia corre el riesgo de caer en una burocratización del trabajo y todos los masones pueden hacer de la sistematización de su asistencia a la Logia un patrón estéril de creatividad, de innovación y de motivación. Evitarlo dependerá del talento grupal de la Logia y de proporcionar a los Trabajos un atractivo siempre renovador.

La Orden Masónica, luego de tantos años de existencia formal, ha resistido persecuciones, excomuniones tan ingenuas como infructuosas de pontífices fanatizados y necios, incomprensiones y denostaciones de toda clase y orígenes; sin embargo, y a pesar de todo, siempre ha salido fortalecida y renovada sin abandonar sus Principios esenciales que le dan forma y contenido y que definen su naturaleza iniciática. La Orden Masónica no está llamada a ser una sociedad de masas, sino una agrupación selecta y selectiva que escoge a sus adeptos sobre la base de requisitos que cualquier hombre de bien y de honor puede efectivamente cumplir. Aún así, tal vez sus peores enemigos, aquéllos que más contribuyen a su destrucción, lejos de hallarse fuera de sus filas y de sus templos se encuentren justamente dentro de ellos. En efecto, muchas veces los elementos más nocivos para la Orden Masónica solemos ser nosotros mismos, pues nuestra ignorancia de lo que ella es verdaderamente, el desconocimiento que tenemos de su historia, de su naturaleza, de sus fines, métodos, principios, y sobre todo la ignorancia que manifestamos de sus límites, nos predispone en su contra, queriendo que ella, la Orden, sea como nosotros queremos que sea, que actúe como suponemos que debe hacerlo y queremos, encima de todo, transformarla al tono de los tiempos, como si la Institución no fuera, en sí misma, eternamente contemporánea.

Y quiénes son éstos? Son aquéllos que la frivolizan queriéndola despojar de sus atributos esenciales; son aquéllos que con su actitud profanizante alejan a los hermanos de las Logias, estropean el logro de las metas formativas de sus Templos y terminan por destruir lo que no comprenden. El olvido de que la Orden tiene como objetivo disipar la ignorancia, combatir los vicios y las pasiones que deshonran al hombre haciéndole tan desgraciado e inspirar el amor a la humanidad, y que sus métodos son la educación iniciática y espiritual de sus miembros, produce miopía en los hermanos, les impide ver más allá de las "formas" y les produce gran confusión.

De esta manera, podemos concluir que el simbolismo de la Orden se halla cifrado por medio de los recursos de la Arquitectura, al punto que Arquitectura y Masonería se encuentran indefectiblemente unidas. Aprendamos a ver en los símbolos masónicos la pureza de su mensaje y asumamos la voluntad de estudiar y compenetrarnos más y mejor de sus profundos significados.

[1] Lennhoff, Eugen, Los Masones ante la Historia, Traducción de Federico Climent Terrer, Edit. Diana, 1983, p. 29.
[2] Por supuesto, el simbolismo de la Escuadra y el Compás apela también a otros significados. Tradicionalmente, en los cahiers oficiales de la Gran Logia Unida Mexicana del Gran Oriente de Veracruz, se postula que la Escuadra alude a la materia y el compás al espíritu, y este esquema permite explicar las diferentes posiciones que ambos instrumentos adoptan sobre la Biblia según el grado que se trabaje.

http://rey-salomon.blogspot.pe/2006/02/arquitectura-y-masoneria.html

viernes, 28 de abril de 2017

PEREGRINAJE E INICIACIÓN

PEREGRINAJE E INICIACIÓN


El proceso iniciático verdadero, que puede tardar varios años o alcanzar solo un cierto nivel, o no producirse nunca, es el tema central y más misterioso de todo esoterismo. Y ello por la simple razón de que sólo lo conocen quienes lo han experimentado verdaderamente (1).

La iniciación es una realidad inherente al conocimiento de lo Sagrado y se halla presente en todos los pueblos y culturas a lo largo de la cinta del tiempo; siempre está relacionada con la muerte y el renacimiento.

¿En qué consiste el conocimiento iniciático? Nos ha sido transmitido, hemos bebido del cáliz de la Tradición Hermética y hemos aceptado su danza (recibir, aceptar y devolver), a la que queremos ritmarnos con humildad veraz. Se trata de una danza eterna, que el hombre reconoce en sí y que toma formas diversas, de acuerdo con cada etapa histórica, pues la multiplicidad es reflejo de la unidad del cosmos, de la harmonia mundi, también la música de las esferas según Pitágoras. A esta danza se han sumado toda una cadena de sabios, aedos, sacerdotes, chamanes, etc., hombres y mujeres de todos los tiempos (2) , conformando la historia de las civilizaciones que nos precedieron; nos une a ellos la búsqueda sincera de la Verdad. No es tarea fácil, pues nos hallamos, como la doctrina de los ciclos cósmicos enuncia, al final del período de un gran ciclo de la humanidad. Esto significa luchar con ahínco para transformar la fuerza disolutiva predominante (Tamas para la tradición Hindú) en un aliado (3); y del mismo modo que el amor de Isis le impulsa a recoger los fragmentos de Osiris, se trata de reconstruir en uno mismo, en lo más hondo de su corazón (Athanor), el acto creacional mismo: la autogeneración, el Misterio de la cosmogonía representado en el alma a través de las transformaciones alquímicas a que se ve sometido el adepto, siempre abierto a las influencias celestes. 

La Alquimia tiene aquí un papel esencial, pues es esa disciplina de la Tradición Hermética que discurre por sendas simbólicas que combinan con la Astrología y la Aritmosofía, mostrando la analogía entre Macrocosmos y Microcosmos. Porque el cosmos es uno, porque la conciencia de la unidad del Ser Universal es la meta de toda conciencia individual que, aguijoneada por la medicina (4) inoculada por la Ciencia Sagrada, hace de su entrega al conocimiento en espíritu, alma y cuerpo su razón de ser. Siempre en búsqueda de ese Deus Absconditus, tan eternamente presente como ausente. Por eso, en la última obra de teatro que nuestro Maestro dejó escrita, se dice, a propósito de la búsqueda iniciática y la Historia Sagrada:

La Historia es una proyección del Sí Mismo y existe en el corazón del iniciado. En ese corazón en el que no hay ni antes ni después (5).

Por tanto, hacer historia es, también, hacer memoria (6). Así, del latín initium, que significa entrada, ingreso o arribo, deriva el término iniciación; es decir, la acción de iniciar, de dar comienzo a algo. Un proceso que puede describirse en tres aspectos o cualidades del tiempo narrativo: ab initio, in medias res, et in extremis. Así, ab initio nos interroga por el proceso “desde el principio”; es el acto de remontarse a las causas que están en el origen de toda manifestación, aquello que permanece más allá del tiempo y el espacio que encuadra la existencia pasada, presente y futura; alude, pues, a la búsqueda de los primeros principios y constituye el núcleo de la enseñanza Metafísica (7) que debe ser vivenciada en el interior del corazón de cada adepto, y que pretende rememorar en el hombre el “sentido de eternidad”. In medias res o, lo que es lo mismo, “en medio del proceso o de la cosa”, nos sugiere el laberinto que el peregrino debe recorrer, y del que también podríamos decir representa los vericuetos y peligros del camino, y cuyo objetivo no es otro que la perenne búsqueda de la Verdad. Finalmente, in extremis quiere explicitar que ciertamente la narración comienza por el final, en sus postrimerías, y esto último alude a los nacidos en esta fase final del Kali Yuga, que viven –vivimos– en un medio del cual hay que salir a contracorriente. A contrapelo, tal es la labor del iniciado en los Misterios: in extremis del presente ciclo de humanidad (8).

Ahora bien, una vez aceptado, el camino iniciático ha de ser recorrido; es más, el iniciado debe reactualizar su entrega al servicio de “la voluntad del Cielo” constantemente: del mismo modo que la creación está permanentemente haciéndose, el iniciado realiza sus trabajos usando el símbolo como herramienta, siendo el cosmos entero el símbolo de la creación universal. Un rito permanente que en el silencio y la soledad aviva las capas más profundas del alma:

En la noche dichosa, en secreto, que nadie me veía, ni yo miraba cosa, sin otra luz y guía, sino la que en el corazón ardía (9).

Un rito iniciático que debe despojarse de la piedad religiosa: no se trata de una plegaria, por no contener petición alguna, más bien diríamos que se trata de una invocación silenciosa, sin intermediarios entre el hombre y el Creador, buscando la comunicación directa con el Principio supremo, y que los indios de América del Norte designaban como “Gran Misterio”. El trabajo iniciático es un trabajo para ser ejecutado en la soledad y por solitarios.

…he de creer a Platón cuando asegura que entre los Dioses y los hombres existen ciertos poderes divinos, que les sirven de intermediarios, por su naturaleza y por el lugar que ocupan, y que tales poderes rigen todas las manifestaciones de la adivinación y los milagros realizados por los magos. (Apuleyo, Apología 43, 2).

Los arcanos mayores del Tarot (10) –esa baraja de naipes cuyos orígenes permanecen desconocidos– son un auténtico vehículo simbólico. Por eso nos serviremos de ellos para trazar unas pinceladas en torno a la iniciación hermética, tema con el que comienza la singladura de LETRA VIVA. Una vez más recurriremos al número 3 para señalar la unidad implícita que lo manifiesta; así, escogemos tres arcanos que nos permitirán aludir a diferentes aspectos de este proceso denominado iniciación, cuyo propósito es guardar la Tradición Viva (11); pues los herméticos escuchan y se ritman a los latidos del corazón de la vida espiritual de la humanidad.


Comencemos por El Mago, símbolo del iniciado en los Misterios y portador de la unidad en sí mismo, tal como lo indica este arcano primero, al que corresponde el número 1. Sobre su cabeza reposa un sombrero cuya figura en ocho apaisado rememora el movimiento continuo con el que se manifiesta todo en el cosmos. Es pues el Mago un puente entre el Ser y su Principio, el No Ser, entre lo no manifestado –que nunca podrá serlo por su propia naturaleza supracósmica– y la manifestación, que emerge a partir de un punto afirmado en el seno del infinito, sabiendo que no hay dualidad entre el Ser y el No Ser, y que además sólo puede haber un infinito, pues:

… el infinito es necesariamente “uno”, porque dos Infinitos que no fueran idénticos se excluirían el uno al otro; resultando de esto que no hay más que un Principio único de todas las cosas, y este Principio es lo Perfecto, pues el Infinito sólo puede ser tal si es lo Perfecto (12).

También observamos que este Mago “juega” con los principios y elementos de la manifestación: los tres principios de la Alquimia (azufre, mercurio y sal) y los cuatro elementos de la materia (fuego, aire, agua y tierra). Y lo hace con una actitud que podríamos designar como sin esfuerzo: sostiene una varilla en una mano y una bola o moneda amarilla en la otra; todo con la apariencia de espontaneidad, como si fuera un juego fácil y no un trabajo arduo, sin seguir con su vista el movimiento de sus manos. Una verdadera concentración (13) en la luz del amor y la paz del desapego. Vemos, pues, que este símbolo del Hombre Verdadero transforma el trabajo en juego gracias al silencio que ha imprimido en su alma y que le permite el contacto con el cielo, o sea, con el mundo espiritual:

El viento sopla donde quiere, y oyes su voz; mas no sabes de dónde viene ni adónde va. Así es todo el que ha nacido del Espíritu. (Juan III, 8).

Tratase también de un segundo nacimiento al que alude toda iniciación y que conlleva la muerte del hombre viejo; la muerte, como veremos enseguida, se convierte en pieza clave del proceso iniciático. 

Un apunte más sobre este arcano. Puesto que se trata de un intermediario entre el cielo y la tierra, se encuentra implícito en la actitud de El Mago aquello que la Tabla Esmeralda proclama, y que es la base de la analogía (14):

Lo que está abajo es como lo que está arriba, y lo que está arriba es como lo que está abajo, para realizar los milagros de la unidad. 

Tenemos pues, al iniciado que tras una muerte simbólica debe peregrinar. Ahora nos serviremos de un naipe bien especial, pues no tiene número asignado: El Loco. La iniciación es una elección libre, y como tal, a esa decisión le correspondería el naipe del enamorado, quien tocado por la flecha del espíritu debe elegir entre un amor terrenal y otro celestial, entre lo pasional y lo espiritual. Pero la decisión ya ha sido tomada y el camino debe ser emprendido. Así que el Loco muestra el camino y sus avatares, pero sobre todo sus peligros y adversarios, como por ejemplo la necedad. Es también un arcano del Amor y la Fe, pues vestido como los bufones de las cortes medievales, hace el recorrido de modo quijotesco, debiendo soportar el hazmerreír de muchos contemporáneos suyos; una realidad histórica que muchos iniciados han debido padecer a ojos de auténticos ignorantes. Una locura de amor que arrostra dos fuerzas: la simbolizada por el perro mordisqueando sus pantalones (el medio que no cesa de intentar impedir que se haga el camino), a quien no presta demasiada atención, y la derivada de su propia locura por creerse sabio, pues como dice Platón "la locura es una disposición que impide captar la verdad" (15). Y también:

¡Nadie se engañe! Si alguno entre vosotros se cree sabio según este mundo, hágase necio, para llegar a ser sabio; pues la sabiduría de este mundo es necedad a los ojos de Dios. (I Corintios III, 18-19).

El refranero castellano tiene asimismo alguna que otra aportación interesante al respecto: "dime de qué presumes y te diré de qué careces".

Sabiendo que:

Lamentablemente se confunde a la humildad con la tontera. El humilde sabe que no tiene nada. El tonto quiere quedarse con lo que nunca tuvo. Dos actitudes mentales completamente diferentes. El segundo se resigna, lo hace a su pesar y con odio; el primero acepta y participa de la Obra con amor. Advirtamos otra clara diferencia: la unidad se desdobla produciendo el binario y nunca el binario podría ser el origen de la unidad. En esos pequeños detalles, al parecer molestos, e inatendibles, nos hemos derrochado toda una civilización. Sólo un mundo ignorante puede imaginar que el átomo de los griegos, es decir, el concepto de lo irreductible, pueda ser reducido. Se supone que enfatizando estas calumnias ante la opinión pública, lo irreductible deja de ser tal, o desaparece. Si decimos: que lo reductible es lo irreductible, que la uniformidad es la unidad, que la substancia es la esencia, que existir es ser, que la personalidad o la individualidad es el Yo, que la humanidad es lo divino, que lo cósmico es el infinito, que lo espiritual es material, que lo más bajo es lo más alto, que lo grande y múltiple es lo valioso, que nuestras miserias son importantísimas, no diremos sino lo que dice el amo invertido de este mundo (16).

El arcano de La Muerte nos pone ante una cuestión esencial y crucial de la iniciación hermética: el adepto experimenta en sí continuos procesos de muerte y nacimiento. 

Análogo a la muerte son el olvido y el sueño, pues son manifestaciones desigualmente intensas de un único principio o fuerza que arrastra todo fenómeno a su desaparición, en diferente grado y al nivel que fuere. Uno se olvida de sí mismo al dormirse y vuelve a acordarse de sí mismo al despertar. Es el mecanismo del olvido el que funciona cuando muere, y el del recuerdo cuando se nace. 

La Trimurti hindú, con sus tres deidades principales, Brahmâ (creador), Vishnú (conservador) y Shiva (destructor o transformador), sintetiza y engloba el proceso cosmogónico que se plasma en el universo y se reproduce en todas las cosas una vez han sido manifestadas, pues todo lo creado pasa necesariamente por esa transformación.

Hay, pues, en esta labor dolores proporcionales a los apegos, posesiones y determinaciones psíquicas que actúan movidos por las pasiones bajas del alma; el adepto debe irse desprendiendo de todas esas capas, cortezas o simplemente deshechos de la psique (residuos psíquicos), también de acuerdo con ciclos y ritmos; el Rito interior se hace indispensable. No existe, por tanto, el llamado “confort espiritual” que tanto se proclama en esta nuestra sociedad consumista a través de diferentes modas del hipermercado espiritual, propio de este fin de ciclo, y que nada tiene que ver con lo sagrado y su hacer: de ahí el término sacrificio entendido como “hacer sacro”, cuyo propósito es vivir inmerso en lo sagrado. Estamos hablando de una realidad que siempre “es”, pero que debe ser desvelada. El iniciado, mediante sus trabajos de concentración, meditación u oración intenta ritmarse con el corazón del mundo, viajando por los diferentes estados del Ser Universal, los de abajo y los de arriba, si así pudiera expresarse; es, en cierta medida, un guardián de ese corazón que transmite la vida por doquier, con generosidad y rigor. El cosmos es, pues, un ser vivo; mejor, es la manifestación del Ser Universal, que emerge de un punto inextenso en el insondable abismo del infinito que es el No Ser; la identidad de ambos es el Misterio.

El Demiurgo del universo por tanto, con mucha mayor prioridad, imprime estos símbolos en las almas, gracias a los cuales pueden ser capaces de morar en sí mismas, y de nuevo volverse a los orígenes de su ser. A través del símbolo de la unidad les confirió la estabilidad; a través del intelecto, les ha dado a conocer el poder de la 
metanoia (17).

En síntesis:

La aventura del Conocimiento se describe muchas veces como un viaje o peregrinaje. "Un viaje de mil millas comienza ante tus pies". Esencialmente, el peregrinaje se relaciona con la búsqueda del Centro del Mundo, donde se establece la comunicación interna con los estados superiores de uno mismo. Se trata de alcanzar la Patria Celeste, que es la verdadera morada del hombre, pues, como mencionan diversas tradiciones, el hombre es un extranjero en esta tierra. La palabra "peregrino" no quiere decir sino eso: extranjero. "Vosotros no sois de este mundo". Así, desde que intuimos que no somos de "aquí", la vida misma, con sus avatares, sus luchas, sus pasiones, luces y sombras, se convierte en un símbolo ejemplar de esa búsqueda interior. A partir de ese momento cualquier acontecimiento o suceso revelará siempre algo, se tornará significativo y simbólico. Más concretamente, las denominadas peregrinaciones a los lugares santos o sagrados, se consideran como las etapas del proceso iniciático, vinculado a la idea de laberinto y de "perderse para encontrarse".

También las pruebas simbólicas de la Iniciación se denominan "viajes", en las cuales, además de la influencia espiritual que transmiten, se psico-dramatizan ritualmente las inhibiciones y tendencias negativas del ego, agotándolas al emerger al exterior. A pesar de sus múltiples dificultades, el peregrino, en su viaje interno y externo, recorre un camino arquetípico, en donde el símbolo es vivido (ritualizado) y se le revela con toda la potencia de su energía ordenadora permitiéndole conocer simultáneamente la realidad de un tiempo mítico, en el que lo prodigioso se hace coetáneo con la realidad horizontal.

Todo se da en la "rueda de la vida", espejo y receptáculo de las energías del cosmos, las que el peregrino, en efecto, ha de reconocer en sí mismo para llegar al centro o corazón inmóvil de la rueda, allí donde se produce la identificación con lo Universal y el retorno a su verdadero origen (18).

Notas
1 Federico González Frías, Diccionario de Símbolos y Temas Misteriosos, entrada: “Iniciación”. Libros del Innombrable, Zaragoza, 2013. 
2 Cadena Áurea. 
3 Aprovechando la magnitud actual de las fuerzas disolutivas. Ver también la figura del “aliado” en el chamanismo Tolteca en la obra de Carlos Castaneda. Y también la estrategia de las Artes Marciales, que aprovechan la fuerza del adversario.
4 Dice Paracelso, a propósito de lo que denomina “ens veneni”, que el veneno está en la dosis. El hombre es, para Paracelso, un extracto completo de toda la machina mundi, por eso fundamentó toda su “ciencia médica” en la influencia astral, lo que denominó Ens Astrorum y que representa la estructura histórica y cosmológica que gobierna y sostiene a los seres humanos en su entorno y con su historia: el curso del cielo en nosotros.
5 Federico González Frías, Rapsodia. Obra en tres cuadros. Symbolos, Barcelona, 2015.
6 También leemos, al respecto del término historia: La palabra historia quiere decir ‘investigación’, y el historiador era el ‘histor’, el ‘testigo de los hechos’, y considerado por ello en la antigua Grecia el hombre-memoria. (Francisco Ariza, “La Historia como una Ciencia de la Cosmogonía”, en Symbolos telemática).
7 “Le hemos dado a la palabra ‘metafísica’ la connotación etimológica de ‘más allá de la física’ y creemos que es la más clara, si entendemos, como los antiguos, que la física es la ciencia que estudia los fenómenos de la naturaleza, en toda la extensión de este término, y que lo que concierne al conocimiento metafísico es sobrenatural, y a la vez supra-humano y supra-cósmico, pues traspasa lo sensible y trasciende el mundo de la manifestación. [...] Mientras el intelecto individual, limitado por los sentidos, lo corpóreo y lo transitorio, se halla encerrado en sus propios límites, el intelecto trascendente y universal conoce directamente los principios inmutables y eternos. El hombre puede alcanzar este dominio de lo metafísico, pero no en tanto ser individual y transitorio, sino en cuanto que participa de esta inteligencia superior y está ligado a ella por una toma de conciencia de sus verdaderas posibilidades espirituales, que son más que humanas. Nuestra realidad individual es apenas una manifestación momentánea del ser verdadero, uno de sus múltiples estados, y el conocimiento metafísico trasciende al hombre mismo, y aun al cosmos, pues es absolutamente ilimitado. Es obvio que no nos estamos refiriendo a un conocimiento ordinario y profano sino a una experiencia de otro orden que trasciende todo lo que pudiera ser imaginado. Mientras los estados particulares del ser tienen una manifestación espacio-temporal, el ser mismo, en su principio metafísico, es eterno, y desde la eternidad todos esos estados son ahora, en la simultaneidad”. Federico González y colaboradores: Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha. Acápite 28: “Metafísica”. En la web: http://introduccionalsimbolismo.com/
8 En relación con los ciclos cósmicos, ver en la revista telemática Symbolos el capítulo titulado “Tiempo solar y tiempo polar”, de Francisco Ariza: http://symbolos.com/fariza_tiempo_solar_y_polar1.html
9 Juan de la Cruz, Noche oscura, canción 3 del alma; cf. Vida y obras completas de San Juan de la Cruz, Ed. Católica BAC, Madrid, 1964.
10 Veáse, de Federico González, El Tarot de los Cabalistas. Vehículo Mágico. Ed. Kier, Buenos Aires, 1993. En la web: http://simbolismoyalquimia.com/el-tarot-de-los-cabalistas.htm
11 Otro modo de designar a la Tradición Primordial o Unánime y cuya disciplina es la Philosophia Perennis.
12 René Guénon, Mélanges, “El Demiurgo”. Gallimard, París, 1976. En Symbolos: http://symbolos.com/s8rguen.htm
13 Si la unidad es el principio teórico, la concentración es su expresión práctica, sin que en realidad exista una dualidad entre estas dos facetas. La gnosis es entonces la vivencia interior de la búsqueda de la verdad y se fundamenta en la unidad básica subyacente en la multiplicidad de los fenómenos del mundo; sin esa conciencia de unidad todo sería dispersión y multiplicidad; gracias a ella se reconoce la esencia única de los seres y las cosas.
14 “La analogía es la relación entre un objeto y otro objeto, entre un plano y otro plano, que vibran a la misma frecuencia. Se ha dicho que la analogía es correspondencia rítmica. Y el símbolo es la unidad analógica entre un plano y otro plano, o un objeto y otro objeto. También pudiera decirse que él es el mensajero de una energía-fuerza, que lo conforma, y que actúa mágicamente a su través”. Federico González, El simbolismo de la rueda. Ed. Kier, Buenos Aires, 2006.
15 Platón, Diálogos VII, Definiciones. Biblioteca Gredos, Madrid, 1992.
16 Federico González, En el Vientre de la Ballena. Textos alquímicos. Ed. Obelisco, Barcelona, 1990.
17 Proclo. Fragmento tomado de Symbolos: http://antologiaesoterica.com/099proclo_timeo.htm
18 Federico González y colaboradores. Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha, acápite “Los peregrinajes”. Revista Symbolos Nº 25-26. En la web: http://introduccionalsimbolismo.com/

http://letraviva.es/Peregrinaje-e-iniciacion

jueves, 27 de abril de 2017

Los Cuatro Santos Coronados

Los Cuatro Santos Coronados
Por: Archidiócesis de Madrid 


Recordamos a cuatro hermanos mártires: Severo, Severino, Carpóforo y Victorino, que vivieron en la última parte del siglo III y a comienzos del IV.

Servían como militares al emperador Diocleciano, pues gozaban de gran reputación como soldados, y tenían puesto honoríficos en la corte. Además, eran cristianos y no ocultaban su condición de tales; asistían a las reuniones y a los oficios divinos, generalmente realizados en las catacumbas, socorrían a los pobres y visitaban a los presbíteros.

En el año 304, Diocleciano decreto que todos los súbditos del Imperio sacrificasen públicamente a los dioses. Se desató de este modo, con mayor furor, la persecución contra los seguidores de Cristo, y prontamente los cuatro santos fueron apresados. Como se negaron a prestar juramento a los dioses, fueron llevados delante del ídolo de Esculapio y amenazados de muerte si no le rendían culto.

Los cuatro gritaban: "¡Es un falso Dios!".

Fueron azotados cruelmente, pero ellos continuaron gritando: "¡Nuestro Dios es Jesucristo!"

Se los sometió a toda clase de tormentos. Y así, entregaron su vida. Diocleciano ordenó que sus cuerpos fuesen arrojados a la plaza, para que sirvieran de alimento a los perros.

Afirma la tradición que transcurridos cinco días, ningún perro se les acercó, poniendo de manifiesto que los hombres eran más crueles que las bestias. Los cristianos, en secreto les dieron sepultura en una arenal.

Sus restos están ahora en la iglesia que lleva el nombre de los Santos Coronados, en Roma.

Los santos mártires Claudio, Nicóstrato, Sinforiano, Castor y Simplicio, cuyo recuerdo celebra la Iglesia también hoy, padecieron en la misma persecución y fueron sepultados en el mismo cementerio.

Éstos cinco eran escultores de profesión y se negaron a esculpir una estatua del dios Esculapio, para no dar lugar a idolatría. Diocleciano mandó que fuesen azotados, sus cuerpos se colocaron en cajones y arrojados al río.

No es seguro que este hecho haya ocurrido en Roma o que en realidad ocurrió en Panonia (actual Hungría).

No obstante sus restos descansan también en la iglesia de los Santos Coronados, en Roma.

Espíritus sublimes,
¡oh mártires gloriosos!,
felices moradores
de la inmortal Sión,
rogad por los que luchan
en las batallas recias,
que alcancen la victoria
y eterno galardón.

¡Oh mártires gloriosos
de rojas vestiduras,
que brillan con eternos
fulgores ante Dios!
Con vuestro riego crezca
de Cristo la semilla,
y el campo de las mieses
se cubra ya en sazón. Amén.

http://es.catholic.net/op/articulos/32186/los-cuatro-santos-coronados.html

miércoles, 26 de abril de 2017

TRANSMUTACIÓN

TRANSMUTACIÓN




La iniciación hermética es una transmutación; es pasar de un plano lineal-horizontal, es decir “profano e ilusorio”, a otro axial y vertical, “real e inmutable” que tiene más que ver con uno mismo, "con aquella esencia pura e inmortal que constituye el verdadero ser".

Una "Enseñanza que fue revelada a los sabios egipcios, persas y caldeos…" y que ha llegado intacta hasta el día de hoy, ya que se está haciendo ahora en este mismo momento, en este escrito en el que estoy inmersa, y se me están revelando estas ideas perennes, que no son una invención del mundo moderno, ni de individualidades que no llevan a ninguna parte, sin base ni fundamento, donde no hay salto de nivel, donde uno puede elegir quedarse en el plano Yetsirático, en lo psíquico, en el laberinto de la mente, o ir hacia lo más alto, Atsiluth, es decir el Mundo de las Emanaciones según la Cábala, el del Espíritu en sí mismo, 

que se irá abriendo gradualmente en nuestro camino interior, e iremos comprendiendo y realizando que el espíritu del Padre, su Ser más interno, es idéntico al espíritu del Hijo. Esta conciencia de Unidad es la meta de todo trabajo de orden esotérico e iniciático bien entendido. Hacia Ella se dirigen todos nuestros esfuerzos; en Ella ponemos nuestros pensamientos y nuestra concentración interior.

El iniciado deberá morir al mundo profano e ilusorio y perder la falsa identidad con sus aspectos puramente individuales, pasajeros y mortales, y simultáneamente resucitará a un mundo sagrado y verdadero que le identificará más bien con lo real e inmutable, con aquella esencia pura e inmortal que constituye su verdadero ser. Este recorrido supone un viaje interior, e irá acompañado del conocimiento de otros mundos que están aquí y ahora, pero que la mente ordinaria ni siquiera puede imaginar.

También nos encontramos a lo largo de este proceso de transformación con tropiezos y

dificultades con respecto al medio, que no siempre comprenderá nuestra vocación, o nos creerá engañados y hasta faltos de razón. Esto viene a agregarse a nuestros propios tropiezos internos y a la aparición de dudas, incapacidades, pasiones latentes y desconocidas que surgen, vacilaciones, fobias, manías, etc., que yacen en el fondo de uno mismo y que comienzan a despertar.

Por lo que observo cada vez que leo el Programa Agartha me doy cuenta que todo él es un libro iniciático, una preparación, un aprendizaje que leyéndolo y volviéndolo a releer te está transmitiendo un mensaje que poco a poco se te va revelando, lo vas entendiendo, se está haciendo en ti, es decir lo encarnas; pero te lo tienen que enseñar, lo tienes que aprender, empezar de nuevo, sacándose de encima el hombre viejo, esa personalidad que uno se ha creído que es y que el medio le ha enseñado. Y dejar que nazca el hombre nuevo, que despierten esas energías que siempre han estado y que yacen dormidas en nuestro interior y que empiezan a activarse cuando uno entra en una vía de Conocimiento. Como dice "el Programa, el propósito de estos trabajos es espiritualizar la materia y materializar el espíritu".

Vas intuyendo que el mundo, el universo, uno mismo es otra cosa; despiertas a otras realidades que están aquí y ahora pero que, como se ha dicho, no las puedes ver si no te las transmiten, ya que es una transmisión de "verdades eternas, conocidas unánimemente y expresadas por sabios de todos los tiempos y lugares".

Esa semilla que se ha plantado en el corazón de uno, empieza a crecer hasta convertirse en un árbol, pero tiene que pasar por numerosas muertes y resurrecciones, 

al menos en sus primeras etapas, aquellas en las que el ser ha de enfrentarse con la densidad de su propio psiquismo (reflejo del medio profano en que ha nacido y vive), esto es, como sucesivas muertes y nacimientos –Solve et Coagula–, sorteando al mismo tiempo numerosas pruebas y peligros que no hacen sino traducir el propio conflicto o psico-drama interior (1).

Asimismo: 

Para el aprendiz, la Iniciación es la penetración en el misterio más profundo. ¿Quién soy, de dónde vengo, a dónde voy? Preguntas que se hace todo aprendiz al comienzo del viaje por el laberinto de las transmutaciones materiales y psíquicas en búsqueda de su Origen e Identidad verdadera (2).

Llegar a saber con el corazón que no se sabe nada es, aunque un largo y ‘desgarrante’ proceso, “la buena semilla en buena tierra”, como dicen los sabios, es decir, el verdadero y único punto de partida de la construcción (3).

"Ahora sí que estás desnudo, en pelotas" (4).


Notas
1 Todas las citas y entrecomillados hasta aquí pertenecen a Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha de Federico González y colaboradores. Revista Symbolos nº 25-26, Barcelona, 2003.
2 Siete Maestros Masones, La Logia Viva. Simbolismo y Masonería. Ediciones Obelisco, Barcelona, 2007.
3 Ibíd.
4 Federico González Frías, Rapsodia. Obra en tres cuadros, Ed. Symbolos, Barcelona, 2015.

http://letraviva.es/Transmutacion

lunes, 24 de abril de 2017

INGENIEROS Y ARQUITECTOS EN LA ANTIGUA ROMA



En la Antigua Roma, entre los ingenieros civiles y militares, y los arquitectos, no había mucha diferencia. El oficio contaba más que el título. Los arquitectos se ocupaban de los asuntos propios de su oficio. Los ingenieros construían tanto obras civiles como militares, así como edificios y casas.

Los romanos utilizaban como materiales para la construcción la piedra, la arcilla, la madera y la argamasa. Una vez que extraían los enormes bloques de piedra de las canteras, los obreros trabajaban hasta conseguir bloques a escuadra, luego la pulían. Si la piedra era blanda la podían cortar con una sierra, si era dura taladraban una línea de agujeros por los que se introducían estacas de madera que, al empaparlas con agua, se dilataban y se rompían por el lugar deseado. Cuando el bloque se había partido en trozos más pequeños, se les daba forma con el escoplo y el martillo.

La arcilla la usaban para fabricar ladrillos y tejas, para ello empleaban moldes de madera. Cuando conseguían las formas deseadas, sacaban las piezas de los moldes y las ponían al sol, para que se secasen, después las cocían en el horno. Todas las piezas llevaban la marca del propietario de la fábrica, o en algunos casos del emperador.

La mezcla de arena, cal y agua (argamasa o mortero), la utilizaban para unir entre sí los ladrillos y los bloques de piedra. la madera la utilizaban para construir el esqueleto de los edificios y el armazón de los tejados. Además de para los trabajos de carpintería (mesas, sillas, estanterías…). Durante la época imperial (27 a. C.-476 d. C.), los constructores habían edificado 45.000 viviendas.

En los trabajos de construcción, los obreros utilizaban muchas herramientas. La sierra, el martillo y el escoplo, el compás, la escuadra, la vara de medir, el taladro y el pico; para cortar la piedra. Para trabajar la madera utilizaban el hacha, la maza, la cuña, la barrena, el cepillo y las tenazas. Todas estas herramientas se fabricaban en la misma obra, en las herrerías y en los talleres instalados allí para estos trabajos.

También contaban con algunas máquinas, como la grúa y la polea, andamios y cimbras. Consistía en una estructura muy simple; una rueda giratoria alrededor de la cual se hacían pasar varias cuerdas. Con eso conseguían levantar cargas muy pesadas.

Algunos arquitectos romanos:

Caius Stallius.
Cayo Julio Lacer.
Ceso Emilio Quirino Varrón.
Lucio Vitruvio Cerdó.
Marcus Stallius.
Marco Vitruvio.

Algunos ingenieros romanos:

Arquímedes de Siracusa.
Sergius Orata.

https://noloseytu.blogspot.pe/2015/11/ingenieros-y-arquitectos-en-la-antigua.html

domingo, 23 de abril de 2017

22 de abril Día Mundial de la Tierra

22 de abril Día Mundial de la Tierra


Cada 22 de abril se celebra el día mundial de la tierra. Este día fue creado para hacer un llamado a la reflexión y a la responsabilidad humana de cara a los problemas ambientales que afectan nuestro globo vital.

El primer día de la tierra remonta sus orígenes en los Estados Unidos el 21 de marzo de 1970, Jhohn McConnell creador de la idea en 1969 presentó una propuesta ante la Unesco. En esta convocatoria participaron dos mil universidades, diez mil escuelas primarias y secundarias y centenares de comunidades a escala mundial. “El primer día de primavera es el momento del equinoccio donde el sol cruza el celestial ecuador causando que el día y la noche duren lo mismo – llevando al planeta a un estado de equilibrio. Este es el verdadero Día de la Tierra, no porque yo lo haya seleccionado, sino porque origina en la propia rotación y revolución del planeta Tierra.” Jhohn McConnell.

Para rendir tributo a nuestra madre tierra cada habitante debe asumir la responsabilidad de nuestro planeta y “pensar globalmente actuando localmente”; alguna de las actividades que puede desarrollar durante este y los días siguientes del año son:

Contacte a los organismos ambientales locales y ofrezca su tiempo y esfuerzo para propagar educación ambiental, y organizar los diferentes eventos planeados en su área en el Día de la Tierra.

Organice una “fiesta verde” en la que toda comida y bebida sea local y orgánica, se utilicen materiales reciclables y reciclados para la decoración y mesa, y se reparta información sobre qué puede hacer cada persona para ayudar a preservar el planeta.

Compre comida local y Crezca su propia comida.

Siembre un árbol o más. Ayude a restaurar y limpiar los parques de su vecindario.

Diga “no” a recibos y cuentas de papel. Suscríbase a la opción digital y no ayude a el desperdicio de papel.

Diga “no” a las bolsas de papel y plástico en la tienda, y cámbiese mejor a las reusables.

Reemplace su carro por una bicicleta, patines o camine, cada vez que pueda.

Enseñe a sus hijos la importancia de cada acción ambiental para que ellos continúen la hazaña.

No desperdicie recursos. Cierre el grifo del agua y apague la luz cuando no las necesite.

Desconecte todos los electrodomésticos que no esté usando.

Recicle, reutilice y reduzca.

Evite comprar alimentos que tengan demasiado empaque, y prefiera aquellos no empacados o empacados con materiales reciclados.

Consiga una botella de agua reusable en vez de comprar una botella cada vez que tenga sed.

Cambie sus bombillos de luz por aquellos que son compactos. Estos le ahorrarán mucho dinero en electricidad.

Gradúe su aire acondicionado y calefacción, subiéndole la temperatura al primero (alrededor de 78 grados F), y reduciéndola al segundo. Apague cuando no esté en casa.

Compense su daño. Cada vez que viaje en avión, o contamine de alguna manera, compense plantando más árboles.

http://www.unesr.edu.ve/index.php?option=com_content&view=article&id=1488:22-de-abril-dia-mundial-de-la-tierra&catid=1:latest-news&Itemid=103

HERMES, A SU TRAVÉS

HERMES, A SU TRAVÉS

La iniciación hermética es la toma de conciencia de la verdadera Identidad. El nacimiento de un nuevo ser capaz de estar en todas partes y en ninguna a la vez. El momento en el que conjugan las dos corrientes cósmicas en el seno de la interioridad, cavernoso alumbramiento del Intelecto.

La toma de conciencia de la verdadera identidad es comprender y realizar la cosmogonía entera en uno mismo. Recorrer los senderos que conducen a otros estados del ser más puros e inmaculados que están en el mismo habitáculo en el que uno lee y escribe, aquí.

Por 32 senderos maravillosos de sabiduría esculpió Iah, Dios eterno de los ejércitos, Dios de Israel, Dios viviente y Dios del mundo, El Shaddai, misericordioso y clemente, alto y elevado, que reside eternamente, y cuyo nombre es santo, elevado y santo Él, y creó su mundo con tres libros: por el número, el escritor y lo escrito (1).

El “permanentemente ausente del estrado” creó el mundo valiéndose únicamente del número y de la palabra. Con esta claridad habla el Sefer Yetsirah del nacimiento del mundo y asimismo es como reconocemos el propio. Sabiendo, además, que es Hermes quien otorga la Palabra, que es precedida por el Pensamiento, y con la Palabra aflora la Memoria, y así el verdadero nacimiento.

Hermes guía las almas hacia el punto en que todas las voces convergen. Sólo es a su través que se arriba hacia este punto de no diferenciación, aquí donde la historia se repliega en la sumidad de mundos y seres que la han encarnado.

Hermes está vivo y está aquí. Y así es y será hasta el fin del calendario porque es a su través que el mundo existe tal cual las emanaciones de un Misterio que toma forma mediante el recuerdo que él mismo promueve.

Hermes destella, escribe, enseña, transmite, lee, guiña, arropa, revuelve, liga, retoma, acerca y aleja una única Voz a través del tiempo, adaptándola a las circunstancias que se requieran para que la llama siga prendida. Circunstancias que implican tanto el espacio donde se nace (geográfico) como el espacio que lo acoge (humano), de ahí que el nuevo nacimiento sea un proceso individual, en el que cada uno será responsable de sus llamaradas y sus achiques. 

Abolidas todas las contingencias mediante el estudio paciente, el cubículo se va abriendo a otras posibilidades del ser que se alejan del caos amorfo que perciben los sentidos para paulatinamente formar parte de un orden jerarquizado, determinado por la comprensión de las ideas y el conjunto de símbolos y analogías que las hacen inteligibles al hombre.

Así es como Hermes hace de sus iniciados verdaderas estatuas vivas, testigos de un tiempo otro que manifestarán a su través un Misterio que todo lo abarca. 

¿No sería delicioso poder vivir cada hora como si hubierais vivido la historia del mundo desde sus orígenes hasta nuestros días, y como si estuvierais destinados a seguir viviendo hasta su fin?

(…)

¿No sería cosa deliciosa poder leer en un libro que os permita leer, comprender y retener el fruto nunca descubierto, todavía y para siempre por descubrir, de todos los libros que han existido y que están por venir y aparecer? ¿Qué fascinamiento no experimentaríais viendo que vuestro canto atrae a vosotros no las rocas sino sólo perlas y piedras preciosas, embelesa no a las bestias feroces sino a los espíritus, pone en movimiento y hace vibrar no al infernal Plutón sino a los poderosos, a los príncipes de este mundo? (2)



Notas
1 Sefer Yetzirah. Ed. Obelisco, Barcelona, 2013.
2 Confessio Fraternitatis. Ed. Muñoz Moya y Montraveta, Sevilla, 1988.

http://letraviva.es/Hermes-a-su-traves

sábado, 22 de abril de 2017

ECCE HOMO y la Vía Dolorosa

ECCE HOMO y la Vía Dolorosa

Tras la flagelación, los soldados romanos, para ironizar su argumento de “Rey de los Judíos” decidieron, a modo de burla, ataviarlo como rey. Para ello, le pusieron un manto púrpura. Hay que decir que este color sólo estaba al alcance de las clases altas, ya que el color se conseguía de un pequeño molusco, lo que resultaba muy costosa su extracción. También le dieron una caña a modo de cetro real. Para culminar le confeccionaron una corona de espinas.

Hipotética reconstrucción de la corona de Cristo. 

Posiblemente esta corona no fuera como estamos acostumbrados a ver. Es decir, no sería en forma de aro, sino que, tendría más bien forma de capacete o casco, lo que provocaría el desgarro de prácticamente todo el cuero cabelludo y con ello, la pérdida de más sangre. Tampoco se conoce a ciencia cierta el materia con el que se confeccionó dicha corona, ya que al tratarse de una zona árida, las especies de plantas espinosas son muy abundantes. Aunque hay dos especies que destacan sobre las otras. Por un lado tenemos el zizyphus spina Christi, conocido como “espina de cristo”, posiblemente el origen etimológico del nombre de la planta sea una pista. La otra planta, quizás sea la que más probabilidades tenga, es la poterium spinosum, en hebreo shyrah, una planta que se utilizaba mucho como combustible en las casas, ya fuera para cocinar o calentar. Al tratarse de una planta cuyo uso doméstico estaría prolongado a lo largo del año, no sería extraño pensar que la cogieran de las dependencias del Pretorio, ya que, la coronación de espinas no se trata de algo preparado, sino que, se improvisa en el momento en el que se castiga a Cristo.

Mientras Jesús era caricaturizado como rey, fue objeto de todo tipo de burlas y agresiones físicas. Algunos se postraban sobre él gritando: “Salve, Rey de los Judíos”, otros lo abofeteaban, golpeaban con cañas en el cuerpo o la cabeza, para agravar las lesiones de la corona, o simplemente le escupían. 

Terminado el divertimento de la tropa, fue entregado a Poncio Pilato. Este lo presento al pueblo en último intento de buscar la compasión de los congregados. Ecce Homo “he aquí al hombre”; así lo presentó ante la multitud. Pero en contra de lo que pensaba Pilato, el pueblo volvía a pedir su crucifixión. Vista la negativa de la muchedumbre, Pilato declaró públicamente que se desinvolucraba de la muerte de Cristo, y lo entregó al pueblo.

La crucifixión fue una técnica de castigo que los romanos copiaron de los cartagineses, aunque su origen puede que esté en los persas. La cruz estaba formada por dos piezas, la pieza vertical o stipes y la horizontal llamada patibvlvm. Aunque estamos acostumbrados a ver la cruz de cristo con forma latina, seguramente, la cruz dónde Cristo fue crucificado, fuera de tipo tau, es decir, tendría la forma de una T mayúscula.
Posición de carga. Diferentes partes de la cruz y sus formas.

El reo debía de cargar con el objeto de su suplicio, y una vez más, a diferencia de lo que estamos acostumbrados, solo se cargaba con el travesaño horizontal o patibvlvm. Este se apoyaba sobre los hombros y era atado. Algo que queda más que justificado si utilizamos el ejemplo de Cristo. El conjunto de ambas piezas rondaría los 100 kg, algo imposible de soportar para alguien que ha sufrido una flagelación y una serie de maltratos previos. El peso del patibvlvm estaría por los 40 kg. Recordamos que con Jesús se hizo una excepción, pero la costumbre era que el reo sufriera la flagelación mientras cargaba el madero horizontal, hasta llegar al lugar dónde tuviera lugar la crucifixión.

Volvieron a vestir a Jesús y le cargaron el patibvlvm. Para entonces Jesús debía estar sufriendo unos dolores acuciantes, estaría deshidratado y exhausto, posiblemente en su marcha hacia el calvario estuviera acompañado de los ladrones, que compartirán con él condena. También iría una patrulla romana, para controlar el correcto desarrollo de la crucifixión. Uno de estos soldados llevaría el Titulus, un cartel donde se ponía el nombre y la condena del reo. También podría ir colgado del cuello del malhechor. En el caso de Cristo llevaría escrito el significado de la abreviatura INRI: Iesus Nazarenus Rex Ivaderum“Jesús de Nazaret, Rey de los Judíos”. Este letrero no sólo estaba escrito en latín, también estaba en Hebreo, la lengua local, y en Griego, utilizado por las clases altas.

Por el estado físico de Jesús, le fue imposible terminar el trayecto de 600 metros que había entre el pretorio y el monte Gólgota. Por eso, uno de los soldados sacó de entre la multitud expectante a un norteafricano llamado Simón de Cirene, este ayudo a Jesús hasta la cima. Esa mañana Jesús será crucificado muriendo al mediodía. 

http://lexsodalis.blogspot.pe/2014/04/ecce-homo-y-la-via-dolorosa.html

viernes, 21 de abril de 2017

Rito fundacional y primeros pasos para la construcción en la antigua Roma.

Rito fundacional y primeros pasos para la construcción en la antigua Roma.

• Se elige el lugar sobre el que debía edificarse la ciudad y allí se levanta un campamento (castra) que reproducía a escala reducida la planta de la ciudad y que se construía con arreglo a un modo idéntico. 


• Un sacerdote (normalmente venido de Roma para ello) examina el hígado de una víctima (ardilla, faisán, conejo, etc.) para comprobar que el lugar era suficientemente salubre. 


• Los ingenieros hacen un plano general de la ciudad.
• Se indican en el plano los lugares donde irán las cisternas del agua, las termas, el teatro, el anfiteatro, etc



• Se fijan las normas para la construcción de las manzanas de casas. 



• Un sacerdote romano con un arado tirado por una vaca blanca y un toro traza un surco en torno a la superfície elegida. 


• Los agrimensores (técnicos que miden y calculan la superficie de los terrenos para después representarlos en los mapas) empiezan a trazar el recorrido de las calles utilizando instrumentos como la groma.


http://iesalagon.juntaextremadura.net/web/departamentos/latin/recursos/ciudad_romana/cuerpo.htm

jueves, 20 de abril de 2017

LA RECETA SECRETA DEL HORMIGON ROMANO QUE LE PERMITIO DURAR POR MAS DE 2.000 AÑOS

LA RECETA SECRETA DEL HORMIGON ROMANO QUE LE PERMITIO DURAR POR MAS DE 2.000 AÑOS
Mark Miller

Imagen destacada: el hormigón romano se utilizó para construir el magnífico panteón, que ha perdurado durante dos milenios.
Fuente: BigStockPhoto.

La receta de un hormigón de la antigua Roma es una hazaña impresionante en la historia de la arquitectura. Algunos edificios romanos son tan espectaculares en su construcción y la belleza que los constructores modernos nunca intentarían algo similar, incluso con la tecnología actual. Ahora los ingenieros están empezando a entender por qué el antiguo hormigón romano era tan revolucionario.

Roma construyó muchos de sus edificios y monumentos con hormigón de cal, arena volcánica y roca volcánica. Edificios y estructuras de los antiguos romanos, algunos de los más espectaculares del mundo, han resistido química y ataques físicos durante 2.000 años y todavía están de pie.

Una receta de un concreta avanzado, permitió a los romanos a construir magníficas estructuras que hoy en día ningún constructor se atrevería a intentar de construir.

Una receta avanzada de este hormigón les permitió a los romanos a construir magníficas estructuras, que hoy en día ningún constructor se atrevería a intentar de construir. Fuente: BigStockPhoto

Investigaciones anteriores ya han encontrado que el hormigón romano era muy superior a nuestro hormigón moderno, que está hecho para durar sólo unos 120 años.

Se ha sabido desde hace tiempo que la arena volcánica usada en el hormigón romano y en el mortero, hizo que sus edificios duren tanto tiempo. Ahora, un nuevo estudio realizado por un grupo de ingenieros e investigadores de ingeniería, han descubierto la receta exacta que hizo que el hormigón romano perdure mucho más tiempo que el concreto utilizado en la actualidad.

Los investigadores utilizaron una antigua receta escrita por el arquitecto romano Vitruvio y mezclaron un lote de mortero. Los ingenieros dejaron que se endurezca durante seis meses y luego lo miraron a través de microscopios. Encontraron agrupamientos de una forma de mineral denso a través del proceso romano. Estos cristales estratlingita, formados por la arena volcánica, cuando se une con la piedra caliza, impidieron la propagación de grietas mediante el refuerzo de las zonas interfaciales. Zonas interfaciales son eslabones débiles en el interior del hormigón.

Una pieza de hormigón romano ampliado compuesto por cal, arena volcánica y roca

No es sólo que el hormigón romano es más duradero. Asimismo, no es tan malo para el medio ambiente en la fabricación de este, porque la mezcla sólo necesita ser calentada a 900 grados Celsius, en comparación con los 1450º en la fabricación del hormigón moderno.

” El hormigón moderno más fuerte, más duradero, hecho con menos combustible y menos emisiones de carbono a la atmósfera, puede ser el legado de una comprensión más profunda de cómo los romanos hicieron su incomparable concreto,” Ancient-Origins.net escribió en 2013. El calentamiento de la piedra caliza en 19 mil millones de toneladas de cemento de Portland realizado anualmente, representa el 7 por ciento del carbono liberado por el humano a la atmósfera, según el nuevo estudio.

El techo en el Panteón, hecho completamente de hormigón romano. Crédito: Giulio Menna / flickr

Roma está situada entre dos regiones volcánicas, Monti Sabatini al norte y los montes Albanos al sur. Cuando Augusto se convirtió en el primer emperador de Roma en el año 27 dC, inició una campaña arquitectónica en Roma. Arquitectos romanos descubrieron que este mortero mejoró sustancialmente el margen de seguridad en los edificios, que se estaban volviendo más atrevidos en sus diseños.

El ejemplo prototípico de esto puede ser el imponente Panteón romano, un enorme edificio de hormigón coronado por la cúpula de 142 pies. Fue construido en el siglo II de nuestra era.

El Panethon romano, un enorme edificio de hormigón, cuya construcción ha perdurado por casi 2.000 años. Después de que los constructores integraron el uso de cenizas puzolánicas del flujo de cenizas Puzolana Rosse de las Colinas de Albania ‘, Augusto decretó que el mortero puzolánico sea la norma en la construcción de los edificios romanos. Esa decisión consolidó el perdurable legado.

El Panethon romano, un enorme edificio de hormigón que ha perdurado por casi 2.000 años.
Fuente: BigStockPhoto

“Hecho completamente de concreto, sin el soporte de refuerzo de acero estructural, hoy en día ningún ingeniero moderno se atrevería a intentar una tal hazaña, dice David Moore, autor de El Panteón Romano: El triunfo del hormigón. ‘Códigos modernos de práctica de la ingeniería no permitirían tal travesura’ “, dice Smithsonian.com.

Imagen destacada: el hormigón romano se utilizó para construir el magnífico panteón, que ha perdurado durante dos milenios. Fuente:BigStockPhoto.

Fuente: 

https://piramidesdebosnia.com/2014/12/25/investigadores-descubren-la-receta-secreta-del-hormigon-romano/