sábado, 31 de agosto de 2019

El Rito Francés: Rito de Tradición (II)




Conferencia en Lyon del 2007 de Philippe Thomas

El dialogo entre Razón y Fé.

Un bosque no se descubre hasta que no se penetra. La oportunidad de descubrir sus riquezas sólo es accesible a aquellos que eligen la aventura de la búsqueda de lo recóndito del misterio, y se oculta a los ojos de los que se dirigen al claro del bosque que es lo más fácil.

La elección del pragmatismo y un espíritu de apertura es lo que nos dirige hacia la Cámara de Grados. La libertad de conciencia se deriva, como no podía ser de otro modo, del método adoptado. Nosotros no tenemos ninguna oposición particular a recibir en el Rito Francés a Hermanos de confesiones cristianas y no cristianas. El concepto de libertad de hacer, y la libertad de pensar, está muy explícita en el tercer Orden del Rito Francés.

En la actualidad, tanto la Iglesia Católica como la Masonería, ante la idea de un necesario diálogo entre Fe y Razón juegan a devolverse la pelota, al igual que en un partido de tenis de mesa.

De hecho las dos Instituciones están hoy de acuerdo que sobre este punto que debe haber un dialogo, pero cada una utiliza con toda la fuerza esta argumentación para señalar al otro en la diatriba de que no se aplica en su consecución.

El Papa Juan-Pablo II lo denunciaba en su encíclica “Fides et Ratio ”. Lo que tendría que ser el punto de unión entre ambas instituciones,permanece hoy como un elemento de discordia entre Iglesia Católica y Francmasonería.

La necesidad de un diálogo entre Fe y Razón es pues una paradoja en los comienzos de este siglo XXI, en le cual están muy definidos los conceptos. Las cosas quedaban, tal vez, menos claras a finales del siglo 18. Cuando la Fe era la primera condición, por no decir que era exclusiva para las autoridades Católicas. Los problemas de sociedad y filosofía habían de pasar por el tamiz de su autoridad eclesiástica. Para los filósofos de las Luces, y para muchos masones que se impregnaban de sus ideas, la Razón triunfante era al contrario, el resultado último de la emancipación del Hombre.

En el siglo XVIII , no hay divorcio entre la Fe y la Razón, hay un punto de inflexión para hablar de la emergencia de un nuevo concepto en el campo de pensamiento, con implicaciones personales y sociales. “La razón es al alma lo que los ojos al cuerpo: “sin los ojos, el hombre no puede gozar de la luz, y sin la luz no puede ver nada” decía Quesnay.

Durante el período pre- revolucionario, la universalidad del mensaje, la generosidad y la benevolencia social no estaban inevitablemente en el sentido de la cita. Esta Razón, en efecto, no era para colocar en las manos del pueblo llano, o de los oportunistas, era para una élite limitada que no siempre dedicaba una mirada fraternal a la Humanidad.

La Religión se destinaba al vulgo, y no tenía más función que mantener la paz social. Citemos a Diderot y de D´Alambert en su Enciclopedia en 1765 : “No hay nada que cueste menos hoy que adquirir un filosofo; la retirada vida indeterminada y, alguna pizca de sabiduría, con un poco de lectura, bastan para atraer este nombre a personas que se honran de ello sin merecerlo.

Otros veían que la libertad de pensar en el razonamiento y lo observan como verdaderos filósofos, porque se atrevieron a invertir los puntos consagrados y colocados por la religión como formas de conducta y raciocinio, y con ellos estos filósofos rompieron los obstáculos en aquel punto en que la fe cegaba la razón. 

Orgullosos de deshacerse de los prejuicios de la educación, en materia de religión, observan con menosprecio a los nobles, a los espíritus pusilánimes que se dejaban asustar por las consecuencias de un estado, personal y social, sin religión, y no atreviéndose a salir del círculo las verdades establecidas, y sin tan ni siquiera intentar busca nuevos camino, se dormían bajo el yugo de la superstición. »

La parte fundamental en la cual creían los Hermanos en el siglo XVIII que como participaban numerosos miembros de clero de la Iglesia Católica en los trabajos Masónicos a pesar de la excomunión de Papa XII, el diálogo entre Fe y Razón no podía abrirse sino en un lugar tan privilegiado como las logias, lugar en el cual se sentaban los que creían y los adeptos de la Razón. Sus reflexiones superaron los límites de los filósofos de las Luces. Por tanto podemos decir: Que no hay dogma religioso en el Rito Francés…

Es fácil aún hoy para algunos miembros eminentes del clero católico basarse en este tipo de realidades para denunciar el relativismo de la francmasonería, sin observar las faltas pastorales y sociales de los movimientos religiosos de ese tiempo, lo que por otra parte no descuidó el Francmasonería.

Ya que casi todos los cuerpos religiosos perdieron parte de su influencia y de su poder durante este siglo, y ello fue en bien de las libertades individuales que liberadas del yugo religioso permitieron una nueva expresión de la Fe, abriéndose ésta sobre nuevas perspectivas humanas y espirituales y remitiendo una adaptación de las Religiones a los múltiples cambios de los siglos que habrían de venir.

Los cambios de mentalidad en la sociedad profana y en las logias, violentamente combatidos por el clericalismo y una política de múltiples excomuniones durante el siglo XIX condujo en varios países a la separación radical entre las Iglesias y el Estado, y esto no es no completamente negativo, con todo respeto a muchos, ni para los unos ni para otros.

Las elecciones del Gran Capítulo General de Francia y la Cámara de de Grados

Los Altos Grados del Rito Francés se organizan desde el principio en 5 Órdenes. “El G. Chap. General contendrá por tanto todos sus conocimientos en 5 Ordenes. 

El 5º Orden incluirá todos los grados físicos y metafísicas y todos los sistemas, especialmente los adoptados por las asociaciones masónicas en vigor. ” Nuestros Ordenes no son solo Grados, sino también hacen referencia a las familias Rituales en que deben trabajarse en los Capítulos.

La Masonería es el Templo de la Razón, o es religiosa, y en este último caso hasta dónde religiosa? 

Uno de los debates de la Comisión se refiere a la religiosidad de algunos Grados así que sobre el elitismo de la Francmasonería. Por este motivo una serie de Altos Grados son a rechazados. De hecho el 20 de agosto de 1782, la Cámara de Grados rechaza el Grado de Caballero del Águila Rosa Cruz. Ya que se le considero como demasiado cercano a las ceremonias eclesiásticas.

Detrás de esta deliberación, no se puede negar que estaban los Hermanos que se habían formado bajo las ideas de las Luces, así como los Hermanos sinceramente cristianos que no veían mucho sentido en que ello debiera encontrarse en la logia o en el Capítulo, lo que viven en otro contexto el domingo en la iglesia parroquial. 

La Masonería no es aquí relativista, como se le acusa y que repiten al unísono sus detractores, en ella se da simplemente los medios de reunir personas de corrientes de pensamiento diferentes o incluso opuestas, en un “Centro de Unión y el Medio reconciliar una verdadera Amistad entre Personas que habrían debido seguir siendo perpetuamente distantes”, como la tachan las primeras Constituciones de Anderson. 

La Cámara eliminó por tanto Grados dados por antimasónicos como el Caballero del Águila Negra, o del St Sepulcro. Los Grados entre el 3º y el Cargo de Elegido se descartan ya que son poco interés. Otros son redundantes en las ideas expresadas, o son poco inteligibles como el Caballero del sanTo Sudario. En sus deliberaciones, la Cámara se coloca sobre lo que es la Tradición Masónica. 

Los Grandes Elegidos no debieran descartarse de la cadena de la Masonería El Rito Francés es, por eso coherente del 1º Grado al 5º Orden, ya que se coloca también sobre el espíritu de la Masonería y la Humanidad.

Los Grados de los Grandes Elegidos van a plantear un delicado problema. El Pequeño Elegido el Elegido Desconocido, o el Elegido entre los 15 no son aceptables. Se sabe que Willermoz los habían descartado de su sistema, como había rechazado el de Rosa-Cruz. La elección de la Cámara será reanudar los tres Grados para hacer “del Grado del Elegido, un grado razonable que tendría nada de odioso según se percibía (sic) en algunos ellos”. 

Innovación interesante, ya que la situación no existe en ninguno de los tres Rituales, si se castiga a los asesinos de Hiram, la venganza no tiene sentido, por tanto el carácter sangriento del Grado se reduce, en favor de una reflexión moral y ética que sigue estando siempre hoy de actualidad. 

En conclusión:

Protagonistas del Rito Francés, somos los herederos de tres siglos de fraternidad iniciática. Nuestra Fe en la Orden, es la Fe en la Humanidad. Pertenece al ámbito de la Utopia, y perpetuamos en esta proyección de la caravana humana en una corriente de pensamiento universal, viva y que se ajusta a las necesidades de todos los Hombres.

La Masonería fue, es y será, una necesidad fundamental e irreemplazable, El uso de la Fraternidad es lo que nos indica que las diferencias nos enriquecen. Más que separarnis son una invitation acercarnos . ¿Cuándo sabré que se acaba mi camino iniciático? Será cuando yo puede decir desde el fondo de mi corazón a cada uno : “Es mi Hermano. » 

viernes, 30 de agosto de 2019

Reseña sobre Rito Francés y sus desarrollos.




1745. La Orden de los Francmasones traicionada. El Sello roto, son divulgaciones publicadas en los años de 1740, y que revela las ceremonias y usos dentro de la masonería de la cual devendrá el Rito Francés.

1786-1801. El ritual adoptado por el GODF en 1785 es difundido como copias manuscritas certificadas por el Hermano Dubin , Secretario General de Gran Oriente de Francia , los tres primeros grados son de origen inglés, y cuyo origen es distinguir los distintos sistemas de los denominados Ritos Escoceses.

1801. Impresión del Regulateur du Maçon, contra el cual se opondrá el Gran Oriente de Francia como ritual oficial, inspirado en parte en los “Antiguos” , confrontando en forma y en espíritu y entrando en una franca competencia ambos ritos: el REAA y el RF.

1820. El Hermano Désétangs et Ragón componen dos versiones de los tres primeros grados en los que introducen en el seno de los rituales “glosas morales”, rituales que serán utilizados por numerosas logias.

1858. En este año el GODF elabora y adopta un nuevo ritual para los tres primeros grados. Este primer ritual será conocido con la denominación de Ritual Murat, Gran Maestre del GOdF, aunque no deferirá mucho del Regulateur, siguiendo la línea clásica de la tradición andorsiana, se puede decir que es un legado la Ilustración.

1887. Diez años antes, en 1877 el GOdF publica una nueva recopilación del Rito Francés que quiere empatar con la nueva sensibilidad de la Obediencia, y es considerada como muy audaz el positivismo reduce el aspecto simbólico. Esta recopilación será conocida como el Ritual Amiable y con ella viene desaparecen también las fórmulas rituales de carácter religioso como la referencia al Gran Arquitecto del Universo, la explicación metafísica de la letra G para el segundo grado y la invocación de Dios signo de horror.

1907. Reedición, retocada del Ritual Amiable, bajo la dirección del Doctor Blatin.

1955 Edición del Ritual elaborado bajo la dirección de Arthur Groussier en los años 30 y adoptado por el Gran Oriente de Francia y conocido como Ritual Groussier. Que es un intento de volver a los orígenes rituales en los que se enmarcaba el Rito Francés.

Desde distintos punto se comenta que hay un retorno dentro del Gran Oriente de Francia, hacia el simbolismo y el respeto a prácticas rituales del Rito Francés ya que se ha ido cambiando esa opción por el Rito Escocés dentro del GOdF, y es el momento de conciliar lo simbólico y lo racional dentro del Regimen Francés, cuestión que se ha tratado de recontruir fuera de la obediencia por Hermanos que han creado otras opciones obedenciales llevándose con ellos el espíritu del Rito Francés que da como resultado el Rito Frances Retablí, que se inscribe en el seno de la tradición de la Gran Logia de Inglaterra y es muy fiel a la versión implantada en Francia

Bibliografía para consultar

“Rito Frances” interesante artículo dentro de la Enciclopedia de la Masonería, dirigida de Eric Saunier, publicada por Larousse 2000.

Breve historia de los ritos masónicos y los grados simbólicos, trabajo publicado por Pierre Mollier en la Revista de l GOdF . La Chaine d´ Unión , nº 6-7 de 1998.

La fijación del regulador del Masón por los grados Simbólicos (1773-1785) publicado también por Pierre Mollier en Renaissance Traditionnellenº 122 y 125

Recuerdo de los tres primeros grados de la Masonería en el Rito Francés. Editions a L´Orient 2001

Historia del Rito Francés. (siglo XVIII) Librito útil y resumido que viene de la mano de Ludovic Marcos y publicado por Edicions Maçonniques de France. 1969

La Querella entre los “Modernos” y los” Antiguos” en el primer siglo de la francmasonería inglesa, investigación de Cecile Révauger, publicado dentro de la colección Edicions Maçonniques de France 1999.

Hechos y fábulas masónicas una nueva teoría sobre el origen de gran Logia de ”Los Antiguos”, de Henry Sadler y traducido y comentarios por J. Corneloup. Ed. Vitiao, Paris 1973. Libro raro y muy bueno recientemente vendido en Ebay.

La Chaine d´Unión, número especial dedicado al Rito Francés en el que escriben: L. Marcos. Pierre Mollier, Roger Dachez. Hervé Vigiar, Laure Caille. Filipe Frade entro otros. Nº 37 de Julio del 2006.

La Chaine d´Unión, dossier sobre El Gran Oriente de Francia, crisis o mutación. Nº 34 de Julio del 2006.

La Chaine d´Unión, dossier sobre Arthur Groussier . Nº 38 de octubre del 2006
Victor Guerra 

jueves, 29 de agosto de 2019

El Rito Francés: Rito de Tradición



Philippe Thomas . Supremo Comendador del Gran Capítulo de Francia 

Conferencia dictada en Lyon, el 24 de noviembre de 2007

El Rito Francés es un Rito de Tradición. Nuestra primera tradición, clave de nuestra Orden, y es ser Centro de Unión más allá de las diferencias de las opiniones. El coloquio de esta jornada versa sobre este título, la Comunión Fraternal y la puesta en marcha hacia la armonía, y la elección individual de vivir la en plenitud completamente, su Ser y su objetivo último, dentro del funcionamiento social. 

Comenzaré pues esta exposición por agradecer todos los que han permitido y organizado este Coloquio, que son los Capítulos “La Edad del Hombre” y “ La Sincera Unión”, pertenecientes al Gran Capítulo General del Gran Oriente de Francia y a su Dignatario el Muy SabioJacques Plumet, así mismo saludo al representantes y la Gran Logia Nacional de Francia y al Gran Maestro Jean Charles Foellner, así deseo saludad al Gran Maestro Provincial del Valle de la Ródano, Jacques Studer.

Tengo mucha emoción, y mucha alegría por encontrarles a todos, mis Hermanos, y darles la bienvenida en este reencuentro de Lyon. Gracias a todos; mis Hermanos del GOdF y de la GLNF y espero que este coloquio sea también la ocasión para destacar el trabajo de René Guilly a quien debemos tanto por la restauración del Rito Francés

Nuestros Reglamentos que nos vinculan con la Gran Logia Unida de Inglaterra y los juramentos que se derivan limitan muchas esperanzas de un futuro diferente, ya que hay cuestiones capitales como las intervisitas Obedienciales y logiales y la presencia de Mujeres en la Logia. Hay que decir a este respecto que el Mundo no es inmutable. Ya que Inglaterra hoy reconoce a los talleres Príncipe Hall, y como no a varias Grandes Logias Americanas. Todo ello construye el futuro, y es hora de que construyamos entre todos el conjunto.

Existen diferencias entre las Obediencias y eso es también una riqueza. Somos iniciados. Estas diferencias no son obstáculos para la Fraternidad,sino una riqueza para el diálogo. Diciendo esto, decir que estamos aquí en el Centro del Espíritu del Rito Francés.

Somos los herederos y los eslabones en la cadena de la Tradición. Vamos a ver durante esta exposición que Religión y Laicidad son dos corrientes que se codearon con al Rito Francés desde sus principios. Veremos también la importancia que tuvo el Rito Francés en la elaboración de antagonismos estériles, para desembocar en una complementariedad productiva.

Esta exposición se centrará en la Tradición de nuestro Rito, tomada desde su aparición en elSiglo de las Luces hasta nuestros días, ocupando un lugar fundamental la Francmasonería.

Se declinarán tres grandes partes, la Francmasonería y las Luces, y como no los problemas vinculados con la religión, en fin las especificidades del Rito Francés.

En una primera parte presentaré a la masonería en el contexto del siglo XVIII, luego veremos sus vínculos con las Luces.

Lo que está en juego del Rito Francés al 18ème siglo

Yo distinguiría cuatro cuestiones que están en juego para el desarrollo de la Masonería naciente:

Lo iniciático: Con la puesta en marcha de los Rituales, sobre el fondo y la forma, administrativa y con la aparición de la autoridad obedencial y filosófica, y con el debate que se emplaza en el seno de las logias sobre lo religioso o político y social. Lo cual definen un axioma y un eje: la apertura progresiva a la Fraternidad Universal.

El Rito Francés no es francés, y es previo al Rito del “ Antiguos”. En nuestro país, (Francia) es la consecuencia del Rito inglés de 1717, importado hacia los años 1726 y se practicó sin discontinuidad desde el principio del 18ème siglo en Francia, por supuesto, y también en Holanda, en España, en Bélgica… Sólo se llamará “Moderno” por la decisión implícita que Dermott oficializa en 1751 en su Discurso a la Sociedad de los “ Antiguos”. 

Se le llamará “Francés” durante del 19ème siglo, para distinguirlo del Escocismo ascendente. La puesta en marcha del Rito en la segunda mitad del 18ème siglo por el Gran Capítulo General de Francia y la Cámara de Grados, no retiran nada de la carta, así como del espíritu de su práctica, al contrario. Es pues claramente el Rito de fundación de la Francmasonería. 

Al final del 18ème siglo, se informa de que en Francia las Logias practicaban Rituales diferentes. Era un problema, cuando hoy aún la Gran LogiaUnida de Inglaterra autoriza numerosas variaciones en la práctica del Rito Emulación? Ciertamente entonces, había variaciones en la práctica masónica de una logia a otra. El estudio de los viejos Rituales muestra las divergencias en los escritos en las prácticas a veces importantes. 

Algunas logias por ejemplo, tenían rituales muy cristianizados. Pero en general, los Rituales se parecen mucho, en gran parte porque los Hermanos que componían las logias militares, o los miembros del clero, los nobles, y burgueses que se desplazaban por los talleres determinada ese ir y venir en una cierta homogeneidad en los rituales. 

Usos masónicos que chocaban entre sí iban estableciendo a la vez un progresivo desarrollo anárquico de los Altos Grados. Los comportamientos de privilegios asignados en el estamento masónico con los Altos Grados, se pregunta el porqué unos eran torpes y recibían esos Altos Grados, y otros argumentaban que esas consideraciones suponía romper la idea de una igualdad entre los miembros de un mismo taller. Citemos el derecho de interrumpir al Venerable Maestro, o el derecho de tomar la palabra sin autorización, o de salir en cualquier momento de la Logia, o sentarse ostensiblemente sobre el suelo para un Alto Grado Rosa Cruz, para protestar si el Venerable hubiera omitido observar sus virtudes. Todo esto favorecía un gran desorden al cual era necesario poner remedio.

Los Venerables lo eran vitaliciamente. Las Logias eran independientes, o giraban en torno a Logias-Madre. Distintos Grandes Maestros se han sucedido durante este siglo, pero pocos dejaron un recuerdo positivo, o no se han mostrado eficaces, o incluso fueron justificados por la administración de las Logias y la Orden cuando en realidad sus trabajos fueron deficitarios. 

La Masonería se desarrolló y se pudo perpetuar, no como un hecho en sí mismo, sino como el resultado de la Fe de los Hermanos en lo que practicaban, un trabajo masónico que era el resultado de su dedicación y su Fraternidad. Significo a veces el desafío al Gran Capítulo

En general, primero en Gran Capítulo y luego la Cámara de Grados quienes pusieron en orden los Rituales de las Logias y los Capítulos, para validar un espíritu de Orden en las Logias hasta ese momento poco federadas.

La Francmasonería que renació a mediados del siglo de las Luces lo hizo separada de los poderes religiosos y políticos, y reales. Esta característica emblemática de nuestra Orden y de nuestro Rito hace que sea la más antigua asociación laica de Francia.

Consecuencias, conoció prohibiciones. El cardenal Fleury prohíbe la Orden en 1737, y el Teniente Hérault hizo de múltiples pesquisas y requerimientos en los establecimientos que recibían a Masones. Disponemos así de numerosas fuentes históricas. Que nos indican que para sentar su libertad de reunión la Orden buscará entre los Grandes del Reino un apoyo paternalista, a veces colocando en la cumbre de su organización nombrando a personajes, como Philippe Égalité, generalmente sin gran carisma.

La Masonería no admite en su seno los debates religiosos y políticos. En la logia se trata de evitar los temas que se enfadan y enfrentan Un Ritual antiguo, Instrucciones Necesarias para tenerse una Logia de Francmasones precisa: “Para mantener a esta buena Unión no se debe nunca hablar en la logia de Materias como la Religión o Política. Es difícil que se pueda disputar sobre estos temas sin acidez así se debe dejar a cada uno esta especie de sentimiento extranjero a nuestra Orden, se evitará pues, causar en todo lo que puede peleas, y se dejará de llevar adelante de venganza, bien solucionados de reconciliarse de buena fe entrando con todo los que son Hermanos y olvidar todo lo que se pueden lo haber tenido contra'”. 

Evitar hablar política o religión en la Logia. Roettiers de Montaleau, Digno Maestro de la Logia “Le Centre des Amis” lo recordaba: y daba por prohibida toda marca distintiva, en particular revolucionaria. Un tiempo perturbado dónde se había visto florecer los símbolos Republicanos enarbolados por los Hermanos durante las tenidas.

En este medio social representado en el seno de las Logias. Los Antiguos” se desarrollan en Inglaterra en parte para democratizar la deriva elitista de aquéllos que designaban como “Modernos”. Algunas Logias en Francia como “Le Candeur ” en París que frecuentaba Pierre Laclos, reclutaban a sus miembros en los medios aristocráticos. Barruel decía “que le constaba que Masones más decorados en el mundo con todos los títulos de la nobleza conspiraban en sus logias contra el orden mismo de la nobleza, y sobre todo contra la monarquía y la Religión. ”

Numerosas Logias sin embargo estaban abiertas a otros medios sociales sin que fuera necesario hacer demasiado angelismo durante el período pre revolucionario. La Masonería permanece en aquellos momentos cerrada a las clases más humildes. Las cosas van a ser muy diferentes en períodopost-revolucionario donde aparece un espíritu de universalismo.

El Rito Francés y las Luces

Si la Masonería no fue el motor de la Revolución, sus miembros siendo para algunos Revolucionarios, y para otros opuestos, transportó claramente las ideas revolucionarias y participó, como no en su evolución. Ningún de los filósofos de Luces tiene superado este período, pero sus ideas se discutían en las Logias. El espíritu de las Luces devuelve el culto de la Naturaleza o al Ser Supremo, y como no al culto de la Razón científica, y de los grandes hombres, a la religión civil, y a la propia Masonería. 

Por necesidad, los veremos, en el diálogo entre Fe y Razón que se establece entre las columnas, así como el espíritu de igualdad entre el Hombres,y el derecho a ejercer su libertad de conciencia. Las Luces encendieron las logias al 18ème siglo. Pero la Orden no impregnó de las ideas nuevas , ella las transformo e hizo que se divulgasen esas ideas nuevas. 

El lugar de la Razón, en la primera época pré- révolucionaria no es la mismo que algunos años más tarde. La Francmasonería post- revolucionaria, a nivel filosófico y composición social, no es ya la del período pré- révolutionnaire. Nada hay de asombroso que la declaración de los Derechos del Hombre de 1789 sea discutida por la Asamblea Nacional de Francia bajo la Presidencia de Marqués de Mirabeau, miembro de nuestro Orden.

La Masonería en Francia, en América, siempre colonizada, en Inglaterra, ha nacido en este siglo de las Luces, a cuya proyección más significativa para la Humanidad fue la de retirar al Hombre de la influencia de las Religiones establecidas. La responsabilidad individual, en los ámbitos personales y sociales, toma el paso sobre una dependencia-enajenación a los dogmatismos religiosos, como y sobre todo con referencia al poder eclesial. Las reflexiones éticas y filosóficas se hacen laicas bien avanzado el año 1789. 

La tolerancia, las diferencias de las ideas u opiniones, la aparición, no sin numerosas sacudidas lejos relegarse hoy, conforma una idea defraternidad universal que se va instalando progresivamente en la sociedad. La obra no es acabada y siempre reclama la ayuda de de los obreros.

Sin embargo, es necesario ver bien que las Luces no son las mismas de un país a otro, y que su resplandor no puede estar sin una crítica. Ciertamente la Fe en el progreso y una amplia accesibilidad a los conocimientos para mejorar la suerte de cada uno, el desarrollo del espírituenciclopédico fueron parte del fondo común compartido. En América, las Luces señalan las virtudes políticas.

La Inglaterra que sale de los desórdenes vinculados a las sucesiones y de la guerra civil de Cromwell, se centraban en la paz social. El Rito Emulación resultante de la fusión de los “Antiguos ” y los “Modernos” en Inglaterra en 1813 y 1814 ilustra la necesidad de someterse a la autoridad cuando es legítima y de respetar el orden establecido, así como hacer todo lo posible para mantener las buenas relaciones entre las personas. 

Por ejemplo, para la Exhortación durante su Instalación, se encuentran las palabras siguientes relativas a los Hermanos de la Logia: “Impregne su espíritu y la grandeza y el alto alcance de la Masonería, ordene que nunca sea deshonorada, pide que su la practica de los Antiguos Deberes que se inculcaron en la logia sean puestos en practica y de este modo probar al mundo, el hecho de tener una conducta virtuosa, afable y discreta, y feliz y como obra de nuestra Antigua Institución”. 

Las perspectivas son diferentes en el Continente, y en particular en Francia, donde las nuevas ideas se desarrollan en torno a la emancipación personal y al culto de la Razón opuesta a la Fe.

La Francmasonería evolucionó en esta esfera de influencia, con a veces, ciertas derivas religiosas en los rituales o incluso del sistema masónico, cuyo prototipo es el Rito Escocés Rectificado. El barón de Tschoudy, en su Estrella Ardiénte, califica en aquellos momentos al Grado de Rosa-Cruz de “Catolicismo puesto en grado”.

Este Grado claramente cristiano en su exotérismo va a discutirse desde el principio de nuestro Orden. Y nosotros lo abordaremos desde su aspecto esotérico.

En una segunda parte, abordaré los problemas de la religión, la existencia o no de dogmas religiosos en el Rito Francés, luego los problemas vinculados al diálogo entre Fe y Razón, y luego por fin, abordaremos algunos aspectos de los vínculos entre Masonería y Religión establecida.

¿El Rito Francés es dogmático?

Para responder a esta interrogación, es interesante examinar las deliberaciones de Gran Capítulo General de Francia, luego convertida en Cámara de Grados en 1782. Y hay que ver la expresión de una comisión de expertos eminentes como lo fue fue, Roettiers de Montaleau en particular, señalaré en primer lugar su papel de hilo de transmisión de una Tradición. 

Estos aspectos han permitido construir un sistema iniciático que aún pervive hoy. En efecto, estas comisiones examinaron metódicamente los rituales de la Masonería en sus tres primeros grados , y sobre una gran parte de documentos que trataban de los Altos Grados. 

Se componía esta comisión de Hermanos con mucha experiencia en Francmasonería, y pretendieron lograr a través de su trabajo lograr o rescatar el sentido masónico de los Rituales, o rechazar como no masónicos distintos Grados practicados con más o menos insistencia en aquellos tiempos.

En segundo lugar, este trabajo no fue hecho por un único hombre, sino por un grupo de Hermanos de los que puede decirse que reflejaba en gran parte la opinión común de los Hermanos en este final del 18ème siglo. Que yo sepa, la aplicación de estos textos apenas planteó problemas, al menos para los que practicaban dentro esta familia ritual, que se llamará más tarde el Rito Francés. Solo en el curso de la Revolución, la influencia creciente del Escocismo y de Grasse Tilly generó obstáculos a su buena práctica. Si el Rito evolucionó a continuación en el seno del GODF su espíritu se ha salvaguardado es porque la Gran Logia Nacional de Francia y el Gran Capítulo Francés, guardamos la carta de 1785, gracias al Regulador de 1801.

Hay que resaltar la importancia, que el método utilizado era pragmático, sin objetivo preestablecido. Aunque la restauración, la “Rectificación” de los Ritos Masónicos de Willermoz tenía una finalidad, el recristianisation de la Masonería, lo mismo sucedía con la Camara de Gradosa, se avanzó sin una idea preconcebida, logrando el sentido del Orden por la práctica y no por el chapeado teórico que habría sesgado por adelantado el análisis y las conclusiones. En una palabra, puso en escena un planteamiento anticartesiano, no yendo de lo general a lo específico.

El sentido del Rito y su método pasaron en numerosos detalles a la práctica ritual. A segundo Grado del Rito Francés, por ejemplo, sólo después de haber efectuado cuatro viajes como masón en práctica, cuyo aspecto teórico quizá es abordado en el quinto.

miércoles, 28 de agosto de 2019

El rito Francés mito y Realidad

El rito Francés mito y Realidad


. La Masonería Capitular es tan antigua como la Masonería misma; sabemos que ésta nos viene de Inglaterra en los años 1725 y que, desde esa época, el grado de “Maestro” es considerado como un “Alto Grado” concluyendo el curso que conduce del aprendiz al compañero. Pero la muerte de Hiram no puede ser quedar sin consecuencia, y muy temprano, en los años 1750, se desarrollan escalas de grados que tendrán por función vengar la desaparición del Maestro. Se han seguido un multitud de sistemas, todos reclamando patentes apócrifas o perfectamente imaginarias, hasta tal punto que hacia 1760 se puede hablar con Gaston Martin de “revoltijos de altos grados“. ¿Cómo fue esto posible?

Habrá que volver hacia la Historia que no solamente hace entender el pasado, sino que domina el presente. La Masonería aparece en Londres en 1717, en el movimiento de la Royal society; ella sólo tiene por objeto reunir, en una Inglaterra llamada Reino Unido después de la anexión de Escocia, a los hombres “libres y de buenas costumbres” que, sin que importen sus confesiones particulares, tienden a trabajar por el bien común. De golpe todo lo que divide es suprimido de la Asociación, la política, la religión y la mujer. Esos factores de discordia son puestos entre paréntesis; lo que importa es el comercio, el commercium. Hay que hacer notar, aparte, que las Constituciones llamadas de Anderson no asignan ninguna meta a la Institucion y que, en el espíritu de su tiempo, ellas se conforman solamente con separar de la Asociación “al ateo estúpido y al libertino irreligioso”. Sin querer volver sobre esta fórmula cien veces comentada, haré observar que nos encontramos inmersos en el régimen de la civilización cristiana y que, a pesar de la separación protestante, Europa está dominada por el Romanismo católico. El ateo es estúpido porque el no comprende que su interés es fingir la creencia, y el libertino, perdido en su particularismo, olvida lo que reúne - ¡ quod religat !.

Desembarcando en Francia, vía Dunkerque o Burdeos, la situación no es la misma, y la hija natural del protestantismo como decía Lantoine, tendrá que acomodarse al régimen de pensamiento impuesto por Luis XVI. La revocación del Edicto de Nantes está todavía en vigor. La masonería se hace católica, pero sin estados de alma. Cien testimonios confirman que ella fue ortodoxa en materia de política y de religión y que no pretendió jamás comandar en el Te Deum o manifestar su pertenencia al poder. Era la única condición que se le exigió para existir.

La logias convivenciales

Para tener una idea del paisaje masónico en los años precedentes a la Revolución, citaré dos testimonios que permiten corregir la vista retrospectiva que algunos se hacen para definir la misión fijada por el Gran Oriente, en los momentos de su constitución, es decir, en los años 1772-1773. El primero es el testimonio de María Antonieta que responde a las inquietudes de su hermana concerniente a la Orden masónica en Austria.

“Yo creo que te inquietas mucho sobre la Francmasonería en lo que concierne a Francia; Ella está lejos de tener aquí la importancia que puede tener en otras partes de Europa, por la razón de que todo el mundo lo es; sabemos así todo lo que pasa; ¿Dónde está el peligro? Tendríamos razón de alarmarnos si fuese una sociedad secreta y política; el arte del gobernar es al contrario dejarla expresarse y ver que no es mas de lo que es en realidad, una sociedad benéfica y de placer; donde se come mucho, se habla y se canta, lo que le permite al Rey decir que donde la gente canta no se conspira; no es sin duda una sociedad de ateos declarados , porque, tal como me dijeron: Dios está en todas las bocas; se practica mucho la caridad, se cuidan los niños de los miembros pobres o fallecidos; se casan sus hijos; no hay nada de mal en eso. Días pasados, la princesa de Lamballe fue nombrada Gran Maestra en una Logia; ella me contó todas las bellas cosas que le dijeron, pero se vaciaron tantos más vasos como se cantaron coplas”.

El segundo testimonio es el del marqués de Chefdebien -Eaques a capite galeato en la masonería reformada - que en un texto desconocido titulado: Disquisiciones masónicas presenta la Logia como un lugar de convivencia, ajeno “a todas esas masonerías complicadas y científicas” -él se refiere a los múltiples regímenes que se desarrollan exponencialmente en los años 1760. El banquetecopioso y alegre, precisa, es el verdadero desenlace de todos los preludios en donde habíamos recibido parientes y amigos, y se permite a título de prueba algunas travesuras inocentes. Finalmente este desenlace a la vez picante y honesto se concluye por algunos actos de beneficencia y liberalidades que los Hermanos no se privan de ejercer en calidad de masones y como hombres sensibles y bien criados.

Estos dos textos, que son testimoniales, presentan la logia como un lugar de sociabilidad y a la masonería como una institución de beneficencia y lo que llamaremos luego la iniciación, es descrita como una travesura inocente. Estos testimonios que podrían completar otros como los del marqués de Luchet y los del varón de Tschboudy, atestiguan que la masonería de la Ilustración -aquella de la que somos, para bien o para mal, los herederos- está más ligada a los valores que son extensivos a la Humanidad, los de beneficencia y de urbanidad, que a los valores filosóficos o religiosos y mucho menos esotéricos, incluso si es verdad que muy pronto, - tenemos el ejemplo con el Capítulo de Clermont -, una masonería paralela se va a desarrollar dándose por misión el completar los grados simbólicos tal como fueron descritos por primera vez en la Masonería disecada de Samuel Prichard.

El Conde de Clermont

Esta alta masonería es incontestablemente de origen francés; no se encuentran trazas de ella en Inglaterra y las referencias a Escocia son todas ellas posteriores. Agregaremos que ella no concierne más que a un número extremadamente reducido de masones y si creemos a Daniel Ligou, la masonería Templaria o Reformada no aglutina en Francia sino a unos doscientos Hermanos. ¿A qué necesidad respondería ella?. Un intento de respuesta fue dada por el conde de Clermont que era el Gran Maestro de la Orden hasta 1771; He aquí lo escrito por una gaceta del 15 de marzo de 1774:

“Dicen que el conde de Clermont está muy enojado por no poseer mandato (…) Así tendría tiempo de hacer fortalecer la Orden de los francmasones de la cual él es el Gran Maestro. Él ha proyectado nuevas constituciones tanto par los hermanos como para los maestros de logias. Él debe alejar a todo el que no es un gentil hombre o un buen burgués. Se ha dicho que sobre este punto la policía ha detenido a varios que exigían dinero a los recipiendarios. Todo se hará en lo sucesivo con nobleza y dignidad”.

Además de hacernos saber que es el conde de Clermont quien llamó a la policía, este testimonio nos enseña que, en los años 1740, sin ser por lo tanto popular, la masonería se desarrollaba en el tercer orden de la sociedad, lo que tiene por efecto contrastar el prejuicio nobiliario del conde de Clermont. Añadamos que el Capítulo de Clermont es indudablemente la primera estructura de los Altos Grados masónicos, lo que nos lleva a pensar que lo que devendría la matriz del Escocismo obedece a una lógica de clase que pretende separar al pueblo del Arte Real. Esta hipótesis que apuntala la correspondencia del Gran Maestro publicada por Clément o por el Abate Pérau que evoca la masonería de “faubourgs” es el indicativo de una fractura que retumbará desde esa época y por largo tiempo en la masonería. Pero la empresa será vana y en ese panorama, veremos pronto desarrollarse una masonería capitular inscrita en el hilo de los tres grados simbólicos y, en particular, el de Maestro.

Las fundaciones

Cuando el Gran Oriente se constituye sobre los escombros de la Gran Logia, su primer gesto es de asegurarse de la regularidad de las logias de su correspondencia, verificando sus patentes; tan sólo algunos Maestros de Logia expulsados, rechazaron plegarse a la regla impuesta por el Gran Oriente y se constituyeron en el Gran Oriente de Clermont que perdurará hasta 1779, fecha en la cual se operará una reunificación de la masonería francesa; la segunda preocupación del Gran Oriente será la homogenización de los Altos Grados que estaban peligrosamente multiplicados. La tarea no era fácil, pues aparte del hecho de que todos los sistemas se fundaban sobre patentes imaginarias o apócrifas, ellos estaban en manos de Potencias autónomas que sin duda no se entregarían en cuerpo y alma al Gran Oriente, sin contrapartida, ya que se trataba de verdaderos fondos comerciales. El Gran Oriente pone en marcha en 1773 una Comisión de Grados en la que figuraban Bacon de la Chevaliere, el conde de Stroganoff y el baron de Toussainet, pero la Comisión se revela rápidamente ineficaz. Por otra parte, la viejas estructuras capitulares de la Gran Logia, aún cuando ellas estaban en total decadencia, rechazaban comunicar sus cuadernos de grados; será necesario esperar hasta 1780, luego de la constitución de un Soberano Consejo Sublime Logia Madre Escocesa del Gran Globo Francés, Soberana Gran Logia de Francia, por que Labady propone al Gran Oriente, vía los Filaleteos, una transacción reuniendo el Soberano Consejo y aquel de los Echarpes Blanches de la Logia des Amis Réunis que animaba Savalette de Langes. Finalmente, y yo abrevio, como la oferta no tiene buen resultado, Labady entrega los archivos y la estructura capitular de la antigua Gran Logia que renace de sus cenizas en la forma del Gran Capítulo General de Francia, en 1786.

Unificación

Un gran paso acaba de darse, pero otra cosa fueron con los Directorios Escoceses. Desde 1773, Bacon de la Chevaliere se mostraba favorable a la integración en el seno del Gran Oriente, pero éste, del cual él era miembro, no parecía para nada apurado de fundirse en la nueva estructura y le costó esperar hasta 1776 para que un Tratado de Unión fuera firmado y reconociera su especificidad. Existía por último un tercer grupo, el de la Madre Logia escocesa de Francia que lleva el título distintivo de Contrato Social con el cual el acuerdo fue más difícil pero que se realizó finalmente en 1781 obligándola a abandonar su título de Madre Logia, pero autorizándola a crear Talleres superiores.

Esta política de reconocimiento debía permitir al Gran Oriente controlar todas las masonerías paralelas que amenazaban su autoridad. Procedía de la misma manera con los grupos menos importantes, como aquel creado por la familia Chef-debien, llamada Rito primitivo de Narbona, la Vieille bru de Toulouse y l’Anglaise de Burdeos. Será lo mismo con el Grand Chapitre de Rose Croix del Dr. Gerbier, y más tarde con Heredom de Kilwinning de Mathéus. En 1786 es el Gran Capítulo General quien en acuerdo con el Gran Oriente confiere los grados superiores donde se propone una síntesis en cinco Órdenes, lo que le permite controlar los grados simbólicos, que son su vocación, y vía el Gran Capitulo General, el de Elegido, el de Escocés Caballero de Oriente y el de Caballero Rosa Cruz.

El Gran Capítulo General es históricamente el heredero de diferentes tradiciones capitulares donde la Gran Logia, a través de sus diferentes Consejos (Príncipes de Oriente, Emperadores de Occidente) había sido el propulsor, el ofrece en 1786 la síntesis de la masonería escocesa -entiéndase esta palabra sin ningún significado geográfico-, capitular. El Rito Escocés Antiguo y Aceptado es más tardío; él procede de un rito de perfección de veinticinco grados de origen Bordelés, que después de haber transitado por Charleston y Santo Domingo, es traído en su forma actual desarrollado en 33 grados por De Grasse Tilly en 1810.

Este rito pretendidamente antiguo tenía la ventaja, en la atmósfera contrarevolucionaria que reinará en Europa justo hasta 1848, de ser francamente deista y ofrecer un compromiso aceptable entre el liberalismo filosófico hijo de la Ilustración y la nostalgia romántica de viejos dogmas. La multiplicación de los Altos Grados no es sin relación con la sed de distinción, que la sobriedad de las cuatro Órdenes del Rito Francés no estaba en condiciones de satisfacer.

Charles PORSET Toulouse, 16 de marzo de 2002

martes, 27 de agosto de 2019

HIRAM y sus Hermanos. La Fundación de la Leyenda



Si se elige el tema como nosotros lo hicimos concibiendo este coloquio como una manera de entrar en el País de la Leyendas masónicas, pudiendo a la vez explorar una región poblada de seres singulares, de aventuras poco ordinarias, a la vez que vamos descubrimiento lugares asombrosos y secretos, unos más otros, en honor de Hiram, sin duda no será nuestro primer encuentro.

La primera leyenda, en efecto, en el sentido cronológico del término, pero seguramente también con respecto a la leyenda fundadora, antes y después de la masonería especulativa, podemos afirmar que esta no es totalmente la misma.

La expresión misma de masonería especulativa, su ambigüedad no se destacará nunca suficientemente, pues ello nos recuerda precisamente que uno de los numerosos problemas sin solucionar se refieren a la antigüedad misma de esta leyenda, y los documentos que habrían podido mantener con un fondo legendario tradicional.

Lo que nos llega desde finales del Siglo XIX del siglo es un folclore, consustancial a las comunidades de constructores de la Edad Media.

En el marco de esta exposición, no hay obviamente que agotar un tema tan extenso, en el cual los contornos y u propio núcleo, son difíciles y muy delicados de definir.

Me permitiré recordar que hace cerca de diez años había consagrado todo un tiempo a un estudio para la Revista Renacimiento Tradicional, unalarga investigación, que seguramente se ha de reanudar sin cesar, y sobre cuyos puntos esenciales se centra este trabajo.

Desearía abordar la cuestión de las posibles fuentes de esta leyenda y proponer algunas hipótesis, probables en cuanto a las circunstancias de su constitución. Querría también examinar el porqué de la introducción de esta leyenda en los primeros años del siglo XVIII nos viene de una determinada manera.

En cualquier caso la tesis que intentaré resumir ante ustedes, modifica profundamente la naturaleza de la joven institución masónica pre-especulativa, que para decirlo mejor, debería llamarla proto-especulativa.
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Los antecedentes del nombre del Arquitecto en los Antiguos Deberes

El primer problema es incluso el del propio nombre de Hiram, con el cual se designa al arquitecto cuyo drama se nos revela en la famosa revelación de Samuel Prichard, Masonry Dissected,”, publicada en Londres en 1730. 

La importancia de la revelación de Prichard no hace sino revelar por primera vez un sistema en tres grados, culminando esta escala con el grado de Maître - The Master´s Part . Por su originalidad, que es muy profunda, está bien proponer la primera versión conocida y coherente de la leyenda que de ahora en adelante ha de constituir el corazón de este grado.

La primera fuente a la cual conviene acudir es la de los Antiguos Deberes. En la primera generación de estos textos, la que contiene el Regius (c. 1390) y el Cooke (c. 1420), existe una historia muy tradicional del Oficio que, en particular, en el segundo de estos manuscritos, el cual contiene numerosos datos bíblicos o patrísticos. En ningún lugar sin embargo se menciona a un arquitecto del Templo de Salomón, y es más en. Los Ms. Cooke, solo aparece esta indicación:

“Een la edificación del Templo en la época de Salomón,
se le dice en la Biblia,en el 1º libro de los Reyes, capítulo cinco,
que Salomón tenía ochenta mil canteros en la obra.
Y el hijo del rey de Tiro era maestro de obras. ”

La mención precisa del nombre de este artista sólo aparece en la segunda generación de los Antiguos Deberes, la que se abre con los Ms. Gran Lodge n° 1, datado de 1583, y en el se encuentra en efecto este pasaje:

Antes de la muerte del Rey David, Salomón que era hijo del Rey David acaba el templo que su padre había comenzado e hizo buscar canteros en distintas regiones, y los armó, de modo que tuvo miles Obreros, que trabajaban la piedra y se llamaban Canteros (Maçons) eligiendo a miles de ellos que se designaron para ser los Maestros y Gobernadores de sus obras. Además había un Rey de otro reino que se llamaba Jiram el cual envió al Rey Salomón un hijo que poseía, que era llamado Anyone que era Maestro en Geometría, y Jefe de los todos los cantero y Maestros de grabados y esculturas y demás métodos de la Masonería utilizados para el Templo”.

Esto se informa en la Biblia al tercer capítulo del cuarto Libro del Reyes.2”

La endeble aparición que aquí se hace como “Chef de Maçons” o “Maestro de Geometría del Templo” plantea un problema en cuanto a su identidad. La palabra Anyone, significa a simplemente alguien, no nos informa apenas de nada . Por lo cual debemos naturalmente preguntarnos sobre este nombre enigmático, sabiendo además que el Ms. Gran Lodge n° 1 es la copia probablemente de un texto más antiguo.

Es posible simplemente que el término Anyone se deba al hecho de que el escritor no pudo leer correctamente el nombre que figuraba en el manuscrito original.

En efecto, se encuentra a partir de este momento el nombre del arquitecto en varias versiones de los Antiguos Deberes. Los cambios observados son bastante numerosos:

ü En tres textos, de 1600,1670,1700, se encuentra el término Amon;
ü En una serie de seis textos, 1670,1680,1693,1700,1702 y 1750, este personaje se nombra como a Aynon;
ü Tres versiones, de 1670,1680,1690, dan el nombre de Aymon;
ü Se puede leer un texto de 1600 que lleva A Man;
ü Es necesario indicar también casos extremadamente divergentes, como el texto de 1677 con Apleo, el de 1701 con Ajuon, o incluso el de 1714 con Benaim.

Para dar cuenta del origen y el significado probable de estos términos, se ha trabajado sobre dos hipótesis principales:

La primera, y más natural, propone ver todos estos términos como una serie de corrupciones sucesivas del nombre de Hiram. Se podría así sugerir la siguiente cadena: Hiram - Iram - Yram - Yrane -Ynane - Ynone - Aynone - Anyone. Según esta tesis, el Maestro de los Albañiles de losAntiguos Deberes sería el todavía denominado explícitamente por su nombre Hiran, (Jiran) tal y como lo indica la Biblia a la cual estos textos se refieren explícitamente, pero su nombre en ningún momento lo hemos visto correctamente ortografiado entre 1583 a 1675 alrededores…

Es en efecto a partir de esta última fecha en la cual algunos manuscritos dan al personaje el nombre que lleva en la Biblia. Esta mención sólo está presente en dieciocho versiones posteriores a 1675, e incluidas muchos de ellas incluso posteriores a 1723, en cual aparece el nombre Hiram Abif.

La hipótesis de un Hiram primitivo - y naturalmente esperado - luego corrompido y de nuevo encontrado a finales del siglo XVIII, es necesario reconocerlo, filológicamente es ingenioso pero difícilmente convincente. Aunque tal cuestión no puede ser totalmente excluida completamente.

La segunda hipótesis, es que estos distintos nombres que se le dan a Hiram, no son en efecto más que corrupciones de un nombre que no esHiram, sino que hacen referencia a un personaje importante del Oficio. En otras palabras sería necesario admitir que, aunque el nombre del hombre enviado por Hiram de Tiro esté efectivamente, en la Biblia, al Hiram, en los Antiguos Deberes, desde al menos finales del siglo XVI, le habrían dado otro, nombre vinculado sin embargo a la tradición del Oficio.
Se retuvo, en particular, como posible forma inicial, el nombre Amon, considerando que las formas Aynon, Aymon, se explicarían así muy fácilmente por un minúsculo error de grafía de la letra M. Pero ¿por qué este nombre?

Amon aparece en efecto en la Biblia (Proverbios, 8,30). Y en hebreo amon (aleph, mem, vav, noun) significa obrero, artesano o artista, y a también arquitecto, o también profesor, autoridad contratante. En el texto bíblico , la Sabiduría se presenta así:

“[…] cuando II [el Señor] trazó los fundamentos de la tierra, fui a su lado encargado de la obra” (versión T.O.B)

El sentido de un artesano, colaborando en la obra parece ser el concepto más clásico, en particular, en la Vulgata, en donde vienen reflejadas las concepciones más antiguas en este ámbito, y de la cual proceden todas las citas bíblicas medievales, donde San Jerónimo deja dicho:

“Quando appendabat fundamenta terrae,
Cum eo eram, cuncta componens. ”
lo cual se puede interpretardr como
“Mientras que establecía los fundamentos de la tierra,
Estaba con él, reuniendo todas las cosas. ”

Esta hipótesis relativa a Amon es seductora, pero sin embargo choca con algunas objeciones, en primer lugar esta forma es la menos testada en el seno de las numerosas versiones de los Antiguos Deberes, y sobre todo no es conocida como tal en las Biblias occidentales, puesto que amones un nombre común, por lo tanto siempre se ha traducido como (artesano, arquitecto, etc). Resulta pues de este análisis, que la hipótesis Amones sobre todo un ejercicio de erudición hebraico que no tiene en cuenta las condiciones en las cuales los textos del Antiguos Deberes se redactaron y fueron trasmitidos

Aymon, es idéntico fonéticamente que en el idioma que en inglés, a Amon, y por lo tanto puede proponerse como forma inicial del nombre de1 arquitecto. Aymon puede a su vez, por una falta idéntica a la que se acaba de mencionar, explicar la forma Aynon, y muy fácilmente también pueden explicarse las formas Amon, o Anon. Podemos pues sugerir, en un primer enfoque, que los Antiguos Deberes llevan testimoniando desde su nacimiento que existía en el Oficio una tradición por la cual se confiere al encargado de la obra del Templo un nombre que podría ser Aymon.

lunes, 26 de agosto de 2019

Amiable y Wirht frente a la reforma de los Rituales del GODF

Amiable y Wirht frente a la reforma de los Rituales del GODF




Seguimos reproduciendo desde este pizarrón que es el Blog Rito Francés, el trabajo de Daniel Ligou, sobre el Espíritu Positivista en los Rituales del GODF (1877-1887) los cuales aunque para algunos hermanos lo ignoren, marcaron profundamente la época cuyos cambios y realidad se expresan hoy en los rituales actuales

La labor de Amiable, y la oposición de Wirht frente a la tendencia dominante.

O. Wirth es uno de los claros oponentes a la tendencia dominante del Gran Oriente de Francia. Aborda la confección de un informe que eleva al GODF, en el cual propone una vuelta al término y al con concepto del Gran Arquitecto del Universo (GADU), que para él es la parte central de todo el edificio masónic,. siendo el pilar que lo sustenta incluso dentro de la renovación del simbolismo tradicional que se planteaba.

En esta época Wirth, comienza a estar muy interesado por el ocultismo, no es aún el ocultista que se conformará después de 1890. En cualquier caso, su informe, finalmente bastante moderado, fue aprobado por su logia, aunque ello no parece preocupar mucho en ese momento al Gran Oriente, ya que debe pasar por otros filtros.

En 1887, Wirth aborda de nuevo la cuestión sobre el simbolismo en una conferencia pronunciada, y que que dicta en la logia parisiense “Les Amis Triomphants” bajo el título “Estudios sobre el simbolismo” la cual el Hermano Hubert publicó en la Revista La Cadena de Unión. Un poco más tarde se produciría la ruptura entre ambos estudiosos masones.

Hubert, que en 1877, no había desaprobado la desaparición del Gran Arquitecto de la terminología masónica, ahora se había convertirse en un hostil, al menos de cara a los innovadores (que lo habían eliminado del Gran Colegio) y escribía: “Creemos que es preferible mejorar, y no bajo pretexto de mejorarlo, destruirlo todo. Para los que saben incluir los símbolos masónicos y explicarlos juiciosamente, hay ellos una fuente de enseñanzas y evolución útil e interesante”.

En cualquier caso, cuando el 10 de agosto, Colfavru, en nombre de sus colegas, redactó el “Acta del Consejo de la Orden”, la situación era la siguiente: se habían recibido 84 respuestas al 1 de agosto, o sea habían contestado la cuarta parte las logias de la Federación. El Gran Colegio, en junio, había modificado los rituales de los Altos Grados -parece, que en ese momento desaparece “por omisión” el viejo “rito francés” de los siete órdenes, que había dejado practicarse a mediados del siglo- pero cuyos “Cuadernos” aún subsistían.

Louis Amiable redactó un ritual de instalación de Logias (que faltaba), y su iniciativa fue aprobada el 8 de julio por el Gran Colegio, sujeto a la decisión final del Consejo del 12 de Julio, la cual lo entregó a una comisión de tres miembros que lo aprobó definitivamente el 2 de agosto.

Los resultados de la investigación debían sintetizarse y presentarse a la Comisión Conventual. La revisión de los rituales,-describía el informe- parecía corresponder a una necesidad y al deseo de la generalidad de los miembros de la Federación.

Los rituales simbólicos habían revisado no hacía más de seis años, pero el trabajo en aquella época sólo fue parcial. En este momento era más intenso ya que no se recurrió a los talleres para obtener su dictamen, no hubo corriente de opinión pública susceptible de consagrar por adelantado las innovaciones admitidas confirmando al mismo tiempo los usos mantenidos. Sólo se hizo un notable cambio con relación a los rituales previos, el de las fórmulas, refiriéndose a la profesión de una creencia determinada; todo ello de conformidad con el cambio introducido en el artículo 1 de la Constitución por el voto de la Asamblea General de 1877.

En la actualidad, se trata de una revisión general, que se refiere no tanto al fondo como sobre a la forma. “Era importante que tal revisión no fuera la obra exclusiva de un reducido número de Hermanos, especialmente eran cualificadas por su situación jerárquica, sino por la obra común de los Hermanos del GODF”.

El Consejo quería pues, que la obra emprendida fuera colectiva y así se hizo. No hay por qué asombrarse de constatar que solamente un poco más de un cuarto de los talleres, hubieran respondido a la investigación. No se trata menospreciar la hostilidad al proyecto -pues en gran medida fueron logias hostiles al proyecto las que se expresaron en los informes. Por ello, la logia de San Giéniès de Malgoirès (Gard) que presidía Desmons, y varios los hermanos se dividieron sobre las cuestiones que se les afectaban, un tercio de los hermanos era hostil a toda modificación, en particular, a la supresión de las pruebas.

Pero la mayoría de los talleres habían tomado la práctica de adaptar los rituales que les eran enviados por el GODF, a su conveniencia, de excluir u omitir, lo que parecía contrario a las ideas de la mayoría del taller, transformar fórmulas (la logia Alsacse-Lorraine) sustituyó la aclamación tradicional por “France-Alsace-Lorraine”, lo que apenas daba prueba de las buenas intenciones patrióticas de los Hermanos, y menos en el sentido simbólico), o incluso pensaban añadir, y no sin razón, poder seguir dada la situación….

El Consejo del 2 de agosto organizaba pues la explotación del material recogido del cual luego L. Amiable se encargaba de hacer una síntesis que se entregaría a cada delegado del Convento. La “Tercera Comisión” de dicho Convento informaría sobre hico estudio, y se pronunciaría sobre él.

Efectivamente, cuando Convento se abrió el 13 de septiembre, bajo la Presidencia de Desmons, el trabajo estaba listo y fue distribuido bajo la formula de un “folleto azul”entre los delegados. Las opiniones de las logias que se habían manifestado con mucha claridad, y las diferentes opiniones eran analizadas ahora con una gran objetividad. Plan y contenido debían reanudarse en el informe de la Comisión representada por Dequaire, incorporando la filosofía, que reinaba y que supo lograr plasmar las ideas generales de esta investigación.

El ponente pone de relieve en su informe la dúplice filosofía que se daba en la síntesis: las logias reclaman “vigorosamente el mantenimiento del simbolismo que da a la Masonería Universal su fisonomía original”, pero quiere que este simbolismo sea “sobrio, claro y absolutamente neutro”.
El Hermano Dequaire, distingue que el “simbolismo, que es una de las formas de la expresión del pensamiento” del “deísmo que es una creencia”.

Se quiere mantener un simbolismo “neutro” entre “las distintas creencias” al igual que “frente a las negaciones”. Debe “inspirarse en esta filosofía positivista que no se eleva sobre las cosas humanas y que sólo considera sobre el hombre la imperecedera humanidad”. Dequaire, entonces afirma que esta visión de la Masonería no es una innovación, sino la defensa “de las más puras tradiciones de la antigua Masonería”. Afirma que “el francés Desaguiers” (sic), cuando organizó la Masonería inglesa, quería “hacer de nuestros Templos el asilo de lo que hoy llamaríamos el libre pensamiento” que “no concebía que la Francmasonería pudiera ser una asociación dogmática que imponga un mínimo de creencias metafísicas entre sus miembros”.

Es por medio de Ramsay “agente de la política jacobita” como volvió de nuevo a Inglaterra un Credo “que la institución primitiva no conocía”. Y de ahí se pasa a afirmar que las Grandes Logias de más allá del Canal de la Mancha “falsearon un tanto a la institución”. ¡Afirmaciones por lo menos discutibles, pero que en adelante en el seno del GODF se recibirán generalmente se condenarán como un anacronismo perpetuo, agravando con ello la situación!

Los Cuadernos de Grados, dan buena prueba de este espíritu de “tolerancia y de neutralidad”. La reforma anterior había sido insuficiente y era necesario que el simbolismo, no separa aún más al GODF de la otra Masonería , se pretende "que no sea el de una clase de religión natural, sino la expresión sensible de nuestras tendencias, admirablemente resumidas en la triple fórmula “Libertad, Igualdad, Fraternidad”.

Dequaire , constata que muchos hermanos se interesaron sobre todo por “las pruebas”, pero “es necesario retomar la cuestión de más arriba”. Hay, en nuestro ritual “cosas caducas” que sólo mantenemos por respeto a la tradición y el universalismo masónico. Por ello será fácil “reconciliar la exigencia de la razón moderna con la tradición internacional”, presentando “bajo la forma de una simple descripción lo que, en nuestro simbolismo, no tiene ya más que un valor histórico”, como “de detraer a su más simple expresión” lo que ellos sólo tienen como otro papel e del reconocimiento interobedencial..

Por otra parte, “no es un grave problema, ya que muchos colocan el acento en una medida razonable como es la revisión de las pruebas físicas”. La parte fundamental es “un examen filosófico de todas las fórmulas de nuestros Cuadernos, una reorganización de todo lo que no queda claro, de todo lo que no es neutro”, a reserva de los “derechos históricos e internacionales del simbolismo”. Hasta habría que desear que estuvieran más completos y que el conocimiento de los grados fura más amplio.

¿A quién conviene confiar el cuidado de esta revisión? 

No podía ocupar ese papel la Asamblea General, sino al Gran Colegio. Éste, por la voz de los hermanos Amiable y Viguier, ya había dado el visto bueno a la nueva formación que se propuso la Comisión, qula cual proponía que se agregasen los hermanos competentes, para ponerse de acuerdo con el Consejo “para todo lo que, en la redacción de los rituales, pudiera afectar a las relaciones masónicas internacionales” .

En dos ocasiones, Dequaire, precisa que no “se impondrá” el empleo de estos rituales sino que “se recomendarán” y que cada taller mantendría su libertad “en el marco general de las ceremonias masónicas, de mantener sus prácticas y sus ceremonias particulares”.

Indica por otro lado que la Comisión rechazó un deseo del hermano Francolín, que reclamaba una libertad ritual absoluta, y concluye afirmando que su informe preveía que los “rituales redactados en el espíritu abierto no estaban en su linea y que se retiraba de la consulta” ya que había intentado ser el intérprete de los “sentimientos sabiamente progresistas que animaban la Franc-Masonería, a la cual coloca antes que la Masonería Universal”. Se aceptó por unanimidad el informe.

Amiable se puso rápidamente a la obra. A partir del 25 de octubre, anunciaba al Consejo que se constituía la Comisión, compuesta por 6 miembros del Gran Colegio y otros 6 “Hermanos elegidos fuera de su tal institucion. Entre los invitados se llamó a quellos que habián atraído la atención del Gran Colegio por sus trabajos preparatorios”. Amiable se garantizaba la Presidencia, Thulié, Consejero de la Orden, la vice- Presidencia, los hermanos Mauger, Muy Sabio del Capítulo “les Amis Bienfaisants” y Melinette, Venerable de la logia ” Thélème”, Secretariado.

Los miembros eran Fontainas, Viguier, Chastanet, jefe del Secretariado, Décembre-Alonier por el Gran Colegio, Bompart, Orador “ L´ Etoile Polaire”, Bordier Venerable de honor de la Logia “les Amis de la Patrie”, Boucheron, miembro de “Thélème” y Parmentier, Venerable de “Amis des Pueples et les Bienfaiteurs Reunis” representaban “la base”. Esta Comisión había comenzado sus trabajos y debía presentarlos sucesivamente al Gran Colegio y al Consejo.

Las cosas se desarrollaron muy rápidamente puesto que, a partir del 10 de enero de 1887, Amiable presentó los textos al Consejo. El Gran Colegio los aprueba el 18 de febrero, y el “pequeño Convento”, en sesión plenaria de primavera del Consejo los estudia y a su vez, después de un debate que se desarolló entre los días 15 y 16 de abril, los adoptó eso sí "después de distintas modificaciones”. Amiable mandó inmediatamente imprimir los rituales el 13 de junio, y con ello el trabajo prácticamente concluido el Consejo decidió que el envío de los rituales fuera acompañado de un informe de Amiable, y de una circular del Consejo de la que debería encargarse Viguier . El día 27, todo estaba listo y el Consejo dio el visto bueno y definitivo.

La circular de Viguier, firmada por Colfavru y los secretarios no tiene gran interés, pero el “informe sobre los nuevos rituales para las Logias” de Amiableo es por el contrario, un documento importante.
El autor precisa las circunstancias en las cuales tuvo que presentar este trabajo y los distintos episodios de su elaboración. Hace hincapié en la voluntad de las logias de alterar el ritual; la gran mayoría de las mociones eran referidas a la iniciación, un número importante de ellas se refería los grados de Compañero y Maestro. La Comisión “de los Doce” trabajó seriamente, celebrando catorce sesiones en dos meses y medio. Amiable distingue a continuación, que en ese ritual , indica lo que es “obligatorio” y lo que es “facultativo”. Por lo que se refiere a la iniciación, no se pueden suprimir ni las pruebas, ni los pasos del ritual que es la “puesta en la práctica de las distintas disposiciones de la ley masónica”, ni el simbolismo. Pero “bajo estas reservas”, puede estar permitido restar o añadir algún detalle, pero es necesario conservar “regularidad y dignidad”.

El nuevo ritual se inspiró en los rituales del Supremo Consejo y la Gran Logia Simbólica Escocesa en su presentación tipográfica, con lo cual hay que decir que se mejoró mucho. Se pidieron prestados también distintos detalles de los rituales de “potencias masónicas que tenían su sede fuera de Francia”. Es una pena que Amiable no nos dé otras precisiones, pero puede pensarse que se está hablando del Gran Oriente de Bélgica.

El nuevo ritual renunció al “estilo noble” hasta entonces en uso, y simplificó las fórmulas y evitó las repeticiones.

En ellos, el papel de Segundo Vigilante se aumenta -con el objetivo de la racionalidad- y está incluido también en ello, la ceremonia del la instalación del Venerable, y no así como era al uso, el papel del Primer Vigilante.

Hubo tambien una racionalización, en la lectura de la correspondencia, en las elecciones de los Oficiales, en su instalación, y en la comunicación de las palabras del semestre que se asentaban de esta manera en el ritual, donde no figuraban hasta entonces. Dos innovaciones más : en cada uno de los Cuadernos de los tres grados, figura en cabeza un “memorándum” presentando un breve cuadro de “lo que es necesario conocer por cada Hermano”, y “se separa de el la instrucción” del ritual.

Ceremonias que ya existían, pero cuyo ritual no tenía ningún carácter oficial aparecen en el nuevo texto: junto al tradicional ritual de banquetes, encontramos, por primera vez, un ritual de instalación de taller, que se había elaborado antes mismo del Convento de 1886, así como la ceremonia “de inauguración” de un nuevo Templo “que se había descuidado un poco hasta ahora”, las pompas fúnebres, cuyos rituales, “debidos a la iniciativa privada eran redactados a la opinión exclusiva de una creencia y, desde hacía tiempo estábamos en desacuerdo entre nosotros con el espíritu de tales ceremonias”.

Los Rituales tienen en cuenta por fin, a pesar de la demanda de algunos talleres puesto que no figuraban en los rituales “la adopción masónica” y la “ceremonia de reconocimiento marital”, dejadas a la iniciativa privada, norma que sigue estando en vigor en el GODF - al contrario de la Obediencia mixta del “Derecho Humano”.

Amiable hace hincapié a continuación en las modificaciones que sufrieron los rituales en los tres grados simbólicos. Hace hincapié en “la iniciación”. Se suprimieron “las dos ideas de intimidación y purificación, la primera parecía hacer de la Masonería una sociedad secreta, y la segunda parecía darle un carácter religioso”.

Estrictamente practicadas hasta ese momento, se rechazaba “las pruebas dolorosas, rechazando, aquellas que podían resultar peligrosas”. Aunque cierta aproximación al texto daba la sensación de que “carecían de seriedad y falta a veces de gravedad”.

Correspondimos a la “simplicidad” del tiempo antiguo… Sin embargo mantuvimos los tres viajes que forman parte de la tradición masónica universal, pero “quitándoles todos los accesorios”… Representan las etapas de la vida humana y una llamada a la solidaridad. Cada viaje iba precedido de un interrogatorio, el ritual indica algunos temas o cuestiones “en relación con los problemas de filosofía, moral o sociología” que, desarrollados, pueden también proporcionar temas de conferencias en la logia. Las pruebas no son ya físicas, puesto que solo subsisten la venda, y la obligación dar tres vueltas a la logia en los viajes.

El autor se extiende más detenidamente sobre los otros grados. Tiene en cuenta simplemente que la instrucción que acompañaba a los cinco viajes se desarrolló detenidamente, para la subida en el 3º grado; la leyenda de Hiram se mantuvo “como procedente de una muy antigua tradición, porque su simbolismo sirve de vínculo al Franc-Masonería universal”, pero el relato “se retocó”.

Las instrucciones para los tres grados se desarrollaron ampliamente inspirándose en trabajos previos, y Amible mencionan los nombres en los que se inspiró: Chemin-Dupontès, Ragon, Cauchois, François Favre y Caubet.

domingo, 25 de agosto de 2019

Witht el gran adversario de los Rituales en el GODF

Witht el gran adversario de los Rituales en el GODF


El gran adversario de los rituales del 1887 del GODF  fue Oswald Wirth

Los Hermanos Francolín y sobre todo Hubert emitieron sin reparos sus reservas, pero el que se va a constituir en el gran adversario de los rituales del 1887, es Oswald Wirth. En uno de los últimos libros de Jean Baylot, resume la vida de este famoso masón, que lo fue, y que contó con un gran predicamento entre los masones.

En 1886, en su logia de Châlons, Wirth ya venía criticando la evolución de la Orden. Vuelto a París, al año siguiente crea la logia “ Les Amis Trionphants” y después “ Le Travail et les Vrais amis Fideles” los cuales se asignaran a la vía escocesa y poco despues el "Grupo Masónico de Estudios Iniciáticos” junto con Bidegain.

Dos años más tarde en 1888, dicta una conferencia que Hubert debía publicar en La Chaine de Unión ,la cual impartida en su logia, un poco antes de que Wirth se afiliara al escocismo, con esas condicionantes era ya muy difícil dada esa situación que le fuera permitido tomar parte en los textos del Hermano Amiable, entre los dos ya había todo un mundo de diferencias)

De la mano de este grupo que lideraba Wirth. podemos decir que salió entre 1892-93, el Ritual Interpretativo del Grado de Aprendiz , luego llamado Libro del Aprendiz. 

En ese mismo tiempo Wirth, que había evolucionado desde Châlons, fue reforzando lazos con el abad Rocca, con Boulan y sobre todo Estanislao de Guaita, adhiriéndose a finales de 1888 a la “Ordre Kabbalistique de la Rose Croix” en cuya organización se convirtió en uno de sus más importantes dignatarios, en poarte debido a su amistad con Huysmans. 

De ahí esa introducción en sus obras de las especulaciones numerológicas, cabalísticas y alquimistas que poco tienen que ver con la Masonería, renovando así, a un siglo de distancia las especulaciones de Claude de Sant-Martin y sus discípulos.

Pero el Consejo de la Orden del 1890 no era el de Luxemburgo ni el de Orleans, y deseaba afirmar su autoridad. Además el Hermano Amiable consideraba los rituales que estaban en marcha como la obra de su vida, y no solo eso sino que los consideraba como algo definitivo, y por tanto soportaba mal la violencia de los ataques de Wirth. 

Por ello, el 30 de marzo de 1896, el Gran Colegio de Ritos adoptó un informe vigoroso de su Gran Secretario que fue transmitido por el Consejo de la Orden a todas las Logias.

Las observaciones de Amiable se pueden considerar como enteramente justas, no así las de Wirth que estaba cometiendo bastantes errores dada su inclinación hacia una “religiosidad” bastante heterodoxa. Estaba claro que los dos hombres no hablaban obviamente en la misma lengua ni el mismo lenguaje.

El Hermano Wirth resucitaba el tradicional nombre del "Arte Real”, y Amiable afirmaba sin reír que él juraba “con las ideas republicanas”.

En efecto, los masones del GODF estaban satisfechos y permanecerán así hasta después de la segunda Guerra Mundial.

Los rituales hasta los años de 1901-1907, apenas si se tocan aunque en las Asambleas Generales (Congresos Regionales de las logias ) se entablan algunos debates y hasta se hace la petición de ir hacia una “simplificación” en los textos rituales (peticiones que son presentadas al Congreso de las logias de la región parisina en 1903, a loq ue suman las logias del Suroeste en 1904).

Este año de 1904, el Convento invita al Gran Colegio a que redacte nuevos rituales “que tendrían en cuenta los progresos realizados en el campo científico, filosófico y sociológico y también se llenarian de las aspiraciones modernas”.

De hecho, se les hizo esperar en sus demanadas, en ese momento- estamos en la época de Combes - el ritual conocía malos momentos y muchas logias no tenían prisa alguna en abordar dicha reforma, será una reacción de las logias en 1907, cuyo resultado de la acción combinada del Hermano Blatin, que se había convertido en Gran Comendador, siendo Gran Maestre Lafferre cuando el Convento apruebe tal cuestión.

El Gran Maestre recordó en ese Convento la necesidad de volver al simbolismo. Pero los dignatarios de la Orden no estaban decididos a modificar mucho los rituales, esta situación llegará de este modo hasta la llamada reforma de Groussier en 1937.

Los “rituales Groussier”, modificados en 1955 por Alexandre Chevalier, aún están hoy en uso en el GODF, y ello señala una evolución sensible en sentido de una vuelta a la tradición masónica.

El hermano Corneloup habría querido el retorno al Gran Arquitecto (carácter “adogmatico” que se interpretaba en el seno de la Gran Logia de Francia) pero éste volvió de nuevo al ritual conforme a las decisiones el de 1877, excepto en los altos grados donde dicho concepto se volvió facultativo (pudiendo abrir los trabajos “a la gloria del GADLU” o “a la gloria de la Masonería Universal).

A la misma vez las pruebas simbólicas, y la simbólica de los elementos, de nuevo reintroducidos de forma facultativa intercalándose por ejemplo las “questions” y los distintos viajes, para dejar satisfechas las demandas que había al respecto se planteó “un interrogatorio bajo venda” separado de la ceremonia de iniciación, ques lo que aún hoy se hace en el GOdF.

El ritual se toma en estos momentos bastante más en serio, y se intenta que sea estrictamente aplicado, volviendo, por ejemplo, de nuevo a la puerta de la logia el uso del mandil, o el uso del cordón, demasiado tiempo sacrificado, o los guantes blancos. Por el contrario muchos hermanos y logias están “en posición de investigar y profundizar” sobre todos estos esfuerzos a lo cual muchos dignatarios no son indiferente.

Sin embargo, al rito francés no se le priva de estar en la constelación masónica, ya que sucesivamente he de señalar que la uniforme “secularización” de las Luces, y el pseudo esoterismo de la primera parte del Siglo XIX y el positivismo de la segunda parte de este mismo siglo, hacen del ritual un elemento muy agnóstico poco probable de profundos cambios ideológicos.

Parte última del trabajo sobre el Positivismo en los Rituales del GODF de Daniel Ligou