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miércoles, 13 de mayo de 2020

Origen de la Masonería.

Origen de la Masonería.
Un punto de vista clerical.

Los masones definen que ellos no son una secta, sino un pensamiento filosófico. Sin embargo, la mayoría de los autores que escriben sobre sectas, los incluyen como una más. La masonería tiene afinidad con los movimientos esotéricos, es pseudo-espiritual y pseudo-religiosa. Varias de las sectas que hemos tratado han estado relacionadas de una forma u otra con la masonería. La Teosofía, el Espiritismo de Allam Kardec, los Rosacruces.

Es muy discutido el origen de la masonería. Algunos autores lo sitúan en los comienzos de la antigüedad oriental; otros admiten que su fundador fue Hiram Abif, arquitecto del templo de Salomón, que había sido masón; otros más dicen que se deriva de corporaciones de operarios creados por Numa, en el 715 A.C. Cierto autor masón afirmó que Jesús usó muchas enseñanzas masónicas en su doctrina, y que el origen de la masonería se pierde en la noche de los tiempos.

Como vemos:

En cuanto a los orígenes de la masonería se han dicho diferentes cosas. Se ha afirmado que proceden de Egipto, del templo de Salomón y de ministerios antiguos. Sin embargo su nombre proviene de la palabra inglesa "free-mason" que designa al obrero que pule la piedra. Se trata de albañiles libres que se organizan en forma especial para asegurar formar un grupo de trabajadores calificados. Eso sucede en la edad media. Este grupo incluye los que no pertenecen a él. Para lograr esto guardan secretos técnicos y profesionales sobre palabras, signos y manejo de instrumentos. Para que esto sea efectivo y el secreto se guarde hacen un juramento. En su origen la masonería tuvo incluso patronos; uno de ellos fue San Juan Bautista.

Luego los masones evolucionan y cambian de espíritu. En 1717 se unieron cuatro logias y formaron la gran logia de Londres. Esta siguió en 1723 las Constituciones de J. Anderson, que era una reglamentación jurídica. Ahora sus trabajos y arquitectura toman un sentido simbólico; ya no se trata de construir catedrales de piedra como lo hicieron anteriormente, sino de edificar la catedral humana, el hombre ideal, esto se hace para dar gloria al gran Arquitecto del Universo que es Dios. En el siglo XVIII la masonería se extiende por Europa y América.

Después de 1815 una parte de la masonería toma otro sentido político y religioso especialmente en Francia, Italia y otros países latinoamericanos; algunos se unieron a los que eran adversarios del orden religioso y monárquico; en Italia quisieron conseguir el fin del papado y de la Iglesia; en Francia defendieron las leyes anticlericales de la tercera república; en España defendieron la república que terminó en 1936. A esta línea de masonería se le llamaba "irregular". Era más intelectual, humanista y racionalista. La logia del "Gran Oriente de Francia" prohibió ya en 1877 hablar del "gran Arquitecto del Universo", es decir, de Dios. La de Inglaterra no siguió este camino y defendió incluso principios como "la fe en la gran voluntad revelada". La masonería ha sido prohibida en varios países por razones políticas y religiosas.

En varios países de América Latina, la masonería estuvo ligada a su independencia e historia. No estuvo tan ligada a la Gran Logia de Inglaterra que era conservadora, ritual religiosa. La francesa fue diferente. "El ejemplo francés, anticlerical, laicista, racionalista y no pocas veces declaradamente ateo, fue imitado por muchos Orientes y Logias de América Latina, hasta nuestros días".

Por eso, en muchos casos, nos hemos encontrado con masones deistas, anticlericales, racionalistas y defensores de la libertad absoluta de conciencia. No hubo demasiados deseos de entendimiento con la Iglesia Católica. Cuando se dieron contactos fue más bien a un nivel personal. Claro que después del Concilio Vaticano II se dio un ambiente diferente e intentos de cambios. Pero como veremos posteriormente los logros no son tantos.

No obstante lo dicho: La propaganda masónica declara que la masonería es una institución esencialmente caritativa, filantrópica, filosófica y progresista; que tiene como meta la indagación de la verdad, el estudio de la moral, el combate de la superstición y la práctica de la caridad; que en ella quiere trabajar solamente para el mejoramiento material y social de la humanidad; afirman reconocer y defender la existencia de Dios, la prevalencia del espíritu sobre la materia y que, por eso, ningún ateo o materialista puede ser masón, que la masonería no se opone a la religión, mucho menos a la Iglesia Católica, más bien recomienda que cada uno practique su religión; que no hay ninguna incompatibilidad entre la masonería y la Iglesia; que la masonería proclama la tolerancia y el respeto a las convicciones religiosas y políticas de los otros, la autonomía de la persona humana, el amor a la familia, la fidelidad a la patria y la obediencia a la ley; que ella considera a todos los hombres hermanos, libres e iguales, cualquiera que sea su raza, nacionalidad o religión; que sus leyes, constituciones y reglamentos prohiben expresamente hablar o discutir sobre política o religión; que hubo incluso obispos, curas y frailes ilustres miembros de la masonería sin que hubiera percibido la más mínima dificultad contra su fe y sus convicciones católicas; que sus leyes y rituales exigen constantemente que el verdadero masón sea virtuoso, ejemplar, de buenas costumbres, muerto para el vicio, sin errores ni perjuicios, observante de la ley, patriota, cumplidor del deber, apóstol del bien, generoso, devoto, confiante, pacífico, hermano de todos, protector de las viudas, abogado de los oprimidos..."

Sin embargo, también se exige al masón no profesar ideologías cristianas en sus principios, ser progresista, guardar los secretos, jurar bajo diversas penas incluída la muerte. En la masonería se dan misterios, secretos, esoterismo. Por eso los consideran secta. Lo afirmado consta en su documento oficial.

Doctrina.

No se puede hablar de principios universales que sean válidos para todos los masones, ya que hay diferencia entre ello. Sin embargo podemos decir que destaca el siguiente pensamiento.

La existencia de Dios.

Muchos masones lo aceptan como el "Gran Arquitecto del Universo". Se trata de un Dios constructor del mundo, ordenador de la materia. Falta la idea de un Dios personal con el que el hombre se puede comunicar. Lo más importante en la existencia de una "fuerza superior". Se cae en un deísmo.

La libertad.

Teóricamente los masones defienden el derecho a pensar libremente, a creer lo que cada uno desee. Pero ya hemos visto que a algunos masones les imponen normas y juramentos que les quitan la libertad. Cuando a uno le dirigen el pensamiento y le exigen no decir nada de los secretos que encuentre no le conceden una absoluta libertad de conciencia. Los masones no pueden fomentar la idea de Dios de una religión, porque irían contra su principio de máxima libertad.

Importancia de la razón.

Los masones le conceden toda la fuerza a la razón y a la conciencia, dicen que la razón es autónoma. Para los católicos la razón tiene importancia; pero la verdad se encuentra entre la adecuada relación entre la razón y la fe, entre razón y comprensión de la revelación divina. Así evita uno ser un "racionalista". Los masones basan su verdad en la razón y la ciencia.

Tolerancia e indiferencia.

La mayoría de los masones dicen que ellos son tolerantes con todos, que no imponen dogmas y que solo admiten lo que se discute racionalmente. Sin embargo el hecho de considerar todas las religiones iguales y no optar por ninguna es un indiferentismo religioso. Para el cristiano la revelación de Dios es garantía de verdad; en la Biblia explicitada por la Iglesia asistida por el Espíritu Santo está toda la verdad sobre Dios, el hombre y el mundo. No obstante la tolerancia, no se permite discutir los principios masónicos, cambiarlos.

La enseñanza laicista.

Los masones al tratar de mantenerse públicamente indiferentes ante la religión concreta han defendido los estados y la enseñanza laica o sin religión. Por eso han defendido tanto la separación entre Iglesia y Estado. También han luchado por escuelas públicas sin las clases de religión. Muchas veces su actitud privada ha sido deferente, ya que han enviado sus hijos a colegios católicos. Ciertamente Dios y la religión no estorban al hombre, sino que le ayudan. Los masones, al defender teóricamente la libertad de conciencia para no caer en el fanatismo, violencia e injusticia, terminan en la neutralidad. El mismo Estado tiene que ser indiferente y neutro respecto de las religiones concretas. Pero ya hemos señalado que no son neutros respecto de sus principios, doctrinas, rituales y normas. En el fondo se cae en un agnosticismo.

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