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sábado, 31 de mayo de 2014

CÓMO NOS VEN LOS “PROFANOS” A LOS MASONES

CÓMO NOS VEN LOS “PROFANOS” A LOS MASONES

Victor Guerra.



Algunas tardes, en las calles de nuestras pequeñas ciudades de provincia, pueden verse personajes insólitos que apuran el paso. Están ataviados en lo esencial, con una vestimenta oscura, un maletín y una citación. La mayoría usan una pajarita negra que resalta la silenciosa austeridad de esos tíos furtivos y sibilinos.

El farmacéutico observa que no parecen ir ni a un funeral pues es muy tarde, ni parecen acudir a una noche de depravación y excesos, pues es muy temprano. ¿Adonde van ?

Como se puede apreciar, los enigmas en provincia son desconcertantes. Nuestros tenebrosos caminantes entran uno detrás del otro en un café-restaurant que parece ser una etapa obligada en la ruta principal a su misterioso destino.

Cerca del mostrador hay otros compañeros, igualmente vestidos de oscuro, con otros maletines y otras pajaritas negras

Al llegar cada uno de ellos todo es besos, abrazos; ostentosa alegría, susurros cómplices. Y miradas que dicen mucho.

Detrás del mostrador el Auvernés, los párpados bajos como limpiando el parabrisas.

Los presentes hablan de la lluvia y del buen tiempo. Sobre todo de la lluvia. Para ellos siempre sigue lloviendo. Y la sala está húmeda aun cuando todo esté seco. Al punto de hablar en términos velados, como para no mojarse. (lluvia sería el equivalente a no hablar porque hay "ropa tendida" o sea niños, profanos=

Seguro que hay una historia de agua detrás de eso. Felizmente el negocio no sufre mucho pues la mayoría de ellos no beben, por así decirlo.

Tienen una manía que consiste en hacerse pasar por una familia numerosa con eso de hermano mío por aquí, o querido hermano por allá, « ¡Oh mi padrino! y «¡Ah, hijo mío... « «¿Y su hermana?

Para el Auvernés, es seguro, que esos cabrones están tratando de ocultar sus pistas

De acuerdo, ellos no están lo que se dice muy perfumados, pero se besan lo mismo. Es la banda de los besuqueadores.

Otro indicio: hablan sobre todo de hermanos lo mismo que de una dama, de estado viuda y con numerosos hijos. Mientras tanto, ninguna persona ha visto jamás a uno de ellos en compañía de una mujer!. Las sospechas del Auvernés se acentúan: se pregunta si por casualidad esos Señores no serán......?

Es que hay detalles que no dan lugar a duda. En esa banda de besuqueadores se encuentra un coloso barbudo con pelo negro en las orejas y que trabaja en una ladrillera. El mes pasado el barbudo se lamentaba al revisar su maletín: había cargado su collar y las joyas.

El Auvernés barbudo y con pelos negros en las orejas llevaría collar y joyas si se lo pidiera? ¿Y porqué nó porta-ligas si ellos lo hacen? Jamás se sabrá.

Además se interesan mucho por los jóvenes aprendices. En voz baja hablan de lazos de amor y borlas, y también de toques. Y aunque no hablan de látigos, ni lo hacen de cadenas, cadenas de unión le dicen.

Vamos.. si algunos hasta se jactan de sus atributos. Si, si, sus atributos, palabra de Auvernés !

Es seguro que todo eso no pesa sin consecuencia sobre su salud. En voz baja dicen que algunos están atacados de una enfermedad grave, la « cordonitis » aguda.

Aparte de los que están en las tejas, no se sabe que fabrican. Es todo cuestión de decoración y de metales. Lo cierto es que la mayoría de ellos son carpinteros, pero no de los más dotados, pues cuando hay cuestión de planchas siempre son más largas. O más cortas, pero esto es más raro.

En sus talleres, para medir las planchas usan el metro. Y más bizarro, también los grandes metros.

El Auvernés está desconfiando: esa historia de los grandes metros no está clara. En Auvernia los metros no son grandes ni pequeños, miden un metro, eso es todo.

Sus planchas son de madera arce. Viejo, seco y de un metro.

Sus aprendices ignorantes terminan el discurso siempre por: « He dicho, Viejo- erable- metro! »
« Vieux- erable- métre »

No son racistas, ¡Ah no¡

. Ellos mismos son trabajadores inmigrados. Sobre todo de la vieja Escocia.y de los antiguos que son bien aceptados.

No usan faldas y no tocan gaitas pero se ve que son escoceses en que, de mal humor, exigen todo el tiempo aumentos de salario. Después de las diecinueve horas llega el jefe. Se le reconoce en su mallete que es más grande. En voz baja pregunta: ¿Tenéis las espadas y la venda?. Responden con un signo de cabeza.

Es bueno tener a un buen hermano en los mataderos de Sain Flour , da un escalofrió en la espalda..

En silencio salen en fila india. Lo que dicen es que para abrir sus « trabajos ». El Auvernés tiene sus propias ideas al respecto.

Los trabajos por los cuales se colocan guantes de algodón. Ni vistos ni conocidos, nada de huellas dactilares.

Un poco antes de la medianoche regresan para cenar en la sala de la primera etapa donde se encierran como los conspiradores. Traen con ellos dos comisarios- pregoneros. Ellos dan la orden a todas las columnas de cargar con « pólvora blanca ». Seguidme. A continuación golpean como sordos golpes con el mallete sobre la mesa. Y recomienzan otra administración de pólvora blanca unos diez minutos después. Jamás de separan de sus malletes. Deben negociar grandes cantidades. Es increíble.

Y lo que sigue, vosotros lo habéis adivinado: levantan el codo a la salud de quien.... del Presidente de la Republica!

Y desconfían de los intrusos, jamás dejarán que la esposa del Auvernés les sirva.. « ponedlo aquí, los aprendices más jóvenes lo harán, están aquí para eso».

De acuerdo, pero algunos de esos « jóvenes » tienen cincuenta, y a veces alguno que camina hacia los sesenta y dos. Y aunque los demás repitan que cuando que tienen tres años que no se sabe leer ni escribir, deben servir sin tropezar y con una sonrisa a los que tienen siete.

El Auvernés se rasca la cabeza: es difícil de seguir. Es seguro que disimulan las huellas.

Locuras de jóvenes, además, que sería si hubieran comprendido bien las reflexiones en el cuarto. Reflexiones, reflexiones sobre el Vitriol.

Es como con sus platos. Ah! Sus platos.... Así que toman el café en tazas como todo el mundo pero siempre están buscando sus platos,(bols) sus cinco platos. Y porqué cinco platos si son más de treinta?....

Ahora sí que el Auvernés ya no tenía dudas: ¡son ! Por poner mantequilla sobre espinaca, son traficante de drogas.

Además siempre su causa está hacia Oriente, y todos tienen la mente en llegar allí.

A pesar del peligro. El mes pasado contaron que ya no había tanta gente en el Oriente pues se había desfondado. 47 desaparecieron en el pozo, tres Aprendices, según parece se asieron a las columnas, los que sin duda les salvó y otros se precipitaron valientemente para llamar a la ambulancia.

Como en la mafia, con sus padrinos deben hacer una rendición de cuentas. Prevenidos preparan los ataúdes: obligan a sus víctimas a escribir un testamento delante de cráneos y osamentas.

Hay una cuerda con un nudo para el escote de las cabezas fuertes. El porta espada que lo acompaña, es un villano siempre dispuesto a decapitar. Decapitación.,mn ¡pok *------------çjutrdew ... Decapitación... la hora de hablar ha llegado dice el jefe.

Al entender lo de decapitación la persona no para de reír. Todos sacan sus chequeras y firman sin vacilar. Saben que están en riesgo, sus alusiones a la pena impuesta a un escocés « rectificado » de una rama de R.E.R no deja lugar a dudas sobre la fría determinación del jefe y de los padrinos.

Vamos, no tomaran al Auvernés por un idiota. Su pólvora blanca no es harina y sus viajes no están seguramente organizados por el Club Mediterráneo.

Y a pesar de lo diga su tía, el Auvernés sabe bien que esas gentes nada tienen que ver con el Ejército de Liberación de los Enanos de Jardín.

Es otra cosa, es algo más importante, pero, ¿qué es?. A la mujer del Auvernés le pica la sangre: la homosexualidad, ¿se adquiere o es hereditaria?. Y sin mujeres, se pueden reproducir? Y sus drogas? .pero la policía, ¿qué hace?

Quizás.. Quizás... a pesar de todo son buenos clientes y en el comercio todo ello se puede comprender.

Además todos ellos van muy bien vestidos, y aparecen los días de sus tenidas. y modestos: portan las medallas y decoraciones dentro de sus maletines.

Tienen altas relaciones. Invitaron a un diputado y a oficiales provinciales. A veces viene a tomar una sencilla sopa de repollo hasta un príncipe : el Sublime Príncipe del Real Secreto que vive en París en la Avenida Villiers.

Debe ser un atleta con mala suerte pues siempre tiene treinta y dos en la clasificación general.

Moraleja : Tenemos una gran ventaja sobre el Auvernés y sus certezas basadas en el sentido común y la observación. Sabemos que está totalmente equivocado. Y como dijo el filósofo, « si todos los que creen que no se equivocaron es porque la verdad no esta lejos ».

Seguimos a la búsqueda, a despecho de hallarla.

http://www.victorguerra.net/2014/05/como-nos-ven-los-profanos-los-masones.html

El Esoterismo Oculto en la Masonería

El Esoterismo Oculto en la Masonería .•.
Gerard Lambert Elenes.
Esoterismo proviene del Griego “Esotero” dentro, desde dentro, interior, íntimo, unido al prefijo “ismo” es un término genérico usado para referirse al conjunto de conocimientos, enseñanzas, tradiciones, doctrinas, técnicas, prácticas o ritos de una corriente religiosa o filosófica, que son secretos, incomprensibles o de difícil acceso y que se transmiten únicamente a una minoría selecta denominada iniciados, por lo que no son conocidos por los profanos.
Sabemos que la Francmasonería es heredera de de los Antiguos Misterios provenientes de sociedades secretas de los pueblos mas antiguos de la humanidad que basaban su filosofía en el estudio de las ciencias ocultas como la Cábala, la Magia y el Hermetismo. La cábala es la ciencia tradicional de los hebreos que busca poner al descubierto los secretos de la creación y de la naturaleza, por su relación con las letras del alfabeto hebreo y los diez números, podría dominarse las matemáticas del pensamiento humano. La palabra Kabbala proviene del hebreo y quiere decir tradición, lección, enseñanza. Los Cabalistas opinan que su tradición es tan antigua como el mundo.
El método cabalístico se compone de treinta y dos medios o instrumentos de conocimiento que se denominan las treinta y dos vías del conocimiento, representadas por los diez primeros números denominados Sefirot mas las veintidós letras del alfabeto hebreo y de cincuenta sujetos, que se llaman las cincuenta puertas del conocimiento. La Cábala se divide en cuatro ramas principales: la Gema tría, la Temura, la Mercavat y el Berechit.
La Magia o ciencia de los Magos proviene de Persia y Caldea unos cien mil años a.C. donde un grupo de sabios se unieron para formar una asociación mística bajo el nombre de MAGOS (palabra proveniente del Cáucaso Magh, grandeza), cuyo objetivo era conservar los secretos de las Artes y Ciencias de los tiempos primitivos. De allí paso a Egipto y luego a la civilización Greco-Romana.
En los rituales de los diversos grados de la masonería se nota la influencia de la Magia: el Mercurio la Tierra, el Trigo en el cuarto de reflexiones, el Fuego en los viajes, la Transmutación de Recipendiario, la estrella de cinco y seis puntas, el simbolismo de Astrología en las doce columnas del Templo, la utilización de imágenes como el águila bicéfala y otros símbolos de diferentes grados, elementos estos que fueron asimilados y entrecruzados con los de otras filosofías, para dar cuerpo a la masonería especulativa.
En cuanto al Hermetismo, en todos los manuscritos antiguos que contienen la historia del gremio se hace mención de Hermes como uno de los fundadores de la masonería. Existen dos personas con el nombre de Hermes que se mencionan en la historia sagrada. La primera es Hermes divino, llamado por los romanos Mercurio y por los egipcios Thot, como dice Dioro Siculo Thot-Hermes es el Dios mago que aparece junto a Isis cuando ésta quiere devolverle la vida a Osiris, “el vino a enseñar la grandiosa doctrina secreta de la luz interior a los sacerdotes de los templos. Les enseñó que la Luz era Universal y que esa luz era Dios, quien mora en todos los corazones de los seres humanos. El segundo es Hermes Trismegisto, quien fue un famoso legislador, sacerdote y filósofo egipcio, que vivió hacia el año 2.630 a.C., Hermes enseñó a los hombres la escritura, la música, la medicina, la astronomía, el ceremonial para el culto de los dioses, también enseñó a ciertos discípulos las ciencias secretas, tales como la magia, la alquimia, la astrología.
La doctrina hermética es sin duda la corriente esotérica que más ha influido en el esoterismo occidental. Sus textos han sido estudiados por los filósofos a través del tiempo. El Hermetismo es la ciencia de la naturaleza oculta en los jeroglíficos y símbolos del antiguo Egipto. Es la investigación del principio de la vida, es la ciencia de las propiedades ocultas, de las virtudes escondidas y de las relaciones que se establecen en los tres reinos en el mundo. Estos reinos dejan aparecer entre sí afinidades y rechazos: vegetales, minerales y animales entretejen con los astros lazos que permiten la aprehensión de cadenas o de series susceptibles de comprender los secretos de la naturaleza. Para esta comprensión se necesita, no obstante, una iniciación previa, ya que en efecto entre el mundo sideral investido por la voluntad divina, el hombre y la naturaleza establecen una serie de relaciones que por si sola es impotente para expresar.
La Francmasonería en sus orígenes contó entre sus fundadores a trasmisores de diversas corrientes herméticas, pitagóricas, cabalistas, mitraicas, sincretista, hinduista, cristianas etc., que con el correr del tiempo se fueron entrelazando armónicamente hasta dar origen a un sistema de grados enmarcados en una filosofía masónica.
Este cuerpo filosófico liga al francmasón mucho más a los valores humanos que a la devoción de Dios, lo cual lo hace menos teósofo y un poco más antrósofo. Los neoplatónicos utilizaban un idioma geométrico para describir los cuatro niveles de la existencia, el cual se puede describir así: el punto, la parte esencial representa la divinidad frente a todo, esta se proyecta a toda la existencia a través de niveles cada vez mas complejos, la línea representa el espíritu, la superficie la psique, el alma y finalmente el sólido la materia. La francmasonería se ocupa de la superficie, esto es de la psique, pero sin las otras partes del sistema metafísico. El sistema filosófico de la masonería concibe al hombre formado por un cuerpo, una psique, alma, un espíritu y un contacto con la fuente divina. En términos específicos representa la psique mediante el Templo de Salomón, que se describe como un templo de tres niveles dentro del cual se puede tener conciencia de la presencia de la divinidad. Se puede encontrar un paralelismo entre este sistema y el modelo psicológico de Jung, el patio del templo corresponde a la conciencia individual y su desarrollo se realiza en la Cámara de Aprendices, en la cual el recién iniciado recibe simbólicamente una mirada al interior de la naturaleza de su psique y que se representa como la Piedra Bruta. La cámara central o santuario que corresponde al inconsciente personal y se desarrolla en la Cámara de Compañeros, este grado entraña un profundo trabajo psicológico e intelectual.
Por último el santosantórum corresponde al inconciente colectivo que se desarrolla en la Cámara de Maestros, se entiende como que ya, con el desarrollo de la psique, se puede tener contacto con el espíritu de manera que trabajando en el seno de la estructura psicológica, especialmente a niveles mas elevados se puede ser consciente de la presencia de la divinidad. En base a estas premisas se puede entender que el individuo que se inicia en la francmasonería y explora su psique puede y debe desarrollar un papel activo en el mundo físico, o mejor entendido en la sociedad en que se desenvuelve.

La Francmasonería entrega sus secretos a través de la Iniciación progresiva, es depositaria de los misterios del Apocalipsis y del Zohar. Sus doctrinas filosóficas se desarrollan en ese simbolismo que es la característica especial de su enseñanza masónica, y son las que relatan la pérdida y el recobro de la palabra, a la vez que investigan la verdad divina, ella nos conduce a la comunicación inmediata relacionada con las ideas profundas del mundo antiguo. Su objeto de culto es la verdad representada por la Luz del Conocimiento. Su veneración va dirigida sobre todo a la razón, bien comprendida como conciencia, pero se demuestra muy poco inclinado al automatismo reglamentado por las religiones. Su fundamento es el orden eterno. Su principio es la justicia inmutable que rige las leyes del Universo. Enseña la igualdad en el orden jerárquico y mira como necesario los grados de la iniciación y a la clasificación de los hermanos por orden de estudio y méritos, admitiendo todas las creencias pero rechazando las doctrinas y cultos que ultrajan la naturaleza. En ella tienen cabida todos los hombres libres y de buenas costumbres, respetuosos de las leyes, amantes del conocimiento y creyentes en un ser supremo.

La Francmasonería, como Escuela Iniciática, es heredera de las Tradiciones Antiguas, por lo tanto practica la Iniciación selectiva de sus miembros y les da una enseñanza esotérica interna repartida en grados, la que solo estudian y comprenden los hombres de alma y facultades privilegiadas, estando la misma representada por símbolos que representan los más Altos Misterios y que constituye el esoterismo en la Orden.

De acuerdo a los antecedentes presentados anteriormente, se podría concluir las siguientes características comunes a las diferentes ramas del esoterismo:

1.- El esoterismo corresponde a una visión holística, global o totalizante.
2, La concepción del todo, en cada caso, es de tipo sistémico y, en casos identificables, muy compleja.
3.- Corresponde a una teosofía, es decir, una doctrina o conjunto de doctrinas que buscan explicar las relaciones entre Dios, el Cosmos y el hombre, usando no sólo la racionalidad sino, además, la inspiración, la revelación, la intuición, la analogía.
4.- La visión de Dios es irreligiosa. Dios es una idea, un concepto, un principio o una engría. Dios es lo indefinible, el No Ser, todo lo contrario del concepto vulgar de la divinidad personalizada con atributos humanos. No se trata de religiones, en el sentido que no hay jerarquía eclesiástica, ni fieles, ni templos, no hay Fe en la palabra de la autoridad ni obediencia ciega de los fieles como contrapartida.
5.- La adopción de sus principios es libre y voluntaria y carece de sentido si no cuenta con la necesidad o voluntad del adepto.
6.- El concepto de conocimiento descarta la idea de llenarse de información o instrucciones. Conocer no es adoptar o adherir a una teoría en forma específica de conocimiento. Conocer significa disponer de una visión lo más total o global posible, con independencia de criterio, con creatividad. El conocimiento no sería un proceso necesariamente racional o lineal. No se conocería necesariamente cuando uno quiere, sino, mas bien, el conocimiento sería una manifestación o apertura de la luz interior, para captar lo que ya está dado. Esto requiere un entrenamiento o preparación psíquica o estado de espíritu. El conocimiento no podría transmitirse o entregarse como quien enseña un tema cualquiera. Sería un proceso gradual, durante el cual se van creando las condiciones para que se produzca la manifestación al individuo. Este proceso incluye la iniciación, los símbolos, los ritos, la sustitución analógica.
7.- El esoterismo expresa en sus tradiciones ciertas paradojas. Por ejemplo, se habla de la importancia de la trasmisión directa de maestro a discípulo, pero la importancia del libro como expresión de cultura concreta ha sido fundamental, se han escrito decenas de miles de textos y, algunos de ellos, son considerados como piedras angulares en la expresión de la doctrina.
8.- La visión sistémica es al mismo tiempo analógica, en el sentido que el rompecabezas del cosmos y la estructura del ser humano son asimilables, sobre la base del principio “como es arriba es abajo”. El microcosmos humano es análogo al macrocosmos universal.
9.- Una expresión externa formal del esoterismo es el secreto, el reservar ciertas palabras, signos saludos, ritos, etc., exclusivamente para los adeptos o iniciados. Muchas causas se han atribuido a esta forma de proceder. Se aduce causas históricas, como persecuciones, una cierta ambigüedad de lenguaje cuyas claves están culturalmente perdidas, etc. Sin embargo, queda la impresión que está en la naturaleza misma de este conocimiento o filosofía semejante forma de proceder. Se trataría de conocimientos individuales, ligados al perfeccionamiento ético y espiritual de la especie humana, los cuales no podrían ser entregados a cualquiera que pudiera hacer uso inadecuado de ellos.
10.- Se considera al ser humano como una materia perfectible desde el punto de vista de que su Uno mismo o de su personalidad. En la práctica, la Gran Obra es una acción de nunca acabar, pues no habría una transmisión genética de la sabiduría y de la ética, sino que debe construirse y reconstruirse pacientemente en cada individuo y en cada generación.
11.- El proceso de avance hacia la perfección implica iniciaciones sucesivas, en las cuales habría una espiral de progreso cuyo punto de partida, antes de comenzar el ascenso al nivel siguiente, es la muerte ritual... Para nacer y ser otro diferente y mejor es necesario, en forma preliminar, morir respecto del que se era antes. Luego pasar por las etapas sucesivas de todo mito por la vía del método denominado Gran Obra.
12.- Los cuerpos de ideas del esoterismo, en tanto capta filosofía o conjunto de doctrinas occidentales, tienen mucho en común con el Taoísmo, de origen oriental. Más aún tienen más en común con éste que con las filosofías propiamente tales o que con las grandes religiones del libro (judaísmo, cristianismo, coránica). Existe una química taoísta, con modelos, principios, normas prácticas, etc. que podría considerarse bastante más detallada y empírica que su versión accidental.
13.- Todos estos sistemas, al ser conocidos y evaluados por su aporte real, al despojarlos de los ropajes con los cuales los revisten sus partidarios o con los que lo distorsionan sus detractores, conllevan una actividad espiritual interna, un sistema de trabajo con la psiquis. En otras palabras, son herramientas psicoterapéuticas, que pretenden no sólo hacer crecer a su portador. Sino, además, llevar la sanación a sus semejantes pues, al parecer, el individuo no es más que un canal o un estabilizador de energías cósmicas.
Al momento de la iniciación, el candidato ingresa al Templo ni desnudo ni vestido, en estado de pobreza y oscuridad y humildemente solicita ser admitido en nuestras prácticas y enseñanzas. Terminada la ceremonia de iniciación se le entregan los Libros del Aprendiz que lo deberá ayudar durante su aprendizaje masónico y pasa a formar parte de la Columna de Aprendices a cargo del q.:h.: Segundo Vigilante. Desde el inicio de sus estudios masónicos empieza a oír de Los Misterios, tanto Mayores como Menores, pero nadie se los explica y tampoco los encuentra ni en los libros ni rituales que están a su alcance, luego comprende que los misterios los deberá conocer y comprender perseverando en sus estudios durante su permanencia en los tres grados de la masonería simbólica, nadie se los enseñará, sólo él, a medida que comprenda que la iniciación nadie se la puede dar, solo se le enseñará el camino y siguiéndolo con perseverancia y sacrificio podrá llegar a la verdadera iniciación, solo entonces podrá comprender en que consiste el “Esoterismo” de nuestra Augusta Orden y podrá estudiar los Antiguos Misterios y comprender porque es el legado mas importante que la masonería ha recibido de los Sabios de la Antigüedad.
Exoterismo se refiere a las doctrinas y enseñanzas de tipo filosófico que no se encuentran limitadas a un determinado grupo de miembros y que, por lo tanto, son susceptibles de ser divulgadas públicamente. Es el concepto opuesto al esoterismo.

En nuestro recorrido durante el aprendizaje masónico, rápidamente logramos comprender nuestra simbología, y poco a poco aprendemos a escuchar al símbolo, aplicando la trilogía de pensar, sentir y actuar. Pero el símbolo jamás será comprendido si vemos en él únicamente su aspecto formal y notorio, su apariencia externa, su cara exotérica. Para que el símbolo cobre todo su valor y significación, es necesario penetrar esa apariencia y conectarnos con la energía que se oculta en su interior, con la idea abstracta que él mismo contiene, es decir, con lo esotérico, invisible, secreto y misterioso que habita dentro de aquella forma simbólica.

La simbología (del griego symbolon = símbolo, y logos = tratado), es la rama del conocimiento que realiza el estudio del conjunto de símbolos y constituye parte especializada de la simbología, ciencia que realiza el estudio de los símbolos en el seno de la vida social.
Generalmente se entiende por símbolo a la imagen con que física o verbalmente se representa un concepto moral o intelectual, debiendo diferenciarse los signos de los símbolos. Los primeros “significan”, es decir sirven como meros referentes o imágenes de una cosa; mientras que los segundos, a más de significar “simbolizan”, es decir, que transmiten un mensaje que constituye la idea simbolizada por el símbolo.

Por lo tanto, si tenemos un símbolo masónico, el cual tiene un significado y además nos trae un mensaje, que es su simbolismo, es obvio suponer que hay un destinatario del mensaje y también un emisor del mismo También podemos darnos cuenta de que hay un lenguaje o sistema de interpretación, comprensible tanto para el emisor como para el receptor de este mensaje, el cual constituye una especie de clave o código de interpretación, y que este sistema o lenguaje responde a una concepción, creencia, filosofía o ideología. Por último, no podemos dejar a un lado el acto psicológico de simbolizar o de interpretar el simbolismos de un símbolo. Arte específica de la simbología general es la simbología masónica, la cual centra sus estudios en un conjunto de símbolos, fundamentalmente, en los instrumentos de la albañilería tradicional.

La importancia de la simbología masónica estriba en que ella constituye su elemento esencial, ya que le otorga tanto su lenguaje, como su metodología docente, e incluso, es vehículo de sus principios y doctrina, además estos dos elementos son parte de las tres grandes luces de la masonería simbólica o especulativa.
Así, los símbolos otorgan a sus miembros un lenguaje particular, que tiene expresiones que solo los masones podemos comprender a plenitud. Por otra parte, los símbolos constituyen mecanismos educativos que permiten el conocimiento de las doctrinas masónicas, por lo que suele decirse que estas no están escritas, sino contenidas en los símbolos, lo que les confiere la posibilidad de su presencia y actualidad.

Resulta especialmente revelante el que los símbolos tienen, al interior de los distintos ritos masónicos, un doble sistema de decodificación: el uno, basado en la tradición, ha dado a cada uno de los símbolos y al conjunto de los mismos, determinados significados que constituyen una suma de mensajes-enseñanza tradicionales; el otro es la libre especulación filosófica basada en el ejercicio de la racionalidad y la libertad para la libre interpretación de los mismos.

En ambos casos, los símbolos masónicos, como los símbolos en general, cumplen una función comunicadora de ideas por medio de mensajes visuales. El receptor del mensaje debe decodificarlo, es decir reconstruir su sentido, o darle uno, lo que supone el conocimiento del código o hermenéutica utilizado, es decir del sistema de convenciones socializadas que sirve para interpretar un sistema de símbolos, lo que suele implicar un acuerdo respecto de la asignación, más o menos detallada, de un significado que constituye un proceso en constante evolución.

Considerando esto, muchas tradiciones masónicas constituyen códigos de interpretación rígidos y detallados, generalmente cargados de elementos morales y esotéricos mientras la filosofía es una hermenéutica o código mas débil y menos detallado, que permite una libre interpretación simbólica, desde una perspectiva ética y humanista, considerando factores socio-económicos, culturales y personales que influencian en dicha interpretación.

Vista las cosas, ya no de la mirada científica, sino de la mirada vivencial de la masonería, la simbología masónica se ha centrado en el cumplimiento de su función semántica, facilitando el simbolismo o significado de los símbolos masónicos, ya desde la visión de la tradición masónica, ya desde la visión de la especulación filosófica. Puede decirse que la parte más estudiada de la simbología masónica es la semántica o significado de los símbolos de la construcción, llamado simbolismo masónico, el cual está basado fundamentalmente en la idea de la construcción del Templo ideal con variación interpretativa de conformidad con los ritos y del grado masónico de que se trate.

Los símbolos usados en la masonería tienen diversos orígenes y un solo Principio. Así, hay algunos provenientes de los Magos, asociados a los sabios persas que expresaban el concepto de Dios a través del Sol y la Naturaleza. Los misterios judíos y los cristianos de los esenios, son los que mas han influido en la masonería especulativa. Los símbolos en masonería, tienen el mismo propósito que desde la más lejana antigüedad poseyó, esto es ocultar por medio de ellos las verdades que sólo la voluntad, la perseverancia y la humildad del hombre, es capaz de arrancarle a la Naturaleza y al Cosmos.

Los símbolos masónicos pertenecen, en principio, a la Doctrina Tradicional y por ello, ninguna agrupación o gremio humano, puede atribuirse el privilegio de su creación. Pero esto no significa el hecho que otra escuela tradicional se los haya transmitido en heredad.

Nuestra Augusta Orden imparte la instrucción masónica por medio de los símbolos los que el recipiendario empieza a conocer desde el momento mismo de su iniciación, la que lo libera de los prejuicios profanos y le permite conocer lo oculto, poniéndolo en condiciones de poder alcanzar la relevación y los hacen c consciente de conocer ciertos poderes o energías magnéticas que dentro de si mismo constituyen canales de actividad y métodos por los cuales puede adquirir nuevas visiones, percepciones y conocimientos que permanecen ocultos al profano.

Mientras avanza por este largo camino de su evolución masónica, el recién iniciado deberá centrarse en develar los secretos y misterios que encierran los símbolos.

“Los símbolos pueden ser naturales y artificiales. De los cuales los primeros son, por lo general producto de la sugestión y admitidos por su relación con las vivencias de los seres humanos. Los símbolos artificiales son creados por los seres humanos con el propósito de representar sus propias ideas. Estos pueden existir por un tiempo indeterminado y luego pasan al olvido de manera progresiva, mientras que los símbolos naturales perviven a través del tiempo, por cuanto están sujetos a alguna manifestación de la naturaleza que el hombre de cada época distingue mas o menos de la misma manera” (Exoterismo y Esoterismo. q.: h.: José Carrasco.)

CONCLUSIONES
El principio masónico que coincide de forma manifiesta con el esoterismo es el de la perfectibilidad del ser humano. En primer lugar no se trata de mejorar a cualquier individuo, sino que éste es escogido mediante un riguroso proceso de selección y se le invita a participar de forma consciente y voluntaria en el proceso gradual de la Gran Obra, morir, nacer, construir y volver a morir, son etapas sucesivas de un método del cual la Orden es la depositaria actual.

Sin embargo, parece adecuado considerar a este respecto la opinión de especialistas y, para ello seguiremos las opiniones de eruditos como Oswald Wirth y Francisco González (Hermetismo y Masonería).

1.- La tradición masónica desde muy antiguo se ha mantenido ligada a los nombres de los maestros respetados como iniciadores desde tiempo inmemorial, y a través de ellos, se simboliza la ligazón con las respectivas fuentes originarias. Basta citar el manuscrito masónico de Cook, el cual expresa que la sabiduría antidiluviana fue escrita en dos columnas, Después del Diluvio, continua el mito, una de ellas fue descubierta por Pitágoras y la otra, por Hermes el filósofo. Se considera obvio que esas columnas se asimilan a las Columnas J. y B. que se encuentran a la entrada de nuestros Templos y representan las dos principales fuentes de sabiduría que dan cimiento a la Orden.
2.- Hermes sería figura familiar de los masones, en el sentido de que el hermetismo es tema de abundantes planchas y libros masónicos. Además, innumerables Logias llevan su nombre.
3.- Las figuras geométricas y los números de las Logias son símbolos esotéricos que representan las realidades humanas. Así Wirth menciona los distintivos de los tres primeros oficiales: la escuadra del Venerable maestro, el nivel del primer vigilante y la plomada del segundo Vigilante, igualdad jerarquía y equidad son los tres conceptos que aluden a las construcción de la personalidad humana, la cual exige horizontalidad de los cimientos para su solides, estabilidad y equilibrio de sus muros y dirección exacta para su perfecta ejecución.
4.- Se destaca que las corporaciones de constructores y artesanos medievales eran conservadoras de las tradiciones del esoterismo desde la antigüedad y, a su vez, los masones libres y aceptados son herederos de los constructores y cada día, por la vía de la investigación histórica, se descubren e interpretan nuevos documentos que revelan que esas relaciones fueron efectivas y reales.
5.- Se destaca además que, a pesar de los diversos ritos existentes, existen mas o menos los mismos grados básicos y, aunque su número varíe, representas grados de conocimiento, sintetizados en los nombres de Aprendiz, compañero y Maestro, que se corresponden con los ternarios o trilogías: sabiduría, fuerza, belleza; libertad, igualdad y fraternidad; etc.
6.- Existen diversos ritos y obediencias los cuales, a pesar de su heterogeneidad, tienen en común la idea del G.: A.; D.: U.: símbolo del Uno y del Todo, la raíz común que hace al ser humano parte cotidiana de las diferentes formas de materia y energía que le rodean. Además hay también un oficio compartido: el arte de la ciencia de construir, que bajo los símbolos del oficio encubre la tarea de la construcción de la personalidad individual y de la cultura de la especie.

viernes, 30 de mayo de 2014

Masonería: ¿es lícita la desobediencia a la ley? I

Masonería: ¿es lícita la desobediencia a la ley? I

Lo que sigue es la primera parte del trabajo social de la Federación Francesa de Le Droit Humain del año 2010 en respuesta a la pregunta:¿Bajo qué condiciones se podrían desobedecer las leyes? y que a nuestro entender podría responder a algunas cuestiones que se debaten ahora mismo en España

Se trata de una pregunta de filosofía política más que una cuestión social propiamente dicha, aunque en todo caso sea algo relacionado con los fundamentos jurídicos de la sociedad.

Es una cuestión  que aparece en un momento en el que se asiste en Francia a una inflación legislativa, claramente identificada t en ocasiones denunciada.

Nos enfrentamos a un fenómeno que podría justificar que nos preguntemos qué es, en la actualidad, la ley y sobre todo aquello sobre lo que se basa el recurso del gobierno a la ley. En cualquier caso la oportunidad de desarrollar esta cuestión puede ser observada desde una perspectiva más profunda , menos coyuntural: ¿qué es lo que las instituciones democráticas en un país sostienen la autoridad de la ley, y como la ciudadanía debe resolver sus relaciones con la ella?

La pregunta puede a primera vista ser calificada como subversiva en la medida en que su título  puede ser visto como una invitación, bajo determinadas condiciones, a desobedecer las leyes aunque, de formas inmediata, reafirmamos el compromiso de los miembros de la Federación francesa de El Derecho Humano de respetar el principio de legalidad.

Esta postura no deviene de una docilidad pasiva sino que se basa en la creencia en las virtudes de la ley votada por la representación del pueblo soberano. Es evidente que este presupuesto de base es el cimiento necesario para el orden y la cohesión social y la principal garantía de libertad. En consecuencia debemos ser conscientes de que ésta cuestión se plantea como una discusión beneficiosa sobre los fundamentos de aquello que podemos considerar  la autoridad legítima.

Estamos ante una pregunta ambiciosa e incluso peligrosa por el simple hecho de su carácter general, por lo que trataremos de responderla  desde un punto de vista filosófico de ética política, reflejando en cada caso las modalidades prácticas de su acción.
La memoria selectiva de la historia da razón de las grandes figuras subversivas respecto a las instituciones de su época o de su país. Desafiar a la autoridad  parece visto, de forma retrospectiva, como uno de los mejores medios para hacer valer los derechos más esenciales. Desde la mítica Antígona, a Gandhi, Rosa Parks, Martin Luther King o los Héroes de la última guerra, los ejemplos son abundantes. Su ejemplo merece nuestra admiración máxime si como parece evidente trabajaron al Progreso de la Humanidad de forma arriesgada.

Pero la cuestión de la desobediencia a las leyes no tiene verdadero interés más que en un contexto en el que el orden establecido y preservado por las instituciones que le sostienen parezca legítimo. La pregunta que nos ha sido propuesta nos concierne en todo momento. Concierne a una nación reputada como democrática, apoyada en instituciones claramente establecidas, que no proceden de la arbitrariedad de una persona o de una minoría sino de un régimen constitucional vivo.

Se pueden, sin embargo, obtener de la historia algunas enseñanzas importantes. La primera es que por la obediencia ciega a un gobierno nacido del Estado de derecho, es posible permitir la llegada de un Estado autocrático. La segunda es que en todas las situaciones contrarias al derecho, la desobediencia necesita en primer lugar del coraje. La propensión natural de los pueblos tiende hacia la obediencia. La obediencia libera de la responsabilidad y en este sentido se torna protectora.  Enfrentarse a un estado  contrario a derecho, supone  abandonar la comodidad del confort que proporciona el inmobilismo y la sumisión fácil, supone asumir en ocasiones riesgos importantes. ¿Podemos desobedecer las leyes? La respuesta precisará, cuando menos, de una cierta dosis de coraje.

La tercera enseñanza que se puede extraer de situaciones ajenas al derecho (segregación, dictadura o régimen autoritario) es que resulta fácil en tales circunstancias legitimar la desobediencia invocando simplemente la necesidad de justicia. Por otra parte, nuestra Constitución, en referencia a la Declaración Universal de los Derechos Humanos y del Ciudadano de 1789, reconoce el derecho inalienable a la resistencia a la opresión.

Así que se necesita valor para lograr una sociedad justa. Todo está dicho, nada es nuevo.
Masonería Mixta Internacional

http://masoneriamixta.es/masoneria-es-licita-la-desobediencia-a-la-ley-i/#

Grandes Mitos de la Antigüedad V: La Reina de Saba y el mítico Salomón.

Grandes Mitos de la Antigüedad V: La Reina de Saba y el mítico Salomón.

Salomón y la Reina de Saba, puertas del baptisterio de Florencia de Lorenzo Ghiberti, siglo XV.
Hacia el año 970 a.C. Salomón sucede a su padre David y se convierte en el tercer y último rey del Israel unificado. Gracias a la Biblia sabemos que fue un poderoso y sabio monarca al que la reina del mítico y prospero reino de Saba quiso conocer. Israel era una un pequeño estado en auge gracias a una consolidada Monarquía hereditaria y a una administración centralizada. En ese siglo X a.C. la decadencia de los imperios Egipcio y Asirio permite el desarrollo y crecimiento de nuevos reinos como el de Saba e Israel, atravesados por importantes rutas comerciales que unían el Mediterráneo oriental con el occidental. Para analizar a los reinos de Saba e Israel nos movemos entre la Historia y el mito, ya que la Biblia no es una obra científica, pero junto a otras fuentes nos da importantes pistas para conocerlos. El encuentro entre la Reina de Saba y Salomón en Jerusalén se relata en tres libros sagrados:

Salomón, de Pedro Berruguete.
La Biblia lo expone de esta manera: “La Reina de Saba había oído la fama de Salomón y vino a probarle por medio de enigmas. Llegó a Jerusalén con gran número de camellos que traían aromas, gran cantidad de oro y piedras preciosas; al llegar Salomón le dijo todo cuanto tenía en su corazón. Salomón resolvió todas sus preguntas. No hubo ninguna proposición oscura que el rey no le pudiese resolver. Cuando la Reina de Saba vio toda la sabiduría de Salomón y la casa que había edificado, los manjares de su mesa, las habitaciones de sus sirvientes, el porte de sus ministros y sus vestidos, sus coperos y los holocaustos que ofrecía en la Casa de Yavhé, se quedó sin aliento, y dijo al rey: `¡Verdad es cuanto oí decir en mi tierra de tus palabras y tu sabiduría! No daba yo crédito a lo que se decía hasta que he venido y lo he visto con mis propios ojos, y hallo que no dijeron ni la mitad. Tu sabiduría y tu prosperidad superan todo lo que oí decir (...) Luego regaló al monarca ciento veinte talentos de oro, aromas en grandísima cantidad y piedras preciosas. Nunca más llegó tal abundancia de aromas como la que la reina de Saba regaló al rey Salomón (...) Ella se volvió después y marchó a su país acompañada de sus servidores" (I Reyes 10, 1-8).

Salomón y la Reina de Saba en un fresco de El Escorial.
En el Corán se relata de esta forma: "... No tardó (la abubilla) en regresar y dijo: 'Sé algo que tú no sabes, y te traigo de los saba una noticia segura. He encontrado que reina (Makeda) sobre ellos una mujer, a quien se ha dado de todo y que posee un trono augusto. He encontrado que ella y su pueblo se postran ante el sol, no ante Dios...” (Sura 27). Y en laKebra Negest, la llamada Biblia etíope o crónica de los reyes de Etiopía escrita en el siglo XIV d.C., se nos cuenta como un mercader llamado Tamrin regresa al reino de Saba hablando de la sabiduría del gran Salomón. Por lo que la reina de Saba decide marchar a conocerle, se cuenta que la reina le pide a Salomón que no duerma con ella, pero Salomón le ruega que a cambio no podía coger nada de su casa, y la reina sedienta bebe agua. Por lo que Salomón y Reina de Saba yacen juntos, tras ello la reina regresa a Etiopía, donde dará a luz a un niño, el legendario Menelik I.

La Reina de Saba en su viaje a caballo hacia Israel, según la Biblia Etíope. 
Es difícil asegurar la veracidad del encuentro, ya que en ninguna de las tres fuentes se nos da una fecha exacta del mismo, lo que está claro es que tras un texto mítico siempre hay un poso de realidad. Que en el siglo X a.C. los reinos de Saba y de la Canaán eran muy prósperos y pudieron realizar intercambios comerciales y políticos. Ambos se vieron favorecidos, al igual que otros reinos de la zona como Fenicia, por el colapso de las dos grandes potencias de la zona Egipto y mesopotamia, y por el impulso de la rutas comerciales y del tráfico de mercancías. Hacia el 965 a.C. uno de los últimos faraones de la dinastía XXI (se dice que pudo ser Siamún) toma la ciudad de Guezer y la entrega como dote a su hija en su boda con Salomón. Es evidente la influencia egipcia sobre el reino de Salomón, en la estructura de corte o en las divisiones administrativas.

Marib (Yemen), capital del antiguo reino de Saba entre los siglo IV y I a.C.
Según la arqueología se aprecia un destacado proceso de urbanización de la zona de Canaán y de Jordania durante ese siglo X a.C., provocado por un desarrollo económico y comercial. Muchos estados vecinos tendrían relaciones comerciales con el reino de Salomón, entre ellos destacaría el reino de Saba o Shabah, que estaría situado a medio camino entre el sur de la Península Arábica, el Yemen, y la zona de Etiopía. La reina, que procedía de la península arábica o del desierto de Jordania, acudió al encuentro del rey de Israel para cerrar algún tipo de acuerdo comercial.

Santa María de Sión en Axum.
Poco sabemos de la reina de Saba, y no hay nada que nos pueda confirmar las relaciones amorosas entre la reina y Salomón. Una de las pocas menciones históricas que tenemos es la del historiador judío Flavio Josefo en sus Antigüedades Judías, que se refiere a la Reina de Saba como “la mujer que en aquel entonces reinaba en Egipto y Etiopía”. Lo que confirmaría que la reina era de Etiopía, pero no su leyenda de hermosura y magia. Ya que según el Kebra Negest, Meneleki I, hijo de la reina de Saba y Salomón, ordenó llevar la célebre y misteriosa Arca de Alianza del templo de Salomón al reino etíope. Supuestamente, quedó custodiada en la famosa Iglesia de Santa Maria de Sión en Axum (Etiopía), un absoluto mito.

El Muro de las Lamentaciones, único resto de los templos de Jerusalén.
Lo que si sabemos es que hacia el año 960 a.C. Salomón termina su famoso templo en Jerusalén, del que no conservamos nada, fue totalmente destruido por Nabuconodosor II, rey de Babilonia en el 587 a.C.. Sólo tenemos las descripciones de la Biblia y los ejemplos de otros templos cananeos encontrados por la arqueología. Siguiendo ese modelo de los templos cananeos, el templo de Salomón sería de planta rectangular, con pórtico, una gran sala interior, y un santuario donde se custodiaría la mítica Arca de la Alianza. El templo fue reconstruido por los macabeos en el siglo II a.C., y posteriormente, transformado porHerodes, antes de ser destruido por los romanos en el 70 a.C. El célebre muro de las lamentaciones es la única parte que queda de ese último templo.

La Reina de Saba representada por Piero Della Francesca.
Hacia el 951 a.C. Salomón muere, tomando la “salomónica” decisión de dividir el reino entre sus hijos: para Rehoboam el sur o reino de Juda, y para Jeroboam I el norte o Israel. Todo lo demás entra en el campo de la leyenda y el mito, Salomón y la Reina de Saba han sido representados y mitificados en todas las épocas. Pero lo único que podemos decir con veracidad histórica es que hacia el siglo X a.C. el reino de Canaán y el reino de Saba gozaban de una gran prosperidad económica y comercial que pudo hacer que sus supuestos soberanos se conociesen, posiblemente por cerrar algún tipo de contrato comercial. Mientras la arqueología no confirme nada nuevo, el encuentro de la Reina de Saba y Salomón seguirá formado parte del mito y no de la historia.

jueves, 29 de mayo de 2014

ANTECEDENTES CABALÍSTICOS DE LA MASONERÍA

ANTECEDENTES CABALÍSTICOS DE LA MASONERÍA

Vicente Alcoseri.


Lo que sí se puede afirmar igualmente y sin el menor temor a errar, es que los dogmas filosóficos y rituales de la Cábala, se fueron transmitiendo hasta nuestros días a través de la masonería, la que los mantiene igual que hace siglos. Ha de hacerse notar que la masonería, tal como la conocemos actualmente, afloró en el año 1717 en Inglaterra, mas, es muy anterior, puesto que nació de una secta secreta fundada por nueve judíos en el año 43 después de Cristo, bautizada con el nombre de La Fuerza Misteriosa, con dos propósitos principales: El primero, combatir a los nazarenos decreciente expansión, y contrariar sus predicaciones. Y el segundo, conservar la influencia política israelita. 

En medio del confusionismo existente, o que pretende crearse, sobre el origen de la masonería, creemos que es decisivo lo que al respecto dio a conocer el judío brasileño de procedencia rusa, Jorge Samuel Laurant, bajo el título: La Disipación de las Tinieblas o el Origen de la Masonería. Este Laurant, descendiente de uno de los nueve judíos fundadores de la secta, fue el último heredero y depositario de esta historia familiar, la cual vino recogiéndose por sus antepasados con anotaciones sobre uno de los mismos documentos originales de la fundación, y fue publicada por primera vez a finales del siglo XIX, en francés, después vertida al árabe y turco, por el libanés ortodoxo Awad Khoury, con la mediación del entonces presidente de la República de Brasil, Doctor Prudente José de Moraes Barros (1841-1902), de quien Khoury era el «Encargado de Negocios privados de S.E. Presidente da República dos Estados Unidos do Brazil»; y más recientemente traducida al español por Ivan Zodca, en La Argentina en 1962 [iii]. Los nombres de los otros herederos o depositarios de aquel pacto secreto, de los ochos restantes fundadores, todavía se desconocen.

El bisabuelo de dicho Laurant, que ya se había convertido al cristianismo protestante por influencia de su esposa, y decidido a desvelar este misterio, fue asesinado, sin que posteriormente pudiese descubrirse jamás al autor o autores. Resulta curioso leer en tal libro, lo que dejó escrito un judío que llegó a alcanzar la más alta graduación masónica: «Sin embargo, el esclavo conoce a su amo, pero nosotros, en cambio, no conocemos a quien nos ordena, y le obedecemos ciegamente». Monseñor León Meurin, jesuita, arzobispo de Port Louis en Madagascar, afirma en su obra Filosofía de la Masonería: «La doctrina cabalística no es en el fondo más que el paganismo en forma rabínica; y la doctrina masónica, esencialmente cabalística, no es otra cosa que el antiguo paganismo reavivado, oculto bajo una capa rabínica y puesto al servicio de la nación judía». Más adelante, también emite este juicio: «La doctrina del Talmud es para el judío la teología moral, como la Cábala es la teología dogmática». Y en otro lugar aún vuelve con la siguiente observación: «Examinemos las doctrinas y la alta dirección de la Orden, y en todas partes encontraremos a los judíos. Los emblemas y enseñanzas de las logias muestran, sin lugar a dudas, que la Cábala es la doctrina, el alma, la base y la fuerza oculta de la masonería» [iv].Nicolás Serra y Caussa, escribe también a este respecto en su obra El Judaísmo y la Masonería: «El inventor, fundador o introductor del sistema masónico, si no fue judío por la circuncisión, tan judío era de corazón como los mejores circuncidados; pues la masonería respira judaísmo por los cuatro costados». Luego cita Nicolás Serra la opinión de un judío, de José Lehmann, después sacerdote católico, recogiéndole estas palabras sobre el particular: «El origen de la francmasonería debe atribuirse al judaísmo; no ciertamente al judaísmo en pleno, pero, por lo menos a un judaísmo pervertido». El historiador judío francés Bernard Lazare, escribió a finales del S.XIX: «Es evidente que sólo hubo judíos, y judíos cabalistas, en la cuna de la masonería».

Por su parte, el rabino Isaac Wise escribió en 1855: «La masonería es una institución judía, cuya historia, grados, cargos, señales yexplicaciones, son de carácter judío desde el principio hasta el fin».El filósofo alemán Fischer anotó en 1848 esta otra observación: «La gran mayoría de la orden masónica no admite al cristianismo, sino que lo combate a punta de cuchillo; y la prueba de ello la tenemos en la admisión de todos los judíos en las logias».

Otra perspectiva digna de tenerse en cuenta sobre la influencia judía en la masonería, es la que hace el ex masón M. J. Doinel, quien después de haber militado en el Gran Oriente de Francia, y ya convertido al cristianismo, sienta lo siguiente: «Los masones se lamentan de la dominación que los judíos ejercen en las logias, en los Grandes Orientes, en todos los 'puntos del triángulo', en todas las naciones, en toda la extensión de la tierra. Su tiranía se impone en el terreno político y financiero. Desde la Revolución Francesa han invadido las logias y actualmente la invasión es total. Así como la masonería es un Estado dentro del Estado, así los judíos forman una masonería dentro de la masonería.

El espíritu judío reina en los' talleres' con la metafísica de Lucifer, y guía la acción masónica, totalmente dirigida contra la Iglesia Católica, contra su jefe visible, el Papa, y contra su jefe invisible, Jesucristo; repitiendo el grito deicida: ¡Crucifícalo! La Sinagoga en el pensamiento de Satanás tiene una parte preponderante, inmensa. Satanás cuenta con los judíos para gobernar la masonería, como cuenta con la masonería para destruir a la Iglesia». Pero la mejor caricatura de estos ilusos y siervos soñadores, quizás la haya trazado el judío húngaro Teodoro Herzl, famoso por ser el padre de la moderna doctrina sionista, escritor y periodista, quien convocó y presidió el primer congreso sionista celebrado en Basilea en cuya ocasión afirmó: «Las logias masónicas establecidas en todo el mundo se prestarán a ayudarnos en lograr nuestra independencia. Es que aquellos cerdos, de los masones no judíos, no comprenderán jamás el objeto final de la masonería».

Otro importante personaje de la cabalística esotérica hebrea, ni financiero ni hombre público, el judío francés Saint-Yves d'Alveydre (1849-1909), el teórico y maestro, formulador de la llamada doctrina de la Sinarquía, antecedente inmediato de la sionista, y por consiguiente de las líneas maestras del futuro Gobierno Mundial, no oculta su criterio sobre aquellos ilusos, escribiendo en uno de sus libros (Misión de los Judíos, en 1884): «Si se dejara en manos de masones y papanatas el plan arquitectural y su ejecución, jamás se levantaría el monumento » [v].


Pudiéramos aportar otros muchos criterios autorizados, pero sobre este extremo, no vamos a insistir más puesto que no es nuestro propósito hacer aquí un examen de la masonería ni mucho menos de los crímenes de la masonería. Baste ahora hacer la observación, para concluir, de no difícil comprobación, de que ni la masonería en su conjunto, ni un solo masón siquiera ocasionalmente, al menos durante su militancia, haya hecho o dicho lo más mínimo que pudiese dañar o simplemente molestar a los judíos o a su política imperialista. Por el contrario, santifican cualquier atrocidad judía, como los brutales y sucios asesinatos de palestinos que se suceden mes tras mes, actitud que incluso encuentra eco en la misma ONU, con su visible tolerancia, no pasando de las fórmulas de consuelo y condena, cuando de crímenes y ocupaciones de territorios ajenos, por los judíos se trata.

Se le achaca a la ONU el ser una institución de inspiración judía, pero al menos, por lo que se ve, es la caja de resonancia del imperialismo sionista, normalmente a través del norteamericano, o mejor, del angloamericano, que se limita a pedir «mayor moderación» ante los excesos sionistas, o veta propuestas que ponen claramente de manifiesto que, en tal Organización, la igualdad, democracia y justicia, no tienen el mismo significado para todas las naciones integrantes, como tampoco para los judíos o medio judíos, unidos por los mismos lazos y sentimientos sionistas[vi]. También hay que decir que, la masonería siempre fue tanto de la mano del capitalismo como de su secretismo. Y aun del comunismo, salvo en aquellos países en donde éste queda impuesto, porque entonces la masonería comienza a ser cercenada. ¡Consumada la traición ya no es menester el traidor! Véase si no el ejemplo de Rusia durante los últimos 70 años, en donde la masonería ha estado totalmente prohibida. Por otra parte, en relación con las guerras y su explotación, veámoslo que opina Henry Ford, el famoso industrial norteamericano inventor del automóvil que lleva su nombre, y escritor, comentando en uno de sus artículos periodísticos publicado en el Daily Mail, de21-9-1923 (luego recogidos en su libro El Judío Internacional):

«No necesitamos la Liga de Naciones para poner fin a la guerra. Poned bajo control a los cincuenta financieros judíos más ricos, que promueven guerras para su único provecho, y las guerras cesarán» [vii].

Por último, hagamos notar sobre este punto que, en el acta de la sesión del 'convento' (asamblea), del Gran Oriente Francés celebrado en 1929, se hizo constar esta advertencia:

«Nuestra Orden no puede conservar su fuerza y valor más que manteniendo su carácter secreto. El día en que perdamos nuestro carácter específico en lo referente a nuestra discreción y secreto, nuestra acción en el país habrá finalizado».

Y, para finalizar, digamos que el 20 de febrero de 1959, la Asamblea Plenaria de Cardenales, Arzobispos y Obispos de Argentina, publicaba una declaración colectiva recordando la condena formal de la masonería por los Papas, desde Clemente XII a Pío X, y subrayando que la francmasonería y el comunismo persiguen el mismo objetivo, diciendo:

«Para llegar a sus fines, la Franc Masonería se sirve de la alta finanza, dela alta política y de la prensa mundial; el marxismo, por su parte, se sirve de la revolución social y económica contra la patria, la familia, la propiedad, la moral y la religión».



El solsticio en la Historia y en la Masonería

El solsticio en la Historia y en la Masonería


El Sol en la Historia

El Solsticio en el Hemisferio Norte es una conmemoración milenaria celebrada por todas las culturas ancestrales de la historia... Documentado en Yáñez Vega (2002), Gadea Saguier (2007) y Goldstein (2007) podemos sintetizar de ellos algunos esbozos históricos:

Griegos, Romanos o Celtas celebraban la noche de san Juan con verbenas, música y danzas que incentivaran a las fuerzas de la naturaleza, para influir en el destino próximo inmediato, tener buena suerte, un buen amor, o pedir salud y prosperidad a dichas fuerzas naturales. Para los Griegos ésta fecha estaba destinada al culto del dios Apolo al que tributaban con procesiones de antorchas pidiéndole que no dejase en tinieblas a su pueblo, creían que la magia del Solsticio abría las puertas de lo incógnito y por un breve lapsus el hombre podría gozar de los privilegios de los dioses; de ahí la leyenda Griega de poder traspasar los espejos o visitar mundos paralelos.

íos, católicos y musulmanes unidos por la mágica fiesta del Sol y el fuego. En Alemania la reunión popular alrededor de las hogueras unía a varias generaciones y pueblos distantes. En Francia la hoguera solsticial era prendida por el propio Rey.
En España, durante la dominación Árabe, confraternizaban jud

Similares formas culturales las tenemos en la civilización Hindú cuyo dios del fuego “Indra” es adorado entre fogatas y cánticos espirituales. En estas mismas fechas, ellos engalanan sus hogares, preparando piras purificadoras de las cuales conservarán sus cenizas por todo el año siguiente, además que por las formas que toman  las llamas y con las cenizas que quedan, los Hindú  profetizan el porvenir.  

Este simbolismo y ritos paralelos eran compartidos por pueblos distantes, inconexos, separados del Viejo Mundo por el Océano Atlántico o el  Océano Pacífico. En el caso de los Incas en Perú, dice Yáñez Vega (2002) que los dos festivales primordiales del mundo Incaico eran el Capac-Raymi (o Año Nuevo) que tenía lugar en diciembre y el que se celebraba cada 24 de junio, el Inti-Raymi (o la fiesta del Sol) en la impresionante explanada de Sacsahuamán, muy cerca de Cuzco. Justo en el momento de la salida del astro Sol, el Inca elevaba los brazos y exclamaba mirando hacia el cielo para pedirle al Sol que desapareciera el frío y trajera el calor.Este gran festival se sigue practicando y representando hoy en día para conmemorar la llegada del Solsticio de Invierno. Los habitantes de la zona se engalanan con sus mejores prendas al estilo de sus antepasados Quechuas y recrean el rito Inca muy similar tal y como se realizaba durante el apogeo del Tahuantinsuyo.

Todo el continente Americano conserva éste tipo de Ritual dentro de su folklore. En México los guerreros Aztecas se caracterizaban por su sentido del deber con respecto al vínculo con el Sol y la “renovación de los fuegos”. Los Mayas de la Península de Yucatán y Meso América continúan hoy en día, tal cual sus antepasados de centurias atrás, celebrando con ritos, cánticos, vestimentas y comidas, la magia del Solsticio para sembrar y obtener buenas cosechas. Los indígenas Norteamericanos siguen perpetuando  sus ritos mágico-simbólicos entre hogueras y danzas solares. En los Estados Unidos, hasta el día de hoy, se celebran los Solsticios de Verano en coincidencia con el 24 de Junio día de san Juan Bautista, y el de Invierno el 27 de Diciembre día de san Juan Evangelista.

En Israel, el Solsticio de Verano es llamado “Fiesta de la Flor” y su origen está en la festividad Alemana de “Rosenfest”, Fiesta de la Rosa que se celebra en Tenida Blanca en honor de las damas en símbolo del cariño, el respeto y la admiración que se tiene por la mujer.

Caldeos, Egipcios, Cananeos, Persas, Sirios, Fenicios, Griegos, Romanos, Hindú, y casi todas las culturas desarrolladas e imperios, han celebrado durante el Solsticio Invernal el parto de la “Reina de los Cielos” y la llegada al mundo de su hijo, el joven dios Solar. En la mitología del culto al Sol siempre se destaca la presencia de un joven dios que cada año muere y resucita encarnando la vida cíclica de la naturaleza(Flor Pinto, 2002). El Sol representa el padre y el principio generador masculino. En la Antigüedad civilizada los monarcas de todos los imperios se hicieron adorar como hijos del Sol. En este contexto, la antropomorfización del Sol en un dios joven presenta ejemplos bien conocidos en Horus, Mitra, Adonis, Dionisos, Krisna, Hermes, Buda o el propio Jesús (Rodríguez, 1997; Flor Pinto, 2002). En el antiguo Egipto se creía que Isis, la virgen Reina de los Cielos, quedaba embarazada en el mes de marzo y que daba a luz a su hijo Horus a finales de diciembre. El dios Horus, hijo de Osiris e Isis, era “la sustancia de su padre Osiris”, de quién era una encarnación. Fue concebido milagrosamente por Isis cuando Osiris ya había sido muerto y despedazado por su hermano Seth o Tifón. Era una divinidad casta –sin amores- al igual que Apolo, y su papel entre los humanos estaba relacionado con el Juicio ya que presentaba las almas a su padre. Era el Christos y simbolizaba el Sol. El dios Mitra de la religión Iraní (Persa) anterior a Zaratustra, era muy significativo en el Imperio Romano hasta el siglo IV d.C., y era una divinidad Solar al igual que el dios Mitra Hindú, hijo de Adití la personificación del Sol. Muchos siglos antes de Jesús-Cristo, el dios Mitra de los Persas ya había nacido de virgen el 25 de diciembre, en una gruta, siendo adorado por pastores y magos, obró milagros, fue perseguido, acabó siendo muerto y resucitó al tercer día (Rodríguez, 1997). Como lo hicieron igual los dioses Horus y Osiris de los Egipcios y los dioses Hércules, Baco y Adonis de los Griegos (Flor Pinto, 2002).  Los partos virginales se han repetido constantemente en la historia milenaria de la conjunción “hombre-mito solar”, y anteceden por mucho al de la “virgen Maria” dando a luz a Jesús. Mucho antes la virgen Devaki da a luz en un establo al dios Krisna en medio de pastores. Igualmente se afirma que nacieron de vírgenes Zoroastro, Quetzalcoatl, Apolonio, y otros (Flor Pinto, 2002).

Desde tiempos inmemoriales en las culturas más heterogéneas, la época de Navidad ha representado el advenimiento del Solsticio por excelencia, como hecho cósmico que podría garantizar la supervivencia del hombre pagano y el renacimiento cíclico de la principal divinidad salvadora (Gadea Saguier, 2007). Eso explica que el natalicio de los principales dioses Solares de las culturas agrarias precristianas –como Osiris, Horus, Apolo, Mitra, Dionisio/Baco y otros-, se situara durante el Solsticio de Invierno. Más aún, el natalicio de Jesús, el “salvador cristiano” fue ubicado el 25 de diciembre, fecha en la que hasta finales del siglo IV de esta era se conmemoró el nacimiento del Sol Invencible (Natalis Solis Invicti) en el Imperio Romano. De esta forma entre los años 354 y 360, era del Papa Liberio (352-366), se tomó por fecha inmutable la noche del 24 al 25 de diciembre coincidente con el “nacimiento del sol invencible”, la misma fecha en que todos los pueblos contemporáneos festejaban la llegada del Solsticio de Invierno. Es claro que el verdadero origen de la Natividad católica, sobrepuesta al Natalis Solis Invicti, orientó a los creyentes a que ese día no lo dedicasen al Sol, sino al “creador del Sol”.

Los Elementos Adorados

El vocablo Solsticio viene del latínsolstitium, combinando dos acepciones. Sol = el astro y stitium= estático o detenido. Es decir, la detención del Sol. El diccionario Larousse dice, “tiempo en que se halla el Sol más lejos del Ecuador y en que parece quedarse estacionado algunos días; entre el 21 y el 22 de Junio en Verano y entre el 21 y el 22 de diciembre en Invierno”. El diccionario Webster dice, “uno de los dos puntos en la curva elíptica en la cual su distancia del Ecuador Celestial es la mayor la cual es alcanzada por el Sol cada año alrededor del 22 de Junio y el 22 de Diciembre; el tiempo que el Sol cruza el Solsticio el 22 de Junio comienza el Verano en el Hemisferio Norte y el Invierno en el Hemisferio Sur”. Dice Goldstein (2007) que no se encuentra en la Biblia un versículo referente directamente al fenómeno del Solsticio, pero lo más cercano pudiera interpretarse de “Salmos”, Capítulo 19, versículo 7, donde dice refiriéndose al Sol: “De un extremo de los Cielos es su salida y su curso hasta el término de ellos. Y nada hay que se esconda en su calor”. En el Talmud hay una referencia describiendo la Felicidad en el Tomo “Bendiciones”, página 59: “Quién ve al Sol en su época y a la Luna en su fortaleza…”.

La adoración Solar ha sido la base de toda expresión religiosa arcaica; desde el hombre primitivo se le ha concedido al Sol todo el poder necesario para el sustento, no sólo como insumo vital de la naturaleza, sino como inductor de los aspectos espirituales; por ello desde las  civilizaciones primigenias se ha seguido con especial énfasis todos sus tránsitos angulares, amaneceres y ocasos, tibieza o insolación, apariciones y desapariciones (hoy eclipses)La “luz”, el “fuego” y el “agua” son los protagonistas principales del encuentro Solar en la mecánica celeste anual y, a su conjuro, asisten obedientes las fuerzas de la naturaleza para bendecir a los campos y augurar abundante cosecha.

En todas las culturas primigenias el Fuego es considerado purificador, por ello las danzas alrededor y sobre el fuego no sólo tienen el poder de ahuyentar a los malos espíritus, sino de proporcionar salud y fortaleza; cuantas más hogueras se saltase, más se creía que se estaba a salvo de toda desgracia, incluso el caminar sobre las cenizas acentuaba ésta creencia. Las fiestas populares han perdurado sobre todo en la celebración de verbenas y hogueras, en donde los más audaces, saltan retando a las llamas.

El Agua es el complemento del fuego y si al rito anterior se le acompañaba con un vivificante baño en cualquier río, estanque o en el mismo mar, resultaba mucho más beneficioso; caminar sobre el rocío de la noche de San Juan o beber de siete fuentes era una peregrinación obligada de todo adorador del Sol.

El misterio de los cielos, el acontecer de la luz y la oscuridad, la dualidad del calor y el frío, la magnitud de los espacios cósmicos, han invadido la curiosidad del hombre desde las civilizaciones más antiguas. Sacerdotes, Trovadores y  Poetas les han manifestado cánticos. Filósofos han especulado en su metafísica, y Astrólogos y Astrónomos con su metódica ciencia nos han explicado la fenomenología y sus ciclos repetitivos. Mucho tiempo ha pasado desde que Copérnico en su celda buscaba una señal que respondiera sus sabias preguntas, y poder separar los deseos y voluntades de los dioses, con las matemáticas que le descifraban los acontecimientos estelares. Hoy en día, hasta los niños saben que la tierra gira sobre su eje alrededor del Sol en una rotación de 24 horas y en una traslación de órbita que demora 365 días. Los fenómenos del Universo proceden siguiendo leyes inmutables, ritmos constantes y precisos, en tiempos fijos y plazos concretos, que se repiten desde la eternidad infinita, con la justeza simbólica con que el Ser Supremo maneja la Escuadra, el Compás, la Regla y la Plomada.

Solsticio y Masonería

Según Frau Abrines y Arús Arderiu (1947) en el Diccionario Enciclopédico de la Masonería se lee: “Bajo el doble nombre san Juan Bautista y de san Juan Evangelista, patronos de nuestra augusta Orden, los Francmasones celebran dos grandes fiestas anuales, llamadas indistintamente fiestas de san Juan  o de  la  Orden.  Estas fiestas, que corresponden a los dos Solsticios, se llaman con más propiedad aún fiestas Solsticiales. Se celebran el 24 de junio y 27 de diciembre que dependiendo del hemisferio en que nos encontremos se denominan de Invierno o de Verano”. En fecha más reciente, Frau Abrines (2005) precisa que “Solsticio” es la época en que el Sol entra en los signos de Cáncer y Capricornio llegando a la máxima declinación septentrional y meridional, y es cuando toman su lugar las fiestas Solsticiales que celebra la Masonería en los Solsticios de Verano e Invierno, dedicada la primera al Reconocimiento y la segunda a la Esperanza.    
                     
La institución de estas grandes solemnidades, se remonta a los tiempos de las primitivas iniciaciones, en que los misterios eran practicados con la pompa y esplendor  más extraordinario en las sagradas riberas bañadas por las aguas del Nilo, del Iliso, del Jordán, del Eufrates y el Tíber. Esto ha dado margen a un gran número de historiadores para establecer la antigüedad de la Francmasonería, que traspasando los límites de la que puede atribuirse a cualquiera otra institución, se pierde en  la nebulosa impenetrable de los más antiguos tiempos, haciéndola arrancar del principio del mundo y confundiendo su origen con el de la sociedad. Parece ser que la “filosofía primigenia” que sostiene a la Masonería data de los primeros albores de las sociedades prístinas.

Los Solsticios determinan el paso de las dos grandes fases en que la Naturaleza ofrece los cambios y contrastes más notables y opuestos; fenómenos sorprendentes y siempre admirables  que todas las religiones, culturas y rituales han conmemorado bajo formas y alegorías. Explica Yáñez Vega (2002) que los Equinoccios y los Solsticios fueron llamados en el lenguaje metafórico “la puerta de los cielos y de las estaciones”. De aquí los dos san Juan, nombre derivado de Janua, que significa puerta.

Teniendo la institución Masónica -según los más competentes  del simbolismo como Contreras Seitz (2007) entre otros tantos M:.M:.-,  la alta misión de ilustrar moralmente todas las clases del orden social, nada pudo hacer con más acierto que tomar por patrón y modelo de sus nobles funciones el cuadro físico del curso y los fenómenos solares. Por eso el interior de las Logias nos ofrece las imágenes del sol, de la luna y de la bóveda celeste sembrada de estrellas. Y por supuesto que la luz física viene del Oriente del mundo, las logias Masónicas, en las que se aúnan  los esfuerzos más sublimes y generosos que tienden a enaltecer e ilustrar la inteligencia humana, se viene a convertir en otros tantos focos de luz, o sea en tantos orientes particulares. Así pues, en nuestra Logia, símbolos figurados de la naturaleza, los Solsticios se hallan  representados por las Columnas que figuran al Occidente, a ambos lados de la puerta de entrada. Estas marcan la marcha aparente del sol durante los doce meses del año, simbolizado por los doce trabajos de Hércules, cuyos viajes tienen por límites igualmente dos columnas semejantes.

Dice Yáñez Vega (2002) parafraseando a Kaplan de la R:.L:. La  Fraternidad No. 62 de Tel Aviv: “Nuestra Orden, a diferencia de otras entidades fraternales y benéficas existentes, pretende dejar en cada H:.M:.  una enseñanza moral a través de las alegorías y símbolos que utiliza en su proceso auto educacional. Es así, que el Solsticio que la noche del 27 de diciembre conmemoramos constituye uno más de los símbolos educativos que debemos interpretar lógica y racionalmente para que nos guíe en nuestro mejoramiento personal”.

En el mito básico de la Masonería ortodoxa, no está muy distante la conjunción “hombre-mito solar” (revisado antes en las Sección 1 El Sol en la Historia). Me refiero a la leyenda de Hiram como versión del mito Solar. Según ella, Hiram el arquitecto de Tiro y experto en trazados, cálculos, cimentación y uso de metales fundidos, era el hombre más sabio de su tiempo. Salomón, que representa la sabiduría del Logos lo escoge como “Maestro de Obras” y le delega poderes. Hiram es hijo de una viuda, esto es, una mujer sin marido. La madre de Hiram es viuda como la Naturaleza después de que muere el Sol, como en el caso de la leyenda de Isis y Osiris, y como cuando la Masonería se queda viuda de Hiram hasta cuando recobre los signos verdaderos, resucite Hiram, vuelva la luz, y se inicie la Orden de la Verdad. Como dice Flor Pinto (2002), “He aquí la misión y la razón de los trabajos de los hijos de la viuda. Sólo cuando brille el Sol de la verdad y no sean necesarios ni mitos ni leyendas”. El Solsticio de Invierno está presente en este mito.

Como H:.M:., y en mi caso particular como científico, lejanos estamos de adorar el sol, no como fuerza sobre natural, no como deidad y no como residuo de pasadas religiones. Para nuestra Orden, y en lo personal estoy convencido de ello, el “astro solar” no es más que otro de nuestros numerosos símbolos didácticos. Nace en el Oriente, de la eterna sabiduría y difunde su luz y calor, indispensables para la continuación de la vida. En su continuo y permanente movimiento influye en el ritmo del día y la noche; modula el curso de las estaciones; induce el crecimiento de las plantas y la evolución del mundo animal; condiciona el auge y florecimiento de sociedades humanas; estimula el desarrollo cultural técnico y científico, la vestimenta, la comida, y las costumbres sociales y urbanas. En  fin, la fuerza del astro solar está en todo lo que denominamos cultura.

Como Masones, en el Astro Solar vemos un ejemplo de nuestros deseos de ser fuentes de luz y calor humanitario, de entregarnos a todos por igual en un permanente afán de integridad. Al igual que la marcha solar, existe en nuestro diario trabajo ascensos y descensos y por ello nos educamos con la  Regla de las 24 pulgadas a un preordenado ritmo laboral, con constancia y responsabilidad. En su ejemplo, educamos hacia la tolerancia, aspirando ser expresión de belleza y bondad, y nuestra Orden e inagotable en sabiduría Madre Logia, nos estimula a plantearnos en el ámbito filosófico -permanentes y continuas preguntas en cuyas alegorías y símbolos sepamos encontrar respuestas-, mismas que sólo lograremos con estudio, talento y virtud.

Para entender mejor el vínculo “Solsticio-Masonería”, disfruto el párrafo de Yáñez Vega (2002) cuando dice: “Así como el calor y la luz solar se ofrecen sin condición alguna a todos los hombres, así los Masones entregamos el trabajo sin esperar recompensa mayor. Trabajamos por el placer que hallamos en la labor realizada y en la creación regenerante, sin alarde ni ostentación. Ayudamos al necesitado y calmamos al sufriente, porque en el compartir nos elevamos por sobre nuestra condición humana. Combatimos la injusticia y despertamos la adormecida conciencia de los hombres, porque los elevados valores humanos son los únicos que tienen cabida en nuestros pensamientos y actos”.

El Sol es un símbolo masónico de suma importancia. La  Logia que, entre otros, simboliza también al Universo, con su piso terrenal y su techo celestial. El Venerable Maestro  que ilumina simbólicamente con su Sabiduría todo el Taller, representa al Sol en su nacer. El V:.M:. dirige la  Logia desde su sitial en el Oriente, fuente de la  Luz, al igual que el Sol qué comienza su esplendor desde el Oriente; el Primer Vigilante simboliza al Sol en su ocaso al Occidente y el Segundo Vigilante simboliza al Sol al Mediodía.

Siendo la  Naturaleza el marco de acción del Masón y los fenómenos naturales, fuentes de estudio e inspiración, no podía estar la  Orden ajena al fenómeno natural del recorrido elíptico del Astro Rey destacando la coincidencia de que sus puntos más distantes del Ecuador, coinciden con cambios naturales de las dos opuestas Estaciones, el Invierno y el Verano, símbolos también de la contradicción, la dualidad, representados estos opuestos conceptos de pares eternos, en el piso cuadriculado del Taller. Dice Goldstein (2007), el Solsticio de Invierno nos recuerda nuestra propia Iniciación, la Cámara de Reflexión, la Oscuridad. Para el Sol, justamente la detención en el Solsticio de Invierno es, simbólicamente, su propia Cámara de Reflexión, su Cámara de Oscuridad Invernal que, al igual que todos nosotros, que toda la Humanidad, desde esa oscuridad, al preguntarle: Qué es lo que más deseas?, contesta: Quiero ver la Luz, la Luz!.
 
Conclusión

La masonería, en su intento de entender la realidad profana, comprende y enseña el simbolismo encerrado en este flujo y reflujo del ir y venir del Sol. El Solsticio nos enseña que el Pulido de  la Piedra Bruta, el esfuerzo personal de mejorar nuestra condición humana y crecer intelectualmente, no se produce solamente en un continuo ritmo ascendente; en cierto momento el trabajo cotidiano decae y el ánimo merma. En este momento, las palabras de Yáñez Vega (2002) me parecen enormes al afirmar “…es ahí cuando se halla la fuerza emergente del pensamiento Masónico, el espíritu hecho vigor en la  Cadena Fraternal, que con su fuerza y aliento nos induce a recomenzar  la marcha con renovada vitalidad. Puesto que por encima de nosotros, como permanente ejemplo, se halla la presencia del Sol omnipotente, que irradia calor, fuerza y luz constante, sin discriminación alguna en la entrega de estos valores. De este ejemplo se nutre la  Masonería e induce a sus miembros a seguir una senda de justicia, de amor y de fraternidad, en una armónica conjunción operativa para que las enseñanzas de la  Orden no sean infecundas semillas sin frutos. Unámonos espiritualmente al conjunto de la  Naturaleza y en el simbolismo de esta celebración encontremos renovadas fuerzas para nuestro mejoramiento humano, espiritual e intelectual. Y cada mañana elevemos nuestra mirada al iluminado día sintiendo la felicidad por el hecho de que la vida  continua  en su eterno flujo y especialmente por la existencia de la otra realidad, sensible y espiritual, que los símbolos de  la Masonería permiten descubrir”. 

Al celebrar los solsticios, nuestra Orden nos evoca la estrecha relación que existe entre el ser humano y la naturaleza. El Sol rige el comportamiento del hombre y su entorno y por eso que en esta fiesta Solsticial celebramos el inicio de una nueva etapa de nuestra vida. Con el Solsticio de Invierno la Naturaleza se prepara para renacer, y con el de Verano germina la semilla que el hombre sembró en aquella tierra fértil que durante el Invierno se dedicó a trabajar. Con el Solsticio, en el Masón debe aparecer poco a poco aquella piedra libre de aristas que durante todo el año se dedicó a desbastar...

Termino con un pensamiento personal que me acompaña desde décadas:

“Nada gratifica más al final del camino que haber empleado la vida construyendo verdades”.

Luis Alejandro Yáñez-Arancibia - R:.L:.S:. Pleno Día Nº 3 - Gran Logia Unida Mexicana

http://www.masoneria-liberal.com/2010/06/el-solsticio-en-la-historia-y-en-la.html