Los orígenes de la masonería en Chile (1862-1906)
En la época de la independencia, la mayoría de los líderes patriotas sudamericanos en Europa, liderados por el venezolano Francisco de Miranda, organizaron un sistema de sociedades secretas con características masónicas, llamadas Logias Lautarinas...
Los orígenes de la masonería en Chile se remontan a la época de la independencia, cuando la mayoría de los líderes patriotas sudamericanos en Europa, liderados por el venezolano Francisco de Miranda organizaron un sistema de sociedades secretas con características masónicas, llamadas Logias Lautarinas, con el fin de independizar a América de la Corona Española.
Tras concretarse su objetivo, las logias se disolvieron en la década de 1820. Sin embargo, el interés por la masonería continuó. En 1827 se fundó en Santiago la Logia Filantrópica Chilena, la cual habría tenido cierta influencia en el desarrollo del pensamiento liberal, pero, tras el triunfo conservador en la batalla de Lircay, esta iniciativa se disolvió. El interés renacería en Valparaíso en la década de 1850, cuando extranjeros residentes fundaron la Logia Francesa L' Etoile du Pacifíque y la Logia Americana Bethesda.
Siguiendo este ejemplo, surgieron logias en el puerto integradas por chilenos y sudamericanos: Unión Fraternal y Progreso. Al mismo tiempo, surgió en Concepción la logia Aurora de Chile y en Copiapó la Logia Orden y Libertad.
En 1862 las logias masónicas chilenas decidieron dejar de estar adscritas a grandes logias europeas y organizaron para este efecto la Gran Logia de Chile, como un ente superior y centralizador. Con sede en Valparaíso, su primer Serenísimo Gran Maestro fue el radical y superintendente de bomberos Juan de Dios Arlegui. En un comienzo fue difícil para las logias extranjeras del puerto aceptar la nueva institución masónica chilena, sin embargo, la redacción ese mismo año de una Constitución de la Orden Masónica Chilena, consolidó su existencia.
Tras su nacimiento en el puerto, la masonería comenzó a crecer, al aparecer nuevas logias masónicas en Santiago y ciudades de provincia. En la capital surgió en 1864 la Logia Justicia y Libertad, en 1870 la Logia Deber y Constancia, en 1872 la logia Verdad y en 1876 la logia Tolerancia. En provincias surgió en Valparaíso la logia Aurora, en 1869 y en La Serena la logia Luz y Esperanza en 1874. De esta manera, a fines del siglo XIX, la masonería había logrado constituirse a nivel nacional al existir más de 30 logias masónicas repartidas a lo largo y ancho del país, dependientes de la Gran Logia de Chile.
Constituidas según las normas de sociabilidad de la masonería europea - juramento de iniciación, normas simbólicas, reglamentos de funcionamiento y declaraciones de principios- los masones correspondieron a miembros de las emergentes clases medias altas, de espíritu laico y emprendedor, que adscribían a los ideales políticos del liberalismo radical y el socialismo, encontrándose entre ellos ingenieros, médicos, abogados, profesores, medianos empresarios, comerciantes, altos funcionarios públicos, políticos y miembros de las Fuerzas Armadas.
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