Estudios místicos (16 de 31) – Tratamientos curativos místicos

El progreso de la medicina no llegará con la construcción de hospitales mejores y más grandes…la conquista de la salud natural requiere que profundicemos considerablemente en el conocimiento del cuerpo y el alma”

Dr. Alexis Carrel[1] (1873-1944)

Ahora que ya conocemos que la enfermedad posee su origen en un desequilibrio energético de la Fuerza Vital, que hemos hablado de la importancia de la respiración y de la energía presente en nuestro sistema nervioso autónomo, estamos en condiciones de abordar la terapia curativa rosacruz. Evidentemente, no vamos a desarrollar por completo este tema aquí y ahora porque es necesario todo un curso formativo para poder aplicarlo con garantías; ahora solo nos interesa que entienda la base de su funcionamiento.

El fin de la terapia mística no es otro que armonizar, equilibrar las dos energías de la Fuerza Vital. En virtud de la enfermedad a tratar será la energía positiva o la negativa la que nos falte y será necesario aportar al organismo una u otra de estas energías. La manera de hacerlo es a través del sistema nervioso neuro-vegetativo.

A lo largo de la columna vertebral existen dos cadenas de ganglios, una a la derecha y otra a la izquierda. Estos ganglios se conectan a uno o varios plexos[2], órganos o partes del cuerpo. La terapia mística rosacruz, por centrarnos en una, consiste en aplicar los dedos pulgar, índice y corazón de la mano (derecha o izquierda en virtud de la energía a aplicar) sobre el ganglio adecuado. Si falta energía positiva aplicaremos la mano derecha sobre los ganglios de la cadena de la izquierda de la columna; si falta energía negativa aplicaremos la mano izquierda sobre los ganglios de la cadena de la derecha de la columna. Para potenciar el tratamiento y no quedarnos nosotros sin energía al aplicarla al paciente es vital respirar correctamente. Si el tratamiento es positivo deberemos hacer respiraciones profundas positivas[3] y si es negativo respiraciones profundas negativas[4].

Existen veintidós (22) ganglios en cada cadena. Cada uno de ellos unido por medio de su red nerviosa a un determinado plexo u órgano. Es necesario aplicar el tratamiento correcto, positivo o negativo, sobre el ganglio correcto de la cadena correcta. Esto implica un conocimiento profundo de los tratamientos aplicables a cada enfermedad y de la anatomía ganglionar del ser humano. La terapia mística no es un juego. Si bien nada malo va a suceder si no usamos el ganglio correcto de la cadena[5] ya que todos están conectados a la red nerviosa y el efecto, aunque debilitado por la distancia y en menor grado, se produciría; si nos equivocamos en el tipo de energía a aplicar si es preocupante ya que aumentaríamos el desequilibrio de energías en vez de compensarlo y armonizar el cuerpo.

Como puede deducir es vital conocer el tipo de energía a aplicar, no tanto el ganglio exacto dada su interconexión. Por todo ello, el ganglio más utilizado es el primer ganglio torácico que se encuentra en la base del cuello, a un centímetro aproximadamente de la espina dorsal. La razón de ello es la facilidad de su localización, que se une al plexo solar (uno del os más importantes) y que permite proporcionar el tratamiento en cualquier lugar a cualquier persona ya que no es preciso quitarse la ropa para poder acceder a dicho lugar. Evidentemente, si la enfermedad a tratar precisase de otro ganglio para su tratamiento, el aplicado sobre el primer torácico producirá efectos más suaves y sería necesario prolongar el tiempo del tratamiento y/o repetir el tratamiento para alcanzar el fin deseado. Por todo ello, si la situación y el pudor no lo impiden, siempre debe emplearse el ganglio adecuado a cada enfermedad.

Por otro lado, la terapia también permite la autocuración y para ello siempre es mejor usar el primer torácico por razones más que claras: trate usted de acceder a los otros ganglios y verá que o no puede o es bien incómodo.

Con todo lo dicho hasta ahora de la terapia mística puede darse cuenta que es algo serio y podría compararse con una mezcla de acupuntura[6] y reiki[7] aplicada con los dedos de la mano. Observe en la imagen de los meridianos de acupuntura las dos cadenas a ambos lados de la columna, la acupuntura usa agujas, nosotros los dedos, pero los ganglios son los mismos. El fin de la terapia es armonizar energía por lo que precisa trabajar en conjunto con la medicina oficial para eliminar los patógenos. Como ya sabe de cuando hablamos del origen de las enfermedades, ambas terapias han de ser inclusivas y no exclusivas.

Ahora que sabemos más o menos como funciona surge la pregunta ¿cómo sabemos si hay que aplicar un tratamiento positivo o uno negativo? Bien, sería necesario un libro para explicarlo todo pero la norma general es la siguiente.

Las enfermedades pueden cursar con fiebre o sin fiebre. En el primer caso siempre va unida a una infección; es decir, un ataque de bacterias o virus. Las bacterias pueden ser atacadas por medio de antibióticos pero nada existe que pueda eliminar los virus salvo nuestras propias defensas. La medicina actual no posee armas contra los virus y es nuestro propio organismo el que logra la curación. Es cierto que las vacunas evitan enfermedades víricas pero después de pasar la enfermedad, una vacuna no es más que un coctel de virus debilitados que se inyectan en el organismo, al estar debilitados, nuestras defensas los destruyen más fácilmente y aprenden a combatirlo de modo que cuando entran los de verdad, los fuertes, ya saben lo que tienen que hacer. Es decir, lo que ha hecho la ciencia es provocarnos una enfermedad más suave, pero enfermedad a fin de cuentas, para entrenar al organismo. Suena un poco fuerte, es cierto, pero básicamente es lo correcto.

Por lo tanto, ante una enfermedad vírica como puede ser la gripe, la ciencia moderna se limita a darnos paliativos para llevar mejor el proceso: antitusivos, analgésicos y medicamentos para bajar la fiebre; pero nada de lo que nos da sirve para eliminar o matar al virus de la gripe, es el cuerpo quien lo hace. Si útil es la terapia mística como apoyo a la medicina científica en el caso de las bacterias mucho más en el caso de los virus ya que realmente, la científica nada hace para curarnos. La utilidad de la terapia mística no depende de si el patógeno es bacteria o virus ya que actúa sobre desequilibrios energéticos del cuerpo y no sobre el patógeno. Recuerde que lo que hace es equilibrar la Fuerza Vital para evitar que los patógenos puedan entrar al cuerpo. Sea una bacteria o un virus siempre es posible armonizar las energías.

Asi pues, en la terapia mística es poco importante si la enfermedad ha sido causada por bacterias o por virus. Lo importante es si produce fiebre o no. Por norma general si el proceso patológico es febril se aplica una terapia negativa ya que indica un déficit de energía negativa y si el proceso no es febril se aplica una terapia positiva. En algunos casos, por eso he dicho que es la normal general, se aplica tratamientos dobles, es decir terapia positiva y negativa a la vez, en dicho caso es necesario saber cuál aplicar primero y durante cuánto tiempo además del tiempo de espera entre una y otra.

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No crea el lector que puede aplicar ya terapias curativas con lo que ha leído. He explicado la base de su funcionamiento; apenas hemos esbozado un mínimo esquema, unas normas generales muy sutiles. Queda mucho por saber cómo, por ejemplo, la duración de cada aplicación sobre el ganglio, el ganglio correcto según cada enfermedad a tratar, si es necesario o no repetir el tratamiento, la duración del intervalo entre varias aplicaciones, etc. Como ya dije, la terapia mística no es un juego, se basa en conocimientos transmitidos desde siglos por los maestros y precisa de un estudio serio y no precisamente corto y sencillo. No juguemos a ser médicos por haber leído cuatro cosas o acabaremos por convertirnos en charlatanes, que por desgracia es lo que más existe.

Es difícil encontrar un verdadero terapeuta místico si cumple su juramento, aquí le dejo el juramento de los terapeutas rosacruces. No porque sea el que deseo que conozcan sino porque es el que tengo a mano en la red (Imagen Juramento Rosacruz). Si alguien se le acerca y afirma que lo es compruebe si cumple con el juramento y tendrá una buena base para saber si es o no un charlatán.

Juramento del Terapeuta rosacruz

Ante el símbolo de rosacruz y en presencia de los Maestros de la Jerarquía Invisible, presto el siguiente juramento y prometo, sin la menor reserva mental, respetar escrupulosamente cada uno de sus puntos.

En el nombre de lo que es más sagrado, me comprometo:

A no aplicar jamás los tratamientos rosacruces a personas desconocidas.
A actuar siempre como canal de las fuerzas curativas del Cósmico.
A no dar jamás la impresión de que soy un sanador comisionado de la AMORC
A utilizar siempre los tratamientos rosacruces sin descernimiento, circunspección y discreción.
A no presentar jamás la terapia rosacruz como si fuera un sustituto de la medicina oficial.
A considerar siempre las curaciones obtenidas con humildad y reconocimiento.
A no pensar jamás que puedo curar todas las enfermedades que puede padecer el hombre.
A dar a conocer que la terapia rosacruz está basada en conocimientos místicos y científicos de las leyes naturales que obran tanto en el hombre como en su entorno.
A no extraer jamás ningún provecho material de los tratamientos rosacruces dados.
A dar siempre gracias al Dios de mi corazón y de mi compresión por cada curación obtenida.
A no hacer suponer jamás que la terapia rosacruz está basada en principios mágicos y ocultos.
A actuar siempre de manera que los que reciban mis cuidados puedan percibir, a través de mi comportamiento, los nobles ideales perpetuados por la Antigua y Mística Orden de la Rosa Cruz

Prometo hacer todo lo posible para que mis pensamientos, mis palabras y mis actos estén de acuerdo con cada uno de estos puntos, sabiendo que ésta es una condición básica para poder beneficiarse del Egregor de nuestra Orden cuando las circunstancia exijan que utilice la terapia rosacruz para el bien de los demás.

A poco que lea los puntos existe uno que es clave, el número 9, el de no obtener provecho material alguno por la terapia; en romano paladino, el terapeuta rosacruz auténtico no puede cobrarle por el tratamiento ya que se considera un intermediario del Cósmico, no hace más que servir de nexo de unión, no posee mérito alguno ya que es su obligación hacerlo. Utópico, es posible, pero algunos existen.

En las siguientes entregas de esta serie de estudios místicos vamos a tocar el aura, el tercer ojo y los sonidos vocálicos (mantras). Quizás son temas muy conocidos por todos, hasta los profanos han oído hablar de ello, sin embargo, si no lo he tocado antes es porque con lo explicado hasta aquí estaremos en condiciones de comprender mucho mejor que son y porque existen o funcionan. Como siempre se dice: para poder correr primero hay que aprender a caminar. Así que le dejo con el anuncio de que en la próxima entrega hablaremos del aura humana

Próxima entrega: Estudios místicos (17 de 31) – El aura

Notas

[1] Alexis Carrel (Sainte-Foy-lés-Lyon, Francia, 28 de junio de 1873 – París, 5 de noviembre de 1944). Biólogo, médico, investigador científico y escritor francés. Por sus contribuciones a las ciencias médicas fue galardonado con el premio Nobel de Fisiología o Medicina en 1912

[2] En anatomía, plexo es la red formada por varios ramos o filetes nerviosos o vasculares entrelazados pertenecientes unos a los nervios cerebrorraquídeos y otros al gran simpático. Todos los plexos presentan entrelazamientos complejos de mallas más o menos flojas que forman variadas y numerosas anastomosis y de los cuales emanan otros ramos que van a los órganos o a otros plexos. En el organismo existen los siguientes plexos:

Los plexos cervical, braquial y lumbar se refieren a los nervios cerebrorraquídeos.
El plexo solar es una gran red debida al gran simpático, formada por la reunión de ganglios y ramos dispuestos en forma de rayos pertenecientes especialmente a los dos grandes nervios esplánicos.
Plexo mientérico: se localiza entre las dos capas musculares longitudinal y circular. Su función es la de la motilidad digestiva, hacer avanzar el bolo alimenticio a lo largo del aparato y la de mezclar el producto ingerido con el jugo gástrico.
Plexo submucoso: entre la pared muscular externa y la submucosa. A nivel estomacal, realiza funciones de control sobre las secreciones a este nivel.

[3] Respiración positiva: Tome aire, aguante todo lo que pueda sin sentir molestias, exhale y tome aire sin esperar.

[4] Respiración negativa: Exhale el aire y aguante todo lo que pueda sin sentir molestias, tome aire y suéltelo sin espera.

[5] Si sucede si nos equivocamos de cadena ya que aplicaríamos la energía equivocada.

[6] La acupuntura (del lat. acus: aguja, y pungere: punción) es una técnica que forma parte de la medicina tradicional china. Consiste en la inserción y la manipulación de agujas en el cuerpo con el objetivo de restaurar la salud y el bienestar en el paciente. Forma parte de las llamadas medicinas alternativas, las cuales se caracterizan por su limitada evidencia clínica en estudios científicos. El 16 de noviembre de 2010, la Unesco declaró la acupuntura y la moxibustión chinas como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.

Aunque la Organización Mundial de la Salud aprueba su uso para tratar ciertas dolencias muchos científicos han calificado este aval como excesivamente crédulo y critican la falta de objeciones a los trabajos usados para apoyar este aval.

[7] Según sus practicantes, el reiki es un sistema de armonización natural que utiliza la no demostrada “energía vital universal”, para tratar enfermedades y desequilibrios físicos, mentales y emocionales.

http://iluminando.org/2015/04/19/estudios-misticos-16-de-31-tratamientos-curativos-misticos/