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jueves, 11 de mayo de 2017

Enheduanna, la primera escritora.

Enheduanna, la primera escritora.
MARIA ALBA

Enheduanna o Enkheduanna fue una «poeta y escritora» acadia, considerada la autora más antigua conocida y una de las primeras mujeres en la historia cuyo nombre si tiene identificación.

Enheduanna es bien conocida por fuentes arqueológicas y textuales. Su existencia como personaje histórico se encuentra bien establecida. Está el disco de alabastro con su nombre y su imagen, obtenido en la excavación de Gipar en Ur, que era la residencia principal de la Sacerdotisa (Museo University de Filadelfia)

Enheduanna o Enkheduanna vivió entre el 2285 a.n.e y el 2250 a.n.e. Hija del rey Sargon de Acadia, de Akkad, fundador del primer gran imperio histórico, quien unificó las distintas ciudades-estado sumerias bajo su mando, nombro a su hija suma sacerdotisa, en Ur. Inanna forma parte desde una edad temprana, del juego político de su padre, y asume una posición estratégica en el espacio religioso, como gran sacerdotisa, vinculada a Nanna (el dios de la luna) y a Inanna (la diosa del cielo y de la fecundidad).

La princesa, poetisa y sacerdotisa vivió en un templo cercano a lo que hoy es el Golfo Pérsico. Recientes excavaciones demuestran que se trataba de una comunidad dedicada a actividades como la panadería, carnicería y elaboración de cerveza. Enheduanna tenía encomendada, entre otras, la tarea de dirigir la actividad agrícola en el templo y la pesca local.

Sumeria y Babilonia fueron las primeras ciudades en establecer astronomía y matemáticas. Estas disciplinas fueron creadas y controladas por los sacerdotes y sacerdotizas de las ciudades. Por esto, Enhendu era la principal regente de la astronomía y matemáticas.

Enheduanna, junto a otros sacerdotes, creó varios observatorios dentro de templos religiosos, para poder ver las estrellas y la luna. Se hicieron mapas de los movimientos de cuerpos celestes. Enhenduanna también ayudó a crear uno de los primeros calendarios religiosos, que hasta hoy día son usados por algunas religiones para la celebración de Pascuas cristianas y hebreas, y otros eventos religiosos.

Su obra mas famosa es la Exaltación de Inanna o ‘Nin-Me-Sar-Ra’ que es una devoción personal a la diosa Inanna. Los himnos muestran una relación personal con la divinidad, siendo la manifestación verbal más temprana de una conciencia individual acerca de la vida interior. Fue escrito como una petición a la diosa, al haber sido Enheduanna desplazada de su cargo de suma sacerdotisa por la rebelión rey sumerio Lugal–Ane.

“Señora de gran corazón
Reina ávida de batalla,
Dicha de los Annuna
Hija mayor de la Luna
En todas las tierras soberana
Torre entre grandes gobernantes
Reina de obras excepcionales

Ella reúne los me
Del cielo y de la tierra
Rebasa al gran An”
(De Shong Meador, 2009).

Cuando escribe el Himno a Inanna no sólo ejerce de poetisa, cuando compone este poema para ser cantado en el ritual correspondiente, es consciente del efecto de la repetición de palabras, determinados sonidos, probablemente asociados a notas musicales. Estos himnos, palabras sagradas, cantadas o recitadas como mantrams servirían para elevar el espíritu hasta ponerla en contacto con los dioses. Por esto es también considerada como la primera música.

Enheduanna compuso numerosos poemas o cantos de temática religiosa, algunos en forma de himnos, otros directamente dirigidos a Inanna. De los himnos se conservan 42 que exaltan diversos templos en ciudades de Sumeria y Acadia como Eridu, Sipar y Esnunna, y que se han recuperado de 37 tabletas procedentes de Ur y Nippur, lo que demuestra que se usaron durante siglos en las devociones. Constituyen uno de los primeros intentos conocidos de sistematizar una teología; explícitamente Enheduanna escribe que ‘algo se ha creado que nadie creó antes’.

Los sucesos de esa época convulsa, inevitablemente, influyeron en su obra y a través de sus escritos podemos vislumbrar su personalidad fuerte, decidida, capaz de encarnar los distintos aspectos de Inanna como Diosa Madre y Dadora de Vida, benévola, pero también terrible como Diosa Guerrera, capaz de enfrentarse al caos y restablecer el orden.

En la confrontación con Lugalzzagesi – que tras apoderarse de gran parte del país, se proclamó “señor de Su’hi”—del templo de Nanna y afrentó y desterró a Enheduanmna, ella deja su testimonio:

“Yo, la que alguna vez se sentó triunfante 
fui arrojada del santuario, 
como una golondrina (Lugalanne) me hizo volar por las ventanas, 
y mi vida se fue consumiendo. 
El me hizo caminar sobre las breñas al borde del desierto 
Me arrancó la corona 
y me dio daga y espada: “esto es para tí” -me dijo.

En el libro “Los hijos de los días” de Eduardo Galeano, se hace referencia a Enheduanna en la página 399:

Edehuanna vivió en el reino donde se inventó la escritura, ahora llamado Irak, y ella fue la primera escritora, la primera mujer que firmó sus palabras, y fue también la primera mujer que dictó leyes, y fue astrónoma, sabia en estrellas, y sufrió pena de exilio, y escribiendo cantó a la diosa Inanna, la luna, su protectora, y celebró la dicha de escribir, que es una fiesta, como parir, dar nacimiento, concebir el mundo.

De modo que el primer autor conocido de la historia, con nombre, circunstancias personales y su propia entidad como persona, era una mujer

FUENTES:
Wikipedia

https://santuariodelalba.wordpress.com/2017/03/14/enheduanna-la-primera-escritora/

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