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sábado, 13 de mayo de 2017

La Danza Egipcia

La Danza Egipcia
MARIA ALBA

En sus orígenes la música y la danza eran puramente sagradas. En algunos pueblos de la antigüedad se pensaba que la fertilidad humana estaba directamente relacionada con la tierra. A las mujeres, que eran las que creaban nuevas vidas, se las atribuían poderes mágicos. En los bajorrelieves egipcios nos muestran que el baile era parte obligatoria de las procesiones y las fiestas de cosecha o vendimia. Con el tiempo la danza y la música se convirtieron en uno de los elementos más importantes de la vida espiritual y social. La Danza del Antiguo Egipto alcanzó una gran difusión, técnica y perfección y que transformándose desde parte del ritual sagrado hasta parte integrante en cualquier festejo o actividad social.


Los antiguos egipcios gustaban de la danza acrobática y apenas distinguían entre el baile propiamente dicho y ejercicios gimnásticos de considerable dificultad. Como los otros aspectos de la vida egipcia, la danza tenía sus propios dioses.

Hathor era la diosa de la danza sagrada, al mismo tiempo que del amor , la sexualidad y la borrachera, era muy hermosa, voluptuosa y exhuberante, gran amante de la fiesta, siendo representada como mujer, como vaca y como leona indistintamente. Se le daba el epíteto de la “Mano de Dios” (refiriéndose al acto de la masturbación) y la “Señora de la Vulva”.

Uno de los mitos cuenta que una vez Ra estaba tan desanimado que se negaba a hablar. Hathor, que nunca sufrió de depresión o duda, bailó frente a él exponiendo sus partes privadas, lo que hizo que volviera a reírse y recuperara el buen humor. El mito se asemeja mucho a la historia de la mitología griega de Baubo, la pequeña diosa del vientre . Ra la nombró Hathor, y se convirtió en diosa del amor y la felicidad. Se le asociaba con la percusión, particularmente con el sistro, un instrumento en forma de herradura que contiene pequeños platillos metálicos ensartados en varillas. El sistro, hecho de hierro, suena y se toca como una especie de maraca metálica. Se cree que el sistro, que aparece en varias pinturas del antiguo Egipto, era también un fetiche de la fertilidad.

Existe una leyenda sobre el nacimiento de la V Dinastía en la que el dios Ra se convierte en padre de trillizos. La madre Ruditdidit era la mujer de Rausir (sacerdote de Ra). Rausir no sabía que el padre de sus hijos era su adorado Ra. Cuando Ruditdidit comenzó a sentir los dolores del parto, Ra envió al dios Khnumu y a cuatro diosas para ayudarla. Pero éstas para no ser reconocidas se disfrazaron de un grupo de músicos y bailarinas que iban con su señor. Cuando al llegar les informaron que Ruditdidit estaba sufriendo los dolores del parto, ellos dijeron “dejadnos entrar ya que tenemos habilidades para asistirla”.

Esto hace que se cuestione, si tienen las bailarinas de la calle un paralelismo como comadronas ya que también se asociaba la danza con los cultos de fertilidad. Todas las clases sociales mantenían contacto con la danza y la música. Los grupos dancísticos podían ser contratados para actuar en fiestas, banquetes, residencias e incluso templos religiosos.

La Danza del Vientre desciende de alguno de estos bailes de tipo religioso del antiguo Egipto que practicaban antiguamente las sacerdotisas de los templos. Formaba parte de las prácticas tradicionales de alumbramiento. Las mujeres practicaban este baile a la luna, era un baile nocturno. Dejaban su vientre descubierto para que les diera fecundidad.

La desnudez era muy común en la sociedad egipcia. En el Imperio Antiguo y Medio, las mujeres llevaban frecuentemente faldas cortas y bailaban con el pecho al desnudo. A menudo bailaban medio desnudas, a excepción de los cinturones de la cadera adornado con posibles joyas. La henna se empleaba para adornar uñas, manos y pies con dibujos, también con propiedades medicinales y mágicas. Esta tradición ha sobrevivido en las bodas turcas donde encontramos una ceremonia de henna para la novia la noche antes del desposorio.

Edward Lane, quien visitó Egipto en el siglo XIX, describió el procedimiento del ritual de tatuar la cara a niñas egipcias y añadió que esto era realizado por mujeres gitanas itinerantes. Su libro consta de cientos de antiguos diseños de tatuajes correspondientes a caras, manos y pies. Como los diseños de henna aplicados en las bodas a los novios/as con significado protector y mágico para la gente tribal. Se cree que los pueblos gitanos y otros grupos humanos similares pudieron importar esta forma de baile en sus desplazamientos o adoptarlo sobre la marcha y difundirlo.

Con la invasión árabe se bailaba en los harenes de los sultanes y más tarde se empezó a bailar profesionalmente. Las mujeres de los harenes eran conocidas como “las adornadas”, y eran instruídas por maestros de danza y música como parte de su educación. Las bailarinas profesionales interpretaban solos, dúos, tríos y danzas en grupo. Hay que decir que posiblemente sus danzas estuvieran coreografiadas en vez de una improvisación de principio a fin. Normalmente se actuaba en casa de ricos o en cafés, acompañadas de músicos.

En la danza egipcia los pies siempre están descalzos, con pasos basados en movimientos naturales, además de todo tipo de saltos y piruetas. Emplean pasos como andar simple, andar vigoroso, pataleo, correr, saltos cortos y saltos más grandes. Hacían giros de 180º. Las manos normalmente se movían suavemente, relajadas y abiertas, pero también existían movimientos en los que el puño estaba cerrado, o las palmas formaban figuras geométricas.

Los movimientos del cuerpo son descritos por Irena Lexova de la siguiente manera: “Los movimientos del tronco deben ser clasificados desde el punto de vista técnico en inclinaciones, reclinaciones, inclinaciones laterales, cadera, cinturón, pecho, y hombros. Los bailarines pueden combinar estos movimientos y ejecutarlos con la columna tiesa u ondulante. Habiendo observado la forma de ejecución, encontramos varias velocidades: normal, retardada o rápida.” Lexova concluye que el repertorio de las antiguas danzas egipcias era más amplio que la tradicional danza del vientre.

A la evolución de esta danza se la llama danza del vientre o raks sharki en Egipto. Combina elementos tradicionales de Oriente Medio junto con otros del Norte de África. El raks sharqi incluye movimientos del folclore egipcio, danza clásica y contemporánea, con grandes desplazamientos, vueltas y movimientos de todas las partes del cuerpo, pero sobre todo de la cadera. En Turquía, a la danza del vientre se la conoce como gobek dans o rakasse (ritmo turco).

Hoy, esta danza se ha clasificado en danza tradicional y danza de fantasía. Los trajes, son muy vistosos y de inspiración gitana; faldas amplias con varias capas, tops o choris y adornos de gran tamaño. Las bailarinas de danza árabe han ido añadiendo accesorios para utilizar en sus bailes, y así variarlos y enriquecerlos. Son muy característicos los gorros o tocados que recogen el pelo y lo adornan cubriendo parte o la totalidad del mismo. También pueden utilizarse elementos como velos, sables o serpientes que lo hacen más vistoso. Influye los movimientos los objetos con los que se baila, es decir, no se baila igual con sable o bastón que con velo o con alas de Isis.

El derbake, llamado también darbuka , doumbek o darbukenti, es un instrumento de percusión de origen árabe usado en todo el Medio Oriente. El darbuka es un tambor de un solo parche con forma de copa. Originalmente se usaba greda (arcilla), para armar la caja de resonancia y cuero de cabra o de pescado para el parche, pero también se suele utilizar madera o metal para su fabricación.

Para ejecutar el derbake se lo suele colocar sobre ambas piernas o entre los muslos; para tocarlo se utilizan los dedos y la palma de la mano. Tiene una gama tonal muy limitada. En países como Egipto, Líbano, Siria o Turquía se ha llegado a muy altos niveles de virtuosismo.

El origen de la darbuka se remonta a la antigua Babilonia, pero se ha extendido ampliamente, llegando incluso hasta los Balcanes y el Norte de África. En la música árabe es uno de los instrumentos más utilizados. Además suele acompañar junto con el tabl (bombo árabe) los pasos en la danza folclórica árabe llamada dabke.

A principios del siglo XX la danza oriental se amoldó para poder interpretarla también en escenarios. Numerosos vídeos musicales han recurrido a coreografías inspiradas en la danza oriental. Artistas como Dalida, Hilary Duff, Aaliyah, Beyoncé, Rihanna,Nelly Furtado y Jessica Simpson la han incluido en algunos de sus videoclips, así como Sarah Brightman en su álbum Harem…


Los beneficios de la danza oriental son tanto físicos como mentales. El baile es un buen ejercicio cardiovascular, ayuda a mejorar tanto la flexibilidad como la fuerza. A su vez trabaja directamente sobre los centros de energía corporales, eliminando tensiones y armonizando la energía; para las mujeres embarazadas, es un excelente ejercicio para preparar el vientre antes del parto y luego de este, ayuda a recuperar el área del abdomen; estimula la femineidad. Se centra principalmente en los músculos del torso, si bien también mejora la fuerza en las piernas. Muchos estilos de baile hacen hincapié en trabajar de forma aislada los músculos, enseñando a mover varios músculos o grupos musculares de forma independiente.

Algunos médicos la recomiendan a sus pacientes para recuperarse del parto, así como preparación para el mismo, ya que los movimientos fortalecen y aportan tono muscular a la zona pélvica. Hay vídeos sobre el parto natural donde se puede presenciar la mujer dando a luz de pie, bailando y dejándose llevar por la música y el ritmo natural de sus contracciones, moviendo suavemente la cadera mientras su bebé se abre camino por el canal del parto.

FUENTES:
Wikipedia
Julie Russo Mishkin y Marta Schill (1973). The Compleat Belly Dancer. Garden City, Nueva York: Doubleday and Company Books. ISBN 0-385-03556-X
Iris Pérez García La danza del vientre. Terapia del movimiento (Cap 5 Pag 91-93-92 y sigs) en Manuela García Gil y Víctor Luis Pérez Gracia (coord) (2009) De oriente a occidente. Sabiduría ancestral. Ed. Visión Libros ISBN 897-84-9886-183-9

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