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miércoles, 26 de agosto de 2020

EL LIBERTADOR DON JOSÉ DE SAN MARTIN (4 de 8)

EL LIBERTADOR DON JOSÉ DE SAN MARTIN (4 de 8)
HERBERT ORE BELSUZARRI

A los masones del Real Convictorio de San Carlos, les denominaban “Los Carolinos”, cuya base fue el Convictorio de San Carlos, de los que sobresalen los curas, Obispo Toribio Rodríguez de Mendoza y el sacerdote Diego Cisneros, Dr. Francisco Javier Mariátegui, Dr. José Faustino Sánchez Carrión, sacerdote Francisco Luna Pizarro, el tacneño Francisco Pallardelli, el cajamarquino Juan Sánchez Silva. 

En el interior del país también se practicaba la masonería, como por ejemplo en Lambayeque, que entre 1817 y 1818 existió un club patriótico presidido por Don Manuel Ituregui, quien sostenía correspondencia con San Martín, este club era una logia y funcionaba en la hasta hoy conocida Casa Montjoy o Casa de los Masones. 

Durante la lucha por la independencia del Perú, la masonería llego por tres vías: La Vía Peninsular traída por los españoles y perseguida por Fernando II, que prohibió la masonería en España y sus colonias, reprimiendo en forma violenta por la Inquisición; La Vía del Sur, masonería que fue introducida por las Logias Lautarianas y San Martín; La Vía del Norte que llego con la corriente libertadora de Nueva Granada con Bolívar y sus oficiales. 

El reverendo H:. Tomas Cantazaro en sus obras las sociedades patrióticas secretas de la emancipación, da a conocer papeles pertenecientes a don José de San Martín que viene a ser una plancha enviada por la G:.L:. de L:. dirigida a don José de la Riva Agüero, presidente en aquella época, con don Francisco de Paula Quiroz y el colombiano Fernando López Aldama con fecha 8 de noviembre de 1817 ( Dante R. Nova, Apuntes Sobre la Masonería en Indoamérica, Pág. 2). Debemos indicar que la correspondencia y documentación masónica de la época, es escasa y no se conservaba por la persecución política y religiosa del que eran víctimas, así como tampoco se exigía su regularización ni reconocimiento por las circunstancias que vivían. 

Cuando don José de San Martín y Matorras, ingresa a Lima, se comunica con los HH:. y se incorpora a la Log:. “Paz y Perfecta Unión” con los patriotas que vinculados a la Log:. “Lautaro”, trabajaban por la independencia americana: Mariano José de Arce, Martín George Guisse, Hipólito Unánue, Francisco de Zela, León La Chica, Francisco López Aldana, Miguel Tafur, José de la Mar, Francisco de Paula Quiroz, Francisco Javier de Luna Pizarro, Toribio Rodríguez de Mendoza, Bartolomé de las Heras, José Faustino Sánchez Carrión, Francisco Javier Mariátegui y Telleria, Bernardo Monteagudo, Mariscal Juan Millar, Manuel Péres de Tudela, José Joaquín Olmedo, Cecilio Tagle. 

Jorge Paredes Laos, refiriéndose a la llegada de San Martín a Lima dice: Así las cosas, San Martín —ya en el Perú— se ganó a la élite limeña a la causa independentista. En Lima expuso rápidamente su idea de instaurar en el Perú una monarquía constitucional, con un príncipe europeo a la cabeza. ¿Por qué buscaba San Martín hacer en el Perú lo que no había intentado ni en Argentina ni en Chile? La historiadora Scarlett O’Phelan explica que buscaba de esta manera no romper violentamente con los usos y costumbres de una clase dirigente limeña nobiliaria y aristocrática. “Aquí estaba el corazón de la aristocracia, ese grupo importante de titulados, criollos, que descendían de familias de abolengo, y para contar con el apoyo de ellos, y no hacer una ruptura violenta, propone la monarquía constitucional”, 

El general José de San Martín, luego de ocupar Lima, reunió al Cabildo Abierto el 15 de julio de 1821. Manuel Pérez de Tudela, masón y letrado arequipeño, más tarde Ministro de Relaciones Exteriores, redactó el Acta de la Independencia que fue suscrita por las personas notables de la ciudad. 

En la ciudad de Los Reyes, el quince de julio de mil ochocientos veintiuno. Reunidos en este Excmo. Ayuntamiento los señores que lo componen, con el Excmo. e Ilmo. Señor Arzobispo de esta santa Iglesia Metropolitana, prelados de los conventos religiosos, títulos de Castilla y varios vecinos de esta Capital, con el objeto de dar cumplimiento a lo prevenido en el oficio del Excmo. Señor General en jefe del Ejército Libertador del Perú, Don José de San Martín, el día de ayer, cuyo tenor se ha leído, he impuesto de su contenido reducido a que las personas de conocida probidad, luces y patriotismo que habita en esta Capital, expresen si la opinión general se halla decidida por la Independencia, cuyo voto le sirviese de norte al expresado Sr. General para proceder a la jura de ella. Todos los Srs. concurrentes, por sí y satisfechos, de la opinión de los habitantes de la Capital, dijeron: Que la voluntad general está decidida por la Independencia del Perú de la dominación Española y de cualquiera otra extrajera y que para que se proceda a la sanción por medio del correspondiente juramento, se conteste con copia certificada de esta acta al mismo Excmo. 

Acta de Independencia del Perú - Wikipedia, la enciclopedia libre

Firmaron esta acta 339 ciudadanos. Entre otros, el conde de San Isidro (Alcalde), Bartolomé, (Arzobispo de Lima), Francisco de Zárate (Regidor), Simón Rávago, Francisco Vallés (Regidor), José Manuel Malo de Molina (Regidor), Pedro de la Puente, (Regidor), el conde de la Vega del Ren (Regidor), fray Gerónimo Cavero, Antonio Padilla (Síndico procurador general), José Mariano Aguirre, el conde de las Lagunas, Javier de Luna Pizarro, José de la Riva-Agüero, el marqués de Villafuerte, etc. Segundo Antonio Carrión, Juan de Echeverría y Ulloa (Regidor), etc. 

El 17 de julio es recibido en Lima el almirante Lord Cochrane. El sábado 28 de julio de 1821 en ceremonia pública, José de San Martín, hace la proclamación de la Independencia del Perú. Primero en la Plaza Mayor de Lima, después en la plazuela de La Merced y luego frente al Convento de los Descalzos. Según testigos de la época, a la Plaza Mayor asistieron más de 16,000 personas. 

Los retratos de José de San Martín - LA GACETA Tucumán
San Martin (oleo pintado en 1824) 

Pero la labor de San Martín no solo era de tipo militar, sino que a ello acompañaba una labor masónica, así San Martín en esa misma época, organizo la logia Lautaro, que era el enlace de los trabajos entre él y el Director Supremo Juan Martín de Pueyrredón, también hermano de la orden en Argentina. Tal era la importancia que San Martín concedía a la logia, que estableció en todas partes adonde se dirigía y organizó las sociedades secretas en Mendoza, Córdoba, Santa Fe, Chile y Perú. Todas ellas denominadas Lautaro y manteniendo entre sí activa coordinación y cooperación, mientras se preparaban las fuerzas que irían sobre el Perú, para destruir el foco más poderoso de la resistencia colonial y donde también habría de fundar la Lautaro en Lima. Todas ellas con los mismos principios y constitución que la Lautaro porteña, a la que habían de someterse O’Higgins en Chile y el propio San Martín en Lima, como encargados del poder ejecutivo de estos países. 

No solo logias lautarinas fundó San Martín, también fundó la logia del Ejército del Norte, donde Belgrano fue iniciado y que a su vez creó la Logia Argentina de Tucumán, también la del Ejército de los Andes, con sus más dilectos compañeros de armas. 

Luego del histórico abrazo de Guayaquil con Simón Bolívar, con intervención de la Logia Estrella de Guayaquil, inicia su retiro, despojándose San Martín del mando supremo en Perú, para radicarse en Bruselas, donde se incorporó a la Logia La Perfecta Amistad. 

En honor de San Martín, esa logia mandó acuñar una medalla de plata cuyo facsímil se encuentra en la masonería argentina. Además, el capítulo Rosacruz "Los Amigos de Bruselas" hizo acuñar otra medalla, cuyo original se encuentra en el Museo Mitre. Estas medallas tienen la particularidad de mostrar a San Martín de perfil y son debidas a un distinguido masón, el artista europeo Henri Simons. 

Masones son sus amigos íntimos, masones son los principales oficiales de su ejército y masones son sus compañeros de militancia política. Las máximas para su hija tienen el tono de la retórica masónica; su testamento utiliza los términos clásicos de los masones de su tiempo. 

Antes de morir, el Gral. Don José de San Martin, redacto 12 máximas para entregar a su hija, para que recorra el resto de su vida. 

1° Humanizar el carácter y hacerlo sensible aun con los insectos que nos perjudican. Stern ha dicho a una Mosca abriendo la ventana para que saliese: Anda, pobre Animal, el Mundo es demasiado grande para nosotros dos. 

2° Inspirarla amor a la verdad y odio a 1a mentira. 

3° Inspirarla gran Confianza y Amistad pero uniendo el respeto. 

4° Estimular en Mercedes la Caridad con los Pobres. 

5° Respeto sobre la propiedad ajena. 

6° Acostumbrarla a guardar un Secreto. 

7° Inspirarla sentimientos de indulgencia hacia todas las Religiones. 

8° Dulzura con los Criados, Pobres y Viejos. 

9° Que hable poco y lo preciso. 

10° Acostumbrarla a estar formal en la Mesa. 

11° Amor al Aseo y desprecio al Lujo. 

12° Inspirarla amor por la Patria y por la Libertad. 

Como masón practico la proverbial reserva, el secreto con el que rodean sus actos y la discreción de sus declaraciones, estas actitudes corresponden a la clásica disciplina personal de los masones. Desconocer esta relación de San Martín es una torpeza o algo peor. En todos los casos, ninguna de las consideraciones que se hagan en esa línea alcanza a ocultar lo evidente. San Martín, como muchos guerreros de la Independencia, fue masón. Para bien o para mal, pero es lo que fue. Sus pares fueron Francisco de Miranda, Militar y Político; Gustavo Córdova Valenzuela, Docente Universitario y Periodista; El Gral. Simón Bolívar, Masón y Libertador; El Gran Mariscal de Ayacucho Antonio José de Sucre y Alcala, Triunfador en la Batalla de Junín y Ayacucho; Bernardo O´Higgins Riquelme, Político y Militar y muchos otros nombres más como los peruanos José de la Riva Agüero, Márquez de Goyeneche, Márquez de San Miguel , José de Torre Tagle , Vizconde de San Donal, Beringoaga , José Baquijano y Carrillo Conde de Vista Florida , José Matías Vásquez de Acuña, Conde de la Vega del Ren, Mariano José de Arce, Martín George Guisse, Hipólito Unánue, Francisco de Zela, León La Chica, Francisco López Aldana, Miguel Tafur, José de la Mar, Francisco de Paula Quiroz, Francisco Javier de Luna Pizarro, Toribio Rodríguez de Mendoza, Bartolomé de las Heras, José Faustino Sánchez Carrión, Francisco Javier Mariátegui y Telleria, Bernardo Monteagudo, Mariscal Juan Millar, Manuel Pérez de Tudela, José Joaquín Olmedo y Cecilio Tagle. 

Los masones que participan en la Independencia de los países de Sudamérica, constituyen una pléyade a los que sumamos: José Gabriel Condorcanqui “Túpac Amaru”, Mateo Pumacahua, Francisco de Zela, los hermanos Catari, Julián Apaza “Túpac Catari”, Mariano Moreno, Santiago Nariño, Andrés Bello, Luís Méndez, José Miguel Carrera, Tomas Guido y Manuel Belgrano, que bebieron del fuego idealista de Miranda y fue sellada en la Batalla de Ayacucho. Estos héroes de mil batallas o combates, llevaban junto a la espada, lanza o fusil, el Mandil, la Escuadra y el Compás. 
(Herbert Oré Belsuzarri, El Origen de la Masonería, 2010, Lima Perú, Pág. 80 http://es.scribd.com/doc/55441603/La-Masoneria-en-el-Peru) 

San Martín estuvo en contacto con la masonería inglesa. En esta versión, según Lappas, afirma que Sir Charles Stuart participó con San Martín en la fundación de la Logia de Caballeros Racionales Nro. 7 de Londres. En esa ciudad fue recibido fraternalmente por prominentes masones quienes arreglaron los pormenores de su viaje a Buenos Aires, donde tomó contacto con el Venerable Maestro de la Gran Logia Independencia, el doctor Julián B. Álvarez, quien lo introdujo en la sociedad porteña y lo ayudó en la fundación de la Logia Lautaro. 

Se especulaba que San Martín estuvo al servicio de los ingleses, quienes una vez derrotados militarmente por los españoles, en las dos invasiones inglesas al Río de la Plata, los ingleses habrían alentado las aspiraciones independentistas de los militares americanos, y se afirma que el gobierno inglés se valió de la masonería para infundir ideas libertarias en los militares americanos. Esta versión es expuesta por el argentino Fabián Onsari en su obra “La Logia Lautaro y la Francmasonería.” 

Finalmente debemos recordar que la tumba de San Martín en Francia tiene abundante simbología masónica, suficiente diríamos como para zanjar cualquier duda.

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