AMIGOS DEL BLOG

jueves, 31 de julio de 2014

La Iniciación Masónica, Puntos Esenciales.

La Iniciación Masónica, Puntos Esenciales.
Vicente Alcoseri.

Cuando una persona desea entrar en la Masonería, y los informes sobre su honorabilidad son favorables, se le designa un día para ser iniciado. Llegado el momento, se le conduce a un local debajo del Templo, llamado la Cámara de Reflexiones, lugar tétrico de aspecto, cuyas paredes negras contiene pinturas de esqueletos y leyendas que recuerdan la vanidad de la existencia material y la seguridad de la muerte. 


Quédase allí encerrado por largo espacio de tiempo, ocupado en escribir las respuestas del “TESTAMENTO” que tiene que hacer. Las preguntas que se le formulan son principalmente: “¿Qué deberes tiene el Hombre para con la Divinidad, para con la Humanidad y para consigo mismo?” Ciertos Ritos piden más: que haga la síntesis de los resultados de las experiencias que LEGARÍA a la Humanidad, como TESTAMENTO FILOSÓFICO, si tuviese que “morir” en aquel momento, como “eventualmente podría pasarle en las pruebas”. 

Anotemos, desde ya, pues es de suma importancia, que los puntos esenciales que la Masonería pone, desde el primer paso, delante del Candidato a la Iniciación, son los siguientes: 

1) – LA PRIVACIÓN DE LA LIBERTAD en las entrañas de la Tierra. 

2) – LA IMAGEN DE LA MUERTE, seguridad y tema de meditación a que debería entregarse todo hombre. 

3) - La indicación de que la única cosa importante en la vida del Hombre es la EXPERIENCIA que acumula y que puede, si los busca, “LEGAR” a los demás mientras vive. 

4) – La tríplice indicación de DEBERES frente a lo Divino, lo Humano y lo individual, la magnífica clave TERNARIA que será desarrollada en todo lo que sigue en la Iniciación. 

Notemos también que al proceder así, la Masonería afirma, desde ya, su fondo Deísta; y sobre este particular conviene recordar que la casi totalidad de los Ritos, de acuerdo a los viejos postulados masónicos, NO ACEPTA candidatos que se declaren ateos. Lo que la Masonería concibe es la LIBERTAD INDIVIDUAL de culto a esa Divinidad, nunca personalizada ni definida y solamente designada bajo la denominación de SUPREMO ARQUITECTO DEL UNIVERSO, término sobre el cual tendremos que volver mucho más tarde. 

Mientras el candidato cumple con lo que se le ha impuesto en la Cámara de Reflexiones, los masones arriba, en el Templo, han iniciado su Ceremonial, abriendo ritualmente los “trabajos” de la sesión. En resumen, dicha apertura, si fuese bien hecha y con intención muy pura, sería una INVOCACIÓN y una EVOCACIÓN, una Invocación a las Fuerzas Superiores de los Planos Divinos y una Evocación de la Manifestación astral de dichas fuerzas a través de sus tres aspectos: la Sabiduría, la Fuerza y la Belleza, sobre las cuales también tendremos que volver. El hermano masón, llamado “Hermano Terrible”, imagen transparente de los antiguos guardianes de la parte interna de las Pirámides, “prepara” entonces al candidato para llevarlo al Templo. 

Para eso, lo deja “ni desnudo ni vestido y exento de metales”. Prácticamente le retira dinero, alhajas y debería sacarle todo metal en contacto con la piel; pero no se hace más hoy, porque se ha olvidado que en la Iniciación masónica hay un INFLUJO MAGNÉTICO ASTRAL que el candidato debería recibir y para eso, no debería llevar metales que impidieran la distribución fluídica en su “aura”. Para simbolizar lo de “ni desnudo ni vestido”, le remangan un lado del pantalón y le sacan un zapato, y también le dejan denudo el brazo opuesto y la correspondiente parte del pecho. 

Hay que desconocer todo simbolismo para no ver allí una completa enseñanza: 

1) De la polarización magnética – por la oposición de un pie (ABAJO Y A LA DERECHA) y un brazo y pecho (ARRIBA Y A LA IZQUIERDA). 

2) Que lo de “ni desnudo ni vestido” muestra el estado especial en que debería estar el Candidato: “NI DESNUDO”, porque está encarnado en su cuerpo, está cubierto por sus convicciones de profano, está aislado de la Verdad por su pasado de ignorancia y de prejuicios, etc.…; “NI VESTIDO”, porque “VESTIDO”, desde el punto de vista iniciático, es tener el HÁBITO de iniciado, esto es, en los tres planos, la TÚNICA que lo distingue y el Cuerpo purificado por las preparaciones y buenos hábitos tomados en el plano físico; la CORAZA moral de virtudes largamente cultivadas y la fuerza de resistencia a las duras pruebas de la Iniciación, en el plano moral o astral; el ropaje espiritual del Conocimiento y de la Espiritualidad, “cubierto o VESTIDO DE LUZ”, como se decía entre los Rosacruces, en el plano espiritual. 

Véndase los ojos al candidato para que comprenda bien no solamente que está ciego, que nada sabe, sino también para que entienda que no es POR LOS OJOS EXTERNOS O FÍSICOS que entra la Iniciación, sino por la MENTE, por la MEDITACIÓN, en una palabra, por los CONDUCTOS INTERNOS. 

Que la Realidad es: subjetiva (interna) en el primer paso; el de la especulación filosófica intelectual concreta. Que la Realidad es: intuitiva (interna) en el segundo paso, el de la búsqueda psíquica o astral. Que la Realidad es ILUMINATIVA (interna) cuando haya dilatado suficientemente su Ser interno, para que en él pueda caber la LUZ DIRECTA DEL PLANO DIVINO. 

Por todas esas razones se pide al candidato que preste atención a las Ceremonias a que se le va sometiendo, porque toda la ALTA ENSEÑANZA, tanto en la Masonería como en cualquier otra Escuela Iniciática, está SIEMPRE, más en los SÍMBOLOS Y CEREMONIAS que en las Instrucciones escritas u orales, que contienen solamente la parte teórica y mental concreta (intelectual). 

Le llevan al candidato a la Puerta del Templo, en la cual se lo manda golpear, insistiendo, hasta que con ruido terrible, esa Puerta se abre. Es la imagen de que la Verdad y la Luz no vienen sino a aquellos que la BUSCAN E INSISTEN en esta búsqueda. 

Imagen, también, de que cuando la Puerta se abre, hay algo terrible y asustador que “SEPARA” al Iniciado del profano para siempre. Continúan, entonces, las pruebas de carácter físico; el candidato ya había pasado la prueba de la TIERRA (encerrado en la Cámara de Reflexiones); y ahora lo hacen saltar, siempre con los ojos vendados, desde pequeña altura, mientras se oyen ruidos como de truenos, etc.…., símbolos de la prueba del AIRE. Luego le hacen pasar por la del AGUA; y al hacer cada una de ellas se le va explicando lo que puedan significar, moralmente y socialmente, los símbolos del Aire y del Agua u Océano, infelizmente hay, en las últimas décadas, una tendencia a reducir el alcance interpretativo de dichos símbolos, dándoles una significación solamente social y moral, pero sin mostrar al candidato que son en realidad la clave de la comprensión de los Ciclos Fluídicos (Agua – las Grandes Aguas de la Kabala, el reino de Maya, etc.) y la de los Cielos Divinos, el AIRE (la LUZ, etc.) 

Terminada esa parte se invita al candidato a tomar una bebida DULCE que se volverá amarga “si sus intenciones no son puras”. Las cosas están arregladas de tal manera que el líquido siempre se pone amargo y el candidato generalmente, lo demuestra por la fisonomía, de manera que se le amonesta por la sospecha de su curiosidad malsana. Si resiste bien a esa prueba, se sabe que hay en él un hombre de voluntad y de auto dominio. Eso, lo decimos sin tener en cuenta, porque la Masonería no lo tiene más, que semejante COPA AMARGA es la similitud de lo que se hacía en la Iniciación Egipcia, para mostrar que lo que es dulce al principio, (VIDA FÁCIL, placeres, amor pasional, etc.) es siempre amargo al final y que lo que es amargo al comienzo (auto-domino, ascetismo, altruismo voluntario) genera la paz, la serenidad, la felicidad, o sea el estado “dulce” definitivo. Si quisiéramos ir más lejos, podríamos decir que semejante bebida significa también el SOMA de las verdaderas iniciaciones en la Tierra, y más aún, el NÉCTAR DEL OLVIDO, que todos nos veremos obligados a beber antes de REENCARNAR…; pero no anticipemos. 

Al volver el candidato del alter del Venerable (Presidente de la Logia) donde había sufrido la prueba de la Copa, pasa por el Fuego Purificador, última prueba de los Elementos, símbolo evidente de que solamente por el FUEGO INTERNO (deseo puro, esfuerzo de superación) se consigue la Iniciación, y por el Fuego del Sacrificio, la Iluminación. Hay todavía otros “misterios” ocultos tras este símbolo, pero son demasiado elevados para comentarlos a propósito de la masonería que nunca los ha poseído. Así preparado el candidato, se le pregunta por última vez si desea todavía ser masón; eso después de haber oído en la llamada “Silla de las Reflexiones” algunos comentarios sobre las finalidades y deberes de los masones. Se les hacen preguntas de orden moral, principalmente, para darse cuenta de su comprensión acerca de algunos problemas humanos. Si su declaración es firme, se le lleva fuera del Templo para hacerlo pasar por la prueba de la “amenaza”. 

En Algunos segundos, durante los cuales le sacan la venda, él ve un ataúd en el cual un masón, con el pecho ensangrentado, parece haber sido muerto por todos los demás que, cubiertos con antifaces, cogullas o cosas semejantes, según los ritos, amenazan al Candidato con sus espadas, avisándole que, si faltara a sus obligaciones de masón, la muerte lo alcanzaría luego por más que se ocultara. Tal ceremonia, mucho más que una amenaza física, que no tiene realidad, en el sentido de que la sociedad masónica no “asesina” a sus miembros perjuros, lo que sólo han hecho ciertos ritos puramente políticos, como los carbonarios, que no eran masones propiamente dichos; mucho más que como amenaza física, oriunda de los hombres, fue hecha, cosa que muchos masones ignoran hoy, para mostrar tres amenazas que ESTÁN SIEMPRE SUSPENDIDAS SOBRE LA CABEZA DE INICIADO COMO UNA VERDADERA ESPADA DE DAMOCLES: 

1) El mal uso de los conocimientos iniciáticos, por orgullo, vanidad, egoísmo, etc., lleva siempre a la ruina de la salud física y en ciertos casos hasta la muerte. 

2) El uso “perjuro” de los mismos conocimientos trae la amenaza moral que va, desde la desconsideración de la cual el perjuro de vuelve objeto por parte de sus antiguos “hermanos”, hasta el hecho de que el ser interno del perjuro se va envenenando por una tendencia viciada cada vez mayor, o por un remordimiento tan intenso que lo hace sufrir como si tuviera una verdadera lámina en el corazón. 

3) La parte más secreta de símbolo es la realidad de la verdadera amenaza que se dirige contra aquel que va CONTRA UNA CORRIENTE, al mismo tiempo humana, es decir, magnética; moral, es decir astral; y espiritual, es decir, universal, a la cual había prometido ayudar y que, dándole más conocimiento, lo hizo más consciente, y por lo tanto, también más responsable. Los verdaderos iniciados saben que lo que es un choque de retorno, en todos los sentidos, y a qué muerte, física, moral o espiritual puede conducir… 

Terminada esta última prueba, el neófito es nuevamente vestido como vino de la calle y con los ojos vendados todavía, se le lleva al Templo, en el cual, después que el Venerable consulta y obtiene de los dos Vigilantes (asesores del Venerable) conformidad para iniciarlo, se le saca la venda y ve nuevamente a todos los Hermanos que le muestran la Espada, pero esta vez para decirle que tales espadas servirán para protegerlo: símbolo de la UNIÓN que existía entre los INICIADOS de todos los Templos en la antigüedad y expresión de la unión que todavía es una de las más bellas características de los masones, aún cuando no se extienda casi nunca más allá de la ayuda mutua en las circunstancias diarias de la vida, lo que es mucho si se realiza bien. Finalmente, después de un juramento de silencio y de fidelidad a la doctrina y a la institución masónica, recibe la LUZ, o como se dice masónicamente, la VERDADERA LUZ, que sería la Iniciación Real. Más tarde, al estudiar el grado de Maestro, veremos lo que podría ser esa Verdadera Luz. Al terminar la Iniciación, le dan un mandil (delantal) y dos pares de guantes blancos: uno para él, para que sus manos sean “puras“ en sus actos, y otro para ofrecer a la mujer que más estime, cortesía un tanto astuta en la masonería moderna, que “estima” tanto a la mujer que no la admite. 


Parece que la masonería admite que el masón es el que debería guiar a su mujer fuera del Templo, porque ella es incapaz de recibir directamente la Verdadera Luz; procedimiento bien característico de una civilización de desigualdad contra el que se han elevado siempre todas las órdenes iniciáticas verdaderas, que en todas la épocas han admitido a las mujeres realmente capaces de ser iniciadas. Se le comunica en ese momento al nuevo Aprendiz Masón, el Toque, la Señal, la Palabra, etc.…., de su grado, sobre lo cual volveremos, y se le enseña la Marcha para entrar en el Templo, que también explicaremos más adelante. 

Se le hace “trabajar” por vez primera sobre la Piedra Bruta, con el Mazo y el Cincel – herramientas del Aprendiz -. En algunos ritos, se le pide al nuevo hermano dinero para los pobres y, como se lo habían quitado al entrar, él debe confesar que no tiene para darlo, lo que se aprovecha para que medite sobre la triste condición de aquel que no puede ayudar a los demás. Ya tenemos, ahora, un Hermano Aprendiz Masón en el Templo. Miremos, con sus ojos, lo que ve en ese Templo, en el cual tanto le costó penetrar.

https://groups.google.com/forum/#!searchin/secreto-masonico/Terrible$20%7Csort:relevance/secreto-masonico/QCYlt5Z-NC0/lFq03Ip7YicJ

3 comentarios:

  1. Gracias por descorrer mi velo de ignorancia.

    ResponderEliminar
  2. Quisiera tener informacion bibliografica concreta sobre la Iniciacion y el Mandil, en especial del aprendiz.

    ResponderEliminar
  3. La tunica usada en la iniciacion lleva un nudo(o subido) en el brazo izquierdo y otro en la pierna, que significado tiene eso?

    ResponderEliminar