Pobre Mariposa

M.'.M.'.Manuel Lino Vallejo


El siguiente texto tiene la finalidad de llevar a la reflexión, por lo que solicito de los lectores seguir el ejemplo que nos brinda este bello animalito, recordando que la institución masónica nos entrega desde el primer día en que llegamos a las puertas del taller una serie de herramientas y conocimientos que nos permitirán alcanzar la templanza de carácter para enfrentar la difícil tarea que nos señala nuestra liturgia cuando dice “ si no aprendemos a usar libremente nuestra razón, nos precipitamos para siempre en el error, pues nuestro espíritu, a semejanza de la materia que recibe la forma que se le antoja al artista y la conserva, queda privado de lo único que distingue y sublima al hombre: El derecho de pensar y discurrir, de creer o no creer, fundado en el conocimiento de causa, y obrar según dicte la razón y no conforme a la astucia o impulso de nuestros primeros directores”. También señala que se debe reflexionar bien las consecuencias del paso que se esta dando, por que son terribles y espantosas para el débil, a quien abruman con su peso, y solo el hombre de fe y de valor puede resistirlas y salir victorioso. Y finalmente nos recuerda que si se entra a formar parte de la institución, no solo se tendrá que luchar durante toda la vida y a brazo partido, contra nuestros enemigos naturales, las Pasiones, sino también contra otros enemigos mas ocultos, contra todos los hipócritas y los fementidos, contra todos los fanáticos , contra todos los ambiciosos, más o menos ignorantes o asaz ilustrados contra todos los que especulan con la ignorancia y el obscurantismo de los hombres sus hermanos. 

Un hombre encontró un capullo de una mariposa y se lo llevó a su casa para poder ver a la mariposa cuando saliera del capullo. Un día vio que había un pequeño orificio y entonces se sentó a observar por varias horas, viendo que la mariposa luchaba por abrirlo más grande y poder salir. El hombre vio que forcejeaba duramente para poder pasar su cuerpo a través del pequeño agujero, hasta que llegó un momento en el que pareció haber cesado de forcejear, pues aparentemente no progresaba en su intento. Pareció que se había atascado. Entonces el hombre, en su bondad, decidió ayudar a la mariposa y con una pequeña tijera cortó al lado del agujero para hacerlo más grande y ahí fue que por fin la mariposa pudo salir del capullo. Sin embargo, al salir la mariposa tenía el cuerpo muy hinchado y unas alas muy pequeñas y dobladas. El hombre continuó observando, pues esperaba que al instante las alas se desdoblaran y crecieran lo suficiente para soportar al cuerpo, el cual se contraería al reducir lo hinchado que estaba. Ninguna de las dos situaciones sucedieron y la mariposa solamente podía arrastrarse en círculos con su cuerpecito hinchado y con sus alas dobladas,...nunca pudo llegar a volar... 

Lo que el hombre en su bondad y apuro no entendía, fue que la restricción de la apertura del capullo y la lucha requerida por la mariposa para salir por el diminuto agujero, era la forma en que la naturaleza forzaba los fluidos del cuerpo de la mariposa hacia sus alas, para que estuviesen grandes y fuertes y así pudiese volar...la libertad y el volar solamente podían llegar después de la lucha. Al privar a la mariposa de la lucha también le fue privada su salud. 

Algunas veces las luchas son lo que necesitamos en la vida. Si Dios nos permitiese una vida sin obstáculos, nos convertiría en inválidos e inútiles. No podríamos crecer y ser tan fuertes como podríamos haberlo sido. Cuantas veces hemos querido tomar el camino corto para salir de dificultades, tomando esas tijeras y recortando el esfuerzo para poder ser libres. Necesitamos recordar que nunca recibimos más de lo que podemos soportar y que a través de nuestros esfuerzos y caídas, somos fortalecidos, así como el oro es refinado por el fuego... 

QQ.'. y VV.'. HH.'. en sus diferentes grados, retomemos el martillo, el cincel, la escuadra, el compás, la regla, mandil, plomada y el nivel, para continuar con el arduo trabajo de labrar la piedra bruta, sigamos buscando la perfección al interior de nuestro taller, continuemos esforzándonos por ser cada día mejores, sirviéndonos a nosotros mismos, a nuestros semejantes y al G.'.A.'.D.'.U.'., nuestros esfuerzos nos permitirán trascender las cuatro paredes de este templo consagrado a la amistad y a la virtud, que el mundo profano vea y sienta que la institución masónica esta más viva que nunca y que los hombres que la integran buscan todos los días un mundo donde vivir mejor. No esperemos que los demás cambien para que nosotros hagamos lo propio, el cambio no llega de fuera y en el nadie nos puede ayudar, lo que no hagamos por iniciativa propia nadie lo hará. Nuestros vicios e imperfecciones tienen solución siempre y cuando estemos dispuestos a vencerlos o moderarlos y no permitamos que nos atropellen o aniquilen. 

Luchemos como la mariposa para salir de nuestro estado de imperfección, solo buscando abatir a nuestros enemigos alcanzaremos la libertad y la fortaleza para seguir adelante no permitamos que nos abrumen aquellos agentes extraños, que nos rodean y coquetean para hacernos caer, no busquemos o caigamos en los pretextos, esos solo son caminos fáciles, que no conducen a puerto seguro. 


En el taller masónico, enseña el que sabe, aprende el que ignora y todos se superan.

Es cuanto QQ.'.y VV.'.HH.'.

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