EL MISTICISMO DE LA MASONERIA 3 de 5
Clymer Swinburne
Los Maestros de los Grandes Misterios, siempre hicieron concebir al Aspirante que él no sólo debía llevar el Alma a la Conciencia, sino que debía llegar a estar cara a cara con su Alma, conscientemente, para que pudiera tener la seguridad de su inmortalidad.
Con la Nueva Era, el Padre del Hombre ha hecho promesas aún más firmes.
Hablando a través de su Mensajero Manisis, El declara:
"Yo, el Señor Dios de la Huestes , pacto contigo, Manisis, mi amado Mensajero (Hijo), que si tus hermanos obedecen tu voz y mis Leyes, como tú se las enseñes, entonces verdaderamente regresarán al redil y nuevamente llegarán a ser mis hijos; y por medio de ti Yo les prometo que ellos resolverán el misterio de su ser, serán la causa de que "lo mortal se transmute en inmortal" y su Alma que es del Padre, llegará a ser Conscientemente inmortal, de tal modo que ellos no verán la muerte.
"Y Yo, el Señor Dios, Jehovah Adonai, que soy también el Padre de la Luz, también pacto contigo, que si estos hijos de mi Espíritu (Alma), obedecen la Ley que tú les proclamaras, ellos verán al Señor su Dios mientras estén aún en la carne, pues Yo te prometo que cuando ellos me necesiten, Yo apareceré ante ellos en la Luz de su propia Alma”. Manisis.
"Las Iglesias redondas de los Templarios se construían en forma circular (por ejemplo, Gilgal), aludiendo a realidades astronómicas. Todas las salas capitulares redondas y los coros, se construían así, en razón de que las iglesias de los Templarios se construían en esa forma. En las salas capitulares y criptas, hasta el siglo trece, la religión secreta, perpetuando las reliquias de una ciencia que no se "llama así en falso" celebraba sus reuniones recluyéndose de manera segura del profano y del vulgar ignorante. Las eternas verdades éticas deducidas por las más grandes mentes, de los acontecimientos astronómicos relacionados con la historia del fratricida planetario, se comunicaban a la gente común (la masa) en la nave de la iglesia, como el arca de salvación, --en alegorías tales como la de Hagar (Gal, IV). Así los Iniciados siempre procuraron poner al alcance de las mentes más humildes, los frutos de la ciencia más difícil y sublime, y también la enseñanza más antigua.
“La religión secreta (parte sagrada de ella) surgió de la dificultad natural e insuperable de comunicar las grandes verdades al ignorante y de conservar el recuerdo de los grandes fenómenos de la naturaleza. Sin relaciones universales, sólo habría utilidad, y no sería, posible ética alguna. Todos los misterios y las alegorías, nacieron de la necesidad de usar símbolos y caracteres, por medio de los cuales los instruidos pudieran comunicarse entre sí, sin que los comprendieran los ignorantes. Y como estos últimos estaban en gran mayoría, los doctos vieron como se les quitaban sus símbolos de sus propias manos, sin que se les permitiera rectificar los errores de la ignorancia general, ni explicar su verdadero significado". Parsons, Nueva Luz de la Gran Pirámide.
Los Sacerdotes_Iniciados nunca tuvieron la intención de que los Misterios fueran tan profundamente secretos como llegaron a ser. Los Iniciados deseaban aceptar a todos los Aspirantes que lo pidieran sinceramente. Más aún, siempre estuvieron dispuestos a enseñar a la gente todas las profundas verdades que ellas pudieran aceptar.
Entonces, como ahora, la gente estaba más dispuesta a hacer sus propias interpretaciones de los símbolos y de lo que erróneamente creían ser las enseñanzas internas de los Maestros, - que no el aceptar las verdades reales de los Sacerdotes.
La gente, entonces como ahora, estaba mal dispuesta a obedecer la Ley en su verdadero espíritu; y condenaban a los Iniciados por tener algo más que la letra o, en otras palabras, por cosechar los frutos de su (de los Iniciados) obediencia.
Las acusaciones antiguas y actuales de los hombres de iglesia (la mayoría de los cuales son tan ignorantes del espíritu de la Ley como sus adherentes menos sabidos) de que las Fraternidades Secretas eran las universidades del diablo, porque ellas rehusaban admitir a todos los solicitantes, es una clara indicación de la "sabiduría" que poseían estos acusadores. No son los Maestros Sacerdotes e Iniciados, los que rehúsan la admisión de la gente (la masa); lo que los excluye, es su propia ignorancia y falta de voluntad para obedecer.
Hace mucho tiempo que los Iniciados aprendieron la preciosa verdad que Uno de ellos expresó diciendo: “No arrojéis vuestras perlas a los puercos, no sea que las pisen y destrocen”. Todas las Ordenes están abiertas para el Aspirante leal, que está dispuesto a seguir el Sendero; pero aún los que son admitidos, deben ser puestos a prueba y considerados dignos, antes que les sea permitido el conocimiento más profundo, para que no renieguen de su solemne obligación y den estas enseñanzas a otros con una interpretación propia de ellos, que traiga aún más odio sobre los Iniciados y los Misterios.
Toda la Masonería del pasado, estuvo en conexión con la ética y el simbolismo de los Antiguos Misterios. Si los Masones de la actualidad solo buscaran el fundamento de los grados en el espíritu del simbolismo, serían posibles las mayores realizaciones en conocimiento y reconstrucción, y ellos recobrarían los misterios que se ocultan en los Más Grandes Misterios de la Antigüedad.
En el sentido más estricto, este conocimiento jamás se ha perdido; solo que ha permanecido en las criptas secretas de aquellos que fueron fieles, y se permitió su posesión al Aspirante que probó ser digno. El “misterio” se veló originalmente para ocultarlo del profano, y para la propia protección escribiéndolo en el lenguaje universal del simbolismo, de modo que el sabio de cualquier nación y a través de todos los tiempos, pudiese leerlo y comprenderlo. Fue escrito en parábolas y alegorías, de manera que los indoctos y la gente corriente, que tuviesen sincera fe y voluntad de obedecer al espíritu más que a la letra, no fuesen privados de sus sabios preceptos y de su fuerza para moldear caracteres, disipar la ignorancia e inspirar esperanza.
Esta Antigua Sabiduría fue la que dio nacimiento a la Masonería. En lo esencial, la verdadera ciencia del simbolismo se extravió; se permitió que los Templos de los Iniciados decayeran o fueran destruidos por sacerdotes y potentados, celosos de su influencia. Durante siglos de labor abrumadora, los hombres han estado tratando de recobrar la Llave perdida, con la cual restaurar la Antigua Sabiduría de las parábolas y alegorías, en las que se encontraba oculta.
Debido a la falta de disposición de muchos de estos investigadores, para olvidarse de sí mismos y obedecer a aquellos que saben, el progreso es necesariamente lento e incierto y la mayoría de estos esfuerzos han dado origen, en mayor o menor extensión, a vuelos fantásticos de la imaginación, de lo que ha resultado más bien confusión que iluminación y, en muchos casos, ha terminado en fraudes manifiestos de destrucción del Alma, del tipo peor y más criminal. El resultado en conjunto, ha sido el producir desprecio sobre estas materias y hacer que el término "misticismo” signifique algo vago e incierto, frecuentemente necio y dudoso, a aquellos que ignoran el verdadero significado de la expresión.
Pero ahora, la nueva dispensación está abierta; los Antiguos Misterios serán revelados en toda su gloria, a los millones que buscan la vida, la inmortalidad y la conquista de la muerte. A estos millones, La Voz del Mensajero de la Nueva Era les llegará como una bendición; y ellos la escucharán y tratarán de obedecerla. Ellos empezarán a vivir en el espíritu, en vez de dedicarse a retorcer y deformar la letra, a fin de hacerla servir para justificar la explotación y la destrucción. Para éstos, la Voz del Padre, desciende como un coro celestial diciéndoles:
"En los tiempos pasados, yo he enviado mis Mensajeros (Hijos) a vosotros, para que os enseñaran la Ley, que es el Camino y la Vida, pero vosotros respondisteis con odio al amor, destruisteis a aquellos que vinieron a levantaros, porque no queríais ser levantados, sino que, como los puercos, preferisteis revolcaros en el lodo.
"Y aquellos que se señalaron a sí mismos para instruiros en la Ley, os permitieron, llenos de temor, que eligiérais la letra y aún que destruyérais la Palabra, temiendo que los dejáseis a un lado y que eligiéseis a otros como vuestros guías.
“Pero ahora ha llegado el tiempo y yo he elegido uno, bienamado, que venga hasta vosotros a instruiros en la Ley y os ayude para que apliquéis la Ley en el Espíritu de la Ley, pues así puede ser vencida la muerte y alejada la desgracia.
“Infortunio para los que rehúsen aceptar al Mensajero y su mensaje, porque vuestros Padres antes de vosotros destruyeron el espíritu de la Ley, de igual modo la Ley ahora destruirá a todos aquellos que rehúsen obedecer la Ley y sólo los "noventa y nueve” vivirán para ver mi rostro y heredar el reino de los cielos, que establecerá mi Mensajero y que se mantendrá en paz en la próxima dispensación.”
"Así habló el Señor Dios Jehovah Adonai - Padre de la Luz - a todas las gentes de la tierra, por medio de su Mensajero”. Manisis.
"Ahora se ha hecho posible esta labor, debido al ciclo de liberalidad e iluminación, en que los trabajadores no son sacrificados una vez más al Moloch del fanatismo y la superstición (como en los siglos pasados). Suponiendo que tales Maestros existen, que ellos poseen profundo conocimiento y que están dispuestos a ayudar al mundo, el mundo debe estar listo y dispuesto para recibir tal ayuda, si ello va a beneficiarlo, en vez de destruir a sus gentes. (Lo que se acaba de subrayar, es del autor).
“Guiados, entonces, por una filosofía, completa, armados con una llave para el simbolismo, y ayudados por estos Grandes Maestros, los perdidos misterios de la antigüedad pueden ser restaurados, para hacerles decir, sus viejos secretos en beneficio de los años por venir.
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