Caza a los masones!
Francia verano de 1940
De acuerdo con la ley del 13 de agosto
“que suprime a las sociedades secretas”, se disuelven el Grande Oriente
de Francia y el Gran Logia de Francia. La medida no va a tardar en afectar las
otras obediencias, como el Derecho Humano. Sus bienes y sus archivos se
embargan, sus templos son saqueados. El ideal humanista de las logias, afirmado
por el “triple batería” “Libertad, Igualdad, Fraternidad”, divisa de la
República, molesta al nuevo Estado francés que rechaza estas tres palabras.
Todo funcionario en adelante debe declarar su pertenencia a una obediencia. Si
es policía, militar o profesor, se le inhabilita. El Diario Oficial publica una
lista de alrededor 15.000 nombres. En octubre y noviembre, el Petit Palais, en
París, acogerá una “Exposición masónica”. En el catálogo, estas líneas: “Pueden
observar el número impresionante de símbolos judíos utilizados por la Masonería
en su ritual.”
Mientras
que en París, los alemanes abren una sección antimasónica, en la avenida
Foch 72, el gobierno de Vichy se dota de una Dirección General de
Sociedades Secretas, directamente adjunta al ministerio de la presidencia del
Mariscal (Pétain). Colocada bajo la autoridad de un historiador monárquico,
Bernard Faÿ, publicará pronto Documentos Masónicos, revisada mensual que
denunciará “al pulpo masónico”, “el sepulturero de la paz”. Sobre la cabecera
de su primer número, una fotografía del mariscal así como algunas líneas que
aportan su apoyo a la publicación: “La regeneración nacional no puede hacerse
más que en un gran día. Es necesario que Francia se conozca y se reconozca. Es
necesario que encuentre sus cualidades de conciencia intelectual y conciencia
moral. Apruebo pues enteramente la tarea de este estudio que debe llevar la luz
en un ámbito mucho tiempo ignorado por los franceses.” En la página 2, un
editorial de Bernard Faÿ: “Parásito monstruoso, la francmasonería
creció sobre nuestra decadencia. Los franceses deben saber cómo los ha
engañado, con el fin de extirpar ese germen.”
En los reservados
Bajo la ocupación, “La Philosophie positive”, logia
del GODF, a la cual pertenece Paul Regnot, “iniciado” en 1935, va a seguir
reuniéndose, cada lunes, al anochecer, en los reservados de los cafés.
Obviamente, no hay “ni decorado, ni ritual”, pero los “hermanos” desean
salvaguardar la posibilidad de discutir, como hombres libres, sobre los temas
que agitan a la sociedad: el nazismo, la ocupación, el mercado negro…
Paralelamente, Paul Regnot, que tomará Pongerval por seudónimo, será un agente
de enlace del CAM (Comité de Acción Masónico) una organización resistente que
multiplicará las acciones: contrapropaganda, información, ayuda a los judíos, a
los insumisos del STO (Servicio del Trabajo Obligatorio), a los aviadores
aliados abatidos sobre Francia. Efectuará también misiones para “Résistance”,
movimiento próximo a los cristiano-demócratas. En marzo de 1944, es un miembro
de “Resistencia”, Michel Voisin, alias Louis-Mathurin,
católico practicante, que le evitará, a él laico puntilloso, caer en manos de
la Gestapo.
Fuente: Alain
Vicenot/France-Soir
“No deben vacilar, la Francmasonería es la principal
responsable de nuestras desdichas; es ella que mintió a los franceses y que les
inculcó el hábito de la mentira. Ahora bien, es la mentira y el hábito de la
mentira que nos ha llevado a dónde estamos.”
PH. PETAIN
Jefe del Estado Francés
Artículo tomado de: El Aprendiz Masón http://www.masoneria-liberal.com/2010/08/caza-los-masones.html
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