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miércoles, 15 de julio de 2015

Emancipación Americana

Emancipación Americana


Durante la invasión napoleónica a España, el pueblo organizó juntas de gobierno para resistir al invasor y, así, conservar el poder mientras durase el cautiverio y ausencia del legítimo rey Fernando VII. Esta situación fue un estímulo para la participación popular y la difusión de las ideas liberales en España. La mayor parte de las colonias hispanoamericanas siguieron el ejemplo de la metrópoli, y comenzaron a crear sus propias juntas de gobierno, las cuales en un principio eran leales al rey Fernando VII, y no a José I Bonaparte, quien se había instalado en Madrid. Sin embargo, la participación de criollos en estos asuntos de gobierno hizo madurar las ideas de autonomía, y rápidamente comenzaron a luchar por su independencia. Influenciados por Gran Bretaña, eterno rival de España y Francia, y la Independencia de Estados Unidos en 1776 de la corona inglesa, comenzaron a llevar sus ideas emancipadoras al nivel del poder. Cuando en 1814, Napoleón fue derrotado en Europa, y Fernando VII restaurado en el trono de España, habiendo anulado las reformas que realizó tanto José I como las juntas y cortes españoles, respecto a las autoridades indianas, pretendió recuperar sus dominios en América, pero ya era demasiado tarde, la madurez emancipadora de hispanoamérica no permitió volver al dominio colonial español, y nacerán importantes líderes americanos que lucharán y lograrán su independencia.

1.- INDEPENDENCIA DE ESTADOS UNIDOS DE NORTEAMÉRICA: En el siglo XVII, colonos ingleses emigraban a la costa atlántica de Nueva Inglaterra, huyendo de las persecuciones políticas y religiosas que el régimen anglicano británico hacía contra los puritanos (protestantes). Allí fundaron trece colonias desde Massachussets a Georgia, por la costa americana, desarrollando muy pronto una economía exitosa. Al norte se instalaron pequeños agricultores, comerciantes e industrias; al sur un grupo de terratenientes que cultivaban: tabaco, algodón y arroz. Su política era de segregación y exterminio de la población nativa, en ningún caso la colonización absoluta de este elemento. Se utilizaron esclavos africanos como mano de obra, lo que va a provocar un mestizaje de raza africana más que con la nativa. En 1773 la corona británica alzó los impuestos al té y otros productos, lo que disgustó a los colonos, y terminaron en la “Protesta del Té en Boston”, donde derramaron cajas y cajas de té al mar. Ante este hecho, Gran Bretaña envía tropas a las colonias, desatándose la “guerra por la independencia”. La guerra estalló en 1775, y el 4 de julio de 1776 se reúne el Congreso de Filadelfia, proclamando la Independencia de las trece colonias, en una declaración redactada por el jurista Thomas Jefferson, defendida por el ejército independentista y colaboración francesa, eternos enemigos de Inglaterra, que econtraron aquí su venganza.


Durante los primeros años de la guerra parecía esta favorecer a Inglaterra, no obstante Estados Unidos contaba con tres hombres que dieron solidez y amplitud al movimiento emancipador. En el ámbito diplomático, Benjamín Franklin; en el militar, George Washintong, y en el político, Thomas Jefferson. En 1777 la victoria colona en Saratoga, cambió el rumbo de la guerra. En 1778 Francia, España y Holanda, con tal de ver desminuido el poderío inglés, enviaron refuerzos a las colonias. Así la victoria definitiva se obtuvo en 1781, firmando la Paz de Versalles en 1783, reconociendo Inglaterra la independencia de los Estados Unidos. Los principios básicos de la Declaración de Independencia de los Estados Unidos, reunía: la igualdad de todos los hombres y sus derechos inalienables a: vida, libertad, y felicidad; debiendo el gobierno garantizar los derechos antes mencionados. El derecho a sublevarse contra un gobierno que no cumple con sus funciones. Así se llevaban a la práctica por primera vez en la historia, los ideales ilustrados, de un gobierno democrático, popular e independiente.


2.- LA LIBERTAD DE MÉXICO: La situación de pobreza e injusticia en que vivían indígenas y mestizos, hizo estallar rencor contra las autoridades coloniales de Nueva España. El movimiento de independencia fue adoptado por la clase popular, y el bajo clero, y no por la aristocracia criolla como en el resto del continente. El 16 de septiembre de 1810, el párroco de Dolores, Miguel Hidalgo , proclama la independencia de México, llevando el estandarte de la Virgen de Guadalupe.


Hidalgo organizó un ejército insurgente en Guadalajara, abolió la esclavitud y los impuestos; pero fue apresado por las fuerzas virreynales, y ajusticiado en 1811. A su muerte, el sacerdote José María Morelos se hizo cargo de la dirección del movimiento y organizó un Congreso Nacional, pero fue derrotado en 1815 por las tropas españolas, siendo ejecutado por orden virreynal. El Virreynato de Nueva España (México), era apoyado por la aristocracia criolla, que veía amenazado su predominio social, y el dominio de las tierras. La total independencia de México, se logró en 1821, tras un acuerdo político, conocido como el “Plan de Iguala”, firmado por el patriota Agustín de Itúrbide (auspiciado por Estados Unidos) y el representante de la aristocracia criolla, Vicente Guerrero, obligando al Virrey O’Donjou, a dimitir en 1821 en el Tratado de Córdoba, tras la derrota realista en México, declarando así la total independencia. No obstante, el espíritu de democracia no había sido madurado por esta sociedad criolla, pues cambiaron una monarquía por otra. Se instaló Agustín de Itúrbide con una Monarquía Imperial, la que llamó “Imperio de México”, adjudicándose el nombre de Agustín I, apoyado por la aristocracia criolla mexicana, tas ganarle una guerra civil a los republicanos. 


3.- LAS PROVINCIAS UNIDAS CENTROAMERICANAS: Este sector había sido colonizado por España como una sola región, y sus tierras fueron repartidas a encomenderos que administraban grandes extensiones y sometían a los indígenas pacíficos, ya que no encontraron resistencia en los nativos, quienes eran usados como mano de obra agrícola. Esta situación promovió la reacción de los americanos en su afán independentista, pues, a diferencia de otros países que mejoraron la situación del indio respecto a la encomienda, incluso en plena colonia, en Centroamérica al llegar el siglo XIX el nativo seguía siendo encomendado a un terrateniente, y debía pagarle tributo a este, además de trabajar su tierra. El Salvador fue la primera nación centroamericana en declarar su independencia, después el resto fue cosa de tiempo. Gracias a las acciones del sacerdote José Matías Delgado, y el patriota Manuel José Arce, que participó en la batalla de San Salvador en 1811, proclamó la independencia. Mientras Guatemala se anexaba a México a su ideal de emancipación con el cura Hidalgo y Morelos, posteriormente al plan de Itúrbide.


Honduras, en 1812, proclama su independencia en Comayagua, por el propio Intendente español Gregorio Tinoco de Contreras, quien deseaba quedarse con el poder de un país independiente, en vez de una colonia española que además no era tomada en cuenta por la metrópoli. En 1811 el Intendente de Managua, José Salvador, es depuesto por las tropas patriotas, y se instala en Nicaragua una Junta de Gobierno, unificando Nicaragua con este hecho, bajo el capitán general Gabino Gainza (que había participado en la reconquista española en Chile -1813-), que reconquistó el territorio como realista, y proclamó en 1821 la independencia, siendo su primer gobernante. Así las naciones del sector ístmico se unieron para conformar las “Provincias Unidas de Centroamérica”, en 1821, incorporándose luego Guatemala. Esta nueva formación fue dirigida por la aristocracia criolla de elite, y siguiendo ambiciones personales de generales españoles como Tinoco y Gainza, que siguieron al mando de sus naciones en la independencia, organizando el sistema de gobierno de cada una.


4.- EL SUEÑO DE BOLÍVAR: El 22 de mayo de 1810, se instaló una Junta Suprema de Gobierno en la ciudad de Cartagena, Nueva Granada. Estallando la rebelión en este Virreynato español. Su principal dirigente fue el patriota Antonio Nariño. En pocos meses se difundió la completa desobediencia a las autoridades hispanas, instalándose un gobierno federalista a imitación del modelo norteamericano. Paralelamente en Venezuela, los patriotas, que habían declarado en principio su lealtad al rey Fernando VII, se independizaron el 5 de julio de 1811, y organizaron un sistema federal de administración, cuyos máximos líderes fueron Francisco de Miranda y Simón Bolívar. Sin embargo, en 1814, Napoleón es derrotado en España, y Fernando VII recupera su legítimo trono, iniciando un proceso denominado Reconquista. Pablo Morillo dirigió la reconquista española en Nueva Granada, logró sitiar Cartagena y Santa Fe de Bogotá, restaurando el Virreynato en 1816. Líderes granadinos fueron encarcelados y fusilados; mientras Bolívar se exilió a Jamaica, y otros patriotas se retiraron a los llanos orientales, donde organizaron guerrillas bajo órdenes de Santander, y posteriormente de Bolívar, que retornó con refuerzos patriotas desde Jamaica.


Bolívar deja a José Antonio Páez a cargo de defender lo ganado en Venezuela, y terminar de recuperar Caracas para los patriotas, mientras se dirigió junto a Santander a Boyacá, donde vencieron, en 1819, a Barreiro, lugarteniente de Morillo, declarando así la independencia de la Gran Colombia. Bolívar vuelve a Venezuela a liberar esa nación, logrando vencer en 1821 al ejército realista, en la Batalla de Carabobo. Así organizó el sueño bolivariano de una gran nación: la Gran Colombia, que unía a Colombia-Panamá, Venezuela y a partir de 1822 a Ecuador. Bolívar se encargó de organizar su nación, es por ello que encargó a su lugarteniente, Antonio José de Sucre, a liberar Ecuador, venciendo a los españoles en la Batalla de Pichincha, en 1822, e incorporando este dominio al gobierno de Bolívar. Sin embargo el sueño bolivariano no terminaba ahí, pues quería hacer de todo el continente sudamericano una nación bajo su mando. Así colaboró en la independencia de Perú, en la Batalla de Ayacucho de 1824, pero se encontró con la presencia de San Martín, que quería hacer una nación americana, pero bajo su mando y de orden monárquico, declarándose Protector del Perú, y dejando a Bolívar sin completar su sueño. Aunque le quedaba el Alto Perú (Bolivia), donde envió a Antonio José de Sucre a independizar, y crear una República, pero esta vez chocó con la ambición personal de Sucre, que quería una nación para su administración, y creó la República de Bolívar, la que presidió hasta 1828. Finalmente, Bolívar se conformó con la Gran Colombia, pues Chile y Argentina eran elementos de difícil dominio para sus tropas, con O’Higgins y San Martín defendiéndolo, y falleció en 1830, y con él, este gran proyecto, que se disgregó en los diferentes caudillos nacionales tanto venezolanos, colombianos y ecuatorianos. 

5.- LA COSTA ATLÁNTICA: El 22 de mayo de 1810, misma fecha que en Cartagena (Nueva Granada), Manuel Belgrano convocó a una Junta de Gobierno en Buenos Aires, obligando a renunciar al virrey, e instalando un régimen federalista de gobierno, en un proceso de búsqueda de mejor proyecto gubernamental. El gobierno bonaerense no conoció reconquista, pues fueron tenaces resistentes de los españoles durante el proceso previo a la emancipación, que impidió que éstos pudieran volver a dañar el proceso independentista que llevaban.


6.- EL EJÉRCITO LIBERTADOR DE LOS ANDES: En Chile, el 18 de septiembre de 1810 se proclamó un Cabildo Abierto, formando en él la Primera Junta Nacional de Gobierno, dirigida por el Gobernador hispano Mateo de Toro y Zambrano, la cual tuvo carácter de leal al monarca español. En 1811 se convocó a un Congreso Nacional, y el gobierno patriota de José Miguel Carrera de 1812-1814, van a sentar las bases de la emancipación, alejandose de la figura de lealtad a la corona y aboliendo la esclavitud. Sin embargo después de la derrota continua desde Concepción a Rancagua, ante las tropas de Gabino Gainza, Antonio Pareja y Mariano Osorio, el país va a ser reconquistado por los españoles por el período 1814-1817, pues los libertadores Bernardo O’Higgins, y el argentino José de San Martín, formaron el Ejército Libertador de Los Andes, que desde Mendoza, en 1817 llegaron a Chacabuco, donde derrotaron a las tropas de Rafael Maroto, y al Gobernador Casimiro Marcó del Pont, y se instala en el gobierno una Dirección Suprema a cargo de O’Higgins, pues San Martín no aceptó tal cargo. El triunfo definitivo de este ejército andino no fue aquí, sino que el 5 de abril de 1818, al vencer a Mariano Osorio (que había retornado del Perú), en la Batalla de Maipú, y la Declaración de Independencia el 12 de febrero de 1818, consolidando así la libertad del cono austral de América, -Chile y Argentina. Adempero, los patriotas chilenos y argentinos consideraron que la independencia de América no estaría del todo segura, mientras los españoles mantengan algún dominio en el continente, por lo que debían cooperar en la liberación del Virreynato del Perú. O’Higgins consiguió un préstamo con Gran Bretaña para financiar la Expedición Libertadora del Perú, la que fue dirigida por el argentino José de San Martín en el Ejército, y el inglés Lord Thomas Cochrane en la Armada, todo bajo bandera chilena.


La travesía se inició en el Puerto de Paracas en 1820. El Virrey Joaquín de Pezuela debió fraccionar a su ejército de 15.000 soldados en tres secciones (Lima, Arequipa y Alto Perú), mientras la expedición chilena era de cerca de 6.500 soldados, entre ejército y armada. Las negociaciones no dieron resultado, y San Martín, con ayuda de Bolívar en lo militar, y de O’Higgins en lo financiero, se lanzó contra el Callao y Lima. Pezuela es conminado y el rey Fernando VII envió a Manuel Abreu para llegar a la paz con San Martín, pero la guerra prosiguió, pues San Martín no quería un pacto de no agresión con España, sino que quería a España lejos de cualquier dominio americano. En 1821 San Martín declaró la Independencia del Perú, consolidada en la Batalla de Ayacucho (1824), siendo San Martín designado Protector del Perú. Sólo en 1824 se vence al Virrey José de la Serna, con colaboración de Sucre y Bolívar. Con el fin de esta guerra se logró la independencia absoluta del continente sudamericano de la corona española. Bolivia nacerá cuando Sucre rinda a los últimos realistas del Alto Perú, en 1826, quedando como dueño de esa República de Bolívar, segregada del Perú.

7.- EL IMPERIO DEL BRASIL: A raíz de la invasión que Napoleón efectuó en 1808 a la península ibérica, los reyes de Portugal María I y Joao V, se trasladaron en 1808 a Río de Janeiro. Este hecho fue provocado ante la amenaza de las tropas napoleónicas a entrar en Lisboa. La instalación de la monarquía portuguesa en su colonia brasileña, ocasionó que el nacionalismo brasileño experimentara un fuerte impulso. Joao V falleció en 1816, y su hijo Joao VI le sucedió adoptando una postura más brasileña que metropolitana. En 1822 debió regresar a Portugal a dejar a su hija María de la Gloria en el Trono de Portugal, mientras en Brasil dejaba como regente a su hijo Pedro IV, el hijo menor.


Pedro IV impulsado por los grandes propietarios agrícolas del Brasil, proclamó la Independencia de esta colonia, en el famoso “Grito de Ypiranga” en septiembre de 1822, y el 12 de octubre del mismo año, se proclama Emperador del Imperio del Brasil, como Pedro I, renunciando a su derecho a la corona portuguesa para 1826 cuando falleciera Joao VI, su padre. Así Portugal quedó bajo María II (María de la Gloria, primogénita de Joao VI), y Brasil para Pedro. En 1831, Pedro I debió abdicar al imperio brasileño, y dejó a su hijo Pedro II a cargo de aquel trono, pues debió viajar a Portugal a restaurar los derechos de su hermana María de la Gloria como reina, pues el regente Miguel I se había declarado rey, y se mantuvo en Portugal hasta su fallecimiento cuidando los intereses de la familia real. En Brasil, las clases dirigentes de la política van a dejar de creer en la monarquía llevada a cabo por Pedro II. Tras la guerra con Paraguay, las pérdidas brasileñas produjeron un complot contra el Imperio, y en 1889 se proclamó la República Federal y Laica de Brasil, con la venia del emperador Pedro II que decidió salir digno de esa situación, y renunciar él mismo a seguir con aquel tipo de gobierno monárquico en Brasil.

Bibliografía:

• Bethell, Leslie (editor). “Historia de América Latina”. “La independencia” Tomo 5. Traducción de Àngels Solà. Barcelona: Editorial Crítica, 1991.

Ricardo Aguilar Cubillos, septiembre 2003.-

http://raguilarcubillos.galeon.com/aficiones1328519.html

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