EL MISTERIO DE OFIR
Según el “Libro de los Reyes”, naves de Tarsis al servicio de Salomón navegaban a Ofir. Se habla de los puertos de Asiongaber y Elat, cuyas ruinas se descubrieron, pero lo que es una incógnita es si realmente exsitió y donde estaba situado Ofir.
Según la biblia hacía el año 945 a. C., judíos y fenicios partieron de Asiongaber con rumbo a un país, Ofir, situado al sur, y el viaje de ida y vuelta duró tres años.
La situación de Ofir se ha buscado en muchas partes, en Massaua, en Arabia y hasta en la India. Hubo un tiempo en que parecía que la ciudad había sido hallada.
En 1867, el cazador norteamericano Adam Randers, descubrió unas misteriosas ruinas en un lugar llamado Zimbawe, en la antigua Rhodesia. El lugar estaba rodeado de ruinas y de minas de oro abandonadas. El explorador Karl Mauch, decidió explorar ese territorio.
Las ruinas de Zimbawe muestran un despliegue impresionante de murallas ciclópeas de diez metros de altura, construidas con piedras talladas y unidas por su propio peso. En el centro la llamada ciudadela que es la parte mejor conservada. En el interior fueron encontradas figurillas que recordaban a la época fenicia.
Durante muchos años Zimbawe, fue la Ofir bíblica, pero en 1929, la arqueóloga británica Gertrude Caton-Thompson, destruyó la leyenda. Ella, llegó a la conclusión de que las ruinas pertenecen al pueblo bantú africano, y que Zimbawe era la capital amurallada de un gran reino negro que se extendió hace muchos años por aquellas regiones.
Otra investigación con carbono 14, dice que la antigüedad de las ruinas data del año 600 de nuestra era.
Según la biblia hacía el año 945 a. C., judíos y fenicios partieron de Asiongaber con rumbo a un país, Ofir, situado al sur, y el viaje de ida y vuelta duró tres años.
La situación de Ofir se ha buscado en muchas partes, en Massaua, en Arabia y hasta en la India. Hubo un tiempo en que parecía que la ciudad había sido hallada.
En 1867, el cazador norteamericano Adam Randers, descubrió unas misteriosas ruinas en un lugar llamado Zimbawe, en la antigua Rhodesia. El lugar estaba rodeado de ruinas y de minas de oro abandonadas. El explorador Karl Mauch, decidió explorar ese territorio.
Las ruinas de Zimbawe muestran un despliegue impresionante de murallas ciclópeas de diez metros de altura, construidas con piedras talladas y unidas por su propio peso. En el centro la llamada ciudadela que es la parte mejor conservada. En el interior fueron encontradas figurillas que recordaban a la época fenicia.
Durante muchos años Zimbawe, fue la Ofir bíblica, pero en 1929, la arqueóloga británica Gertrude Caton-Thompson, destruyó la leyenda. Ella, llegó a la conclusión de que las ruinas pertenecen al pueblo bantú africano, y que Zimbawe era la capital amurallada de un gran reino negro que se extendió hace muchos años por aquellas regiones.
Otra investigación con carbono 14, dice que la antigüedad de las ruinas data del año 600 de nuestra era.
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