AMIGOS DEL BLOG

miércoles, 8 de abril de 2015

La Masonería abre sus puertas (1)



La Masonería abre sus puertas (1)

Fotografía: Carlos Díaz-Recio

La Gran Logia de España permite la entrada de un medio de comunicación en uno de sus templos en Canarias
Los masones son miembros respetables de nuestra comunidad, inmersos en un proceso de normalización social
La orden del 'Gran Arquitecto del Universo' ha estado rodeada de mentiras bien alimentadas durante la dictadura


Escrito por: Ana Sharife



Sábado. Primera hora de la mañana. La cita transcurre en una casa verde situada al pie de un barranco, en el valle de Santa Brígida (Gran Canaria). Se trata de un antiguo caserón propiedad la Gran Logia de España, donde los masones de la Isla se reúnen regularmente para tener sus 'tenidas' (reuniones de trabajo). Es una casa sencilla cuyo frontón tiene cuatro arcos blancos de estilo neogótico, tan al gusto de los años 1930-40, por tanto la vivienda debió construirse en esas fechas. Por primera vez, un medio de comunicación entra en las tripas de un templo masónico para realizar un reportaje. Un permiso que llegó a las más altas instancias: la Gran Logia de España. Un deseo de normalización de las relaciones entre la Masonería y la sociedad.

La puerta está abierta y huele a incienso. CANARIAS EN HORA entra en el templo de la Gran Logia Provincial de Canarias envuelto en ese aroma que transporta a los santuarios donde se adoran a las deidades hindúes y budistas, a la Iglesia Católica durante la Adoración eucarística, cuyo uso siempre fue el mismo, prender fuego: iluminar. De fondo se escucha una pieza de Mozart, reconocido Maestro. Los masones que allí se encuentran saben de esta visita, saludan amablemente e invitan a café. Son miembros respetables de nuestra comunidad, inmersos en un proceso de normalización social, de suave aterrizaje.

El equipo al que le tocó la realización de este trabajo no sólo comparte expectación, sino también cierta responsabilidad ante un hecho nada frecuente: la presencia de periodistas en un templo masón. La orden del 'Gran Arquitecto del Universo' ha estado rodeada en este país de mitos y mentiras alimentadas durante la dictadura, lo que ha hecho que los masones sean una orden discreta en sus actuaciones. Lo cierto es que no tienen cuernos ni echan fuego por la boca, sino que son personas cuyo trato es cordial y exquisito. Una amabilidad que desarma por completo, que flota en un ambiente sereno de altura intelectual.


La casa entera está llena de símbolos desconocidos y señales mágicas que llaman poderosamente la atención. Es, sencillamente, una morada preciosa. José Manuel Sarmiento Martín, antiguo Venerable Maestro se acerca al equipo y saluda afectuosamente. De su mano comienza la visita. En ningún momento los 'hermanos' sienten incomodidad ante la presencia de las cámaras ni ponen obstáculo ante qué imágenes tomar y cuáles no. Estamos ante una de las logias más antiguas de Canarias, Abora, nacida en la isla de La Palma en 1875 y más tarde trasladada a Gran Canaria como consecuencia de la persecución política franquista, junto a la tinerfeña Añaza y la grancanaria Andamana, que nacieron a finales del siglo XIX, dando así referencia de la antigüedad de la orden en Canarias.Su Venerable Maestro, Jerónimo Saavedra.

Durante el recorrido por el templo, lugar donde cada cosa está en su sitio por alguna determinada razón, las sensaciones toman distancia de la tosca fotografía en blanco y negro que durante tantos años vendió la dictadura. La amplia sonrisa absolutamente humana y humanista de Saavedra recibe al equipo de periodistas, un hombre que junto a Juan Rodríguez Doreste y Antonio López Botas representa a los tres alcaldes de Las Palmas de Gran Canaria de los que se conoce filiación masónica.

La Gran Logia de España, a la que pertenece esta logia insular se constituye como una orden iniciática, en la que uno de los objetivos impulsores es "remediar las necesidades de nuestros semejantes mediante la beneficencia", va contando el antiguo Venerable Maestro durante el paseo por el inmueble. Son actos de caridad que se tienen que quedar en el ámbito privado, de los que no se puede presumir, pues la logia espera de ellos que sean "gente de honor, leales, dignos y discretos", apunta.

La Masonería es una escuela iniciática espiritual que persigue el desarrollo del hombre para el bienestar de la humanidad. Una evolución que sólo es posible conseguir mediante el estudio científico y moral de las cosas. En Canarias hay 315 masones y 17 logias. Cualquiera puede ingresar, pero las pruebas de acceso son exigentes y están basadas en requerimientos de tipo espiritual y ético. "Tienes que ser un hermano de buenas costumbres, que busques tu propia perfección sobre la base de la integridad, la solidaridad y la superación personal, y a la vez estés dispuesto a combatir la ignorancia, el fanatismo, a defender el conocimiento, la tolerancia y la virtud", explica Sarmiento Martín.


Durante la vista al templo se cruzan los masones que van ataviándose con una extraña indumentaria. Visten de traje negro y camisa blanca, llevan guantes blancos (que recuerdan al masón que no debe jamás mancharse las manos con la iniquidad), el mandil es distinto según el grado al que pertenecen, así como los símbolos que cuelgan de sus ropas indican las tres etapas del desarrollo personal: maestros, compañeros y aprendices. Se están arreglando, se ayudan entre ellos a colocarse el ropaje, se están preparando para trabajar. No miran a la cámara. Actúan con absoluta naturalidad mientras los gráficos graban imágenes.

A los masones se les solicita que elaboren artículos sobre temas filosóficos, y que los presenten en público en la logia. Hay una extensa bibliografía de artículos, revistas y publicaciones masónicas, que incluyen abstracciones y lecciones espirituales o morales de calidad diversa, y también artículos históricos y filosóficos que merecen gran respeto académico. El templo que se visita no parece más que un lugar de encuentro de hombres de cierta cultura, con inquietudes intelectuales, interesados por el humanismo, por encima de las separaciones y de las posiciones sectarias. "Nuestras logias están abiertas a todos aquellos, que dentro del respeto más absoluto a las creencias particulares, hacen del conocimiento un principio de búsqueda, análisis, debate", señala Sarmiento. "Y aquí nunca se habla ni de religión ni de política", puntualiza.

Hay puertas cerradas; otras, abiertas. Cada estancia de la casa tiene un significado, cada color también. Todo está dispuesto de una forma estudiada, todo recibe un sentido simbólico; nada está sujeto al azar. Una piedra bruta llama la atención del gráfico. Representa "el trabajo sobre la piedra bruta destinada a convertirse en cúbica, es decir, apta a las exigencias constructivas", aclara nuestro guía. El hombre puliéndose en contacto con sus semejantes.


En la sala azul tienen lugar los ritos de emulación. En la sala roja, unas columnas griegas rodean un presente depositado en el suelo. No explican el significado. Presidiendo la escena se encuentra un libro sobre el que se apoya una escuadra (que regula las acciones) y un compás (símbolo del espíritu). En la noción de regla, de rectitud, los grados de la abertura del compás simboliza las posibilidades y los grados del conocimiento, "45° se refiere al octavo (indica que la materia no está completamente dominada), 60° al sexto, y 90° al cuarto (realiza el equilibrio entre las dos fuerzas; el compás se convierte en escuadra justa)", explica el masón. La Masonería, al limitar la abertura del compás a 90° máximo, indica los límites que el hombre no sabría traspasar.

Los masones siguen llegando al templo y se saludan afectuosamente. Saludos de manos a los que les siguen abrazos muy cálidos, tan fraternales que conmueven. Hay palabras de pase, toques al saludarse. El antiguo Venerable Maestro atiende a todas las preguntas, salvo dos. Dos secretos prioritarios: uno de ellos asociado con el reconocimiento; el otro, ritual. Se trata del conocimiento que cada miembro de la logia va adquiriendo de sí mismo conforme aprende. Una experiencia personal que no puede transmitirse a nadie más. En uno de los pasillos, unas figuras representan a los masones más representativos de la historia. Mandela, Gandhi, Freud, Mozart, Pope, Newton, Martin Luther King, Dumas, Lincoln, Franklin, Churchil, Napoleón, Garibaldi o Roosevelt desfilan a lo largo, hasta llegar al sótano. El suelo es un ajedrez en blanco y negro que recuerda a la Rayuela, de Cortázar. "Es el pensamiento reflexionado en el que no cabe la extensión", explica el guía.

Durante el recorrido a la planta se llega a la Cámara de Reflexión, espacio que no se describe aquí por respeto a uno de los rituales más íntimos de una logia. La impresión paraliza. Nadie que no pertenezca a la Masonería ha visto nada igual. Con la sensación de que entregan un mensaje, un tesoro que no pertenece a nadie más que ellos, el equipo deja de grabar, de tomar imágenes y guarda silencio. Hay una penumbra marcial de claridad en ese lugar, donde el masón aprende a ahogarse en pantanos espirituales, en tormentas del alma. Es fácil imaginarlos abrazados a sus sueños en mitad de aquella oscuridad, alumbrada sólo por una pequeña vela, menguando y menguando hasta vaciarse y desaparecer. Es entonces cuando empieza a desvelarse la clave de la Masonería, pero es hora de marcharse. Y el equipo de periodistas se aleja del templo, abrumados ante lo que han visto, con la ebria certeza de llevarse un tesoro en las manos que nunca revelarán.

http://canariasenhora.com/#!/la-masoneria-abre-sus-puertas-1

No hay comentarios:

Publicar un comentario