Por Harold González Bustamante.
Culturas milenarias han desarrollado y fundamentado sus sabidurías a través de Consejos y dirección de los más antiguos, así por ejemplo tenemos que en la antigua Roma el Consejo Supremo era formado por una Asamblea de Patricios quienes en sus mayorías eran miembros respetables de la ciudad, en Japón, por ejemplo, al “sensei” se le denominaba así porque la única diferencia que había entre un alumno y su maestro era que este ultimo simplemente había nacido antes y por eso podía transmitir sus conocimientos y sabiduría. En las culturas indígenas la sabiduría y la enseñanza recaían en el Consejo de Ancianos de cada tribu que transmitían sus conocimientos con respeto.
Lo mismo se proyectó para la Masonería, en donde el vocablo “Venerable” significa hombre respetable digno de estima y honor especialmente por su edad y antigüedad y la transmisión de sus conocimientos con humildad y fraternidad, libre de todo interés personal.
En nuestra Orden es habitual que muchos hermanos se inclinen en saber cuanto tiempo hace que se iniciaron otros hermanos en la membrecía, algunos lo hacen para saber el grado, otros lo hacen para demostrar su antigüedad o permanencia en la Orden, ciertamente algunos piensan que los reconocimientos en la Masonería contrario sensu del trabajo, de los meritos, de la fraternidad, de las buenas obras que a diario debemos practicar, se ganan lenta e imperceptiblemente con el paso o transcurrir del tiempo.
Considero que la Masonería es, ciertamente progresiva, en cuanto a los grados que se van obteniendo a través del trabajo y del tiempo, pero lo más importante debe ser el carácter progresista de la institución, por encima de la antigüedad de algunos de los hermanos de nuestra sociedad, que a veces tratan de imponer condiciones e intereses como si la Masonería fuera una disciplina de carácter castrense.
No es nada fácil para los noveles masones de la orden, poder incursionar con su pensamiento libre, nuevo y de avanzada en una Masonería a veces quieta, en donde en algunos casos impera más el grado de antigüedad por encima de la razón y el libre pensamiento. Desde luego toda regla tiene sus excepciones y en nuestra sociedad afortunadamente observamos algunos maestros antiguos que son en su actuar y pensar verdaderos jóvenes del pensamiento moderno y progresista de la Masonería, que los convierte en verdaderos consejeros y respetables venerables, basta citar como ejemplos a hermanos como Pedro Lafont Pianetta y Hugo Melo Gómez, entre otros, que conservan en su corazón los verdaderos principios universales de la Masonería y sin lugar a dudas lo referentes y el buen ejemplo a seguir.
Por ello invito a todos los hermanos de la obediencia, a que abramos el corazón y el sentimiento a la independencia, a la nueva Masonería, al cambio, a que renovemos nuestro pensamiento conforme a las nuevas directrices de la Masonería Latinoamericana y Universal consagrada en la Carta de Bogotá, en el pasado congreso de la C.M.I. celebrado en nuestra ciudad en abril de este año.
El secreto de la Masonería no está en la antigüedad, el secreto de la misma está en la trasmisión de la sabiduría con amor fraterno, está en la operatividad, en la ejecución, en la coherencia que debe existir entre lo que decimos y lo que practicamos a diario, el secreto está en reflejar ante la sociedad nuestros principios y valores, el secreto de la Masonería esta en fijar posiciones sobre la paz o sobre la violación de los derechos humanos… Ahí es donde está el verdadero secreto...
Adenda Como “para alquilar balcón”, así será la próxima conferencia organizada por la corriente filosófica del librepensamiento “M x M”, el tema “El futuro de la masonería simbólica”, no se la pueden perder.
http://masonesporlamasoneria.weebly.com/publicaciones/el-secreto-de-la-masonera-no-esta-en-la-antigedad
No hay comentarios:
Publicar un comentario