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martes, 23 de diciembre de 2014

¿ QUIEN ES HIRAM ABIF?

¿ QUIEN ES HIRAM ABIF?

Uno de los aspectos más discutidos, criticados y observados en la masonería, es la figura de Hiram Abiff, tanto por quienes están en vereda opuesta, como en los miembros de la orden misma, todo ello basado en el insuficiente conocimiento de la materia en cuestión, regado con una dosis de intolerancia e ignorancia.


Jiram Abif, Hiram Abif, Hiram Abí o Hiram Abiff es una figura alegórica del ritual masónico del tercer grado, que representa al maestro constructor del Templo de Salomón. Hablar de Hiram Abiff, necesariamente nos obliga a conocer algunos aspectos bíblicos por los personajes que estuvieron vinculados a la leyenda del fundidor de metales, que son mencionados en el Tanaj hebreo y la biblia cristiana.

El nombre Hiram (en hebreo Hîrām, Hîrōm, Hūrām, H[e]iram, pronunciado Kjirám o Kjurám) es de origen fenicio, posiblemente una abreviación o equivalente de Ahiram (Núm. 26:38, en la Biblia), el cual significa “mi hermano es el exaltado [Dios]”. 

Existió por lo menos dos reyes en Tiro llamado Kjirám o Kjiróm, que significaba (ser) blanco, limpio, blancura. En la construcción del Templo de Salomón participo de manera indirecta Hiram I rey de Tiro.

La palabra Abí significa “(ser) paternal”. Proviene de la palabra caldea correspondiente a padre (literal o figurado), principal, verdor, fruto, patrimonio, descendencia y antepasado, planta verde, fructificar. Esta es la misma palabra Abías (Abí-Yah), otro nombre bíblico. 

Abí, Ab u Ob, significan guardián, vigilante y ángel guardián, que expresan la idea de proteger un lugar habitado. El blanco expresa la idea un lino fino o lino blanco, mientras que abi expresa la idea de ser un mago o encantador (por el balbuceo), así como alguien que evoca espíritus. De esta misma raíz proviene la palabra griega Abba.

En la parábola usada en el ritual masónico, Hiram Abiff fue asesinado por tres compañeros miembros del oficio que trabajaban en la construcción del templo en su afán de obtener información del Maestro Masón de forma ilícita. Esta información era el nombre verdadero de dios, Hiram Abiff no lo reveló y prefirió morir.

El cuerpo de Hiram fue escondido por los asesinos llamados en el folclore masón Jubelon, Jubelas y Jubelus, después recuperado y enterrado adecuadamente por el Rey Salomón.

El Templo del Rey Salomón era la construcción arquitectónica más importante de la época, dicen los cristianos: Era el primer templo que se construía para Yahvé (YHWH) por el pueblo de Israel. Los secretos que se utilizaron para su construcción, así como, la terminología que se usaba, forman parte de las tradiciones cristianas y de la Masonería moderna a partir del Siglo XVIII, en que la Masonería deja de ser operativa (basada en los obreros que trabajaban con piedras) para pasar a ser hasta hoy en día, Masonería especulativa. 

Los especulativos, tomaron los nombres de los diferentes utensilios, herramientas y vocabulario perteneciente al gremio de constructores, para aplicarlos de forma alegórica a la conducta moral del masón. Si el masón se hace experto en su aplicación simbólica de las herramientas constructivas, alcanza la perfección como persona y en consecuencia, contribuye a mejorar la sociedad.

La biblia cristiana y hebrea habla de Hiram I, rey de Tiro y Hiram Abiff el hábil artesano enviado desde Tiro para trabajar en el Templo de Salomón.

La Biblia dice que era un experto en bronce, y otros metales, un hábil artesano experto en metalurgia, para otros, Hiram Abiff fue un consumado maestro en Alquimia hermética.

Hiram Abif el fundidor metalurgista, es socorrido en sus labores durante la construcción de los adornos del Templo del Rey Salomón, por su ancestro Tubal-Caín, quién era a su vez descendiente de Caín, el primer constructor de ciudades conforme narra la Biblia.

Los fundidores y herreros para las tribus nómadas de pastores de oriente medio, eran considerados oficios malos, debido a que forjaban armas para las guerras, mientras que para los habitantes de los caseríos, villas y ciudades, eran oficios de alta estima, oficios cuya enseñanza habían sido realizados por los dioses.

Y vos, quién dice que es Hiran Abif.

Herbert Oré B.

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