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martes, 11 de noviembre de 2014

El Tiempo

El Tiempo
Cortesía: CARLOS NAPOLEON DEL CARPIO

 

Desde mi perspectiva, y también desde la de otros niveles del ser propio de ustedes, el tiempo, tal y como lo conocen, sencillamente no existe. Yo, y otros niveles de su propio ser, participamos plenamente en el presente, pasado y futuro de este planeta, simultáneamente. Soy consciente, con una intimidad semejante a la que ustedes tienen para su actual encarnación, de que algunas fracciones de mi energía están encarnadas en muchos sitios de la historia de la Tierra. Esto se debe a que no estoy constreñido por un cerebro lineal sino que uso el conocimiento directo. Es ahí donde radica la gran diferencia. 

El cerebro físico opera de manera secuencial, con un tiempo finito, necesario para procesar cualquier información sensorial. Sin negar para nada su asombrosa estructura, el cerebro y el sistema nervioso son lentos. Cuando te estás quemando un dedo, lo retiras de la estufa o sueltas lo caliente. Podría tomarte hasta un segundo entre el contacto inicial y la acción de soltar. Otros proyectos más complejos, tales como diseñar una nueva casa o un sistema por computador, podría tomarte meses o años, debido al tiempo que se necesita para procesar los pensamientos en el cerebro. 

Algunos proyectos son tan extensos que no se pueden completar en el lapso de una sola vida del participante; y, de esta forma, se creó el concepto de la historia. 

Alguien que nazca hoy debe ser informado de lo que ha sucedido en el planeta hasta hoy, o por lo menos, de algunas partes seleccionadas de lo sucedido. 

Algunas personas se la pasan toda una vida registrando lo sucedido y contándoselo a los demás; todo ello debido a que la sinapsis (o conexión) del cerebro físico se toma unos pocos milisegundos para encenderse. 

Los niveles no físicos de tu ser no tienen esta limitación. Por medio del conocimiento directo de la energía de los acontecimientos, yo puedo hacer conexión con cualquier punto que pienses, de la historia o del futuro de tu planeta, con igual facilidad. 

Les sugiero que intenten visualizar cómo se siente esto. Imagínense que son un aspecto de la frecuencia más elevada de su propio estado de conciencia y están mirando, abajo, a varias personas, cada una de las cuales, está en un momento distinto de la historia. Mediante la simple intención, ustedes se pueden mezclar con cualquiera de ellas o con todas ellas a la vez, convertirse en ellas y conocer cada faceta de lo que están pensando y sintiendo; debido a que ustedes son ellos. Digamos que eres un especialista en cristales de la Atlántida, un soldado romano, un campesino medieval y, por supuesto, el tú que conoces hoy. Inténtenlo. Sientan cómo cada uno de ellos percibe el tiempo, cómo lo percibes tú y cómo ustedes interactúan. 

Ahora, todo se planeó cuidadosamente para que fuera de esta manera desde un comienzo. Sin embargo, no tenía por qué ser de esta manera y otras especies en otros sistemas de realidad lo hacen de una manera muy distinta. Su especie, en particular, tomó una decisión colectiva, a un alto nivel del ESPÍRITU, para crear literalmente la sensación del transcurrir del tiempo y así gozar de varias herramientas de aprendizaje. Una de ellas, el karma, o la ley del equilibrio, se basa en el concepto de que si una persona X afecta la vida de una persona Y, de cualquier manera, entonces como efecto de eso debe haber una reciprocidad. Así, Y deberá afectar la vida de X de la misma o similar manera y crear así un equilibrio energético. Ahora, esto lo he simplificado mucho, pues existen muchas excepciones para esta reciprocidad; pero desde la perspectiva de X y de Y, en el plano físico, X tiene que actuar primero y luego Y. Era necesario tener algún marco de referencia para impedir que todo se sucediera al mismo tiempo; de lo contrario, X y Y serían incapaces de resolver cuál es la causa y cuál, el efecto. El marco de referencia elegido fue el de la percepción del tiempo. Para adoptar esta percepción lineal del tiempo, ustedes no tuvieron que crear nada nuevo sino solamente descartarse de su habilidad de experimentar el tiempo simultáneo. La construcción del cerebro, que la especie eligió para el cuerpo del ser humano, mantuvo esta construcción de manera perfecta. Por supuesto, desde una perspectiva más elevada, las acciones de X y de Y ocurren simultáneamente y el intercambio queda sujeto a la coreografía de sus niveles no físicos. 

Me he extendido explicando el punto del tiempo simultáneo, porque ello explica por qué la energía disponible para crear es ilimitada: la misma unidad de energía puede estar en innumerables puntos de la línea del tiempo físico, con una gran facilidad, mediante la simple declaración de su intención. Las unidades de energía pueden conformar al cortador para cristales de la Atlántida, a la espada del romano y al azadón del campesino, de manera simultánea y, teniendo en cuenta la naturaleza juguetona de la energía, se va a divertir con la ironía involucrada. 

Estoy hablándoles de la percepción de ustedes respecto al tiempo, no de la arbitraria división de él en unidades, tales como las horas, los minutos y los segundos. Ésta es apenas el resultado del tamaño de la vara de medición y tiene muy poco que ver con su percepción del tiempo. Ahora, el tiempo del reloj parece muy real, basado, como aparenta ser, en el movimiento del planeta alrededor del sol. No existe ninguna razón real por la cual deban organizar sus actividades de acuerdo con la luz y la oscuridad. 

Sencillamente, les es conveniente. También es conveniente tener el planeta rotando alrededor del sol, equilibrando las fuerzas centrípetas y centrífugas. Por percepción del tiempo, quiero decir que ustedes son capaces de percibir la duración; y cómo perciben un acontecimiento y luego otro, y después otro. Si ustedes pudieran experimentar todos los acontecimientos de una sola vez, el tiempo no se constituiría en ninguna obstrucción sensorial, ni en limitación para ustedes. Imagínense un gran tapete hecho de hilos verticales y de tramas horizontales. Cada hilo vertical sería como un punto percibido del ahora y las tramas horizontales representarían el espacio. Los hilos diagonales de colores que representan el dibujo del tapete serían los acontecimientos de tu vida, ocurriéndose en el tiempo y en el espacio. Ahora, imagínense a un diminuto insecto moviéndose sobre el tapete. Si lo hiciera horizontalmente, experimentaría a cada punto del ahora sucesivamente pero estaría atascado en un sólo sitio físico. 

Ocasionalmente se tropezaría con un hilo de colores y experimentaría un diminuto pedazo de tu vida. Si asciende verticalmente sobre el tapete, se movería a través de espacio pero quedaría atascado en el ahora y así experimentaría todo lo que sucede a través del espacio pero en un sólo momento. Vería cual fotografías todo lo sucedido en el planeta en un determinado instante, incluyendo un instante de tu vida. 

Obviamente, si nuestro insecto se vuelve inteligente, seguiría uno de los millones de hilos coloreados y entonces experimentaría la vida de una persona. Desde tu ventajoso punto del "afuera" podrías ver todo el tapete: tiempo, espacio y el trabajo de tejido de las vidas de las personas. Podrías, si lo deseas, dejarte caer sobre cualquier punto y experimentar sus vidas con ellas. Pero estarías muy ocupado porque te darías cuenta de que existen millones de tapetes colgados al lado de este, prolongándose hasta el infinito, y además los hilos de colores realmente van de un tapete al otro, tejiéndose en tres dimensiones --los universos paralelos de los cuales has oído hablar. 

Y aún más: podrías ver borrosamente unos tapetes fantasmas que resplandecen cerca de sus versiones físicas: los tapetes de los planos superiores. ¿Habrá alguien mirándote de la misma manera en que tú estabas mirando al insecto a medida que él se movía sobre el tapete, con su cabecita hacia abajo, diligentemente siguiendo un pequeño hilo?

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