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domingo, 24 de mayo de 2015

El origen del hombre y las magias primitivas.

Estudios místicos (20 de 31) – Estudio del Alma (1 de 8) – El origen del hombre y las magias primitivas.

serhumanoHasta este momento hemos estudiado la materia, hemos visto que sus diferentes formas de manifestarse se deben a la energía denominada Espíritu. También hemos visto que la Fuerza Vital es la productora de la vida, además, el Alma precisa de la Fuerza Vital para poder encarnarse. En resumen, hemos estudiado la materia, el Espíritu, la Fuerza Vital… hora es ya de estudiar el Alma, nuestra parte más pura y espiritual. Estudiar el Alma sin hacer referencia a Dios y, por lo tanto, a las religiones es del todo imposible. Por lo tanto comenzaremos nuestro estudio viendo el origen del hombre y como, a medida que este fue evolucionando, aparecen las primeras creencias hasta llegar a las grandes religiones que perduran en nuestro tiempo.

El origen del hombre

Para comprender los comienzos de la religión debemos intentar analizar, lo más exactamente posible, las condiciones en los que vivía el hombre en los principios de la civilización
Paul Radin [Nota 1]
¿Cómo y cuándo nació en la consciencia humana el concepto de Dios? Para saberlo tenemos que retroceder al origen de la humanidad, al momento en que abandonamos el status de animal y nos convertimos en un ser pensante, en un ser superior.
La antropología [Nota 2] considera que el ser humano aparece hace unos 500.000 años con el homo erectus y el ser humano “avanzado” hace unos 100.000 años con el homo sapiens; sin embargo, hay que matizar. Así tenemos al hombre de Neanderthal, al de Cro-magnon y al Homo Sapiens Sapiens; este último considerado el primer espécimen del hombre moderno, es decir: nosotros.
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Pero la Antropología no es exacta en sus fechas y, menos aún, en definir el antepasado del hombre .Algunos antropólogos afirman que descendemos del Homo Habilis a través de un “eslabón perdido”, es decir, no conocido, llegando a remontarse hasta el Ramapiteco (1º teoría marcada en negro en el gráfico lateral)
Una segunda teoría, marcada en verde, dice que el Homo Erectus desciende directamente del Ramapiteco, de donde descienden también todos los simios antropomoformos. Esto hace del Australopiteco y el Homo Habilis una línea evolutiva fracasada ante la aparición del Homo Erectus. Por otro lado implica que el Ramapiteco siguió existiendo junto a estas dos especies, por lo que las fechas serían falsas ya que el Ramapiteco, el Australopiteco y el Homo Habilis no fueron sustituyéndose sino que convivieron juntos.
Una tercera teoría, la menos defendida y marcada en rojo, dice que el Ramapiteco es el resultado de una evolución de los lemúridos primitivos hasta llegar al Ramapiteco, punto a partir del cual sigue la primera teoría.
Frente a la antropología tenemos la teoría de que el hombre ha sido creado a imagen de Dios y niega toda la evolución de la especie humana, es el creacionismo y fecha la aparición del hombre hacia el 4.000 antes de Jesucristo, es decir, hace unos 6000 años.
Dada la importancia de este movimiento, vamos a estudiar un poco lo que es el creacionismo y dejamos al lector el profundizar más en esta creencia si lo desea.

El creacionismo

Se denomina creacionismo al conjunto de creencias, inspiradas en doctrinas religiosas, según las cuales el Universo y los seres vivos provienen de actos específicos de creación divina. Por extensión, el adjetivo «creacionista» se ha aplicado a cualquier opinión o doctrina filosófica o religiosa que defienda una explicación del origen del mundo basada en uno o más actos de creación por un Dios personal, como lo hacen, por ejemplo, las religiones abrahámicas. Por ello, igualmente se denomina creacionismo a los movimientos seudocientíficos y religiosos que militan en contra del hecho evolutivo. Las cosmogonías y mitos de carácter creacionista han estado y permanecen presentes en muy distintos sistemas de creencias, tanto monoteístas, como politeístas o animistas. El movimiento creacionista políticamente más activo y conocido es de origen cristiano protestante y está implantado, principalmente, en los Estados Unidos.
Algunos creacionistas creen que la Tierra es joven, indicando que el planeta tiene menos de 10.000 años, y generalmente creen que fue creada por Dios hace 6.000 años, tal como lo describe el Calendario de Ussher-Lightfoot [Nota 3]. Así, las teorías científicas del Universo y la astronomía no están incluidas en esa ideología.
Esta visión es apoyada por múltiples iglesias protestantes en Estados Unidos. Se estima en un 47% el número de estadounidenses que comparten esta opinión, y casi el 10% de universidades cristianas imparten esta teoría en sus clases.
La Iglesia católica rechaza una interpretación literal de los primeros capítulos del Génesis y, para su doctrina, cualquier propósito similar ignoraría el sentido de la creación y de Dios mismo, al que se le presenta como fundamento y causa última trascendente de la realidad. Al no entrar el magisterio de la Iglesia en cuestiones científicas, tampoco se opone a la teoría de la evolución, siempre que el creyente considere algunos aspectos básicos de su doctrina como pueden ser la causalidad divina, que el ser humano haya sido creado a imagen y semejanza de Dios y que su alma ha sido creada por voluntad de Dios, diferenciándolo de los otros seres vivos.

La posición mística

La posición de la Iglesia en el tema, como hemos visto, parece que se aproxima mucho a la del misticismo pero no es cierto en modo alguno. El misticismo consigue aunar ambas teorías en una, es decir, permite aunar la evolución con la creación del hombre por un Dios. Dado que Dios es espíritu puro, es el Alma lo que realmente somos, lo que es semejante, que no igual, a Dios. El cuerpo material del hombre es fruto de la evolución necesaria para adaptarse a la evolución del planeta en que vive tal y como la ciencia enseña  y la aparición de los fósiles ha demostrado. El error teológico de muchas religiones es creer que el ser humano es nuestro cuerpo y no nuestra Alma, un Alma encarnada en un cuerpo como vestimenta necesaria para vivir en un mundo material. Comprendido este punto nada impide unificar ciencia y teología y poder afirmar que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios.

La consciencia humana y las primeras “magias”

De todos modos, lo que nos interesa es determinar en qué momento el hombre toma consciencia de sí mismo y eso es imposible. Sabemos que el hombre de Neanderthal enterraba a sus muertos pero ¿antes de ellos? No podemos determinar el momento exacto en el que el ser humano pensó por vez primera y se enfrentó a lo que no conocía: ¿qué es el nacimiento?, ¿qué es la muerte?, ¿por qué llueve? Todo era extraño y desconocido.
Probablemente, el hombre primitivo, ante su falta de entendimiento, culpó de todo a los espíritus. El espíritu del viento podía enfadarse y soplar huracanadamente o “estar de buenas” y ser una brisa refrescante en el caluroso verano. Si un volcán entraba en erupción era porque el hombre merecía ser castigado por el espíritu del volcán. Partiendo de la base de que todo lo que existía era gobernado por espíritus surge la idea de realizar ciertos rituales para calmar su cólera, así como la división entre espíritus maléficos como el del volcán y benéficos como el Sol la lluvia que necesitaban para sus cosechas. Aparecen así las primeras creencias y magias que podríamos catalogar como religiones primitivas.
vuduLas primeras magias primitivas eran de dos tipos bien diferenciados: magia por similitud y magia por contacto.
La primera o magia por similitud consistía en provocar efectos negativos o positivos imitando las causas naturales que los producían o creían ellos que lo producía. Para facilitar la caza fabricaban animales en barro y madera y les clavaban flechas; esta magia perdura aún en nuestros días, por ejemplo, las muñecas del vudú [Nota 4] son un claro ejemplo de ello.
La segunda o magia por contacto se basa en el hecho de que el contacto con determinadas cosas traspasa el poder de dichas cosas a quien la toca o posee; así un collar de dientes de león, o un tocado de plumas de águila dotaba a quien lo portaba del valor y fuerza de dichos animales.
Como ya sabe, nada de esto funciona y no dejan de ser más que  supersticiones [Nota 5].  El único poder radica en la creencia en si misma por parte del creyente, es decir, es su mente la que le da el poder. Recomendamos repasar el capitulo correspondiente a la magia negra y la brujería para refrescar los conceptos tratados aquí.
Lo interesante para nosotros es que acabaron por surgir los hechiceros y los chamanes como intermediarios entre el hombre y los espíritus. El poder que se suponía que tenían les ayudó para aumentar su autoridad y acabar por dominar al resto del grupo. Así nació, antropológicamente hablando, las primeras sociedades primitivas y las primeras formas de clero.
Sin embargo, una pequeña parte de estos chamanes y hechiceros se dedicaron realmente a penetrar en los misterios de lo desconocido abriendo así la puerta a la aparición de verdaderas religiones y místicos, lo cual desembocará en las religiones denominadas universales como el budismo, el zoroastrismo o el cristianismo, mucho más recientemente. Tema aparte sería analizar sus creencias originales – comunes a todas ellas – y que los místicos y hermetistas han conservado sin cambios a los largos de los tiempos y, por otro lado, analizar los dogmas propios de cada una que han ido surgiendo para enseñar solo lo conveniente. Es decir, la aparición de una enseñanza esotérica común y otra exotérica adaptada a cada sociedad, costumbres y conveniencias de cada clero. Estos dogmas diferentes es lo que ha llevado a las diferentes religiones a enfrentamientos mortales olvidando que la Verdad es solo una y que las religiones no son más que modos diferentes de explicar lo mismo. Se ha catalogado a los místicos de anti-religiosos cuando es todo lo contrario, el místico respeta todas las religiones desde el momento que comprende que siendo diferentes en su forma, en su exoterismo, son iguales en su fondo, en su esoterismo.
 Próxima entrega:  Estudios místicos (21 de 31) – Estudio del Alma (2 de 8) – Las primeras religiones
Notas
[1] Paul Radin (2 de abril de 1883, Łódź, Polonia – 21 de febrero de 1959, Nueva York, Estados Unidos) fue un antropólogo cultural americano Radin enseñó en varios colegios y universidades, sin permanecer en ellos más allá de unos pocos años. En varias ocasiones ocupó cargos en la Universidad de California en Berkeley, Mills College, Fisk University, Black Mountain College, Kenyon College y la Universidad de Chicago. Finalizó su carrera en Brandeis, donde fue presidente del Departamento de Antropología..
[2] La antropología (del griego ἄνθρωπος anthropos, ‘hombre (humano)’, y λόγος, logos, ‘conocimiento’) es la ciencia que estudia al ser humano de una forma integral. Para abarcar la materia de su estudio, la Antropología recurre a herramientas y conocimientos producidos por las ciencias sociales y las ciencias naturales. La aspiración de la disciplina antropológica es producir conocimiento sobre el ser humano en diversas esferas, intentando abarcar tanto las estructuras sociales de la actualidad, la evolución biológica de nuestra especie, el desarrollo y los modos de vida de pueblos que han desaparecido y la diversidad de expresiones culturales y lingüísticas que caracterizan a la humanidad.
[3] La Cronología Ussher es una cronología del siglo XVII de la historia del mundo formulada mediante una lectura interpretativa de la biblia por James Ussher, Arzobispo anglicano del Condado de Armagh (en la actual Irlanda del Norte). La cronología se asocia a veces, frecuentemente con mofa, con la ideología del Creacionismo de la Tierra Joven, ya que sostiene que el universo fue creado hace solo unos milenios.
[4] El vudú es una religión que se originó a partir de las creencias que poseían los pueblos que fueron trasladados como esclavos desde el África Occidental, del contacto de estas creencias con la religión cristiana propia de los países a donde fueron trasladados, y es posible que esté influido parcialmente por supervivencias del politeísmo céltico.1 Se trata de una variante teísta de un sistema animista, provisto de un fuerte componente mágico. Por su vinculación directa con la cosmología y los sistemas de creencias neolíticos, su estudio resulta de gran interés en el campo de la paleoantropología. El vudú se encuentra entre las religiones más antiguas del mundo
http://iluminando.org/2015/05/23/estudios-misticos-20-de-31-estudio-del-alma-1-de-8-el-origen-del-hombre-y-las-magias-primitivas/

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