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jueves, 6 de octubre de 2016

La Leyenda de Hiram Abif

La Leyenda de Hiram Abif
Una interpretación personal
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Esta leyenda, como bien saben, constituye uno de los pilares fundamentales de la filosofía masónica.

Hagamos un poco de memoria, los actores de esta leyenda por un lado son los compañeros jubelas, jubelos y jubelon, y por otra parte el maestro arquitecto Hiram Abif, a cuyo cargo estaba la construcción del templo de Salomón.

La trama se desarrolla en el propio templo y en esencia consiste en que los tres compañeros, al ver que ya se iban a concluir los trabajos del templo y no habría mas tiempo para ser ascendidos a la categoría de maestros decidieron sacarle por la fuerza la palabra sagrada y tocamientos de este grado al Maestro Hiram Abif, pues de ésta manera podrían ellos trabajar en otros países con mejores salario y estatus. Cada uno de ellos por turno, en cada puerta del templo (occidente, sur y oriente) le exige al maestro el secreto, exigencia a la cual se niega diciéndoles que aun no era tiempo de que lo supieran y que requerían estudiar aun mas, esta respuesta provoca el enojo de los compañeros y cada uno de ellos le da tremendo golpe en cuello, pecho y frente con una regla, escuadra y mazo respectivamente, ocasionándole con este último instrumento la muerte.

El cadáver es enterrado fuera del templo, lejos del mismo, y posteriormente es encontrado y exhumado no sin ciertas dificultades debido a la putrefacción que ya presentaba el cadáver, de hecho nuestra palabra sagrada corresponde a la primera expresión que salio cuando se pretendió sacarlo de su sepultura y que significa:” la carne se desprende de los huesos”.

Existe una explicación esotérica, astronómica y filosófica de esta leyenda, por mi parte me atrevo hacer un planteamiento de interpretación personal.

En primer lugar, analicemos la motivación que tenían los compañeros que lo mataron, ¿no acaso podríamos concluir que representan la ambición, la codicia, la deshonestidad y la ignorancia (recordar que el maestro Hiram les decía que habían de estudiar mas)?

¿No os parece que hoy día, todavía hay muchos semejantes que pretenden aspirar a ganar mas sin merecerlo y que actúan deshonestamente para lograrlo?, ¿no es la corrupción uno de los flagelos de nuestra sociedad contemporánea?

Por otra parte analicemos al maestro Hiram, personaje que de acuerdo a la leyenda, tenia dones extraordinarios y fuera de lo común, elevándose por encima de muchos de sus contemporáneos y que además lo demostraba en sus obras, tenia el don de hacer las cosas bien y lo demostraba, exigiendo de los demás lo mismo, no estaba dispuesto a otorgar meritos a quien no lo merecía, demostrando con esto un alto sentido del deber y la responsabilidad, virtudes que defendió aun a costa de su vida, pues que ¿no habría sido mas fácil decirles la palabra y quitarse de problemas e incluso salvarse de la muerte?

Extrapolemos esta disyuntiva a la humanidad entera, imaginemos que la mayoría representan a los tres compañeros asesinos, ¿cuales serian las consecuencias hacia dentro mismo de la sociedad? Ahora supongamos que la mayoría fuese como el maestro Hiram, no es difícil imaginar las consecuencias y las ventajas y desventajas de cada situación.

Podríamos concluir pues, que el devenir de las sociedades humanas esta marcada por la actitud de sus integrantes, si estos poseyeran una alta investidura moral como la tuvo el maestro Hiram el destino humano seria sin lugar a dudas glorioso.

Me viene a la memoria la contestación que el filósofo hindú Krisnamurti dio a quien le pregunto: Maestro ¿que es la humanidad? Y el le contestó: “la humanidad es UD. y yo multiplicados por doscientos millones de habitantes” dicho en otras palabras según mi interpretación, si Uds. y yo fuésemos rateros y así fuera el resto, la humanidad seria un atajo de rateros.

Por los argumentos anteriormente mencionados, considero que el primer deber que debemos cumplir en nuestra calidad de M:.M:. Es aspirar a ser adalides morales, capaces de dar ejemplo a seguir, caminar y evolucionar en confianza plena, parafraseando lo que dice nuestra liturgia “para bien de la humanidad”. Bien decía Samuel Smile, filosofo escocés y medico: “Un hombre ya es alguien, cuando se sabe que se puede confiar en el”.

Es cuanto.

http://leonidasmason.blogspot.pe/2012/04/la-leyenda-de-hiram-abif.html



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