El siglo XVIII (Vol. 2) – La era del contrabando
En el primer artículo sobre el siglo XVIII (De la destilación ilegal al contrabando) os explicamos el porqué del nacimiento del contrabando en Escocia, teniendo en cuenta que durante el siglo XVII fue considerado “bien de primera necesidad”, y lo dejamos cuando el parlamento de Inglaterra aprueba sucesivas subidas del impuesto sobre la importación del alcohol.
Fue entonces cuando nace la época dorada del contrabando de whisky en Escocia. Los pequeños destiladores ilegales, en su mayoría campesinos que destilan para subsistir, pasan a ser potentados contrabandistas. Los escoceses conocen todos los caminos, valles, bosques y montañas, mientras que los sassenach (una especie de guardia civil inglés) no conocen el terreno. Además los contrabandistas cuentan con el apoyo popular, ya que consideran el tráfico ilegal un acto de rebeldía contra la ocupación inglesa. Las emboscadas son numerosas y las bajas del bando inglés crecen cada año.
Los productores de las Highlands acabaron cerrando por la competencia de las destilerías ilegales de las Highlands
Son tantos los peligros para los excisemen (recaudadores) y los sassenach, que irónicamente pronto empiezan a sucumbir ante suculentas ofertas de carne, leche… y whisky, por lo que empiezan a mirar hacia otro lado y a dejar pasar las mercancías que tanto disfrutan. Es conocida la anécdota de cuando los escoceses guardaban el whisky en féretros. Desfilaban rumbo a Inglaterra mulas, hombres y mujeres vestidos de negro, rezando al féretro. Cuando un guarda se paraba a preguntar, respondían “viruela…”, por lo que el sassenach no tardaba en huir de la zona.
Al gobierno inglés no se le ocurre otra cosa que establecer otro impuesto, ésta vez sobre la cebada, para tratar de evitar su cultivo. Los astutos escoceses, empiezan a mezclar su whisky de cebada malteada, muy caro entonces, con otro tipo de grano, y poco a poco se va sacrificando la calidad a favor del beneficio. La mayoría de las destilerías que llevan a cabo esta práctica son las situadas en las Lowlands. Es por este motivo que en 1784 el parlamento británico decide distinguir impositivamente a las Highlands de las Lowlands: es la llamada Wash Act.
Más de 14.000 alambiques fueron confiscados en 1803
Mientras en las Lowlands la producción de whisky se va legalizando poco a poco, en las Highlands la mayoría de destilerías continuarán siendo ilegales. La distancia de las Highlands y su particular geografía dificultan los controles, cosa que hace que los productores legales de las Lowlands acaben cerrando, bien por la competencia de sus hermanos contrabandistas, bien por la presión fiscal recaudadora de Inglaterra.
A todo esto se añade una inflación galopante en Inglaterra, lo que conlleva que las patentes se eleven de 1.10 libras a 108 libras en poco más de 10 años. La consecuencia es clara: la producción de whisky ilegal acaba sobrepasando al whisky legal. Destila todo el mundo, campesinos, artesanos e incluso los propios funcionarios del estado. Un ejemplo del nivel de producción ilegal de aquella época: Más de 14.000 alambiques son confiscados en 1803.
https://todowhisky.es/2013/05/el-siglo-xviii-vol-2-la-era-del-contrabando/
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