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viernes, 11 de mayo de 2018

VIRGO EL SIGNO DEL DISCERNIMIENTO

VIRGO EL SIGNO DEL DISCERNIMIENTO
José Nicolás Quiles Pérez



Virgo es el signo del discernimiento, es el signo zodiacal que nos enseña a separar lo que es útil y aprovechable de lo que no lo es. Es también un signo que nos muestra una figura humana como arquetipo o símbolo del mismo, junto a Géminis y Acuario. Virgo y Géminis, son los dos signos mercuriales del zodiaco y ello implica que por su mediación, el hombre se unifica con el mundo manifestado. A través de ambos, se extrae de la manifestación, aquello que nos es necesario para sostener la vida y garantizar nuestra efímera permanencia en la materia. El hombre contacta al mundo por la vía de los sentidos, es así como lo percibe, pero en este punto, el hombre solo es un observador que no participa, no se mezcla. Sin embargo, la vía de los signos mercuriales es otra, por ellos, el hombre se mezcla con el mundo, deja de ser observador e interactúa con este, mezclándose a nivel molecular, con todo lo manifestado, que supone separado o diferente de él.


Dado que el mundo es dual, todo lo denso en él tiene su contraparte sutil, es por ello que son necesarios entonces dos signo mercuriales; uno interactúa, por la vía de lo sutil y el otro por la vía de lo denso. Es así como en Géminis, ubicado en los pulmones, el hombre dispone el arquetipo de los procesos de interrelación con el aire, que no es más que la materia sutil de lo manifestado; y en Virgo, se dispone el arquetipo de los procesos digestivos o de interrelación con los alimentos y por tanto la materia densa de la manifestación. Así el hombre comprende como interactúa con el universo manifestado y lo integra a él, desde la materia densa y sutil existente.


Resulta interesante ver como el organismo dispone su entrada en Tauro, signo venusino y por tanto relacionado con el amor. Tanto el aire como los alimentos entran en el organismo por la boca y ambos pasan a la garganta que es donde se hace una primera bifurcación de la materia, pues desde allí, si lo ingresado por la cavidad bucal es sutil, automáticamente la garganta lo guiará de manera natural hacia los pulmones y si es denso, lo guiará al esófago y de allí al estomago, para finalmente llegar al intestino, donde se seguirán los procesos de discernimiento que culminarán pasando los nutrientes del mundo manifestado al cuerpo.



El resultado de estos discernimientos, tanto el sutil, como el denso, terminan siendo integrados al sistema circulatorio, que pertenece al signo de Leo y que a su vez es un signo solar. Desde allí irán a servir su cometido a los diferentes órganos del cuerpo, según la necesidad del organismo. Observe aquí amigo lector, que lo que se distribuye por la sangre, ya no es ni el aire tomado originalmente, ni el alimento ingerido. A esta altura del acontecimiento, lo que la sangre transporta por el organismo son moléculas o conjuntos de moléculas, con lo cual han dejado de ser parte del mundo manifestado que se percibe por los sentidos. Así, lo que antes tenía forma, función y uso en la manifestación sensorial, ahora se ha integrado en un microcosmos, donde solo existen átomos y moléculas, ya no importa la forma perceptible, ni la función manifiesta, ahora solo tiene objetivo; no está separado del ser, forma parte de una unidad universal.




No extraña hasta aquí que mercurio sea el alquimista, entre los arquetipos zodiacales, justamente por ser el que comunica efectivamente ambos mundos, el mundo exterior con el mundo interior, transforma la apariencia y el uso de las cosas en la manifestación; unifica todo lo manifestado, distrae nuestra percepción de las diferencias y nos lleva a percibir el mundo por sus coincidencias, en definitiva, por su unidad.



Se puede dividir el proceso de la digestión en etapas, una etapa preparatoria, una de discernimiento, una de absorción y una de desecho. La preparación tiene lugar en la boca, el esófago y el estomago, en ella se prepara el alimento para ser separado limpiamente en componentes y aprovechado al máximo requerido, pero la etapa de discernimiento, propiamente dicha tiene lugar en el primer tercio del intestino delgado, llamado duodeno, donde llega el alimento licuado, por los jugos gástricos del estomago y se mezcla con el producto que mana de tres glándulas relacionadas, que son la vesícula biliar, el páncreas y el hígado. El líquido biliar o bilis, se mezcla con el contenido del intestino para separar emulsionando las grasas y hacer más fácil su descomposición, entre otras cosas. El jugo pancreático es segregado hacia el intestino delgado, en esencia, para neutralizar el alto contenido acido que trae el liquido que entra desde el estomago al intestino, producto de los jugos gástricos. En el jugo pancreático van también enzimas que intervienen en la digestión de carbohidratos, lípidos, proteínas y ácidos nucléicos, así como los azucares. El resultado de estos procesos es la absorción de los nutrientes que pasan a la sangre, que sucede a lo largo del Yeyuno, dirigiéndose hacia el Hígado, a través de la vena porta hepática, donde la sangre cargada de sustancias nutrientes, es filtrada y le son extraídas las toxinas. Hay también, en el proceso de digestión, una parte mecánica que va dirigida al movimiento de los líquidos nutrientes a lo largo de todo el tracto digestivo. Los músculos circulares y longitudinales son antagónicos y por ello cuando los músculos circulares se contraen, es exprimido el líquido nutritivo, y empujado hacia delante, mientras que cuando se contraen los músculos longitudinales, el intestino se ensancha y acorta, para permitir la entrada de más cantidad de líquido nutriente, para ser procesado, es así que los nutrientes llegan al íleon o la ultima parte del intestino delgado y entran a través del ciego al intestino grueso, donde le son sustraídas el agua y los minerales, quedando para su desecho las heces a las que se le anexan sustancias que las hacen más densas y compactas, para adquirir la consistencia que todos conocemos. Así entonces, de las tres partes del intestino delgado, el duodeno, la primera, tiene por misión discernir realmente el alimento para que el Yeyuno pueda hacer la función de absorción de los nutrientes.


Si entendemos como materia densa, aquello producido por la tierra y que deviene de ella; y la materia sutil, como lo que deviene del cielo, veremos como el hombre no es otra cosa que un conducto que une, por su sangre, lo que deviene del cielo y lo que consumimos de la tierra. Entre Géminis y Virgo, toda la manifestación es transformada en moléculas y átomos, que ingresando a la sangre, se reparten por todo nuestro organismo, con el objeto de mantener la vida, nada sobra, nada falta, nada esta puesto al azar. Es virgo signo particular, pues hace que la materia densa, del mundo manifestado, se haga más sutil, menos perceptible por los sentidos humanos, es un signo que descompone, que separa y transforma, pero lo más importante es que la separación no es destructiva, muy por el contrario, separa para aprovechar, separa para dar más utilidad a lo separado, es por ello signo de resultados, del producto del trabajo y el esfuerzo.


Visto Virgo así, es un signo de fructificación, donde todo tiene un uso y una razón que, en general alimenta y mantiene la existencia, si pensamos en una nave y un piloto, como símiles del cuerpo y el alma, respectivamente, virgo es el equivalente al que usa el combustible que motoriza la nave y le permite continuar el viaje. Es signo también de salud, porque habiendo hecho la selección correcta de los nutrientes, estos se aprovechan de forma completa, por ello es justo en esencia, porque da uso apropiado a todo el producto de su trabajo, por ello nada sobra en virgo, nada es desecho de aquello que virgo produce. Por ello, la simbolización del signo en una virgen, es una figura que posee todo en potencia, a la cual no se le ha perturbado con nada externo a ella. Virgo así espera, y apenas recibe, trabaja, no retiene, no conserva, solo trabaja separando, discerniendo y dando el uso correcto a cada cosa que maneja. Así virgo es mes que se acerca al equinoccio, pues cuando termina su trabajo, no extraña que le siga Libra. Si todo es como debe ser; cuando virgo termina su labor, todo es justo, todo tiene uso y está siendo aprovechado.


Por ser Mercurial, Virgo es signo de comercio, de toma y dame, de intercambio, no negocia con ideas, negocia con bienes, no recibe en pago ideas, es la materia su tema; recibe y da materia, como en el trueque, como en la fábrica, como la minería. Es de Virgo todo aquello que intercambia bienes, todo lo que negocia la propiedad y el uso de la materia. Virgo es signo de salud, porque filtra, porque separa y desecha las toxinas, que al cuerpo no son buenas. Se entiende el arquetipo como el signo del farmaceuta porque trabaja con las sustancias a nivel molecular y porque proporciona, en su trabajo, lo que extrae, para que llegue en cada caso, justamente lo requerido, al lugar indicado. Así también Virgo es signo de las proporciones, de las medidas, de la preparación para la equidad y el equilibrio. 



Pronto te irás Perséfone, por el pacto entre los dioses, el de arriba y el de abajo, para que puedas volver, y alegrar toda la tierra. Tu madre queda así triste, pero no por ello muerta, sabe que volverás, pero preocupa tu ausencia. Iras al Hades y comerás la granada, que te ata, que te compromete a la vuelta y mientras, la tierra triste mostrara tu ausencia, vestirá de luto y parecerá yerma. Pero el cielo no abandona, a quien trabaja y se esfuerza, lloverá en cantidad, en espera de tu vuelta, y la lluvia hará a la tierra, lo que el alimento al hombre; le dará fuerza. Así Perséfone Diosa de la primavera, te has ido como virgen y volverás fecunda, para brindar tu fruto al hombre que te espera. Germinaras la tierra con tu llegada añorada y todo será alegría y luz clara y fiesta; volverá el verde a los prados y hasta el Sol celebrará tu vuelta. Pero cuidado lector, que Perséfone Diosa primaveral, no es eterna en la tierra. Prepararte entonces debes, para cuando no esté ella, almacena, guarda, conserva, la abundancia de la cosecha, así llevaras mejor el otoño y el invierno, el tiempo en que Perséfone ya no alegra la tierra, y esperaras paciente su retorno a pradera, para que con ella llegue de nuevo la primavera. Kole-Perséfone al irte, al volver Perséfone a secas.

http://masoneriaysimbolismo.blogspot.pe/2012/09/virgo-es-el-signo-del-discernimiento.html

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