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domingo, 1 de febrero de 2015

Estudios místicos (5 de 31) – El pensamiento

Estudios místicos (5 de 31) – El pensamiento

Cuando hablamos de la visión mística de la materia[1] dijimos que esta debe su existencia a la energía Espíritu, el cuerpo físicomistico5-1 humano no es más que una manifestación vibratoria del Espíritu. Ahora bien, ese cuerpo es consciente de su individualidad por lo que queda claro que somos algo más que Espíritu. La ciencia afirma que el pensamiento, fruto de la actividad cerebral, es lo que nos hace diferentes. Esto es inexacto desde el punto de vista místico. El pensamiento es una manifestación especial de la Consciencia Cósmica encarnada en el hombre; el pensamiento se produce por interacción de la Energía del Espíritu y el Alma en el cerebro.
 La Energía del Espíritu es externa pues engloba a todo lo que existe; la Energía del Alma es interna ya que se encarna en nuestro cuerpo físico. Por lo tanto el pensamiento es fruto de la interacción de una energía cuyo origen es exterior con otra que irradia desde nuestro interior. El hecho de que sea fruto de la interacción de dos energías hace que el pensamiento tenga una naturaleza también vibratoria, lo cual no debe causarle extrañeza porque a estas alturas usted ya sabe el Universo es vibración.
Debe prestar mucha atención a la diferencia entre Pensamiento y Consciencia:
  • El Pensamiento es una actividad del cerebro.
  • La Consciencia está asociada al conjunto de las facultades del Alma.
 La ciencia ha conseguido medir las vibraciones del pensamiento por medio de lo que se denomina electroencefalograma[2]. Lo cierto es que han logrado medir las ondas vibratorias  más materiales pues las frecuencias más sutiles, más espirituales, no pueden ser detectadas por medios materiales. Cada uno de nosotros presenta un patrón o gráfico electroencefalográfico propio aunque existen unos valores horquilla que delimitan el estado de equilibrio.
 En el momento de la muerte, el electroencefalograma es plano, es decir, no detecta ninguna vibración. Desde el punto de vista místico se debe a que el Alma ha dejado el cuerpo y ya no existe la interacción entre Espíritu y Alma en el cerebro para formar el pensamiento. La muerte es, por lo tanto, la desaparición de la Consciencia objetiva del cuerpo físico; pero esto es un tema que trataremos en el futuro y que le permitirá comprobar que la muerte no es la aniquilación total y definitiva del ser humano.
 Las ondas de un gráfico electroencefalográfico son diferentes si el individuo está despierto, dormido o en coma. El motivo debería ser claro para usted que ya conoce que el pensamiento es una interacción entre Espíritu y Alma; además sabe que la Consciencia es atributo del Alma y sabe que la consciencia cambia en cada uno de los tres estados mencionados. De hecho, de alguien dormido o en coma solemos decir que se encuentra inconsciente; por lo tanto, si una frecuencia ha cambiado, la interacción cambiará en consecuencia y el electroencefalograma lo reflejará.
mistico5-2 He de aclarar que al decir que alguien está inconsciente no somos del todo correctos si lo hacemos desde el punto de vista místico. Cuando hablamos de la Consciencia en una entrada anterior en esta sección[3] aprendió que posee una consciencia objetiva y una subjetiva. Durante el sueño o el estado de coma es la parte objetiva la que desaparece, son los sentidos los que se “desconectan” y no vemos, oímos ni sentimos nada; pero la consciencia subjetiva sigue ahí. Lo correcto sería decir que cada estado – despierto, dormido, coma – posee un estado o determina un estado de consciencia propio. Además, no es del todo cierto que no sintamos nada, el llanto de un bebé despertará a sus padres por leve que sea, algunos pacientes en coma dicen haber sentido las palabras y caricias de sus parientes y de ahí que algunos médicos aconsejen hablar con los pacientes en coma. Dado que lo subjetivo sigue activo y todos compartimos el mismo Espíritu se entiende, desde el punto de vista místico, que las energías de ambos puedan interactuar y los padres dormidos despierten al reconocer el llanto de su hijo y los familiares en coma digan haber sentido a sus parientes visitadores. En resumen, una persona inconsciente realmente, desde el punto de vista místico, es una persona sin consciencia, sin alma, una persona muerta; todo lo demás son diferentes estados de consciencia.
Aunque lo pueda parecer no tardará en descubrir que el místico no se opone a la ciencia sino todo lo contrario. El místico estudia la ciencia y marca los fallos y lagunas que pueda tener al no creer en aquello que no puede medir ni demostrar. El místico complementa la ciencia no la destruye. Este es el motivo por el cual ahora vamos a explicar básicamente lo que la ciencia conoce de la manifestación del pensamiento en el cerebro: las ondas de un electroencefalograma.

Ondas Delta (Δ)0.5 a 4 Hz[4]Actividad mental muy débil, Frecuentes al dormir cuando no soñamos. Muy marcadas ante una gran debilidad física o en la proximidad de la muerte.
Ondas Theta (ω )4 a 8 HzEstado entre subconsciente y consciente objetivo. Se da justo antes de dormir y al despertar. Sueño profundo en el periodo conocido como sueño REM[5]. Estado de meditación
Ondas Alfa(α)8 a 13 HzVigilia en estado calmo y relajado. Cerrar los ojos y relajarse es suficiente para que aparezcan. En la primera fase de la meditación se alternan con las ondas Theta oscilando entre los 6 y 9 Hz
Onda Beta(β)13 a 50 HzActividad cerebral sostenida. Fase de consciencia puramente objetiva con gran concentración en el mundo exterior

Los valores de las frecuencias varían según el estudio presentado. Los valores dados en la tabla son los valores que los místicos pertenecientes a la Orden Rosacruz establecen tras estudios llevados a cabo por científicos que son miembros de la orden. En las ondas betas hemos puesto el corte en 50 Hz; pero en la realidad pueden ser superadas esas frecuencias, lo correcto sería decir toda frecuencia superior a 13 Hz.
 El electroencefalograma amplifica las ondas “materiales” y nos permite visualizarlas. Cuanto más nos acercamos a la Consciencia Cósmica, como al meditar, la actividad cerebral “material” se hace más débil e indetectable para el electroencefalógrafo. Como ya aprenderá, las vibraciones del Espíritu son de una frecuencia muy elevada pero son, lógicamente, espirituales por lo que el electroencefalógrafo no puede detectarlas. Por dicho motivo, en la muerte, cuando la actividad cerebral fruto de la interacción entre Espíritu y Alma desaparece el electroencefalograma es plano; es decir, marca una frecuencia de cero. Para que medite esto piense en lo curioso que resulta que en estos casos se habla de muerte cerebral, lo cual es totalmente acorde con lo que acabamos de decirle.
 De todo lo explicado hasta aquí podemos afirmar que la consciencia no se asienta en el cerebro y que no es más que el centro donde la Energía Espíritu interfiere con la del Alma para dar origen al pensamiento. En otros términos, sin cerebro no existe actividad mental.
 Las vibraciones emitidas por el mundo material, captadas por los sentidos responsables de nuestra consciencia objetiva, son interpretadas por zonas concretas del cerebro. Otras actividades como la memoria o la palabra poseen también sus zonas especiales. La Ciencia actual ha detectado esas zonas con precisión por lo que puede ampliar su conocimiento sobre este particular consultando la entrada correspondiente al cerebro en cualquier buena enciclopedia.
 Cualquier daño al cerebro, ya sea accidental o no, afectará siempre a algún área de las descritas arriba, lo que equivale a perder dicha facultad (vista, oído, memoria, habla…). Pero los místicos también afirmamos que no hacer uso de una facultad hace que la perdamos. Si usted deja de estudiar por un largo periodo de tiempo, cuando vuelva a hacerlo, notará que le cuesta más concentrarse, recordar lo leído, reflexionar…; es decir, la inactividad o falta de estímulo, adoptando una actitud mental pasiva, acaba por anular facultades en el hombre.
 Esto mismo afecta a lo que los profanos llaman de “poderes del hombre”. Aquellos que nos permiten transcender el mundo material. Su falta de uso los ha atrofiado pero siguen ahí. Es trabajo del iniciado volver a despertarlos. No es magia ni poderes ocultos, como muchos dicen, es simplemente usar aquello que hemos olvidado que poseemos. No es magia, es conocimiento profundo de nuestro ser.
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El poder del pensamiento
Dado que el pensamiento no es más que el fruto de la interacción de las vibraciones del Espíritu y el Alma estamos ante un proceso situado a camino entre dos mundos, el material y el espiritual. El material, representado por el Espíritu, y el espiritual, representado por el Alma. Es lógico pensar que unas veces predominará una energía y en otras predominará la otra. Si estamos atentos al mundo exterior predominará la vibración del Espíritu en correspondencia con la consciencia objetiva; por lo contrario, al meditar o “mirar hacia nuestro interior” predominará la vibración del Alma ya que será el subconsciente quien tome control y nuestra Consciencia Cósmica interna se manifestará.
La definición mística del pensamiento es eterna, es decir, no ha cambiado desde los primeros maestros ni cambiará con los futuros. No puede ser de otro modo pues las interacciones de las vibraciones Espíritu-Alma seguirán a producirse siempre en el cerebro. Esta es la grandeza del misticismo. Sus leyes y conocimientos son inmutables, eternos, puesto que son fruto de una sabiduría y un conocimiento logrado por la armonización con la Consciencia Cósmica Universal; en el caso de los masones, con la Consciencia del GADU.
Se ha hablado mucho del poder del pensamiento; pero hemos de decir que dicho poder se ha exagerado sobremanera, sobre todo por pseudo escuelas para atraer así más adeptos. Se ha llegado a decir que por medio de la concentración se puede actuar sobre las fuerzas del Espíritu en la materia del cuerpo; esto es, sobre la adhesión, cohesión, atracción y repulsión; de tal modo que podríamos desmaterializarnos a voluntad. Usted mismo puede ya darse cuenta de la falacia de dicha afirmación. Si desaparece la materia de su cuerpo usted se convierte automáticamente en Espíritu y Alma puros: esto se conoce como muerte física. No parece ser un buen sistema para atravesar paredes y similares, que es lo que dicen poder hacer con dicha desmaterialización ¿verdad?
Es cierto que podemos transcender los límites que la materia nos impone pero, desde luego, no de este modo. El cuerpo físico no puede vencer los límites materiales sin ir contra las leyes Universales; es el cuerpo psíquico el que puede percibir lo invisible y vencer esas limitaciones.
El ser humano ha exagerado el poder real que posee. Poseemos facultades que nos dan un control sobre la materia pero siempre dentro de los límites fijados por las leyes naturales Universales. El hombre no puede sustituir al Creador ni a la Consciencia Cósmica usando el poder del pensamiento para modificar el entorno a su antojo, entre otros motivos, porque cada hombre lo haría a su manera y acabaría por reinar el Caos. Pero no me cansaré de decirlo: la consciencia humana, a imagen y reflejo de la Consciencia Cósmica, dispone de un poder creador que puede ser ejercido respetando las normas Universales.
Todo lo que está abajo es como lo que está arriba y todo lo que está arriba es como lo que está abajo
(Hermes Trimegistro)
La concentración
Los místicos definimos la concentración como la aptitud que nos permite canalizar la energía física, psíquica o mental para lograr un objetivo concreto.
  • La concentración física canaliza toda la energía muscular hacia una determinada parte del cuerpo.
  • La concentración mental puede dirigirse al mundo exterior o a nuestro mundo interior
  • La concentración psíquica canaliza toda la energía psíquica a un punto determinado, lo que solo es posible si la consciencia psíquica esta despierta, activa.
De modo general podemos decir que la concentración consiste en hacernos uno con el objeto hacia el cual estamos dirigiendo nuestra atención.
ES muy posible que los experimentos y prácticas que usted haga de concentración y/o meditación no den el resultado buscado. Es normal. La concentración precisa de una unión perfecta entre nosotros y el objeto y no es sencillo evitar las distracciones. Por dicho motivo es necesario entrenar de modo regular hasta conseguirlo.
Debe recordar que los místicos no somos especulativos, nuestro fin es darle un conocimiento místico y las herramientas adecuadas para poder ejercer ese conocimiento en su vida. Existe una gran diferencia entre “saber”· y “conocer” y no siempre se conoce lo que sabemos. Así saber lo que es la concentración ni implica que seamos capaces de concentrarnos.
Para un místico, el conocimiento es la asimilación de un saber y para ello es esencial realizar las prácticas necesarias hasta despertar en nosotros la facultad necesaria para ello.
Por otro lado, una vez logrado el conocimiento es necesario aplicarlo con discernimiento; esto es lo que se llama sabiduría. El fin de las enseñanzas rosacruces es hacer de usted un sabio pero solo podemos darle el saber; el conocimiento solo puede lograrlo usted mismo por medio de la interiorización de ese saber. En pocas palabras:Usted debe recorrer el camino
Próxima entrega: Estudios místicos (6 de 31) – La visualización (1 de 2)
Notas
[1] Véase los números 3  y 4 de la serie “Estudios místicos
[2] La electroencefalografía (EEG) es una exploración neurofisiológica que se basa en el registro de la actividad bioeléctrica cerebral en condiciones basales de reposo, en vigilia o sueño, y durante diversas activaciones (habitualmente hiperpnea y estimulación luminosa intermitente) mediante un equipo de electroencefalografia (producto sanitario).
[4] Hz: Símbolo del Herztio, Unidad de medida de frecuencia en el sistema Internacional de medidas. Nombrado en honor al físico alemán Heinrich Rudolf Hertz (1857-1894), que descubrió la propagación de las ondas electromagnéticas. Un hercio representa un ciclo por cada segundo, entendiendo ciclo como la repetición de un suceso. Por ejemplo, el hercio se aplica en física a la medición de la cantidad de veces por un segundo que se repite una onda (ya sea sonora o electromagnética) o puede aplicarse también, entre otros usos, a las olas de mar que llegan a la playa por segundo o a las vibraciones de un sólido. Un hercio es la frecuencia de una oscilación que sufre una partícula en un período de un segundo.
[5] REM: El término sueño de movimiento ocular rápido o sueño MOR (en español MOR; en inglés REM, de rapid eye movement sleep) describe la fase del sueño durante la cual se presenta la mayor frecuencia e intensidad de las llamadas ensoñaciones (sueños, las escenas oníricas). Durante esta fase los ojos se mueven rápidamente y la actividad de las neuronas del cerebro se asemeja a la de cuando se está despierto, por lo que también se le llama sueño paradójico (sommeil paradoxal en francés).
http://iluminando.org/2015/01/23/estudios-misticos-5-de-31-el-pensamiento/

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