AMIGOS DEL BLOG

miércoles, 26 de abril de 2017

TRANSMUTACIÓN

TRANSMUTACIÓN




La iniciación hermética es una transmutación; es pasar de un plano lineal-horizontal, es decir “profano e ilusorio”, a otro axial y vertical, “real e inmutable” que tiene más que ver con uno mismo, "con aquella esencia pura e inmortal que constituye el verdadero ser".

Una "Enseñanza que fue revelada a los sabios egipcios, persas y caldeos…" y que ha llegado intacta hasta el día de hoy, ya que se está haciendo ahora en este mismo momento, en este escrito en el que estoy inmersa, y se me están revelando estas ideas perennes, que no son una invención del mundo moderno, ni de individualidades que no llevan a ninguna parte, sin base ni fundamento, donde no hay salto de nivel, donde uno puede elegir quedarse en el plano Yetsirático, en lo psíquico, en el laberinto de la mente, o ir hacia lo más alto, Atsiluth, es decir el Mundo de las Emanaciones según la Cábala, el del Espíritu en sí mismo, 

que se irá abriendo gradualmente en nuestro camino interior, e iremos comprendiendo y realizando que el espíritu del Padre, su Ser más interno, es idéntico al espíritu del Hijo. Esta conciencia de Unidad es la meta de todo trabajo de orden esotérico e iniciático bien entendido. Hacia Ella se dirigen todos nuestros esfuerzos; en Ella ponemos nuestros pensamientos y nuestra concentración interior.

El iniciado deberá morir al mundo profano e ilusorio y perder la falsa identidad con sus aspectos puramente individuales, pasajeros y mortales, y simultáneamente resucitará a un mundo sagrado y verdadero que le identificará más bien con lo real e inmutable, con aquella esencia pura e inmortal que constituye su verdadero ser. Este recorrido supone un viaje interior, e irá acompañado del conocimiento de otros mundos que están aquí y ahora, pero que la mente ordinaria ni siquiera puede imaginar.

También nos encontramos a lo largo de este proceso de transformación con tropiezos y

dificultades con respecto al medio, que no siempre comprenderá nuestra vocación, o nos creerá engañados y hasta faltos de razón. Esto viene a agregarse a nuestros propios tropiezos internos y a la aparición de dudas, incapacidades, pasiones latentes y desconocidas que surgen, vacilaciones, fobias, manías, etc., que yacen en el fondo de uno mismo y que comienzan a despertar.

Por lo que observo cada vez que leo el Programa Agartha me doy cuenta que todo él es un libro iniciático, una preparación, un aprendizaje que leyéndolo y volviéndolo a releer te está transmitiendo un mensaje que poco a poco se te va revelando, lo vas entendiendo, se está haciendo en ti, es decir lo encarnas; pero te lo tienen que enseñar, lo tienes que aprender, empezar de nuevo, sacándose de encima el hombre viejo, esa personalidad que uno se ha creído que es y que el medio le ha enseñado. Y dejar que nazca el hombre nuevo, que despierten esas energías que siempre han estado y que yacen dormidas en nuestro interior y que empiezan a activarse cuando uno entra en una vía de Conocimiento. Como dice "el Programa, el propósito de estos trabajos es espiritualizar la materia y materializar el espíritu".

Vas intuyendo que el mundo, el universo, uno mismo es otra cosa; despiertas a otras realidades que están aquí y ahora pero que, como se ha dicho, no las puedes ver si no te las transmiten, ya que es una transmisión de "verdades eternas, conocidas unánimemente y expresadas por sabios de todos los tiempos y lugares".

Esa semilla que se ha plantado en el corazón de uno, empieza a crecer hasta convertirse en un árbol, pero tiene que pasar por numerosas muertes y resurrecciones, 

al menos en sus primeras etapas, aquellas en las que el ser ha de enfrentarse con la densidad de su propio psiquismo (reflejo del medio profano en que ha nacido y vive), esto es, como sucesivas muertes y nacimientos –Solve et Coagula–, sorteando al mismo tiempo numerosas pruebas y peligros que no hacen sino traducir el propio conflicto o psico-drama interior (1).

Asimismo: 

Para el aprendiz, la Iniciación es la penetración en el misterio más profundo. ¿Quién soy, de dónde vengo, a dónde voy? Preguntas que se hace todo aprendiz al comienzo del viaje por el laberinto de las transmutaciones materiales y psíquicas en búsqueda de su Origen e Identidad verdadera (2).

Llegar a saber con el corazón que no se sabe nada es, aunque un largo y ‘desgarrante’ proceso, “la buena semilla en buena tierra”, como dicen los sabios, es decir, el verdadero y único punto de partida de la construcción (3).

"Ahora sí que estás desnudo, en pelotas" (4).


Notas
1 Todas las citas y entrecomillados hasta aquí pertenecen a Introducción a la Ciencia Sagrada. Programa Agartha de Federico González y colaboradores. Revista Symbolos nº 25-26, Barcelona, 2003.
2 Siete Maestros Masones, La Logia Viva. Simbolismo y Masonería. Ediciones Obelisco, Barcelona, 2007.
3 Ibíd.
4 Federico González Frías, Rapsodia. Obra en tres cuadros, Ed. Symbolos, Barcelona, 2015.

http://letraviva.es/Transmutacion

2 comentarios:

  1. Que maravilloso escrito...Y apasionante el tema de la trasmutación,sin dicha trasmutación,es imposible llegar a ser,lo que,venimos a hacer,en éste plano de la tercera dimensión...A3razo!!!

    ResponderEliminar
  2. Buena definición,pero debo decir que trasmutar no solo es eso,trasmutar es evolucionar, mente cuerpo y espíritu; una vez hecho esto puedes ver desde otra dimencion a la humanidad y tus semejantes... ahora depende de la fuente que hayas bebido para trasmutar eso define mucho mas esta palabra pero mientras sigues con el concepto de iniciación,frente a lo profano,cuando un profano puede haber transmutado mucho mas que un iniciado.Es importante entender lo que somos frente a lo que creemos conocer y mucho mas a lo que no conocemos y muchas veces hablamos como si lo conociéramos.

    ResponderEliminar