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sábado, 12 de septiembre de 2020

DIBUJANDO SOBRE EL SUELO.

DIBUJANDO SOBRE EL SUELO.
Mas acerca del Cuadro de Dibujos o Tapiz de piso


Extractado de:
Drawing on the Floor
Julian Rees looks at the Development of Lodge Tracing Boards
Freemason Today. Winter 2009. Numero 51.

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Cada logia bajo la Constitución inglesa tiene un Cuadro de Dibujos (Tracing Board) para cada uno de los tres grados. ¿Cuál es su punto? ¿Realmente agregará algo a nuestro estudio de los símbolos y alegorías masónicas? ¿Podrían las lecciones impartidas por cada ceremonia de grado ser menos completa sin los Cuadros?

Esta es una cuestión compleja; en cierto nivel es cierto que podemos aprender todo lo que el ritual enseña sin ninguna ayuda visual. En otro nivel sin embargo, los Cuadros de Dibujos contienen pistas; pistas acerca de aspectos de la enseñanza de los tres grados que no aparecen como evidentes en las palabras de ritual impreso de hoy día.

Tenemos que recordar que la impresión de textos rituales claros es una práctica bastante moderna.

Hay indicios de que en aquellos días cuando el ritual se transmitía por tradición oral, se impartía mucho más conocimiento a los hermanos.

Esa es la única manera por la que podemos explicar, por ejemplo que los Grandes Principios sobre los que se funda la masonería, Amor Fraternal, Confianza y Verdad, solo se comunican a los Aprendices cuando les enseñan las cuestiones pendientes desde el primero al segundo grado- y que no se mencionan en ninguna parte del primer grado.

En forma similar con dos de los más ricos depósitos de alegorías masónicas, los nobles cinco ordenes de arquitectura y las siete artes y ciencias liberales: se habla solo de dos grupos de pasos en una escalera, una de cinco y otro de siete. Esas alegorías crucialmente importantes no se exponen ahora en ninguna parte, a menos que se lean las “lectures” de Emulación.

Sin embargo, si examinamos, por ejemplo, algunos de los Cuadros americanos del siglo 18 hallamos intrincados diseños con los órdenes de arquitectura, lo cual deja claro que el Maestro u otro masón a cargo de la instrucción de los hermanos mas jóvenes debe de haber hecho todo lo posible para profundizar en las diferencias y significados de los cinco ordenes.




En Londres, 1762, una “Divulgación” titulada “Jachim and Boaz” se publicó con el siguiente pasaje:

“El (el candidato), también aprende el paso, o como avanzar hacia el Maestro en el Dibujo del suelo, el cual en algunas logias semeja la Gran Construcción, llamada palacio de mosaicos y debe describirse con la mayor exactitud posible. También hay dibujadas otras figuras una de las cuales se llama la Cuerda de Lazos y otro el Trono tachonado de estrellas.”

En algunas logias, el miembro recientemente admitido es obligado a tomar un estropajo de un balde agua y limpiar el dibujo hecho en el suelo, lo que lo sume en cierta confusión pero provoca una gran alegría entre los demás hermanos”.

En otras palabras, que tenían un gran cuidado de que las imágenes dibujadas en el suelo no pudieran ser vistas por el mundo profano.

Tabla de caballete

Desde la mitad del siglo 18 en Inglaterra los diseños se reproducían en tapices o alfombras con lo que se terminó con el laborioso lavado cada vez que se cerraba la logia.

Estas prácticas fueron copiadas en el continente, en Francia, Alemania y Austria en la forma de tapices de logia o carpetas. Una divulgación posterior muestra una logia francesa en trabajo, reproducida en un grabado, mostrando a los hermanos situados a cada lado de un tapiz de piso con símbolos dibujados sobre el mismo.

Mas tarde, las telas fueron apoyadas en una tabla o en caballetes y de allí la practica de ejecutar el diseño sobre una tabla rígida.

De acuerdo a Ferry Haunch en su trabajo para las Transactions de la Logia Quatur Coronati Num. 2076, hay cierta evidencia de que el término “tabla de caballete” (trestle, trassle y training board con otras variantes) quedaron en forma corrupta como “traising” para finalmente fijarse en “tracing board”.

En los Estados Unidos, el término “trestle board” se sigue usando para este propósito.

Muy pocos cuadros anteriores a 1800 han sobrevivido, pero después de ese año la fama de ciertos diseñadores ingleses llego a primer plano, incluyendo a John Cole, cuyos grabados aparecieron en 1801, y John Browne el autor del famoso “Master Key”(1798) diseñó un juego de cuadros a todo color cerca de 1800.

Con la llegada de cuadros diseñados por Josiah Bowring, un pintor de retratos, puede verse un intento de producir un cuadro estéticamente agradable, empleando la perspectiva e incluyendo más detalles que sus predecesores. Los cuadros de Bowring ciertamente superan el estandar de los que vinieron después. De esos, por lejos, el más logrado fueron los de John Harris, cuyo prolífico trabajo dejó un juego de cuadros diseñados en 1820, 1825, 1845 y 1849. Los Cuadros de Harris de 1845 fue el que ganó el premio propuesto por la Emulation Lodge of Improvement (Logia de Perfeccionamiento) en ese año.

Esos cuadros, de 6 x 3 pies de tamaño (1.80x 0.90 m) son los que aún se emplean en la mayoría de nuestras logias hoy día.

Las logias europeas continentales frecuentemente tienen carpetas o tapices de piso en lugar de tablas rígidas.

La logia Pilgrim num. 238 de Londres, que trabajó en lengua alemana desde 1749 usa una de estas carpetas.

Desde el restablecimiento de la francmasonería en países que estaban previamente bajo el comunismo, las logias han trabajado con carpetas diseñadas en los inicios del siglo 20 cuando había un arte masónico floreciente.

Vemos carpetas de logia tejidas en Alemania con vibrantes colores y atención en los detalles que han excedido los límites de los diseños del del siglo 19 empleados en Inglaterra.

También Cuadros diseñados por el artista húngaro Ferec Sebock donde una forma de Art Deco se transmuta en una manera surrealista.



Cuadros de Ferenc Seboc


En los Estados Unidos los Cuadros no son usados en general, excepto en aquellas logias que trabajan bajo el ritual inglés, aunque existen espléndidos ejemplos de cuadros de intrincada elaboración y tapices que son propiedad de los museos.

La francmasonería, después de todo, trata con símbolos y alegorías que las palabras no pueden expresar, y una imagen visual nos da un medio de usar nuestra propia visión para decodificar el mensaje. El Cuadro está allí justamente para eso, presentar el plano de la construcción y desarrollar la manera de que podamos recibir su mensaje y aprovechar de ello.

Tomado de:

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