El Faraón
Akhenatón
Y Nuestra
Realidad
Autor:
Erick Reyes Andrade F+R+C
Cortesía:
R:.H:. F-R-C Carlos Napoleón del Carpio Palacios
El Avance de
nuestra civilización es como una espiral ascendente; es posible que en el
evolucionar aparezcan saltos que superan al promedio de nuestro despertar y
estos son los que marcan la ruta que debemos seguir para nuestro desarrollo, el
Egipto Antiguo tiene las características ejemplares que siguieron culturas como
la Griega, luego la Romana, etc.
Si bien
entendemos hubo una etapa en que nuestra percepción del mundo exterior era muy
limitada, aunque repito hay evidencias de la realidad que nos hacen falta para
poder constatar todo el rompecabezas, tal es el caso de la biblioteca de
Alejandría, que no era más que la depositaria de los conocimientos de una
civilización que se mantuvo durante más de 3 milenios, o sea, la egipcia, y
cuya desaparición fue nefasta para el conocimiento futuro. Con la llegada de
Napoleón a tierras egipcias, las arenas del desierto descubren sus tesoros, y
dos siglos después existen universidades, con estudios especializados sólo en
el Antiguo Egipcio.
Pero hay algo
que si nos consta, y es que bajo el seno de esta civilización se manifiestan
seres de primer nivel tanto en el plano racional, como en el espiritual, donde
existieron astrónomos, matemáticos, historiadores, humanistas, filósofos, etc.;
y es aquí donde sus estudios del Universo y de nuestra realidad en el mismo es
tan actual, por asombroso que parezca, la idea de que el planeta Tierra estaba
suspendido en el vacío y tenía forma esférica, era un avance que ellos poseían
claro, que luego se degeneró en ideas fuera de la realidad, pero que cobraron
particular importancia, como la de la Tierra plana y la de poner a nuestro
planeta como el centro del Universo.
Ahora abordaremos la
concepción de la Divinidad, y nuestra posición espacial, ¿Por qué relacionar
estas dos cosas? Bueno de acuerdo a ciertas teorías, el cielo es un lugar donde
residen todo tipo de seres, que a consecuencia de que el cielo tiene un color
celeste, se les denomina “Celestiales”, y son seres con capacidades
sobrehumanas; algunas culturas les llamaron dioses, y les atribuían
características propias de las emociones humanas. Bajo la clasificación
antropológica esto era un politeísmo antropomórfico; además habían otros que a
cada expresión natural que no entendían los ascendían al nivel de esos seres
supra humanos, y con ello les daban cualidades vagas que eran aceptadas por un
grupo de personas; estos tenían una concepción animista de la realidad; a todo
ello la idea de un solo director universal era muy difícil aceptarla, primero
porque se necesitaba una madurez espiritual para poder vislumbrar la unidad; y
cuando se empieza a aceptar la idea de un solo Dios, éste tiene características
emocionales humanas por lo que se reconoce un aspecto tiránico, hay que
entender que las ideas de la divinidad eran el reflejo sutil de la consciencia
de una sociedad, pero en esas épocas el hacer un cambio en la concepción de la
divinidad, era algo que afectaba intereses de ciertas personas que se ocupaban
de mantener cultos a diversas deidades. Pero también la idea de una sola
deidad, hacía que concebirla fuese algo inalcanzable para el ser humano porque
los envuelve a todo.
Allá por el
siglo XIV antes de nuestra era, existió una dinastía que es notoria por un alto
grado espiritual, ésta es la número XVIII, en la que hubieron faraones que
trataron inculcar una nueva visión de la vida, tal es el caso de Tutmosis III o
Akhenatón, faraón que rompe con la tradición del sacerdocio de Amón, y torna la
idea a un Dios único, que tiene una representación visible con el Disco Solar.
Y aquí hay que aclarar que el *1 Sol era el análogo visible y material de la
Unidad invisible e inmaterial, pero no siendo suficiente con hacer el cambio de
la representatividad y unificación a un Dios, este faraón sitúa a la Divinidad
en el *2 interior de cada ser Humano, donde cada uno de nosotros tiene una
parte divina y pura, lo que no era bien
visto por el sacerdocio tebano, que dejaba de tener importancia como
intermediario.
Lo que dejaba al cielo como
un lugar más, en el Universo que no tiene preferencia por la Divinidad, así
como que no hay cualidades extrañas en el espacio que no circunda, por lo que
tenemos la aplicación de aquella frase famosa, “Conócete a ti mismo y conocerás a los Dioses”, y cuando esa faena
sea hecha las recompensas son inimaginables, dado que se abren las puertas de
par en par y uno conoce la Divinidad de su Interior.
*3 Cuando reconocemos este avance y en la
época en que se dio, vemos que es un salto cuántico que en un futuro se hizo
del conocimiento público… pero eso sucedió no hace mucho. Aquí es en donde
podemos inferir que la obra de
Akhenatón, tiene una relevancia capital, dado que se expone la cualidad del Ser
Interior, obra continuada por el Maestro Jesús, quien da las bases para el
dominio del desarrollo de este ser interior hasta alcanzar la fusión con la Luz
Mayor.
Es así como
el faraón místico Akhenatón se ganó el calificativo del “primer hombre
moderno”, que mostró valentía defendiendo sus ideales, rompiendo esquemas
preestablecidos y muy arraigados dentro de un pueblo, claro que esto también
suscito reacciones que han llegado hasta nosotros, pero la idea central la
trasladó y logró con ello el despertar de la primera gran civilización del
mundo antiguo.
*1 Unidad Invisible como la presentación de
Dios, ver Ttra:. Acerca del Sol (parte 2 Armonización Astral).
*2
En el interior de cada ser Humano siendo el Alma una extensión de Él (Ver Tra:.
Dios y Yo), de allí el simbolismo Mas:. Del C:. sobre la E:. en uno de los
Gra:. De nuestra Augusta Orden.
*3 Reconocemos
este avance con el Sublime Grado de M:. Mas:.
No hay comentarios:
Publicar un comentario