Herbert Oré Belsuzarri.
Los “Anunnaki”, de las sorprendentes
tablillas cuneiformes sumerias, denominaron Lu.Lu al humano, algo así como
“ensayo-mascota” literalmente. Aunque el hombre, pomposo y arrogante se mostró
milenios después al bautizar su ramal filogenético final diferenciado a partir
del Homo Erectus o el Homo Rhodesiensis como “hombre sabio” (Homo sapiens).
Entre los anunnakis destacaron dos hermanas
o gemelas. Una de ellas “reptiliana emplumada” de exuberante belleza, seductora
y marcado carácter, no tan violento y combativa, pero inteligente, ambiciosa,
egocéntrica y de gran poder de subyugación emocional incluso entre los de su
estirpe, es recordada entre los humanos con mucha veneración. Por supuesto,
recibió muchos nombres al ser adorada como deidad-arquetipo entre las abigarradas
tribus y culturas Lu.Lus, entre ellos, por ceñirnos a la “Zona Zero” vinculada
al experimento de E.DIN, la llamaron Inanna los sumerios, Ishtar los
acadio-babilonios, Isis los egipcios y Astarté los semitas. Otros focos de
irradiación secundarios más lejanos la conocen, como la Rati/Lakshmí
hindú/védica, la Freya escandinavo/germánica, la Maeve celta, la Venus griega,
la Afrodita romana, la Nu-Kua china –su Diosa Madre/Serpiente, venerada como
ancestro de la Primera Dinastía de Emperadores–.
Inanna en la fuente más arcana de Sumer, la
describe como de personalidad sensible y temperamental, “miel en el lecho y cobra en la intriga y la batalla”, de arrolladora
sensualidad y tórrido erotismo, su mayor anhelo era ser adorada por los Lu.Lus,
así como experimentar nuevos juegos y refinados placeres con ellos. Lo que la
ideología judeo-cristiana y patriarcal imperante muchos miles de años más
adelante en nuestra tierra consideraría una “perversión zoofílica” evidente. Por eso sus cultos se fundamentaron
en la magia sexual y la prostitución sagrada de sus sacerdotisas en la cultura
sumeria y posterior.
Su “gemela oscura” (hermana mayor en los
más antiguas y elaboradas genealogías o panteones), en cambio, se complacía en
otra clase de diversiones psicofísicas con los primates “terrenales”, lo que en
nuestro entorno denominamos “magia negra o brujería”, magia roja y retorcidos
rituales de dolor/éxtasis con abundante fluir de la sangre, aparte de sus
patentes tendencias a utilizarlos como cobayos para el tormento y la masacre
con los infieles o resistentes a su voluntad, ya fuere por propia iniciativa u
orden de la lejana y suprema Autoridad de los “Elhoim”.
Fue invocada, temida y recordada bajo
múltiples advocaciones: Ereshkigal en Sumeria/Babilonia, la Anat/Lilith
semítica, Sekhmet en Egipto, Kali/Durga en la India, Hela entre los pueblos
germánicos y escandinavos, la Morrigan céltica, la Kirké/Circe helena, la
Hécate romana, la Izanami nipona, etc.
La humanidad la recuerda como Sekhmet, en la
Gran Civilización Madre de la simbología arquetípica y el saber oculto
Occidental: Egipto.
El tercer gran actor de la Trinidad
Libertaria es: El Enki sumerio, el Ea acadio, la “Serpiente Antigua” del
“Paraíso” del judaísmo, personificado y confundido por desgracia, con su
traicionero, sanguinario y retorcido hijo Baal-Marduk.
Baal-Marduk es el Seth de las tierras del
Nilo, el Belzebuth/Moloch semita y, finalmente, al alcanzar la cumbre
victoriosa de su Magna Traición contra sus sobrinas y su padre Enki y a la
larga, usurpar simbólicamente el mismo Trono Divino ante los hombres del
Monarca Galáctico Anu, su abuelo, el “Emperador
de los Elhoim”, a través de la figura monoteísta, el Yahvé judío.
Enlil, era el Heredero al Trono pero no el
Primogénito del Líder Supremo Anu.
Enki-Lucifer era el Director Científico.
Conocido como Enki/Ea, el Oanes caldeo, el Ptah egipcio, el Hefestos/Vulcano
encarnado en el Titán/Avatar (Nefilim) Prometeo grecorromano, el Shiva
hinduísta, el AmatsuMikaboshi en el Imperio del Sol Naciente. Señor de Menfis,
“Creador de Creadores”, Mago Supremo, “Rey de la Oscuridad, desde la que porta
la Luz de la Ciencia, “Señor de los Océanos, las Serpientes y los Peces”, “el
más cercano y querido por el Dios Supremo”, el “más bello e inteligente de los
Elhoim”. El muy distorsionado, “Luzbel” o “Lucifer” de síntesis cristiana;
Aglutinación sincrética increíble y vejatoriamente distorsionada por cierto,
debido al miedo paradójico reprimido a la Sombra y el Eros Sagrado de los que
nacen la auténtica Luz de la Inspiración y el Conocimiento, tan
desgraciadamente adherida a la falsa memoria del auténtico Enki-Luzbel a
expensas y despecho de la verdadera personalidad liberadora del Maestro Yeshua
o Jesús.
Enki fue el Ángel/Anunnaki, rebelde donador
del “Fuego” o “Sabiduría” de los “dioses”, en suma, dicho de un modo más
racional, realista, actualizado y sincero: El Ingeniero Biogenético-Jefe, el
autor del “diseño Lu.Lu.”, nuestro auténtico, genial e injustamente
vilipendiado e incomprendido Padre. La pequeña, perseguida y acosada comunidad
kurda de los yezidíes le adoran todavía hoy en nuestra Tierra bajo la
advocación de Malek-Taus, el “Ángel Pavo Real”, como señal de reconocimiento a
los escasos descendientes de los homínidos lo bastante lúcidos como para no
haberse dejado engañar por la fraudulenta, falaz y vil propaganda de la mayoría
de restantes Anunnaki represores y tiránicos, y por ello aún siguen honrándole
como Redentor parcial de la Humanidad. Aunque, en este caso en concreto, lo
emplearemos al unísono o alternativamente con el de Luzbel o Lucifer, tanto a
causa de la belleza y rotundidad fonética y eufónica del sonido de tal
nominativo como por evidentes razones de difusión y popularidad, ya que,
desafortunadamente, los Yezidíes, su fascinante cultura y sugestivas
costumbres, son muy poco conocidas por el gran público en nuestro planeta, como
consecuencia de la desalmada, sistemática y concienzuda labor de marginación,
ocultamiento falsario y exterminio genocida llevada a cabo contra ellos por los
custodios de las Religiones y Credos dominantes creados por Marduk/Yahvé, a
pesar de su hipócrita, cínica y cacareada prédica de los supuestos valores de
la piedad, la compasión, el perdón y el amor al prójimo.
Cada uno de los “discrepantes” con el Plan
original de los Elhoim tenía, una motivación personal y diferente, anhelaban un
rumbo más diverso y a la vez arriesgado: Inanna, la complaciente y radiante, su
infatigable deseo erótico y constante necesidad de ser idolatrada; Sekhmet, su
sombría y astuta pero asimismo hermosa hermana de desenfrenada sed de
sangre-lujuria, juegos psíquicos retorcidos y de posesión/dominación;
Malek-Taus una mezcla compleja de los dos factores anteriores algo más
atemperados por su personalidad fría y racional de científico y el impulso más
potente e irrefrenable que define a todo sabio-investigador creativo: Una
ardiente e inacabable curiosidad y ansia de conocimiento sin límites, unida al
típico “enamoramiento perfeccionista o Síndrome de Pigmalión” del Autor/Artista
para con su Obra Maestra.
Conjurados los tres, las dos jóvenes y
exuberantes Princesas y nietas del “Supremo Anu”, el “Dominador de Mundos” y el
maduro pero atractivo tío de ambas e hijo mayor del Todopoderoso Monarca del
Imperio Niburu (el nombre del Planeta Metropolitano de origen de los Reptilianos
en la tradición sumeria), y para desafiar la severa negativa de la Comandancia
Interestelar y los lejanos Soberanos de un vasto Imperio Cósmico de férreos e
imbatibles Conquistadores de Estrellas, según algunos indicios primariamente
provenientes de algún Sol de Orión, de Sirio o de la Constelación Alfa-Draconis,
o del planeta Nibiru, fue finalmente Malek/Lucifer quien tomó la más decisiva e
irreversible iniciativa. Al menos en el área medio-oriental y occidental de la
Tierra, incluyendo las Américas, recordemos al dios anfibio civilizador Wiracocha
del Perú inca, al Naylamp de los moches, a Kukulcan la “Serpiente Alada” maya o
a su análogo Quetzalcoatl, la “Serpiente Emplumada” azteca del actual México y
resto de Centroamérica. Todos ellos de identidad nítidamente masculina y
coincidentes con asombrosa similitud en su perfil “prometeico” a “nuestro”
Luzbel. Aunque en este caso los datos disponibles referentes a sus atributos y
la más tardía cronología de los supuestos hechos reales en que se inspiraron
las mitologías locales incas o toltecas-mayas y aztecas respectivamente,
parecen señalar que el personaje iluminador/fundador fue en estas ocasiones un
Anunnaki de alto linaje de la siguiente Generación de Sangre Real Elhoim, otro
de los hijos de Enki/Lucifer que habría heredado similar pasión por la Ciencia
y la promoción intelectual y psicosexual de los Lu.Lus de su padre, el
sumero-babilonio Ningishzidda, el Brujo-Guardián del Inframundo (Abismo) y sus
Secretos de Oculta Sabiduría, al servicio de su poderosa sobrina
Ereshkigal/Sekhmet, quien juega un papel relevante en el célebre y poético
episodio descrito con gran belleza lírica y profundidad en el pasaje “Descenso
de Inanna”. En él se narra la “Caída” a los Abismos, despojamiento, ”muerte” y resurrección
de la seductora “Reina de los Cielos”, para emerger de vuelta en un plano de
poder y conocimiento superior en un típico proceso iniciático.
Así, Ningishzzida, el Thoth egipcio, el
Prometeo griego, el espectacular Wiracocha peruano, el Kukulcan o Quetzalcoatl
mesoamericano, habría colaborado con su precoz y brillante sobrina y a la par
Maestra y Consorte Sekhmet en el doloroso pero imprescindible entrenamiento de
su otra sobrina más destacada, de modo que ella aprendiese a asumir su propia
Sombra y adquirir por ende una nueva “vida” con el inestimable dominio de los
enormes poderes latentes en su Lado Oscuro. Lo que comúnmente llamamos
“madurar”, pero a nivel elhoim.
Ello hace pensar que lo de “Gemela
Luminosa” no es una simple metáfora, más bien es lógico deducir que era la
hermana y sobrina preferida de los dos Sabios Magos Anunnaki, en ese momento
aún “adolescente” o muy joven, guiada por ellos en un duro pero controlado y
valioso “Ritual de Paso” o entrenamiento psicofísico. En contraste, vemos en
China, Japón y otros lugares el papel “iniciador/tentador/iluminador” recae, en
función de cada Tradición, sobre la versión local de la Diosa Oscura, su
hermana “Radiante/Amorosa” o una fusión de los atributos arquetípicos de ambas,
tan ambigua como deliciosa y matriarcal. Así que parece ser que se repartieron
la subversiva, valiente y brillante tarea como una buena familia, lo que mide
la inmensa magnitud y relevancia del hecho y los deseos que lo impulsaron,
porque dicha “cooperación fraterna”, no es frecuente entre los agresivos,
territoriales y competitivos reptilianos Anunnaki.
Todo ello, alimentado en un profundo y
subconsciente terror larvado e inconfesable, que encaja con estos seres tan
fríos, pragmáticos y maestros en estrategia guerrera, como los grandes saurios
o aves rapaces, a escala sobrehumana; por eso resulta significativo reseñar la
versión rabínico bíblica-judeocristiana del “discurso” de los enojados Elhoim
justo tras el Gran Pecado Nefando de Rebelión cometido por Malek Taus/Lucifer
–la famosa “Serpiente Antigua”– consistente, como ya se dijo, en liberar a un
escalón superior de auto-consciencia a los Lu.Lus terrenales a través de la
activación de los chakras de la “sierpe Kundalini” cerebro espina dorsal,
asociados a la poderosa descarga bioenergética iluminadora del Sexo/Orgasmo Modulado
y Consciente, al parecer operados primero en la más sensitiva y receptiva
hembra, para después inducir a “comulgar con él” al macho por un procedimiento
obviamente tan simple como efectivo, esto es narrado también en el Génesis
cuando Eva prueba y da luego a Adan el fruto prohibido del árbol del bién y del
mal.
Génesis 3
1 La serpiente era
el más astuto de todos los animales del campo que Yahveh Dios había hecho. Y
dijo a la mujer: «¿Cómo es que Dios os ha dicho: No comáis de ninguno de los
árboles del jardín?»
2 Respondió la
mujer a la serpiente: «Podemos comer del fruto de los árboles del jardín.
3 Mas del fruto del
árbol que está en medio del jardín, ha dicho Dios: No comáis de él, ni lo
toquéis, so pena de muerte.»
4 Replicó la
serpiente a la mujer: «De ninguna manera moriréis.
5 Es que Dios sabe
muy bien que el día en que comiereis de él, se os abrirán los ojos y seréis
como dioses, conocedores del bien y del mal.»
6 Y como viese la
mujer que el árbol era bueno para comer, apetecible a la vista y excelente para
lograr sabiduría, tomó de su fruto y comió, y dio también a su marido, que
igualmente comió.
7 Entonces se les
abrieron a entrambos los ojos, y se dieron cuenta de que estaban desnudos; y
cosiendo hojas de higuera se hicieron unos ceñidores.
Más adelante Yahveh
exclamara:
“¡He ahí al Hombre, que ha llegado a ser
como uno de nosotros por el conocimiento del Bien y del Mal! No vaya ahora a
tender su mano y tome del Árbol de la Vida, y comiendo de él, viva para
siempre!”. (Génesis 3, 22).
Esto en supuestas palabras
de Marduk, Set, Yahvé o Jeovhá, el dios o “Señor de los Ejércitos” de lo que
llegarían a ser las Doce Tribus de su “Pueblo Elegido” de Israel, uno de los
más prominentes y posiblemente el más pendenciero, iracundo, terrible,
vengativo, celoso y rencorosamente justiciero de todos los líderes Elhoim de
selecto Linaje rigurosamente fieles, a la naturaleza meramente esclavista y
explotadora de los primates homínidos como simple fuerza sumisa de trabajo,
mental y psíquicamente castrada.
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