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sábado, 26 de noviembre de 2016

TEMPLARIOS Y MASONES III (LA GEOMETRÍA SAGRADA)

TEMPLARIOS Y MASONES III (LA GEOMETRÍA SAGRADA)

“Entre toda la creación, te he escogido a ti, y sobre ti he levantado mi solio. Tú eres el instrumento escogido por mi mano, y yo te encargo que seas el Constructor de mi Templo. Tú levantarás sus columnas y cubrirás su piso; tú lo adornarás con metales y joyas, y tú serás el maestro de mis obreros. En tus manos coloco los planos, y aquí, en el puesto de comando de la sustancia viva, dejo grabado el plano que debes seguir, y en el que he trazado cada letra y cada ángulo con las fulgentes líneas de mi omnipotente dedo. ¡Hiram Abiff, escogido como constructor de la casa de Tu Padre, levántate y comienza tu tarea! Allí tienes las densas nubes, las grises nieblas, los destellos de la luz celestial, y las tinieblas del sueño de la creación. Con ellos construirás, sin el ruido de mi martillo ni gritos de obreros, el templo de tu Dios eterno que está en los cielos. La arremolinada e incesante acción de la negación te obligará a moler y pulir tus piedras. Entre esos espíritus de no-ser tendrás que mezclar la cal y echar tus cimientos, porque yo te he estado contemplando desde los días de tu juventud y te he guiado a través de los días de tu edad adulta. Te he pesado en la balanza y he visto que eres justo. Por tanto, a ti te concedo la gloria de trabajar, y por la presente te doy la investidura como Constructor de mi Casa. A ti te entrego la palabra de Maestro Constructor; a ti te entrego las herramientas del gremio; a ti te transmito el poder de que he sido investido. Ten fe en estas cosas. Devuélvemelas cuando hayas terminado, y yo te daré el nombre conocido sólo por Dios. Así debe ser”. (transcripción literal de la leyenda del arquitecto de las estrellas)

Tres obreros que aspiraban a puestos de más capacitación parece ser que fueron los asesinos del arquitecto de las estrellas, pero ¿qué secretos manejaba Hiram? Sin duda, era el secreto de la geometría sagrada.

El término Geometría significa literalmente “medida de la tierra “.

Desde tiempos remotos la geometría ha sido inseparable de la magia. Aún las arcaicas inscripciones en las rocas siguen formas geométricas (véanse las espirales de la Costa de la Muerte en Galicia). Debido a que las complejidades y abstractas verdades expresadas por las formas geométricas solamente pueden ser explicadas como reflexiones de las más profundas verdades, siendo consideradas como misterios sagrados y dejadas lejos del alcance de los ojos profanos. Estos profundos conocimientos pudieron ser transmitidos de un iniciado a otro por medio de símbolos geométricos.

Cada forma geométrica está investida de un significado simbólico y psicológico. De esta manera, todo aquello hecho por la mano del hombre que incorpore dichos símbolos se convierte en vehículo de conocimiento para los iniciados.

Uno de los principios de la geometría sagrada lo encontramos en la máxima hermética “como es arriba, así es abajo” y también en ”aquello que se halla en el pequeño mundo, el microcosmos, refleja lo que se halla en el gran mundo o macrocosmos”.

Este principio de correspondencia se halla en la base de todas las ciencias arcanas, donde las formas del universo manifestado se reflejan en el cuerpo y constitución del hombre.

Tómese como ejemplo la ilustración de Leonardo da Vinci para un libro sobre las obras de Vitruvio, cuyo texto traducido es el siguiente:


Vitruvio el arquitecto, dice en su obra sobre arquitectura que la naturaleza distribuye las medidas del cuerpo humano como sigue: que 4 dedos hacen 1 palma, y 4 palmas hacen 1 pie, 6 palmas hacen 1 codo, 4 codos hacen la altura del hombre. Y 4 codos hacen 1 paso, y que 24 palmas hacen un hombre; y estas medidas son las que él usaba en sus edilicios. Si separas la piernas lo suficiente como para que tu altura disminuya 1/14 y estiras y subes los hombros hasta que los dedos estén al nivel del borde superior de tu cabeza, has de saber que el centro geométrico de tus extremidades separadas estará situado en tu ombligo y que el espacio entre las piernas será un triángulo equilátero. La longitud de los brazos extendidos de un hombre es igual a su altura. Desde el nacimiento del pelo hasta la punta de la barbilla es la décima parte de la altura de un hombre; desde la punta de la barbilla a la parte superior de la cabeza es un octavo de su estatura; desde la parte superior del pecho al extremo de su cabeza será un sexto de un hombre. Desde la parte superior del pecho al nacimiento del pelo será la séptima parte del hombre completo. Desde los pezones a la parte de arriba de la cabeza será la cuarta parte del hombre. La anchura mayor de los hombros contiene en sí misma la cuarta parte de un hombre. Desde el codo a la punta de la mano será la quinta parte del hombre; y desde el codo al ángulo de la axila será la octava parte del hombre. La mano completa será la décima parte del hombre; el comienzo de los genitales marca la mitad del hombre. El pie es la séptima parte del hombre. Desde la planta del pie hasta debajo de la rodilla será la cuarta parte del hombre. Desde debajo de la rodilla al comienzo de los genitales será la cuarta parte del hombre. La distancia desde la parte inferior de la barbilla a la nariz y desde el nacimiento del pelo a las cejas es, en cada caso, la misma, y, como la oreja, una tercera parte del rostro. 

EL NÚMERO AÚREO Y LA SECIÓN AÚREA

La sección áurea es la división armónica de una segmento en media y extrema razón. Es decir, que el segmento menor es al segmento mayor, como éste es a la totalidad. De esta manera se establece una relación de tamaños con la misma proporcionalidad entre el todo dividido en mayor y menor. Esta proporción o forma de seleccionar proporcionalmente una línea se llama proporción áurea.

Tomemos un segmento de longitud 1 y hagamos en él la división indicada anteriormente


Aplicando la proporción áurea obtenemos la siguiente ecuación que tendremos que resolver


Una de las soluciones de esta ecuación (la solución positiva) es
X =

Lo sorprendente ahora es calcular el valor que se obtiene al dividir el segmento mayor entre el menor,


Es decir, la relación entre las dos partes en que dividimos el segmento es el número de oro.

El cuadro de Dalí, Leda atómica, pintado en 1949, sintetiza siglos de tradición matemática y simbólica, especialmente pitagórica. Se trata de una filigrana basada en la proporción áurea, pero elaborada de tal forma que no es evidente para el espectador. En el boceto de 1947 se advierte la meticulosidad del análisis geométrico realizado por Dalí basado en el pentagrama místico pitagórico.


El número áureo está presente en toda la naturaleza, en la espiral logarítmica, que podemos ver como decían los antiguos en el microcosmos y en el macrocosmos.



Una de las formas geométricas más perfectas jamás observadas en el espacio de una nebulosa planetaria (conocida como IRAS 23166 1655), en plena formación alrededor de la estrella AFGL 3068, también llamada LL Pegasi.

“Lo que es arriba es abajo”


http://irohe.blogspot.pe/2010/11/templarios-y-masones-iii-la-geometria.html

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