La crucifixión de Cristo
Tras la flagelación, Jesús es condenado a la crucifixión, por ello debe cargar el travesaño horizontal o patibvlvm hasta el lugar del suplicio, en este caso el monte Gólgota. Consigue llegar a duras penas y gracias a la ayuda de uno de los individuos que permanecían expectantes. Cuando llegan a la cima, le ofrecen, a modo de analgésico, una especie de vino mezclado con mirra, que este rehusó tomar.
Como dijimos en la anterior entrada, las cruces estaban compuestas por dos piezas independientes. Por un lado estaba el stipes, colocado en posición vertical y el patibvlvm, en horizontal. Aunque existía la cruz latina y la tau, el uso más extendido era el de la tau, que tenía forma de T mayúscula. Según la altura del stipes, la cruz recibía un nombre u otro. Crvx svblimis, era la más alta, estaba reservada para personajes públicos, la superior altura hacía que destacase del resto y así, sirviera de escarmiento. La cruz de baja altura era la crvx hvmilis empleada para el resto de los condenados. Hay teóricos que piensan que los ladrones que acompañaron a Jesús estuvieron crucificados en una crvx hvmilis, mientras que Jesús lo estuvo en una crvx svblimis. Quizás la pista de esto esté en el evangelio de San Juan, en el que afirma que a Jesús, una vez clavado, se le ofrece beber de una esponja insertada en una caña de hisopo, una planta que no supera los 60 cm de altura, con lo que teniendo la media de altura de la época, con un tamaño aproximado de la caña, podríamos decir que la cabeza de Jesús estaría a algo más de 2 metros sobre el suelo.
Cuando el reo llegaba al lugar dónde tendría lugar la crucifixión, era tirado al suelo y sujetado al patibvlvm. La fijación se podía hacer mediante clavos, atado con cuerdas o ambos sistemas a la vez. Una vez sujeto, se alzaba para colocar el patibvlvm sobre el stipes, este último ya estaba clavado en el suelo. Dependiendo de la altura de la cruz se empleaban escaleras o un sistema de poleas. Tras ser colocando, se procedía a clavar los pies sobre el madero, flexionando las rodillas. Para culminar, se le colocaba sobre la cabeza o colgado del cuello el titvlvs, dónde figuraba el nombre y la condena del reo.
Juesús fue crucificado en el calvario, en latín calvaria o en arameo Gólgota “monte de la calavera” llamado así por su característica forma y semejanza a un cráneo humano. Cuando llegó, aparte de que se le ofreciera algo de beber, también fue desnudado, dejándole un calzón. El quitarle la ropa provocaría la vuelta al sangrado de las heridas de la flagelación que se habían adherido al tejido. Fue tumbado en el suelo y preparado para ser crucificado. Los clavos utilizados rondarían los 15 cm, siendo más largos para los pies.
La teoría más difundida es que el clavo penetrase la muñeca y no la palma, ya que al poco tiempo terminaría por desgarrarse.
En el caso de los pies, ambos estarían unidos con un solo clavo. Estuvo se tuvo que colocar entre el I y el II o el II y el III metatarsiano. Las rodillas debían de estar flexionadas.
En esta lamentable posición la caja torácica se comprime, impidiendo la realización correcta de los ejercicios de inhalación y exhalación. Para ello tendría que impulsarse sobre los pies clavados levantando todo su cuerpo, sufriendo un agudo dolor en los pies a lo que habría que añadir los roces de la espalda sobre el madero, que agravarían las heridas anteriores.
Son horas de terrible sufrimiento, sufre calambres, asfixia parcial, la piel de la espalda se le desgarra contra el madero con cada intento de tomar algo de aire. Cada vez más le resulta más difícil expulsar el dióxido de carbono, que se le acumula en los pulmones. Su corazón comprimido lucha por bombear sangre.
A pesar de toda esta agonía, según los evangelios, Jesús todavía tiene tiempo de pronunciar siete frases. En la quinta, grita “Tengo sed” momento en el que uno de los soldados le acerca una esponja clavada en una rama de hisopo y empapada de posca, un vino agrio y barato consumido por los legionarios romanos.
En el séptimo, Cristo toma una última bocanada de aire y emite un gran grito: “Padre, en tus manos encomiendo mi espíritu” Murió siendo las 15:00 horas aproximadamente y estando alrededor de 3 horas crucificado.
Para acelerara la muerte del reo, se le rompían las piernas de tal modo que, este no podía impulsarse para respirar, terminado asfixiado. Este fue el caso de los ladrones que acompañaron a Jesús. Cuando los romanos llegaron a Cristo, solo tuvieron que atestiguar su muerte atravesando el costado hasta el corazón.
Poco después el cuerpo inerte de Jesús fue bajado con ayuda de un manto y depositado en un sepulcro próximo al monte Gólgota.
http://lexsodalis.blogspot.pe/2014/04/la-crucifixion-de-cristo.html
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