La batalla mundial contra el cáncer no se ganará únicamente con tratamiento
Medidas de prevención eficaces que es preciso adoptar urgentemente para frenar la crisis del cáncer
Comunicado de prensa del CIIC y la OMS
LYON/LONDRES - El Centro Internacional de investigaciones sobre el Cáncer (CIIC), que es el organismo de la Organización Mundial de la Salud especializado en la lucha contra dicha enfermedad, publica hoy el World Cancer Report 2014 (Informe mundial sobre el cáncer 2014), en el que han colaborado más de 250 destacados científicos de más de 40 países y en el que se describen múltiples aspectos de la investigación y la lucha contra el cáncer.
Basado en las últimas estadísticas sobre la incidencia del cáncer y sus tasas de mortalidad en todo el mundo, este nuevo informe pone de manifiesto que la carga del cáncer está creciendo a un ritmo alarmante y subraya la necesidad de adoptar urgentemente estrategias eficaces de prevención para poner freno a la enfermedad.
«Pese a los interesantes avances realizados al respecto, este informe evidencia que el problema del cáncer no se puede solucionar únicamente con tratamiento», afirma el Dr. Christopher Wild, Director del CIIC y codirector de la publicación. «Se precisan urgentemente mayores esfuerzos en materia de prevención y detección precoz para complementar los avances realizados en los tratamientos y hacer frente al alarmante aumento de la carga de cáncer a nivel mundial».
La creciente carga mundial de cáncer
Se calcula que en 2012 la carga mundial de cáncer alcanzó los 14 millones de casos nuevos al año, una cifra que se prevé que aumente hasta los 22 millones anuales en los próximos dos decenios. En el mismo periodo, se prevé que las muertes por cáncer aumenten desde los aproximadamente 8,2 millones de casos anuales hasta los 13 millones de casos anuales. En 2012, los cánceres diagnosticados con más frecuencia a nivel mundial fueron el de pulmón (1,8 millones de casos, esto es, el 13,0% del total), el de mama (1,7 millones, esto es, el 11,9%) y el cáncer colorectal (1,4 millones, esto es, el 9,7%). Los tipos de cáncer que provocaron un mayor número de muertes fueron los de pulmón (1,6 millones, esto es, el 19,4% del total), hígado (0,8 millones, esto es, el 9,1%) y estómago (0,7 millones, esto es, el 8,8%).
La brecha del cáncer
Como consecuencia del aumento y el envejecimiento crecientes de las poblaciones, los países en desarrollo se ven afectados desproporcionadamente por el incremento de la incidencia del cáncer. Más del 60% de todos los casos del mundo se producen en África, Asia, América Central y América del Sur, y estas regiones registran aproximadamente el 70% de las defunciones por cáncer a nivel mundial, una situación que se agrava por la falta de mecanismos de detección precoz y de acceso a tratamientos.
Muertes evitables
En los países en desarrollo, el acceso a tratamientos eficaces y asequibles contra el cáncer, incluidos los cánceres infantiles, reduciría significativamente la mortalidad, incluso en entornos donde los servicios sanitarios están menos desarrollados.
Con todo, los costos crecientes de la carga de cáncer están perjudicando incluso a las economías de los países más ricos y están fuera del alcance de los países en desarrollo, además de ejercer una presión insoportable sobre los sistemas de atención de salud. En 2010, se calcula que el costo económico anual total del cáncer alcanzó aproximadamente los US$ 1,16 billones. Sin embargo, casi la mitad de todos los cánceres podrían evitarse si los conocimientos actuales al respecto se aplicaran de forma adecuada.
«El aumento del cáncer en todo el mundo es un obstáculo considerable para el desarrollo y el bienestar humanos. Estas nuevas cifras y previsiones son un claro indicio de que se precisan medidas inmediatas para hacer frente a este desastre humano, que afecta a todas las comunidades del mundo entero, sin excepción», subraya el Dr. Wild.
Campañas de vacunación eficaces y promoción de la salud
Muchos países en desarrollo siguen viéndose afectados desproporcionadamente por la doble carga que supone la alta tasa de cánceres provocados por infecciones (como el cáncer cervicouterino, el cáncer de hígado y el cáncer de estómago) y la incidencia creciente de cánceres asociados a
. Con todo, la administración de vacunas eficaces contra el virus de la hepatitis B y el virus del papiloma humano puede reducir considerablemente el número de cánceres de hígado y de cuello del útero, respectivamente. La prevención de la propagación del consumo de tabaco en los países de ingresos bajos y medios reviste una importancia crucial para la lucha contra el cáncer. Del mismo modo, en lo que respecta a cánceres como el colorectal y el de mama, en los países en rápida industrialización también se debería dar prioridad a la adopción de medidas para promover la actividad física y evitar la obesidad.
Detección precoz, diagnóstico y tratamiento
Además, los métodos tecnológicamente sencillos de detección precoz y cribado han demostrado su eficacia en los países en desarrollo. Un buen ejemplo es el cribado del cáncer cervicouterino mediante la inspección visual con ácido acético y el tratamiento con crioterapia y coagulación en frío de las lesiones precancerosas. Este tipo de programa de «cribado y tratamiento» se ha aplicado con éxito en la India y Costa Rica, por ejemplo.
«Los gobiernos deben mostrar voluntad política para incrementar de manera progresiva la aplicación de programas de cribado y detección precoz de alta calidad, los cuales representan una inversión más que un gasto», dice el Dr. Bernard W. Stewart, codirector del World Cancer Report 2014.
Legislación adecuada para reducir la exposición y los comportamientos de riesgo
Las enseñanzas extraídas de las medidas de lucha contra el cáncer aplicadas en países de altos ingresos ponen de manifiesto que la prevención funciona, pero que no basta únicamente con promover la salud. El hecho de contar con una legislación adecuada desempeña un importante papel en la reducción de la exposición y los comportamientos de riesgo.
Por ejemplo, el primer tratado internacional patrocinado por la OMS —el Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco— ha sido decisivo para reducir el consumo de tabaco mediante impuestos, restricciones a la publicidad y otras normas y medidas de control y desincentivación del consumo de tabaco.
También se tiene que considerar la posibilidad de aplicar enfoques similares en otras esferas, sobre todo en lo que respecta al consumo de alcohol y bebidas azucaradas, así como para limitar la exposición a riesgos carcinogénicos de tipo ocupacional o ambiental, incluida la contaminación atmosférica.
«Una legislación adecuada puede fomentar comportamientos más saludables, así como desempeñar su reconocida función de proteger a las personas de los peligros en el lugar de trabajo y de los contaminantes ambientales», señala el Dr. Stewart. «En los países de ingresos bajos y medios, es fundamental que los gobiernos se comprometan a aplicar de forma efectiva medidas normativas para proteger a sus poblaciones y poner en marcha planes de prevención del cáncer».
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Nicolas Gaudin
Comunicaciones del CIIC
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