Margen o fase liminal:
los viajes, las puertas y los elementos
Raquel Ofelia Barceló Quintal
Universidad Autónoma de Hidalgo
Durante la liminalidad (limen en latín significa umbral) el candidato se encuentra en un periodo intermedio, sus características son ambiguas, ya que
posee pocos o ninguno de los atributos del masón. En esta fase intermedia se nivela a un estatus estructural superior al que inició. El ritual continúa en la
medida en que éste implica prueba, y viaje purificación y sublimación, esto
puede considerarse como una iniciación [Thomas, 1993:210]. Es el momento
de la fase liminal y acontece en el espacio de la Logia.
El candidato debe desnudar el seno, el brazo y pie derechos, y la rodilla izquierda. La preparación cambia en algunos detalles según la época; en 1726
el masón Graham narró: “No estaba ni sentado, ni de pie, ni andando, ni
corriendo, ni a caballo, ni suspendido, ni volando, ni desnudo, ni calzado, ni con
el pie descalzo” [Graham, 1726:4]. En 1745, en un grabado de Amsterdan
se muestra a un candidato recibiendo la luz con los ojos vendados, el seno y
el brazo derecho desnudos, la rodilla izquierda descubierta y el pie derecho
“en pantufla” [Naudon, 1991].
El neófito después de su segundo nacimiento sube de nivel. Con los ojos
vendados se le conduce de nuevo al plano que abandonó para seguir con el
ritual, tiene una cuerda alrededor del cuello y así entra al recinto de la Logia;
la cuerda del cuello significa que ha sido engullido por el monstruo y la muerte, cuando se elimina la cuerda se entiende que salió triunfante y purificado.
Entre su llegada a la puerta de occidente y el momento en el que recibe la luz,
el postulante viajará guiado por manos compasivas. Su periplo iniciático terminará cuando se le retire la venda y pronuncie su juramento ante el altar, al
oriente. A partir de este peregrinar, del occidente al oriente, será sometido a
pruebas de purificación de los tres elementos restantes: agua, aire y fuego.5
En el rito Escocés Antiguo y Aceptado, tras prestar juramento y beber la
Copa de las Libaciones el candidato será llevado para dar tres vueltas o viajes
en la Logia, y este es el segundo espacio donde continua el rito de paso. Un
guía responderá por él en cada uno de ellos para que pueda pasar y continuar
su progresión ya que el postulante está ciego en este momento.
En esta fase de la iniciación los partícipes del ritual comparten experiencias comunicativas; están representando una secuencia ordenada de sucesos
metafóricos en un espacio que ha sido ordenado para proporcionar un contexto metafórico [Leach, 1978:57]. Primero, el candidato no se encuentra
sólo está ante una comunidad, y segundo el espacio está lleno de metáforas: escuadras y compás flanquean el correr de los salones que el candidato cruza con los ojos vendados. Las escuadras, recuerdo pitagórico, invitan a la
rectitud moral, son celosas de la superioridad de los compases, verdaderos
árbitros de los límites, adalides del equilibrio entre el espíritu y la materia.
Los hermanos masones forman una cadena de unión llamada, en este momento, cadena iniciativa temporal cuyo sentido es la catena auri que une el cielo y la
tierra. Los hermanos forman la cadena de unión con los brazos cruzados sobre
el pecho y las manos entrelazadas con la de los dos hermanos de junto. Este acto
representa el poderoso influjo de la unión ritual de todos los hermanos en un
aquí y ahora para elevar el nivel espiritual. También es un escudo protector para
que los elementos garanticen su irradiación [Martínez Oter, 2005:96 y s.].
En el primer viaje el candidato, ayudado por el Experto y el Maestro de Ceremonias, se desplazará desde las Columnas de Occidente, pasará primero por
una plancha de bolas dispuestas a lo largo de la Columna del Sur, después
por una plancha de báscula dispuesta a lo largo de la Columna del Norte. En
este viaje oirá un ruido hecho con los pies y las espadas, después del cese del
ruido el Venerable Maestro dará un golpe de mazo mientras que una corriente
de aire cruzará su rostro. Esta parte del ritual cambia en el Rito Francés Tradicional donde el candidato da pasos cortos y lentos y con una marcha irregular y
en zigzag para que no sepa qué tipo de terreno recorre; el viaje es penoso, con
dificultades y obstáculos dispuestos artísticamente sin emplear ningún medio
que pueda herir o incomodar al candidato. Durante este viaje se representará
el sonido del granizo y los truenos con el fin de infundir en su alma algún sentimiento de temor [Teisser, 1883]. En el Rito Memphis-Misraím al candidato le
hacen girar constantemente sobre sí mismo, al llegar al Norte se le detiene ante el
segundo Vigilante donde es purificado por el agua. En el Rito de York, el candidato efectúa una primera parte de la circulación completa y es conducido al sur,
delante del Segundo Vigilante, por el Primer Diácono mientras se lee el salmo
133 [Wilmshurst, 1957]. En algunos talleres con frecuencia añaden música que
contiene diversos ruidos como truenos, tempestad y otros ruidos metálicos.
Realizado el primer viaje el Maestro de la Logia le dice al candidato: “Esta experiencia simbólica constituye la prueba del Aire de los Antiguos Misterios, que
viene después de la prueba de la tierra que has sufrido en la estancia en la Cámara
de Reflexión”. Tras el primer viaje por la Logia el candidato es llevado al
punto de partida, al Occidente, entre las columnas, ante la puerta de la Logia.
El segundo viaje o prueba del agua se hará en el sentido de la circulación
habitual, es decir, de oeste a este, saliendo del norte y volviendo al sur. En el
Rito Escocés Antiguo y Aceptado el terreno es más regular porque existen
menos obstáculos y sólo se escuchan espadas que chocan. El candidato sumerge su mano en un cubo de agua y el Maestro de ceremonias seca las manos del candidato con una toalla y todos los ruidos cesan. En el Rito Francés
la ceremonia varía poco, los ruidos son producidos por una orquesta; mientras que en el Rito Escocés Rectificado después de secarle las manos con una
toalla, el candidato hace una inclinación hacia el oriente, momento en el que
el Venerable Maestro da el golpe sobre el altar para dar una segunda máxima
[Teisser, 1883]. En el Rito Memphis-Misraím reina un silencio mientras se
lleva a cabo el segundo viaje.
En el tercer viaje o prueba de fuego, en el mismo Rito, la marcha es reposada y no se escucha ningún ruido. Al pasar por el sur el candidato atraviesa
unas llamas producidas oportunamente por el maestro de ceremonias con
una antorcha.6
En cada viaje y en cada puerta el candidato es detenido y se le apunta con un
mazo sobre su pecho por el Vigilante, en el Rito Francés usan una espada que
apunta directo al corazón, que dice: ¿Quién va?, en cada puerta y después de
cada purificación se le activa el corazón por medio del mazo; éste instrumento,
llamado también mallete (del francés maillet y del latín malleus, martillo de
dos cabezas), es de uso exclusivo del venerable Maestro y de los dos Vigilantes
(cada uno tiene su propio mazo), y reciben el nombre respectivamente de primero, segundo y tercer mallete. Los Vigilantes lo portan al hombro.
La idea del viaje o viajes está relacionado (s) con la entrada de las organizaciones espirituales que siempre va del exterior al interior. Hacer viajar al
candidato al revés: subir, bajar, caer, zigzaguear, etc., muestra claramente que
no sabe a donde va ya que no tiene el conocimiento que le permite poseer ese
estado y existir como iniciado. En los tres viajes se manifiestan al menos dos
cosas: se describen de algún modo círculos concéntricos que van a conducir
paulatinamente al candidato cerca del centro de la Logia, el lugar más sensible,
lugar que consideran los masones como la fuente de la luz. Los viajes están
cargados de un simbolismo solar, al pasar el candidato por los tres puntos de
luz fundamentales de un día: el este, el oeste y el sur, salvo en el Rito Escocés Rectificado que manda al candidato a detenerse en el norte, en el sur y después
en el oeste [Langlet, 1999:118], los tres viajes pueden, además, enfocarse perfectamente como tres partes de un único viaje considerado globalmente.
Los ruidos de los dos primeros viajes son una particularidad francesa ya
que los anglosajones las desconocen y el silencio reina durante los viajes.
La razón de los sonidos es dar la sensación de disminución de intensidad en la
medida en la que el candidato se aleja de las canteras y llega al corazón de
la construcción; en otras palabras se aleja del mundo profano y del exterior
para llegar al centro de la sabiduría. Para continuar su progresión hacia el
altar, el candidato se detiene tres veces en lugares determinados; por decirlo
de una manera, describe tres círculos concéntricos acercándose al centro, en
cada uno de ellos se verá obligado a pasar por tres puertas que no por ser
invisibles son menos reales, éstas están representadas por el Segundo Vigilante, el Primer Vigilante y el Venerable Maestro que son los guardianes de las
puertas. Ante la pregunta ¿quién va? y la respectiva respuesta, al identificado
se le permitirá la entrada. Para atravesar los tres recintos el candidato deberá
dar tres golpes, y lo hará golpeando con la mano el hombro del guardián de
la puerta, su mano será guiada por el que lo acompaña ya que lleva los ojos
vendados y en realidad no sabe en donde está.
Los cuatro elementos que aparecen en el ritual son los principios constitutivos de la materia y por lo tanto de la manifestación. El aire y el fuego
son elementos masculinos, activos y sutiles, opuestos y complementarios con
la tierra y el agua, femeninos y pasivos. El aire, que representa al mundo
intermedio entre la tierra y el cielo, se relaciona con el soplo que da origen
a la creación, es el hálito vital que permite el delicado equilibrio de la vida
y con el viento que, como el espíritu, sopla donde quiere. Es un elemento
purificador y revelador en estrecha relación simbólica con los ángeles, las
alas y el vuelo. El aire se identifica con la aspiración y expiración cósmicas, y
con el alma humana, y a la respiración individual, gracias a la cual se purifica
la sangre y se posibilita la vida; está relacionado, también, con lo gaseoso, lo
misterioso, lo oculto y lo secreto.
Los elementos juegan el papel de purificadores. La agitación del aire imita
una zambullida del candidato en el elemento; la mano sumergida en el agua
o las llamas agitadas ante el candidato manifiestan el engullimiento y el recubrimiento.
Notas.
5. Estas pruebas se realizan para el Rito Escocés Antiguo y Aceptado y el Rito Escocés Rectificado;
para el Rito Francés, las pruebas de los elementos son dos: el agua y el fuego y ninguna para el Rito de
Emulación ni para el Rito de York.
6. En la actualidad la antorcha fue sustituida por un radiador eléctrico
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