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lunes, 30 de septiembre de 2019

Los orígenes de los grados y Rituales simbólicos, (El anverso y reverso de la historia) parte ultima

André DORE grado 33° 

Bien dejamos por un momento las novedades para volver sobre lo expuesto por André Dore.y las supuestas filiaciones de las leyendas y los tópicos al uso en masonería y por los masones, muchas veces ignorantes de la manipulación y los trileos históricos.


Aunque lo del “ni desnudo ni vestido”, y menos la venda y la cuerda al cuello,* siempre en vigor en el rito Emulación, ni siquiera en los textos ni la iconografía dejan entender que fuera así durante la mayor parte del siglo XVIII siglo. Este es sin duda debe un regalo de los “Antiguos” a los “Modernos” a partir de esa segunda mitad de siglo y confirmado todo por la fusión de 1813.

En Francia, y más tarde, en algunos raros rituales escoceses adoptaron tales usos: El candidato que era aprobado para entrar en los misterios masónicos, aprendía y devenía en Compañero “debido a la letra G” o “por el amor a letra G”, y se reiteraba en las mismas formas que anteriormente expusimos como el juramento pronunciado en su admisión al grado de Aprendiz.

No parece que haya un viaje en el curso de la Recepción al segundo grado, a menos de identificarlos como los cinco viajes practicados por el Rito Emulación que los recibió en el siglo XVII. Lo que nos dicen los catecismos es que no hay un carácter tan específico de la marcha como en el grado de Aprendiz, digamos que es algo más simbólico…

¿Nunca has viajado? Pregunta Gran Maestro (que se convertirá en el Venerable)
He hecho el viaje del Oriente a Occidente. (En alguna otra versión “del Este al Oeste”.)
¿Nunca han trabajado?
Sí, en a la edificación del Templo.
¿Dónde recibió su salario?
En la Cámara del Medio.
¿Cómo pudo entrar en la Cámara del medio?
Por el pórtico, o “pasando a través de una antecámara”.
¿Vio usted en ese paso?
Dos grandes pilares…
El candidato hace entonces el reconocimiento de las dos columnas de Salomón cuyos nombres se había conocido y sus dimensiones sin saber cómo aplicarlos según la descripción que hace la Biblia (Reyes I. CH. 7).
¿Cómo es que usted llegó a la Cámara del Medio?
Por una escalera ocultada en forma de caracol, o “por una escalera en espiral de doble vuelo”.
¿Cuánto escalones tenía esa escalera?
Siete o aún más…
«... porque siete o más… componen a un colegio perfecto, o conforma una Logia justa exactamente y perfecta”.
Señal, palabra y toque necesarios para franquear la puerta, muy alta, de la Cámara del Medio , en la cual ve “ algo que se asemeja a la letra G”.
¿Qué significa esta G?
Geometría o la ciencia.

Esto es lo decía al principio del catecismo. Pero esta cuestión no podía no traer otra respuesta. Prichard, o los autores de los textos, quizá desde el remordimiento o la inquietud, ya que eliminar a Dios en un siglo en que los poderes estaban bajo la tutela de las iglesias constituía todo un peligro no desdeñable, y por tanto añaden un poco más a la misma cuestión: “El Gran Arquitecto del redondo del mundo, o aquél que fue enviado sobre la techo del Templo” (traducción palabra por palabra de la Edición de 1743). o “el Gran Organizador del Universo, el que se colocó en los más alto del Templo” (traducción de la Edición de 1788).

Dos frases que merecerían un análisis…

La carta G se trazaba en el centro de la Cámara del Medio. En 1740, en dos grabados insertos en el “Diálogo de Simón y Felipe” la representan como encerrada en un contorno “de diamantes”, y en el otro grabado en medio de un sol radiante que no puede confundirse con la Estrella Flamígera, la cual por otra parte pertenecía a la panoplia del grado de Aprendiz. Ambas habían hecho su primera aparición en 1726 en una “etiqueta” que anunciaba una serie de conferencias bajo el título “The Antidiluvian Masonry” destinadas a aportar el significado de la letra G, de la Estrella flamígera etc…; innovaciones introducidas por Désaguliers y otros… al relevarse contra la indignidad que constituía el hecho de borrar el cuadro de Logia con escoba y cubo al final de la reunión.

La aparente simplicidad del significado de la letra G, geometría, Gran Arquitecto (God) hace olvidar que es la tercera letra del alfabeto hebreo, el número 3 es el mismo que representa la Divina Trinidad, y que se encuentra así mismo adjunta al simbolismo cabalístico. Desde su origen es el único elemento estable del segundo grado , y ha conservado siempre sus dos sentidos primitivos. Se le añadieron otros, un catecismo manuscrito previo a 1750 la define: como: gloria, grandeza, y geometría, las 5 ciencias, “Gloria para el gran arquitecto, Grandeza para Maestro de Logia, y Geometría para los hermanos”.

Por el contrario, otro manuscrito, datado en los años 1780, sólo cita la geometría y elimina al Gran Arquitecto. Un accidente, seguramente, ya que el ritual emanando del Gran Oriente de 1786, recogido en el Regulador del Masón de 1801, y luego en el Regulador Simbólico de 1839, indican “que es el monograma de uno de los nombres de Muy Alto, fuente de toda luz y toda ciencia”.

Habrá que preguntarse ¿Cuándo la Estrella flamígera fue asociada a la letra G? Una mención en 1726, y una segunda vez en 1730 la incluye dentro del mobiliario de la Logia de Aprendiz; una tercera en el “Diálogo entre Simona y Felipe de 1740,donde se le atribuye la paternidad a Désaguliers y a sus amigos, lo que debe ser exacto, aunque sin ningún significado particular.

Parece que ha seguido el mismo camino de la llamada Bóveda Celeste aparecida a partir de 1711. Pero los Reyes Magos vagabundean en marcha en el “Tradi”, edición de 1767, en los dos tableros de Aprendiz-Compañero, se muestra el primero, “tal como se publicó en París, pero de forma inexacta”, la letra G en la Estrella flamígera, y en el segundo, “el verdadero plan de recepción” la estrella siempre flamígera sobre una esfera debajo de la cual se sitúa la letra G.

En Larudan, “les Francs-Maçons écrasés”, 1778, y en os cuadros de Aprendiz y Compañero la estrella está sin la letra, ella está sin llamas sobre el Maestro y la letra G no figura en ningún de los tres. “La Estrella misteriosa” - ha permanecido –y adquirió su notoriedad durante el período de separación de los dos grados de Compañero y Maestro y de la estabilización de sus rituales respectivos que fue hacia 1760. Ello se confirma a partir del momento en que la tradición hebraica penetró en masonería e introdujo el Iod en su centro, lo que la volvió divina. El Gran Oriente la consagra definitivamente entre 1773 y 1786, fecha a la cual establece el rito denominado como “francés”.

La comunicación al nuevo Compañero se hace a través de los signos y los toques entre los cuales debemos prestar, una atención especial, a los “5 puntos del Masón”, destinados más tarde a convertirse en los 5 puntos del Maestro. En 1730 Prichard los incorporó a este grado.

¿“Cómo se reveló Hiram?
Al igual que los masones cuando reciben la palabra del Maestro.
¿“Cómo eso?
Por los 5 puntos de la Cofradía
¿“Cuáles son estos?
Mano contra mano 1, pie contra pie 2, mejilla contra mejilla 3, rodilla contra rodilla 4, y mano a la espalda 5.

Es necesario observar que no son los gestos hechos para levantar el cuerpo de Hiram por lo que se crean los 5 puntos, pero son ellos, los de la “cofradía”, ya que se empleó a tal efecto y resulta que existían antes del asesinato del Maestro. Seis textos lo prueban, yendo de 1696 a 1727, es decir, mucho antes de que el episodio Hiram se inserte en la masonería especulativa.

La primera descripción del signo data de 1696, y se haya en el « Edimbourg Register House Manuscrit”, en la recepción en el segundo grado, en la época en que sólo había dos. ¿A la cuestión de cuántos puntos del Masón había ? se exponía que “5, o sea, pie contra pie, rodilla contra rodilla, corazón contra corazón, mano contra mano, oreja contra oreja”.

Hay variantes, en la manera en cómo se los practicaba, en el manuscrito Sloane o 3329, circa 1700, Trinity Collège de Dublín ms. 1711, “Mason' s Examination” 1723 se decía (que tenía seis: pie, rodilla, mano, oreja, lengua, corazón), “The Gran Mystery Open” 1726 (pie, rodilla, pecho, la mano sosteniendo la espalda, mejilla, cara), en el orden en el cual se presentan. “The Mason's confession” se refiere a una Logia en Escocia en 1727 comienza por “mano contra mano”, el Graham ms. 1726 (pie, rodilla, pecho, mejilla, mano).

Ningún documento, manuscrito o impreso proporciona la menor explicación, ni sobre el origen, ni sobre el sentido que él es necesario acordare3 cual era esta gestualidad, por lo menos extraña. En 1760, “The Three Distinct Knocks” aportará un primer significado que no solucionará el problema, ya que es puramente simbólica y moral para cada uno de los puntos. El mundo operativo no conoció nada de todo esto: materialmente no podía ser una señal de reconocimiento ya que las Logias están vacías de esoterismo Ahora bien los “aceptados” que, al final del siglo XVI y principios del XVIII describen los puntos del Masónl, puede indicarnos de que es posible que su presencia sea previa a 1696.

La mayoría, de los “aceptados” en tanto que era gente cultivada, a menudo erudita, tenían la Biblia como base de su cultura. Esto nos indica dos casos de resurrecciones operadas por medio de un contacto muy estrecho entre la muerte que vive permanentemente abrazada a la vida para volver a la vía. Tener a dos profetas de nuestra parte resucitó dos de estos episodios, uno era Eue que había sido acogido por una viuda durante el hambre, y el otro Elisée, su sucesor, los hijos de una mujer de Sunam. El relato del milagro de este último es explícito. (Libro IV, Reyes CH. IV, 34 y 35). “ 34 Después subió, y echóse sobre el niño, poniendo su boca sobre la boca de él, y sus ojos sobre sus ojos, y sus manos sobre las manos suyas; así se tendió sobre él, y calentóse la carne del joven. 35 Volviéndose luego, paséose por la casa á una parte y lá otra, y después subió, y tendióse sobre él; y el joven estornudó siete veces, y abrió sus ojos”

Los motivos de la incorporación dentro de una recepción masónica del método “mágico” pueden provocar un acontecimiento milagroso, oscuro e incluso misterioso. Aunque 35 años antes de que se materialice la leyenda de Hiram nos dice que a día de hoy n o aportaba una justificación plausible a la situación del desarrollo del entierro de su héroe. El estado de descomposición del cuerpo, tras su descubrimiento que había ocurrido varios días después del asesinato, no debería incitar ciertamente a la maniobra “pie contrario, pecho contra pecho, mejilla contra mejilla,” para levantarle. 

Pero si esta operación tuviera por objeto traer al Maestro de obras a la vida, y recuperar así el secreto que se había llevado en la tumba, los “cinco puntos del masón “recubrirían entonces un sentido y una lógica de lo que no había necesidad. Es poco probable que el Compañero y luego Maestro hayan tenido conciencia de su contenido. Es el destino de los símbolos al cruzar los siglos, ignorados, y trasladarlos equipados de incomprensión, de inconsistencia, para luego un día resurgir del olvido y encontrar su luz.

No hay ninguna precisión relativa a la entrada del número 5 en el grado de Compañero. La respuesta es difícil, los documentos manuscritos de la ritualidad no están datados y son bastante raros hasta los años 1770. Las “Divulgaciones” impresas reeditadas por Prichard, Perau, y Larudan, hay que añadir las inglesas parecidas a partir de 1760. El “Cinco” o aparece como nulo por parte en estos autores, al menos antes de 1750. La Estrella de cinco puntas o brazos , en desventaja por su nacimiento bastardo, no ha desempeñado ningún papel hasta el momento en que se manifiesta la contribución del Hermetismo, y las doctrinas conjuntas de los pitagóricos y los cabalistas que fue lo que la inserta en el desarrollo masónico.

Hubo por supuesto cuestiones como la edad, los viajes, los pasos, las marchas del altar, aunque en el Regulador del Masón sean siete. Todo es poco para estabilizar el ritual de 1786 del Gran Oriente. Las herramientas que acompañaban los viajes emigraron bien de un lado a otro a voluntad de las Logias, pero los comentarios que se suscitaban, la propia moral tenía un amplio lugar y no por ello carecía de valor. Un ritual de la Madre Logia Escocesa de Marsella, posterior a 1770 ordenaba realizar los cinco viajes sin herramientas ni explicaciones, pero tiene a los Compañeros atados por la mano derecha con una cadena sobre el hombro izquierdo del que le precede y al que se le hacer dar sobre la piedra cúbica los tres últimos golpes. 

Todo ello delante de la estrella y sin comentario alguno. En Inglaterra, las ciencias y las artes liberales hacen una tímida aparición en los catecismos de Aprendiz en el “Three Distinct Knocks” de 1760 y luego en “Jakin and Boaz”, 1762, para luego al segundo grado en 1769. En 1775, William Preston, “Illustration of Masonry” añade numerosas explicaciones. Francia todo ello no lo recibirá hasta al menos principios del XIX, así como los sentidos que tendrán un papel importante durante los viajes a los cuales se les incorporará..

Se tiene como fuente fidedigna que el primer grado de la masonería operativa apareció a principios del siglo X y el segundo en los primeros años del siglo XVI, no se puede fijar con precisión cuando nació el grado de Maestro. La más antigua mención que conocemos que le concierne se remonta al 12 de mayo de 1725. Ese día, una sociedad para-masónica, la Philo Musicæ y Architecturæ Societas Apollini elevó a varios masones al tercer grado. Esta sociedad se había creado en febrero de 1725 por ocho hermanos, aficionados a la música y a la arquitectura. El Reglamento obligaba a sus miembros a ser Francmasones una vez admitidos entre ellos, lo que conducía a recibir a los profanos en masonería en el momento de su entrada en la Sociedad.

Este procedimiento irregular trajo una protesta parte de la Gran Logia de Inglaterra, cuya queja por otra parte permaneció sin consecuencia alguna. La Philo Musicæ desapareció en 1727. La segunda mención es una subida al tercer grado que ocurrió a el 25 de marzo de 1726 en la “Lodge Dumbarton Kilwining n0 18”, en Escocia, fundada el 29 de enero del mismo año, seguida el 27 de diciembre de 1728 por otra en la “Lodge Greenock Kilwining n0 12”, cuyo motivo introdujo la percepción de derechos para subida a los dos grados. El sistema en tres grados se extendió lentamente: la Logia “Antiquity n0 2”, creada en 1717 lo adoptó en abril de 1737, y el “Dundee Lodge n0 18 ”, fundada en 1728 en 1748 solamente.

Quizá existió en Escocia muy a finales del siglo XVII y en Inglaterra en los primeros años del siglo XVIII, que es lo que se deja oír por una parte por el Sloane ms. 3329, y de la otra por la Philo Musicæ…, cuyos fundadores pertenecían a la Logia n0 14 reuniéndose en el Queen' s Head Tavern a Great Queen' s Street, que lo practicaba al menos en 1724. El Trinity College Dublín ms 1711 prueba que se conocía en este último tiempo, si no puesto en vigor, al menos en Irlanda, su catecismo da “los secretos consustanciales a cada grado”. “The Mason' s examination”, 1723 hace una breve alusión al Aprendiz, al Compañero y al Maestro. Lo que era necesario por otro lado retener esta innovación, que es de una gran importancia, pero se debe decir y exponer que en ninguna parte se encuentra la leyenda de Hiram.

La primera versión conocida de ésta vino en 1730 por el canal de Prichard en su “Masonry Dissected”, y solamente en el catecismo, en base a las preguntas y respuestas. El segundo momento apareció en Francia en 1740 bajo la firma de Léonard Gabanon, seudónimo de Louis Travenol, en una obra titulada Le Catéchisme des Francs-Maçons, el cual venía precedido de un resumen de la historia de Adoniram., arquitecto del Templo de Salomón”, varias veces reproducido.

Añadía en forma narrativa numerosos detalles que no figuraban en el cuestionario de Prichard. Luego, en 1742 ocurrió « L'Ordre des Francs-Maçons trahi “del abad Pérau, que sin vergüenza “pirateó a” su antecesor y para no aparecer exactamente como ellos , y no supo hacer otra cosa mejor que de salpicar el relato con algún incidente importante, un método que se perpetuó a medida que se fueron editando las ediciones sucesivas e hizo furia entre los “Escoceses” nacidos en esos mismo momentos. Así es como a partir de 1745, se establece través de la iconografía ilustrada, la dramatización de un catecismo devenido o convertido en ritual por la adopción de un escenario que hace revivir el asesinato legendario del arquitecto del Templo de Salomón.

Más prudente en este caso es lo sucedido en Inglaterra que se atuvo a la sobriedad de Prichard, y se asombró de la audacia y la independencia de la masonería francesa, tanto más cuando se publicó la segunda edición de las Constituciones de Anderson en 1738, en tanto que no se había concedido una gran importancia a la leyenda de Hiram. Los ingleses sólo lo adoptaron definitivamente hacia 1760. Este mismo año, un nueva divulgación “The Three Distinct Knocks” añade nuevos elementos al desarrollo de las ceremonias y de este modo se enteraron por fin de los nombres del tres asesinos del Maestro Hiram, ¡La investigación había durado 30 años!

El origen de la leyenda es misterioso. ¿Dónde? ¿Cuándo? ¿Cómo? Un manuscritol Graham 1726 esclarece ligeramente la cuestión haciendo su aparición a través de un relato al parecer bíblico, pero cuya correspondencia no se encuentra en el Antiguo Testamento.

Los tres hijos de Noé, convencidos de que su padre al morirse, se había llevado un secreto de una importancia considerable, fueron en busca de su tumba, esperando encontrar éste sobre él, o en los alrededores más inmediatos. Convinieron, en caso de que no salieran bien, que la primera cosa que encontrarían serían, “para ellos, como un secreto” que habrían recibido de Dios mismo.

La incoherencia de una propuesta destinada a sustituir a un secreto cuya naturaleza se ignora por algo sin informe, no parece haber rozado el espíritu de nuestros tres personajes. Que sea la tumba abierta con un cadáver descompuesto del cual ellos toman un dedo que se desliza, luego la muñeca, luego el codo, y levantan el cuerpo “por los cinco puntos del Masón”. Uno ellos dice “hay aún tuétano en este hueso”, (marrow en this bone), el segundo: “pero es un hueso seco”, el tercero “siente (apestando )”. y por ello decidieron dar el nombre que se conoce hasta ahora en la Francmasonería”, es decir, “marrow en the bone”. Es la primera vez que se revelada la palabra de Maestro.

Esta sufre algunas alteraciones pues pasó a ser: “magboe ad Boe” en “The Whole Institutions of free maçons opened as also their words and signs”, impreso por William Wilmot, 1725, que indica explícitamente su significado “el tuétano en el hueso, así nuestro secreto es ocultado”.

Y figura bajo la forma “marrow bone” en el manuscrito Sloan 3329 el Trinity Cóllege Dublín ms 1711. O sea cinco años antes de la Divulgación de Prichard - y quizá más aún, el grado de Maestro en gestación ofrecía un relato de un secreto perdido que se esforzaba en recuperar más allá de la muerte, por una operación del carácter mágico, cuyo sentido y finalidad escapaban a sus autores.

No parece que fuera previo a 1700, aunque los cinco puntos del Masón devenidos más tarde en la segunda mitad de siglo XVII pueden dejar correr la idea de una tentativa de innovación en esta línea. La leyenda de “Noé” tuvo un impacto evidente, puesto que Anderson que la ignoraba en 1723 la recuperó en 1738 hace Masones a los “hijos de Noé”, como verdaderos noaquitas, que es su primer nombre que se les da según las viejas tradiciones”. Hacia 1744, el grado inglés de Real Arco pidió prestados varios de esto elementos.

¿Cómo y porqué se efectuó la atribución de la leyenda incompleta de Noé - incompleta ya que no hay asesinato- a la de Hiram asesinado por malos Compañeros, y que aparece en casi toda su totalidad en 1730? ¿Es esta última novedad la que atrajo la vigorosa reacción contra Prichard, tratado de impostor por la Gran Logia de Inglaterra que sólo practicaba en aquella la época los dos grados de Aprendiz y Compañero con un ceremonial muy plano? Su lenta - introducción en la liturgia masónica ciertamente no favoreció el establecimiento de un ritual más vivo que la simple recitación del catecismo de 1730 que duró hasta hacia 1760.

En Francia, la recepción del Maestro descrita por primera vez por Léonard Gabanon en el “Catecismo de los Francmasones”, de 1740, y recogido por el abad Pérau en el “Tradi”de 1742, pone de manifiesto que la historia “ de Adonhiram” que se puso en escena a partir de su llegada sobre el continente. El candidato a la maestría debía vivir íntegramente el drama del asesinato y por tanto debía repetir cada uno de sus peripecias. Sobria al principio, la situación se complicó por la consecuencia de detalles y explicaciones a menudo diferentes unos de los otros. Todo ello pareció estabilizarse un poco antes de la Revolución y lo estuvo completamente durante el primer cuarto del siglo XIX.

“El recipiendario se equipaba como bien le parecía, pero sin espada, revestido del delantal de Compañero con la baveta levantada y abotonada”. Después de haber picado tres veces a la puerta de la Cámara de Recepción, entra con la invitación del primer Vigilante y acompañado por un “hermano Aprendiz, Compañero y un Maestro quien se nombra a modo de Hermano Terrible”. Sólo son admitidos los Maestros. “En Cámara donde se hace esta ceremonia se traza sobre el piso la Logia de Maestro que está en medio de un ataúd rodeado de lágrimas, sobre el cual se pone una rama de acacia, y donde se escribe la palabra Jehova que es la antigua palabra de Maestro”. Al pie del lado al Oriente un compás abierto (que en esta época era la señal del Maestro de Logia), al Occidente un cráneo y dos huesos en cruzados a modo de aspa, una escuadra y los cuatro puntos cardinales.

“Se ilumina este dibujo por nueve velas, tres al Oriente, tres al Mediodía, y tres en Occidente, y alrededor se colocan tres hermanos, uno al Norte, otro al Mediodía y el tercero al Oriente, que cada uno tiene rollo de papel ocultado bajo sus ropas”.
En el “Tradi”, el cráneo y los huesos están cada uno en la extremidad del dibujo, y se añaden las herramientas, y “a mano derecha una montaña sobre la cual hay una rama de acacia”.
En algunos grabados, la montaña estaba representada por unas pequeño montón de piedras situado en una esquina de la Cámara al lado del Oriente. Un poco más tarde, el dibujo del cráneo fue sustituido por un cráneo verdadero encendiendo en su interior una vela.
”Delante del Gran Maestro de la Logia, denominado Muy el Respetable, un pequeño altar y , el Evangelio y un pequeño mazo y los dos Vigilantes denominados Venerables, se colocan al Occidente de pie cara a cara del Gran Maestro, y en las dos esquinas de la Logia, y los otros oficiales de forma indiferente en torno a la Logia junto con los otros hermanos. Solo uno tiene se coloca ante la puerta, en interior de la Logia, con una espada desnuda en cada mano, una con la punta hacia arriba y la otra con la punta hacia abajo, la que tiene en la mano izquierda tendrá que entrégasela al primer Vigilante. ” A la entrada del candidato. El signo del Maestro “… es llevar la mano derecha sobre la cabeza, el revés vuelto del lado del frente, los cuatro dedos extendidos y apretados, el pulgar apartado, y llevarlo así hasta la boca del estómago”.

Se quiso hacer impresionante la introducción del recipiendario en la Cámara de recepción. El primer Vigilante abre brutalmente la puerta, y coloca la punta su espada sobre él, y le ordena de sostener con la mano derecha la punta contra el pecho. Lo toma entonces por la mano izquierda y le hace dar tres veces la vuelta a la Logia saludando al Gran Maestro en cada pasaje saludos a los cuales responden todos los hermanos. Colocado al Occidente, entre los dos Vigilantes se le invita al candidato a acercarse al Muy Respetable por la marcha del Maestro que le enseña entonces el primer Vigilante. Comienza por la doble escuadra, - es decir, talones juntos, las puntas de los pies como si se tratara de los dos brazos de la escuadra dibujada en el suelo, luego tres grandes pasos en triángulo, el primero a la derecha, el segundo a la izquierda cruzando el ataúd, el tercero a la derecha en el extremo de este último, los dos pies untos de tal modo que forme la doble escuadra con el compás.

Esta marcha que no tiene ninguna explicación sobre su significado se dice que va “ de la escuadra al compás”. A cada paso que hace el candidato recibe un golpe sobre los hombros otorgado por cada uno de los tres hermanos portadores de los rollos de papel y con ayuda de éstos; después de que haya renovado la obligación prestada anteriormente, el Gran Maestro lo “recibe” mediante tres pequeños golpes de mallete sobre la frente e inmediatamente después el tercero “… los dos Vigilantes que lo tienen cogido por lo brazos lo arrastran hacia detrás muy extendido dejándolo caer sobre la alfombra en forma del ataúd, otro hermano le coloca sobre la cara un paño que parece teñido de sangre por diferentes lugares”.

Los hermanos sacan la espada y la presentan la punta hacia el cuerpo del recipiendario (que no puede ver), permanecen un instante en esta actitud y meten la espada en la funda. Viene entonces la escena del levantamiento minuciosamente descrita: “El Gran Maestro se aproxima al recipiendario, lo coge por el índice de la mano derecha, el pulgar apoyado sobre el primer y grueso nudillo, hace simulando hacer un esfuerzo como para levantarlo, y dejándolo escapar voluntariamente deslizando los dedos, dice Jakin. Después de lo cual toma del mismo modo por el segundo dedo, y dejándolo escapar como al primero, dice: Boz. 

Seguidamente lo coge por la muñeca apoyando los cuatro dedos separados y medio enlazados en forma de sierra sobre la juntura de la muñeca, por encima de la palma de la mano, su pulgar pasado entre el pulgar y el índice del recipiendario, le da así, el toque de maestro, y manteniéndolo así siempre con la mano apretada, le dice que retire su pierna derecha hacia el cuerpo, y que la doble de forma que el pie pueda quedar plano sobre el suelo; es decir que la rodilla y el pie estén en línea perpendicular tanto como sea posible. Al mismo tiempo, el Gran Maestro aproxima su pierna derecha cera de la del recipiendario, de manera que el interior de la rodilla de uno toque el interior de la rodilla del otro, y seguidamente le dice que le pase la mano izquierda por encima del cuello, y el Gran Maestro agachándose, pasa también su mano izquierda por encima del cuello del recipiendario, lo levanta al momento, diciéndole Macbenac, que es la palabra de Maestro.”

“Entonces se le priva del paño de la cabeza, y se le dice de memoria de quien hizo toda esta ceremonia, instruyéndole sobre los principales misterios y obligaciones de la maestría solo con eso se le reconoce por el resto de los Masones como un hermano que pasó por todos los grados de la Masonería, y que no tiene nada que desear, ya que debe saber perfectamente el catecismo que sigue. ” (Catecismo de los Francmasones, de 1740).

¿Cómo fue el paso del simple relato de Prichard, a la situación dramática de la muerte de Hiram que se termina con su entierro? ¿Y qué sentido tiene este último puesto que nada se nos dice de los entierros ordenados por Salomón? Esta historia no podía seguir siendo inacabada por ello se continuó en los llamados grados de venganza del Escocismo, pero en cuanto al grado de Maestro se deja en suspenso la respuesta. Parece que a lo largo de la evolución de la joven masonería especulativa, estos no eran los símbolos que aparecen como vectores de las ideas, sino más bien de las ideas que buscan el apoyo de símbolos para expresarse. Este proceso es al revés de un pensamiento analógico, evidente en el simbolismo de las herramientas, y lo es también para la leyenda. Revela la necesidad inconsciente de aportarle una base más sólida, cargada del misterio de una búsqueda de un vago secreto perdido que ilustraban los trabajos ocultistas y alquímicos.

Traído hasta nuestros conocimientos actuales, lo que tenemos delante es un rito de muerte y resurrección en un plano de evolución, una nueva modalidad de un rito ancestral inherente a toda la raza humana. ¿Pero que sin querer disminuir la inteligencia de nuestros antecesores, y a pesar, para ellos, hay un enfoque evidente de los autores clásicos de la antigüedad, que, podía introducir tal interpretación en los rituales nacientes de lo que debía pasar a ser el Orden masónico? De ahí la indigencia, la inconsistencia y los tanteos presentado por las raras y breves tentativas de explicaciones proporcionadas por los textos durante más de cien años y que sería odioso revelar. ¿Entonces, una vez más, por qué las Logias?

Todo el siglo, era ante todo un teatro, un método de expresión más conveniente, más accesible y menos fatigoso que la lectura. El tema “de la cosa perdida”, en su contexto dramático se prestaba muy bien a una conspiración teatral y la ocasión tal vez demasiado bonita sólo para no explotarlo, dado la ·salsa” del secreto de los Masones es un espectáculo, y el banquete que seguía, era un conjunto con cierto encanto. Por ello se desarrollaron toda esa sucesión de situaciones que, poco a poco se transformaron en rituales.

¿Ceremoniales revelados por las divulgaciones, divulgaciones que crean las ceremonias o acción recíproca de las unas y de los otros ? Ciertamente los dos. Prichard había dado la idea general del episodio de Hiram, Léonard Gabanon el boceto (1740), el abad Pérau completó la puesta en escena del psicodrama en 1742.

Gabriel Louis Calabre Pérau, nacido en 1700, literato fértil, dejó una cuarentena de obras a su muerte el 31 de marzo 1767. Redactó entre otras cosas 13 volúmenes de la Vida de los hombres famosos de Auvigny, publicó numerosas ediciones incluido un Bossuet de 20 volúmenes, etc Es decir que era orfebre en la materia. Lo probó, y su “Tradi”, aparecido también bajo el título ya tomado por Gabanon “El Secreto de los Francmasones”, inundó el mundo masónico de 1742 a 1781. Naturalmente fue copiosamente traducido con alternativas, al inglés por J. Burd en febrero de 1760 bajo el título “A master Key to the Free Masonry” lo que permitió al autor “Three Distinct Knocks” de `tomar numerosos empréstitos sin el menor remordimiento.

La recepción del Maestro de Pérau aporta dos innovaciones importantes. Los tres viajes subsisten (sucede que a veces contengan nueve), y se sigue ignorando sobre la cuestión de con qué objetivo se efectúan.

En el curso del paseo se constata que se extiende a un Maestro sobre el ataúd, el brazo izquierdo a lo largo del cuerpo, el derecho doblado sobre el pecho, la mano abierta sobre el corazón, los dedos apretados, el pulgar en escuadra, y cubierto por mi delantal levantado a tal efecto, la cara oculta por un paño teñido de sangre. Asiste al levantamiento de este hermano por el Gran Maestro según los cinco puntos del Masón.

El recipiendario emprende entonces la marcha en la misma forma que dice el catecismo de 1740. Un ritual más tardío (1780) aclara singularmente el sentido el tema del paso sobre el ataúd. Cuando el Compañero penetra en la Cámara de Recepción, se le arranca brutalmente su delantal, ya que se sospecha que puede ser uno de los asesinos de Hiram. Es entonces cuando se le pide que pase sobre el cuerpo del arquitecto con el fin de probar que no es culpable. Estamos en presencia de una ordalía durante la cual caerá herido de muerte si está implicado en el crimen. La ceremonia se continúa por la obligación, y el clérigo que es el abad Pérau acentúa una solemnidad que el contenido del juramento que con todo no había descuidado. Arrodillado el candidato, las dos manos sobre la biblia la besa, en tres ocasiones después de haber repetido los castigos que le amenazan en caso de perjurio. Luego, bajo los tres golpes de mallete del Gran Maestro, se proyecta sobre el ataúd, el delantal levantado sobre el busto, la cabeza cubierta del paño ensangrentado. Círculo de espadas levantadas

Se interroga sobre el rol de las herramientas artificiales representadas por los rodillos de papel que sirven para dar los golpes sobre los hombros durante la marcha “de la escuadra al compás”, momento en que el asesinato tiene lugar después de la obligación por el mallete del Venerable. Ahora bien Prichard, 3e edición 1730, indica cuáles son las herramientas empleadas por los asesinos, los cuales son, (traducción palabra por palabra) un mallete para la instalación, una herramienta para la instalación, una masa para la instalación. Lo que no impide un ritual (que no sea “Pérau”) de anunciar ladrillos, piedra cúbica y un mallete. ¿Una edición mucho más tardía coloca a los dos Vigilantes y al Venerable responsables del asesinato, con un golpe sobre la sien derecha, un golpe sobre la sien izquierda, luego un golpe sobre el frente por parte de este último, el cual pide más tarde “Que has hecho? ” “Una representación de nuestro principal Hiram, muerto por no haber querido revelar los secretos de la Masonería”.

El levantamiento se hace por los cinco puntos del masón después de los dos fracasos del índice y del segundo dedo, se da la palabra del Maestro, Mac Benac, en dos tiempos, Mac a la oreja derecha, y Benac a la oreja izquierda. Pero Pérau cambió el sentido completamente hablando por primera vez en la leyenda de Hiram, de la descomposición del cuerpo “la carne libre los huesos”. Se había de este modo reanudado en este aspecto la leyenda “Noaquita ”. Prichard y Gabanon habían hecho deslizar la toma de los dedos sin indicar la causa, afectaba a Mac Benac significaba “Al maestro”, que afectaba a Nicolas de Bonneville , en 1788, en su traducción de “Masonry Dissected” y daba otros sentido que se conserva en Inglaterra. Otra innovación debida a Gabanon, y recogida por Pérau la señal se hace de una mano sobre la cabeza y es el preludio de la señal de horror a dos manos. En cuanto a la señal actual. ?

La elección de la acacia nunca ha suministrado ningún secreto. Su depósito sobre la tumba levantó dos explicaciones, una para reconocerlo, otro para adornarlo, una preocupación bastante curiosa por parte de los asesinos Ahora bien era “moussue”, por lo tanto visible y el verdor lo volvía decente. Seguramente los autores del relato sacrificaron inconscientemente este viejo hábito de colocar lores o arbustos sobre las tumbas, vestigio de esta creencia entre los antiguos de que el alma de los difuntos se manifiesta por ese canal.

El ritual de Maestro sufre algunas variaciones en el curso de las décadas que siguieron a sus primeras codificaciones, pero sólo se refieren a detalles menores que se fueron esfumando con el tiempo. Estabilizado en los años 1780 su significado profundo sólo se hizo patente muy lentamente durante el siglo XIX.

Por el contrario la historia de Hiram, leída en la recepción de Maestro, conoció bonitas evoluciones merced a la voluntad de la imaginación de los autores ya que hablamos de la génesis y la evolución de los altos grados, corolarios del asesinato del arquitecto Salomón.

Resulta de lo que precede, que la supuesta tradición iniciática operativa es estrictamente imaginaria, y sobre este plan, por lo tanto, hablamos de una filiación “operativos-especulativos” resulta inexistente.
La ritualidad masónica no desciende del Cielo, sino que su creación es artificial, obra humana, y que al igual que toda obra humana, si su parto se hizo en la alegría y en la esperanza, y en el vacilante hacer sujeto a los errores, y de las fluctuaciones de toda clase, y a menudo muy dolorosas.

Hay una “tradición masónica”, o incluso iniciática, pero no al sentido guenoniano de la palabra iniciación. Es la nobleza de nuestros antecesores, un día después del día en que se constituyó la “Orden” reanudando esto que, en los distintos esoterismos orientales, griegos, y judaicos y hasta cristianos exponen de querer ir más allá de las mediocridades de la cotidianidad, y sobre manera de haber haber hecho una norma y sobre todo aceptado el esfuerzo ajustarse a ella.

Y si es cierto que hay una “Iniciación” verdadera, la “que nos pone sobre el camino”, la que aporta al iniciado virtual, la potencia de reflexión, voluntad, verdad y esperanza acumulada desde hace dos siglos y mitad por estos hermanos innumerables e indeterminados animados de una fe invencible en el Hombre y en su pasar a ser.

El reverso de la medalla, la historia y su cruel verdad.
El anverso de la medalla, el hombre en su eterna verdad.


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