El descenso de Ishtar. La importancia de recrear el mito en nuestra propia creación espiritual.
Hace algunos años, escuché hablar de Inanna y su relación arquetípica con la Ishtar babilónica. Sabía agrandes rasgos el juego importante que cumple en la psiques este mito en cuanto a enfrentar, asumir y sacar a la luz las sombras de nuestro ser y personalidad. Sin embargo, jamás me había detenido a pensar cómo actúa un mito a nivel de simbolismo y de sanación del alma. Hasta hace poco vivenciaba los ritos míticos desde la perspectiva analítica y como estudiosa de la mito-arqueología, pero este ensayo (fruto de una experiencia personal) tiene como finalidad mostrar las áreas a sanar cuando uno se enfrenta al mito-rito “El descenso de Ishtar”. Basado en el rito de la FOI (Fellowship of Isis)
Despojarse de la ilusión y buscar lo esencial: (Las 7 puertas del inframundo).
Ishtar es la diosa de la fertilidad, fecundidad, la salud, el amor, los placeres, el sexo y en algunos casos, de la guerra. Ella es la más preciosa perla. Con ella el cielo queda adornado y bello. Tiene todo lo que cualquier mortal y deidad desea. Sin embargo, debe hacer el descenso e incluso morir. Al principio parte como la forma de salvar a su amado; sin embargo, se descubre a ella misma y a su gran capacidad de amor. Cuando ella baja al inframundo, la tierra se seca y se entristece. Nada produce, todo pierde belleza y fuerza. A ella no le importa nada más. No le importan los otros, solo Su Amor (manifestado en el otro, su pareja).
A nivel psíquico muchos hemos vivido el descenso cuando nos enfrentamos a procesos de quiebre en nuestras vidas. Procesos que son un crecimiento casi obligado. Incluso cuando nos enfermamos y nos enfrentamos a una depresión. Sin embargo, la importancia de vivir este rito es que ya no miramos desde la perspectiva médica, sino una forma consciente del alma para sanar mejor que nunca y crecer no solo como personas, sino crecer en el camino iniciático y espiritual.
El descenso de la Diosa significa encontrarse con la muerte. Y descubrirse desnuda e indefensa. Es ahí donde descubre su verdadera miseria y posterior grandeza.
En la primera puerta debe entregar la corona, que es símbolo de la iluminación, la mente y el espíritu. Se relaciona esto con el 7° chakra y descubro que la corona impide que la verdadera iluminación llegue a nuestras vidas. A veces nos afanamos en los títulos de grandeza, en título de maestros espirituales. Necesitamos del ego y del reconocimiento de los demás. Lo encontramos válido y nos ayuda a sentirnos importantes. Nos definimos desde los estudios y logros y no somos capaces de hablar desde nuestra desnudez, desde nuestra esencia. ¿Quiénes realmente somos?.
Yo también me he sentido así y hasta hace poco no me había dado cuenta que he vivido a partir de las opiniones ajenas y he dejado de lado mi verdadera conexión con la divinidad y conmigo. Muchos de los que hemos iniciado un camino mágico espiritual partimos por esta primera puerta. La verdad, es bueno llegar a ella ojalá lo más pronto posible, pero sea cual sea el tiempo en que nos toque vivir el descenso, siempre hay que enfrentarse a nuestras sombras.
En la 2° puerta Ishtar debe entregar sus pendientes. Aquellos son el medio para escuchar la voz de las Deidades. Se relaciona con el 6° chakra. Con la percepción extrasensorial y con los dones paranormales. Muchas veces nuestros oídos están muy ocupados para escuchar la voz interior. Traspasar esta puerta significa enfrentarse a nuestras sombras sin apoyo. Con humildad aunque tengamos la capacidad de hacer y vivir la magia. Equilibrar nuestros hemisferios cerebrales para no perder el norte mientras descendemos.
En la 3° puerta, Ishtar debe entregar el collar de su pectoral. Lo define ella como el calor de su corazón. Es el 4° chakra y nos relaciona con el mundo. Con nuestra capacidad de amar y ser amados. Generalmente amamos a la pareja, a los hijos, a la familia, amigos y mascotas; pero nos olvidamos del amor incondicional. De amar la naturaleza, de amarnos a nosotros mismos, de ayudar a los otros con amor fraterno y sin prejuicios. Sacarse el pectoral es dejar al descubierto el corazón para amar sin miedo. Permitir que nuestro corazón aprenda a expresar sentimientos y vivir nuestros afectos con honestidad.
En la 4° puerta, la Diosa entrega las pulseras que significan la magia. ¿Por qué la magia habría de estar en las manos? Creo que a través de las manos transmitimos nuestro poder, nuestro deseo. Son ellas las que tocan y transforman el mundo. Con ellas transmitimos el amor o el rechazo. Con ellas construimos un mundo mejor y por sobretodo, con ellas podemos dirigir nuestra energía para lograr nuestros propósitos. Ayer me planteé qué sería de mi vida sin la magia. ¿Me sentiría segura en mi autoestima o en mis propósitos? ¿Sería yo capaz de caminar segura por la vida sin este apoyo? ¿Cuál sería mi fuerza? Pues yo misma me respondí y creo que eso le pasó a la Diosa. Solo se tenía a ella misma.
En la 5° puerta, la Diosa entregó el cinturón y se relaciona con el 3° chakra. Con la voluntad y la fuerza para hacer cosas. El control de las emociones para equilibrar nuestra vida. La Diosa entregó su voluntad en manos de otros. Nuestra voluntad debe ser manejada por nosotros unida a la divinidad. No debemos entregar la voluntad a otras personas. Porque esas otra personas te hacen perder tu poder personal. Creo que la Diosa entregó su voluntad a la Deidad de la muerte/vida y eso la empoderó, aunque ella al principio no lo notara.
En la 6° puerta se hace entrega de las tobilleras y con eso entrega su divinidad. Lo relaciono con el 1° chakra. El quedar al descubierto tiene solo el amor para caminar segura por la vida. Por qué creo esto. Porque las tobilleras significaban tener piel alados como lo hacen los dioses. Con eso queda toda su humanidad al descubierto y no tiene poderes sobrenaturales para defenderse, solo el amor. El amor te hace más divino y sobrenatural que cualquier poder mágico de la deidad. El amor va tomando fuerza hasta convertirse en su principal aliado. Es por amor que ella logra devolver a Tammuz a la vida. Con amor y transparencia. Honestidad y cariño. Y un amor trabajado o procesado en el primer chakra nos habla de una persona segura de sí misma, confiada en la vida y que pisa fuerte al caminar por los caminos que sean necesarios.
Finalmente llegamos a la 7° puerta en donde Ishtar debe entregar el velo (recordar que el velo en medio oriente significa guardar tu inocencia sexual). Lo relaciono con el 2° chakra que es el sexual pero no ve solo la sexualidad. Este centro energético nos permite crear vida, crear amor, crear y defender nuestros proyectos. Definirse frente al mundo desde el yo soy. Ella protegía su inocencia y la mostraba solo a su amado, pero la inocencia es más allá que un velo.
Metafóricamente y de forma iniciática el velo también relaciona con el misterio de los Dioses y del Universo. Entonces ella como Diosa quedó expuesta y pudo ver su verdad. El mundo también lo vio. Es ahí que ella, al estar completamente desnuda nota que para tener vida y ser completa en ella misma tiene que unir las luces y las sombras. Sí, porque el universo también está constituido con luces y sombras. No solo es Ishtar como Reina del cielo y como perla preciosa. También es Ishtar cuando está desnuda y conoce sus carencias. Con luces y sombras es Diosa del amor, la fertilidad, del placer. Porque ha logrado unir, sanar y ampliar su horizonte y visión. Se hace conocedora del funcionamiento del universo. Ahí, cuando no tiene nada ocurre la muerte/vida de la iniciación del rito. Para ascender debe llegar a lo más hondo solo acompañada de un gran amor por ti. La Diosa resucita a la nueva vida. Nosotros con Ella.
Cuando vuelve a subir toda gloriosa y bella, ya no será la misma, ni su compañero tampoco. Se fusionan, se engrandecer, se complementan y muestran su verdadera luz. Aunque estén adornados y le hayan devuelto sus poderes, ellos son poderosos, bellos y amados por ser ellos.
A nivel de psiquis, después del rito se unen ambas fuerzas complementarias en uno mismo y la persona ya no volverá a ser la misma de antes. El ascenso puede tomar su tiempo. No importa. Ya sabemos que cada paso ahora de la escalera al cielo, está siendo un peldaño a nuestro propio reino.
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