¿PODEMOS "DEFINIR" LA MASONERIA?
Muchas creaciones, fantasias, malabares literarios, rectificaciones y coagulaciones (si se nos permite el léxico alquímico), han ocurrido a través de la Historia para elaborar el concepto de la Masonería, sometida a incesantes cambios relacionados con la Evolución del Hombre. Para definirla se ha usado distintos vocablos: secta, religión, sociedad iniciática, institución racionalista o filosófica, fraternidad, facción revolucionaria, factor de poder. En realidad, todos estos papeles ha tenido que desempeñar la Mas.: según las circunstancias. Nosotros creemos que la Mas.: tiene un poco de todos estos ingredientes, como si fuera un enorme puchero que satisface todos los gustos, por eso quizá se encuentra en Ella gentes de variadas extracciones, actividades y vivencias. Integrada por Hombres, también forma parte de la Mas.: involuntariamente las veleidades y pasiones humanas por supuesto. Desgraciadamente, en la Orden se ha mezclado impurezas nada "masónicas" como las expectativas y ambiciones personales. La Ob.:, reconociendo su propia imperfección y como Escuela, intenta corregir y erradicar de su seno esas asperezas, porque debe ser un receptáculo donde predomine la práctica de todas las Virtudes y un lugar donde cada H.: pueda encontrar una Fortaleza de los Valores constructivos.
La MAS:. nos plantea desde la Iniciación un Compromiso con la Moral ("hacer el mayor Bien y el menor Mal") y a su vez con un Principio Supremo. En Ella la Razón y la Fe se dan la mano, porque no son enemigas sino Fuentes del Conocimiento, integradas a la Experiencia (no científica sino espiritual, del modo que la Alquimia -Doctrina no ajena a la Ob.:- no es sino una Química Espiritual).
A quienes afirman que somos una Secta, es lícito reconocerles que nos importa más la calidad de los integrantes que el número, pero propendemos al mejoramiento del género humano y a que un día, cuando se den las circunstancias, todos puedan integrar la Mas.: libremente. Aunque por ahora, cualquier hombre bueno podría ser H.:.
A quienes creen que somos una Religión, les decimos que creemos en una Hipótesis Suprema y consideramos que nuestro Camino nos religa (vuelve a unir) con Aquélla, pero cada uno es su propio Sacerdote, nuestro Libro es la Conciencia Humana, nuestro Credo es la prédica de la Moral y nuestro Templo reside en el Yo interno, pero ningún M.: está obligado a entender esto y cada uno redefine estos conceptos por sus convicciones legítimas. Somos Agricultores o Arquitectos de nuestro propio Destino, pero no desconocemos la Rectoría Divina. Y más que Religión, somos Acción.
Para los que definen a la Mas.: como Sociedad Iniciática, debemos aseverar que nadie puede acceder a ella sino a través de una transformación interior que llamamos "Iniciación", pero si se espera que esto se agote en una Ceremonia, sería preferir la Cáscara a la Sustancia. No se es M.: por ser iniciado formalmente, sino por la asunción de la Inic.: como un estado de renovación espiritual. La Inic.: y la Mas.: se experimentan y se viven; uno puede pasar por ellas pero también debemos permitir que penetren en nosotros.
Para quienes opinan que la Mas.: es una Institución Racionalista o filosófica, es cierto que cualquier individuo bueno puede adherir cómodamente a la filosofía de la Ord.: y no tiene por qué avanzar en ella si su Conciencia no lo desea. Pero todo Mas.: sabe que la Razón es un témpano sobre un Mar de Irracionalidad o de asuntos que todavía no comprendemos, y que la Filosofía es muy ambiciosa pero posee alas cortas. Más allá, en la Mas.: el Sendero queda abierto a la Voluntad y a la Imaginación.
Para quienes dicen que somos una Fraternidad, la palabra "H.:" no es un saludo de protocolo sino un vínculo más fuerte que la Sangre; es una vivencia, un sentimiento, una Palabra que nos llena de Alegría decir y oírla. Por esto queremos ser más que un club de camaradería.
A quienes la ven como una Facción Revolucionaria, es cierto conceder que la protesta organizada contra la Tiranía ha comenzado siempre orquestada por pequeños grupos, como el nuestro en algunas ocasiones. La Mas.: es un grupo inquieto y en el buen sentido de la palabra Rebelde. Pero el M.: respeta la Ley justa y legítima emanada de la autoridad aceptada por el cuerpo social, y no se cree mesiánica o destinada a regir sociedades, sino que pretende que cada Albañil dé un poco más de su esfuerzo por el mejoramiento común de la Sociedad y de cada uno, y que ese espíritu se contagie a los demás sin imponerlo. Tema en tanto todo Gobierno tiránico o antipopular a la Mas.:, porque nunca el Despotismo ha conocido enemigo más implacable que ella.
Calificar a la Mas.: como un Factor de Poder supone más de un riesgo. La Ob.: sin duda influye en los avatares de las sociedades en que se instala, y además de poseer una vocación de servir, los Gobernantes muchas veces han requerido o necesitado su consejo, de provecho. Somos en el Mundo Prof.: un Pilar de las Democracias, y eso no puede negarse. Sin embargo la acción masónica, siempre reservada, ha sido malinterpretada como la de un "poder enquistado y manejador oculto en las sombras de los Gobiernos"; pero nada más lejano a esta realidad, y aunque esta opinión mucho mal nos ha hecho, la Ob.: es de acción positiva y prefiere reservar energías no para refutar sino para actuar bien.
QQ.: HH.:: A veces nos sucede que nos preguntan qué es la Mas.: o qué significa ella para nosotros. ¿Cómo transmitirse o explicarse algo que sólo se siente a quien no lo conoce? Lo único que la gente verá son nuestras Obras, y ellas hablan por nosotros. Hagamos pues en consonancia con lo que creemos, y mostremos lo que en realidad la Mas.: realmente es: un Camino con Corazón.
http://www.granlogiadelcentrodelperu.com/UNIVfaq.html#7
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