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sábado, 24 de febrero de 2018

El Templo y la Construcción Social

El Templo y la Construcción Social
 Mauricio Klajman

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Todos quienes hemos elegido golpear las puertas de la masonería, debemos comprender claramente que al hacerlo y al haber sido recibidos en esta Institución, nos hemos convertido en constructores, nuestras herramientas son las mismas que utilizaran nuestros antepasados operativos y nuestra tarea el perfeccionamiento de nosotros mismos es decir, construir nuestro Templo individual y a través de éste lograr la Obra Magna que es el levantamiento de un gran Templo Social.

Un Templo, en el sentido material o simbólico es una estructura, puesto que se compone de partes y elementos que por su orden, disposición y función lo definen como tal. Así mismo, la estructura social puede ser definida como “un todo compuesto de fenómenos solidarios, tales que cada uno de ellos depende de los otros y no pueden ser lo que son sino en y por la relación que los une con los demás”. En este sentido uno de los simbolismos más importantes de nuestro Templo es la unidad, que simboliza fortaleza, perpetuidad y perfección ya que cuenta con elementos o símbolos que interactúan entre sí haciendo que funcione como una estructura. Si tomamos en cuenta estas definiciones podemos notar que el Templo es un símbolo de la Estructura Social. La masonería tiene como deber fundamental construir el Templo social y por lo tanto su compromiso es el de crear la estructura social que sea un reflejo de la sabiduría que encierra cada elemento que constituye la estructura del Templo masónico. El objetivo de esta plancha es comparar la estructura del Templo y su simbolismo con la estructura social deseable, concebida masónicamente, con sus principios fundamentales y su alto espíritu de amor a la humanidad.

Partamos por las bases del Templo. Este se encuentra sostenido por sus tres columnas fundamentales o joyas móviles que son el Venerable Maestro, el Primer Vigilante y el Segundo Vigilante quienes simbolizan la Sabiduría, la Fuerza y la belleza. A La Sabiduría la conforman el conocimiento, la prudencia la ecuanimidad y la justicia. Esto permite que nuestro Templo se levante, avance y progrese. Así mismo para que el Templo sea perdurable necesita la Fuerza conseguida a través de la unión, el esfuerzo y la constancia. Y para que el Templo sea una obra grandiosa requerimos de la belleza, entendida esta como la búsqueda de la perfección y la capacidad creadora del hombre.

Si a estos Oficiales le agregamos el Orador y el Secretario, que representan la Ley y la Memoria de la L:. aparecen entonces las cinco luces, es decir el alma o principio generador que hace que la L:. se ilumine interiormente.

Ahora Observemos la Bóveda del Templo Q:.H:.:

La Bóveda Celeste es la cubierta que simbólicamente tiene la logia para representar las medidas de su universalidad: Entra toda la creación, el todo y todos sin excepción, las ideas y los hombres. También se la conoce como canapé celestial, consiste en el punto vertical del cenit donde se supone está situado un Supremo Consejo del Gr:. 33° o desde donde expide sus documentos.

Se relaciona frecuentemente en las ceremonias masónicas, rememora en mucho las edificaciones antiguas y sobre todo al Templo de Salomón. El Templo Masónico tiene en su techo representada la Bóveda Celeste, la cual es azul y esta cubierta de estrellas, encontrándose entre estas una zona de la esfera celeste que se extiende 8° ½ a uno y otro lado de la eclíptica, línea en la cual se mueve el sol en su movimiento aparente, seguido de la Luna, los grandes y los pequeños planetas. La disposición de esas estrellas no puede ser arbitraria, sino que debe ajustarse los más acertadamente posible, con las constelaciones visibles en el cielo del hemisferio en que trabaja la Logia.

El hombre desde tiempos inmemoriales ha observado y comprobado la sorprendente relación que existía entre la vida terrestre y los grandes astros que recorren el cielo, esto dio como resultado tratar de alcanzar el conocimiento contemplando la Bóveda Celeste.

Observemos Q:.H:. las estrellas de nuestra Bóveda:

Estas estrellas nos recuerdan las virtudes que todo hombre ilustrado debe observar y que son la veneración, abnegación, generosidad, honor, patriotismo, justicia, tolerancia y verdad. Son las pléyades, que representan igualmente un símbolo de vida o movimiento, son señal inequívoca de la proximidad de las aguas que generan la vida y proveen de los frutos, su simbología se representa por la espiral o envolvente que ha sido plasmada por muchos pueblos como armonía, equilibrio y génesis.

Elevando estos conceptos hacia la estructura social, quienes la conformamos y en especial quienes la dirigen deben actuar en el camino de buscar la justicia y actuar con Sabiduría, de la misma manera es necesario dejar a un lado aquello que nos desune: Los regionalismos, los revanchismo, la envidia, el egoísmo y defender aquello que nos une pues solo la unión hace la Fuerza, Fuerza necesaria para sostener la estructura. La masonería tiene como deber fundamental la preparación de sus miembros con sólidos conocimientos masónicos preparados para luchar con entusiasmo y energía contra los problemas de las mayorías y que utilicen su fuerza creadora para lograr una sociedad mejor y con valores depurados. De esta forma los masones podremos levantar una estructura social sobre las bases de la Sabiduría, Fuerza y Belleza.

Desde el punto de vista sociológico, la estructura social tiene tres elementos fundamentales para su subsistencia: La solidaridad, la síntesis y el equilibrio. La solidaridad que hace que todos los fenómenos que existen en la sociedad estén ligados entre sí y a la vez con el todo que es la estructura social. La síntesis que hace que la estructura no sea una mera suma de elementos sino una fusión de ellos y el equilibrio por cuanto los elementos de la estructura se encuentran en constante roce, lucha y tensión y, si no existiría un determinado equilibrio la estructura se derrumbaría. En el Templo masónico encontramos estos elementos en algunos de sus símbolos por ejemplo la cadena que rodea el Templo, y que representa la unidad y solidaridad entre los hermanos.

Si llevamos este simbolismo hasta el punto de vista social podemos decir que esta cadena representa la solidaridad del hombre con el hombre, solidaridad del hombre con la naturaleza y el medio ambiente y por supuesto solidaridad del hombre con la sociedad de la que forma parte. Así esta interdependencia hace posible la solidaridad entre los miembros de la estructura y de estos con el todo que es la sociedad.

Para explicar el segundo elemento de la estructura social, la síntesis, no encontré mejor símbolo que el Templo mismo. El Templo Masónico no es simplemente un conjunto de símbolos dispersos sino que cada uno de ellos aporta con su sabiduría a formar un solo símbolo que sintetiza al Universo y al Hombre como parte de él. El Templo es una estructura de símbolos que se fusionan para representar el perfeccionamiento del hombre y a este como eje del cambio social.

El tercer elemento que hace posible una estructura social, el equilibrio, existe en nuestros Templos simbolizado en las tres joyas fijas, las tres joyas móviles, las tres columnas principales, las tres luces alrededor del ara en el tríptico fundamental pues es el numero tres “el ternario de la armonía y el perfecto equilibrio, sobre todos los extremos y las tendencias dualistas”. Es así como nuestra lucha debe ser por una estructura social equilibrada y justa que tenga al ser humano como su centro y principal objetivo de desarrollo.

Esta es la estructura equilibrada y deseable cuya configuración debe fundamentarse en la razón simbolizada por la luz del sol, desarrollada con la amplitud de pensamiento que expresa el compás y ejecutada por las bondades de la ética, la honestidad y la rectitud de nuestra escuadra Y como un elemento imprescindible para alcanzar el equilibrio social debe estar el respeto absoluto a las leyes de una sociedad, simbolismo que encontramos con la presencia de un volumen de la Ley Sagrada en el ara de nuestro Templo.

La ley fundamental del Universo no como expresión de religiosidad sino como expresión del orden cósmico aplicado a la vida de los hombres.

La estructura social esta formada por bases biológicas, físicas y psíquicas implicando que la estructura esta compuesta de seres que sufren fenómenos vitales como el nacimiento y crecimiento; que están dotados de factores psíquicos como los sentimientos, las emociones, la inteligencia y que viven y se desarrollan en un ambiente físico o geográfico. Estas bases crean las condiciones para que los seres humanos se desarrollen y convivan con el inobjetable principio de la dualidad es decir, la constante lucha entre el bien y el mal, la vida y la muerte, la felicidad y la desgracia, la riqueza y la pobreza: El cuadro de mosaicos.

Este roce tan presente en la mente del hombre como en el complejo social se halla sabiamente simbolizado en el blanco y el negro del mosaico en el Templo, que nos debe evocar una estructura social en la que prime la justicia, el respeto, la libertad y el amor pero que también nos recuerda que en el otro lado tenemos niños trabajando en las calles, ancianos desprotegidos y crecientes índices de pobreza, violencia, desempleo e insalubridad. El mosaico Masónico debe ser la señal que nos mantiene alertas y pendientes a la constante búsqueda de soluciones a los graves problemas que golpean a la sociedad.

El Proceso de Socialización

Partiendo de la afirmación de que el hombre es un ser sociable, que convive en una sociedad cuya cultura es aprendida y compartida, podemos aseverar que dentro de las estructuras sociales existe un proceso mediante el cual el hombre a través del aprendizaje y la acumulación de experiencias adquiere actitudes, hábitos, creencias y valores que lo integra a la cultura de su sociedad. Este proceso conocido como de Socialización tiene fundamental importancia dentro de la estructura social por cuanto este es el medio natural de inducir pautas de comportamiento y de pensamiento que se multiplican dentro de la sociedad.

En nuestro Templo masónico encontramos la Piedra bruta y la Piedra pulida expresando la primera nuestro estado de imperfección por los vicios y la segunda el objetivo de nuestra vida masónica. Es precisamente en este proceso de transformación de piedra bruta a piedra pulida donde los masones adquirimos pautas de comportamiento, actitudes, hábitos, creencias y los más altos valores que deben ser aplicados y vividos.

En nuestro afán de mejorar la sociedad debemos poner especial atención a este proceso de transformación masónica e incorporarlo al proceso de socialización, a través de la correcta formación de los miembros de la orden y principalmente de la educación de la sociedad en general. Teniendo en cuenta que este proceso de socialización es más fuerte en los primeros años de vida: Los niños, de ahí la importancia que reviste nuestra dedicación promover la educación no dogmática.

Los niños están simbolizados por los Aprendices, que no saben hablar, tan solo deletrear, valle fértil pues viven en el, y cantera de piedras brutas sobre las cuales debemos trabajar ya que entre más piedras brutas tallemos mayores oportunidades tendremos de crear una estructura social más sólida y justa pues cada miembro de esta estructura incorporará y hará suyos los valores y principios fundamentales de la orden y se convertirán en entes socializadores que mantendrán e irradiarán este pensamiento hacia toda la sociedad.

Conclusiones Masónicas

La estructura social actual de nuestro país (Argentina) se derrumba. Los alarmantes índices de pobreza lo demuestran. Por un lado tenemos a la mayoría de la población que cada día se hunde mas en la desesperación por no poder satisfacer sus necesidades más elementales, niños que deben tener cansada hasta el alma de tanta injusticia y abandono; ancianos y jubilados que han entregado todo su esfuerzo por un país que ahora les devuelve una miseria para su subsistencia, la población económicamente activa que de activa solo tiene el nombre pues hoy en día un trabajo estable y digno se ha vuelto un lujo de muy pocos.

Representantes de los Globalizadores con el alma negra y el rostro de Jano que se miran en el espejo de la codicia y la crueldad viéndose esquizofrénicamente como exitosos. Y por otro lado tenemos gobiernos que hablan de crecimiento económico, del cumplimiento de compromisos con organismos internacionales, pero que no han volteado su vista al deterioro de la calidad de vida de la población, culpando de la violencia desatada a expresiones instintivas del hombre y no al hambre del que ya no tiene nada que perder pues lo ha perdido todo …hasta la dignidad.

La Mas:. no ha permanecido indiferente ante esta realidad, ha trabajado mucho pero aun no es suficiente, nunca será suficiente nuestra labor, pues debe ser permanente y constante, debemos asumir nuestra profesión de constructores, tomar las herramientas y empezar lo antes posible la construcción del gran templo social, hoy igual que desde la noche de los tiempos tenemos el templo simbólico con sus símbolos, alegorías y emblemas dándonos el ejemplo y la inspiración necesarias para levantar una estructura social basada siempre en los principios fundamentales de libertad, igualdad y fraternidad.

Debemos los masones prepararnos correctamente para convertirnos en los entes socializadores que influyan en el pensamiento, conducta y valores positivos del resto de la población, ser los guías incansables de los cambios sociales y defensores de las libertades de los pueblos. Este es nuestro compromiso y es hacia allá donde debemos dirigir día a día nuestros mayores esfuerzos.

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