LOS MASONES INGLESES EN LOS 1,700
UNA IMAGEN Y UN GRAN MENSAJE
Herbert Oré B.
UNA IMAGEN Y UN GRAN MENSAJE
Herbert Oré B.
Cuando los masones ilustran las reuniones masónicas londinenses de 1,717, una en particular se nos hizo muy familiar y es la siguiente:
Es un grabado de William Hogarth 1697 - 1764, que es descrito de la siguiente manera: "Aparentemente, las hojas de roble en el sombrero del masón, las ramas de roble en el letrero y la hoguera en llamas indican que esta es la noche del 29 de mayo, en la cual se conmemoraba la restauración de Carlos II al trono. La escena se desarrolla en Charing Cross, a la vista de la estatua ecuestre de Carlos I. En este período, la calle era angosta y estaba amueblada por un lado con la Rummer Tavern, y por el otro con Cardigan's Head, dos notorios bagnios del tiempo (es decir, posadas que también sirvieron como burdeles). El entrenador de Salisbury que acaba de salir ha sido volcado y el pasajero está aterrorizado. Para aumentar su terror, un niño travieso arrojó un fuego artificial al interior del carruaje. La persona borracha en primer plano vestida como un masón y guiada por un sirviente con una linterna se dice que es Sir Thomas de Veil, un político prominente. La descarga del contenido de un orinal sobre su cabeza es un comentario sobre el respeto que se le muestra. A través de la ventana abierta vemos a un hombre afeitado. Evidentemente, también está perdiendo algo de sangre al mismo tiempo, como indica el letrero. La impresión general es que la noche en Hogarth's London no fue una experiencia maravillosa".
William Hogarth era un "Artista y grabador británico" cuyo Gravado "Horas del día - Noche", fue publicado alrededor de 1,880 por J. Dicks, 313 The Strand, Londres.
Las pinturas originales "Morning y Night" ahora están en la National Trust Bearsted Collection en Upton House, en Warwickshire. La colección fue montada por Walter Samuel, 2º vizconde Bearsted y dotado para la Fundación, junto con la casa, en 1,948. El mediodía y la tarde permanecen en la Colección Ancaster en el Castillo de Grimsthorpe, Lincolnshire.
El gravado nos muestra una época en que los londinenses bebían en exceso y los masones no eran la excepción ni se les podría considerar como "bebedores moderados".
En el siguiente gravado podemos apreciar que toda esa elegancia de gentlemen ingles, se tiraba por la borda, así apreciamos a uno tirados por el suelo en la más vulgar exhibición de debilidad humana. Evidentemente "fue un momento en su historia… y a cualquiera le puede pasar".
La descripción gráfica de esa época, llegó hasta nosotros, porque el indiscreto de William Hogarth nos dejó dos grabados titulados Beer Street y Gin Lane, retratando lo que fue la “London Gin Craze”, un momento de "locura londinense por la ginebra", un curioso panegírico para alabar la cerveza inglesa, que el artista considera "buena" en contraposición a la ginebra "perversa y extranjera".
Lo que debemos resaltar es que los ingleses "no censuran ni barren bajo la alfombra" lo ocurrido en esa época, lo que ennoblece a los londinenses, que no esconden sus vergüenzas y que de ellas tratan de sacar experiencia, para que no se repitan.
Parlamentarios y economistas como Daniel Defoe (el autor de la novela "Robinson Crusoe"), consideraban que estas cosas ocurrían por la prosperidad británica. Pero Defoe cuando vio estos excesos de las borracheras, dio marcha atrás y se unió a los que promovían el prohibicionismo, pero volvió a equivocarse. Porque ocurrió lo mismo que sucedió en los Estados Unidos con la Ley Seca: "incrementar el consumo clandestino que termina en extremos" como el que denunciaba William Hogarth con sus grabados.
Hogarth y su amigo el escritor Henry Fielding se transformaron en actores incisivos de un debate que, como tantos, "llevó a muchas medidas y a muy pocas soluciones". Los grabados del artista fueron coincidentes con el análisis publicado por Fielding denominado "An Inquiry into the Late Increase in Robbers": una investigación sobre el incremento reciente de los robos, y consideraban que "eran los pobres quienes se emborrachaban y también los pobres los que robaban", tal como aún hasta ahora se considera, pero la realidad nos muestra una situación diferente.
En todo caso, William Hogarth el grabador no rendía pleitesía a los ricos, sino que más bien se burlaba de ellos. Esa novedosa tolerancia amparando la libertad de opinión, le estaba preparando el camino a la revolución francesa y americana, al tiempo que trazaba los marcos de los derechos del hombre. Los derechos humanos hallaron tierra fértil en Francia… pero despegaron de Inglaterra, donde "el humor y la ironía hicieron mejor trabajo que la lucha armada y la guillotina", sin embargo, nadie pondrá en duda que fueron los estadounidenses, quienes aterrizaron las ideas para hacerlo realidad.
Entonces, ¿Hogarth era un crítico social, o un caricaturista? No queda claro… el arte de ese tiempo se inspiraba en las cosas que estaban mal, como ocurría desde Brueghel en los Países Bajos y El Bosco en España.
Sobre lo que no hay duda, es que Hogarth fue un pionero del comic, además de un impresionante grabador y pintor. Había nacido en Londres en 1,967 y su padre fue un pobre maestro de escuela a quién lo enviaron a cinco años de prisión por deudas.
En la época de Hogarth, los artistas ingleses eran subestimados y, lo que se vendía era la obra de Holbein, Rubens, Van Dyck, Canaletto y otros. Así los artistas, si quería comer, tenía que tocar temas mitológicos e históricos: el tema satírico del que se había enamorado desde sus lecturas de Swift –que era la modernidad de ese tiempo–, no les daría el sustento a nuestro grabador; pero sus grabados fueron replicados por la piratería que no vaciló en vender las falsificaciones por toda Europa.
Sus grabados no fueron un negocio para alguien que necesitaba dinero, sino un aporte a las ideas renovadoras. Así "Gin Craze" que no deja de ser un juego de palabras, pues puede leerse como el "Callejón de la Ginebra" o como la "Locura de la Ginebra", es un grabado que muestra un escenario repleto de miseria, desesperación y muerte, todo a causa de la ginebra.
En la casa de empeños, el avaro se queda con la sierra del carpintero y de los utensilios de cocina del ama de casa, vendidos para embriagarse. La escena más cruel y desagradable es la de la mujer en primer plano, cuyo hijo desatendido cae por el hueco de la escalera hacia una bodega. Ella, medio desnuda, se exhibe como prostituta sin poder ocultar las úlceras sifilíticas de sus piernas.
Un bebe es calmado por su madre con un vaso de ginebra y en el fondo, un recién nacido grita desnudo en el suelo mientras a su madre la cargan en un ataúd. "No todo es referencial, por ejemplo hay un perro negro que no agrega nada al clima de desesperación". Pero en ese entonces. "el perro negro era la viva imagen de la enajenación y desesperación". En el grabado, no hay nada al azar, esto es como una película… como un comic en un solo cuadro.
En el grabado denominado "la Calle de la Cerveza" pinta un paisaje urbano diametralmente distinto… en apariencia. Los vecinos de la calle de la cerveza aparecen robustos y felices. En primer plano un herrero se encuentra con una jarra de cerveza espumosa en una mano y una pierna de jamón en la otra. Parece una imagen de abundancia y prosperidad… pero allí tenemos a un ricacho seduciendo a una doncella y dándole una llave para que lo visite en la noche así como a un artista colega de Hogarth pintando un cartel, pero vestido con harapos. Ya no hay un suicida en el ático sino un barril bajando para reponer los que se vacían. ¿Qué hacen esos tipos en los tejados? Ni idea, ni podría decirles qué diablos es ese objeto con una flecha y tres bolas que aparece en ambos grabados. No es una veleta, no sé qué es, pero seguramente entraña un mensaje importante. ¿Y esa pila de libros arrumbados mientras corre la cerveza? Eso es una alegoría, de como los hombres postergan el ilustrarse ante el facilismo del placer.
Esa imagen de prosperidad podría representar una acusación de que la riqueza de unos conlleva la pobreza de otros. Con Hogarth no se puede estar seguro de nada.
La serie denominada "Casamiento a la Moda", desarrolla seis escenas, todos destinados a denunciar la nefasta costumbre de arreglar matrimonios. Estos se hallan en la National Gallery de Londres.
El trabajo de Hogarth muy criticado por las clases altas y como no, también por los masones ingleses, pero eso no pudo evitar que llegara hasta nuestra época. William Hogarth no era un revolucionario en todas las cosas… pero no estaba lejos.
Los masones ingleses que se reunieron para constituir La Primera Gran Logia el 24 de junio de 1,717, eran miembros de cuatro logias de Londres y se convocaron en la taberna "Goose and Gridiron" y formaron la denominada "Gran Logia de Londres y Westminster", entre otras cosas para organizar mejor sus "ágapes" y no había mejor escenario para tal fin, que una "taberna".
William Preston de AQC nos recuerda ese momento:
"Nuestro hombre del justillo tostado llegó al costado de la catedral. Allí estaba la taberna del Ganso y la parrilla (The goose and gridiron). Con paso decidido penetró en la sala común de la taberna, en la planta baja que como siempre, estaba llena de gente. El tabernero reconoce a nuestro hombre y le saluda indicándole que sus amigos ya habían ido escaleras arriba. Va hacia el primer piso sin dudar y golpea a la puerta..
Este hombre se llamaba Anthony Sayers. En menos de una hora será elegido por sus pares como primer Gran Maestre de la Gran Logia de Londres y Westminster… Estamos entonces justo en el momento crucial en que comienza la francmasonería “moderna”.
Pero, ¿qué sucedió realmente ese 24 de junio de 1,717 en la taberna del Ganso y la Parrilla?"
Eso es materia de otro relato.
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