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viernes, 4 de octubre de 2019

El Gran Maestro marqués de Gages y las relaciones masónicas galo-belgas en el Siglo XVIII (1)

El Gran Maestro marqués de Gages y las relaciones masónicas galo-belgas en el Siglo XVIII (1)


Del libro editado en el 2000 por Alain Dierkens, dentro de la colección como volumen 11 de Problemas de historia de las Religiones por la Université libre de Bruxelles (Instituto de estudio de las religiones y de la laicidad) - Éditions de l'Université de Bruxelles, cuyo título es LE MARQUIS DE GAGES (1739-1787). LA FRANC-MAÇONNERIE DANS LES PAYS-BAS AUTRICHIENS, aproximamos a nuestros lectores con fines de estudio e investigación, un excelente trabajo incluido en dicha obra y que viene de la pluma del prestigioso historiador y especialista Pierre-Yves BEAUREPAIRE

El Gran Maestro marqués de Gages y las relaciones masónicas galo-belgas en el siglo XVIII

Hay que reconocer de entrada, que las relaciones masónicas galo-belgas son desconocidas por los historiadores franceses de la francmasonería del siglo XVIII que renuncian difícilmente a las delicias del galocentrismo y a la tesis de una «Europa francesa», defendida en su tiempo por Luis Réau (1). Se hace sin embargo urgente proceder a una necesaria puesta al día historiográfica y epistemológica, y tomar en cuenta la complejidad de los movimientos de apropiación y de las transferencias culturales que animan, enriquecen y a veces desgarran el espacio europeo del las Luces. El descubrimiento, hace unos meses, del libro de arquitectura de la poderosa logia de negociantes de Dunquerque, “Amistad y Fraternidad” (2), nos permitió emprender nuevos valores sobre el estudio de las redes de correspondencia y de amistad tejidas de una y otra parte de la frontera galo-belga, en el curso de lo que convino en lo sucesivo en llamarse la «mutación revolucionaria» de los años 1770-1830, con el fin de aprehender las modificaciones a la obra en el campo de la sociabilidad de Antiguo Régimen sin solución de continuidad de una parte y de otra de la secuencia revolucionaria. Hainaut, cuya vertiente francesa era relativamente mal conocida antes de los trabajos de Jocelyne

Bournonville (3), también proporciona un observatorio prometedor, al cual todavía hace falta añadir la creación por un núcleo de francmasones de Lille del colegio de los Philalèthes que, después de haber vacilado delante de la vía esotérica - a semejanza del régimen de los Philalèthes parisinos (4) - opta en definitiva por la vía académica a mediados de los años 1780 (5).

El colegio se vuelve naturalmente hacia los francmasones de los Países Bajos austríacos para dar cuerpo a su red de correspondencia. Cambiando de focal y de escala, la correspondencia de la logia la “Discreta Imperial”, Oriente de Alost (6), testimonia la inscripción de las relaciones masónicas gallo-belgas no sólo en un marco regional y fronterizo cuya riqueza no hay que subestimar, sino más allá en redes de relaciones y de solidaridad que estructura el espacio masónico europeo y dan cuerpo al proyecto de una «República universal de los francmasones» (7).

A partir de 1763, la “Discreta Imperial” tiene un sitio privilegiado en el cuadro de correspondencia de “Saint-Jean d’Écosse”, logia del gran negocio protestante y de la Cámara de comercio de Marsella que funda talleres sobre todo el contorno de la Cuenca Mediterránea antes de englobar en su área de expansión las Antillas y el Océano Índico. El marqués de Gages visitará por otra parte el templo de “Sait-Jean d’Écosse”, lo mismo que Philippe-Goswyn de Neny, hijo de Patrice-François de Neny, durante el invierno 1764-1765 (8). También reencontramos la “Discreta Imperial” sobre cuadros de la “Triple Unión”, Oriente de Reims, otro correspondiente asiduo de la logia de Marsella, lo que nos pone en presencia de una auténtica red (9).

Estas redes de correspondencia y de intercambio - de Visitantes, de rituales, de decoraciones, de objetos y de libros masónicos - constituyen el telón de foro "cultural" de relaciones que se anudan entre el marqués de Gages y las obediencias francesas: Gran Logia, luego Gran Oriente de Francia, y participan de una historia diplomática de la francmasonería europea entonces particularmente rica.

Las décadas 1760 y 1770 son en efecto marcadas por la gestación difícil del derecho masónico internacional con el tratado franco-inglés de 1765, el enfrentamiento entre dos modelos - francés e inglés - de organización del cuerpo masónico europeo, y la difícil emergencia de obediencias "nacionales", reivindicando un resorte jurisdiccional confundido con la soberanía de los Estados territoriales. Frontera porosa a las influencias masónicas francesa, británica y holandesa, propicia al sincretismo masónico, los Países Bajos austríacos cristalizan las apuestas por la construcción de la Europa masónica durante el último tercio del siglo XVIII, y constituyen una zona de contacto y de fricción entre las áreas de influencia inglesa y francesa, a semejanza del reino de Nápoles al sur del Continente. Gran maestro provincial "inglés", el marqués de Gages es claramente el objeto de una ofensiva de seducción, pero también de presiones cada vez más fuertes por parte del Gran Oriente de Francia, para que él firme a semejanza del Gran Oriente de Nápoles y de Polonia un tratado de amistad y adopte de este modo el modelo de organización del cuerpo masónico propuesto por París.

Simultáneamente, él debe convencer a sus hermanos y a las autoridades políticas de Bruselas y de Viena que su Gran Logia provincial tiene de inglesas sólo sus constituciones y que ella no constituye un enlace de influencia política y diplomática inglesa en los Países Bajos meridionales, en un momento en el que los soberanos suecos, prusianos o sardos se inquietan por las correspondencias extranjeras de sus logias y favorecen la erección de Grandes Logias nacionales que ellos apadrinan, incluso vigilan.

Las patentes de gran maestro provincial inglés para los Países Bajos austríacos del marqués de Gages datan de 1770. Deben ser cercanas a las peticiones emanadas de Orientes periféricos del reino de Francia, que se encuentras brutalmente aislados del centro parisino de la cadena de unión por la crisis y luego la puesta en sueños dela Gran Logia. “El Candor”, Oriente de Estrasburgo, “la Inglesa”, Oriente de Burdeos, e incluso”Saint-Jean d’Écosse”, Oriente de Marsella, después de haber estigmatizado disensiones internas en una obediencia que no faltaba por otra parte de embridar sus veleidades de autonomía con relación al centro y de hegemonía regional, se vuelven hacia la fuente de la legitimidad masónica, hacia el conservatorio de francmasonería primitiva: Inglaterra o a veces la Escocia - auténtico o mítico ya que las patentes masónicas, obras de falsarios son tan numerosas como las falsas cartas o títulos medievales-. Estas logias desean claramente una "reforma" de la francmasonería, que ellas identifican con un levantamiento de las barreras sociales que permitan el acceso al templo de los elegidos escogidos. Aspiran claramente a una reacción aristocrática, en un sentido etimológico del término, que algunas de ellas encontrarán luego, como en Lyon o Estrasburgo, en la Estricta Observancia Templaria germánica. Muy vinculado al conde de Clermont, gran maestro de la Gran Logia de Francia muerto en 1771, y a la nebulosa aristocrática de la francmasonería francesa en el tiempo en el que ésta dominaba la obediencia -ésta recuperará el control a partir de 1774 con la reforma aristocrática del administrador general del Gran Oriente de Francia, el duque de Montmorency-Luxembourg - el marqués de Gages está al corriente de la crisis abierta en el seno de la dirección parisina de la Gran Logia. Él se gira entonces hacia Londres.

Notas:

(1 )Louis RÉAU, L'Europe française au siècle des Lumières, Paris, Albin Michel, 1938, éd 1971 (L'évolution de l'humanité), 438 p.
(2) Je tiens ici à remercier chaleureusement le président de l'Institut d'études et de recherches maçonniques Septentrion qui m'a libéralement donné accès à cette source de première ordre
(3) Jocelyne BOURNONVILLE. Les francs-maçons, des Lumières à l'Empire : un exemple de sociabilité à Lille, Valenciennes et Dunkerque, 1733-1815, Paris, thèse de l’Ecole des Chartes, 1989
(4) On dispose désormais à leur sujet de la remarquable étude de Charles PORSET, Les Philalèthes et les Convents de Paris. Une politique de la folie, Paris, Honoré Champion, 1996, 776 p.
(5) Pierre-Yves BEAUREPAIRE. « Une école pour les sciences. Le collège des Philalèthes et la tentation académique des élites maçonniques lilloises à la fin de l'Ancien Régime », dans Revue du Nord, tome LXXXI, nº 332, 1999 (Les élites dans la France du Nord (XV-XX Siècle). Composition, pouvoirs et éthique sociale, études réunies par Philippe GUIGNET), P 723-744.
(6) Correspondance dont nous avons déjà exploité une partie des éléments dans L'Autre et le Frère. L 'Etranger et la Franc-maçonnerie en France au XVIII Siècle, Paris, Honoré Champion (Les dIx-huitièmes Siècles, 23), 872 p.
(7) Pierre-Yves BEAUREPAIRE. La République Universelle des francs-maçons. De Newton à
Metternich. Rennes, Ouest-France, 1 999 (De mémoire d'homme l'histoire), 2 1 0 p
(8) Phlhppe-Goswyn de Neny visita également les temples toulonnais, comme nous l'apprend une lettre à Marie-Caroline Murray étudiée par Bruno BERNARD : "J’ai passé quelque tems à Toulon, ou quelques lettres de recommandation, et la franche maçonnerie m'eurent bientôt nus en liaisonavec tout le corps de la marine » , imitant en cela de nombreux voyageurs hollandais ou scandinaves que nous avons rencontrés sur les registres d'architecture des loges toulonnaises, le temps d'une escale. Bruno BERNARD, "Amours et voyages : les pérégrinations méditerranéennes de Philippe-Goswyn de Neny et sa correspondance avec Marie-Caroline Murray », dans Nouvelles Annales Prince de Ligne, tome VII, 1992, P 196. En revanche, l'auteur Ignore la présence de Philippe-Goswyn sur les colonnes de Saint-Jean d'Ecosse, mentionnée par Jacques CHOISEZ (propriétaire des registres d'architecture de la loge marseillaise). La Respectable Loge de Saint-Jean d'Ecosse, mère loge écossaise à l'Orient de Marseille, entre 1762 et 1787, troisième édition multigraphiée, Bruxelles, chez l'auteur, 1987.
(9) Pierre-Yves BEAUREPAIRE, L 'Autre et le Frère . . , op. Cit , P 73.

Traducción y revisión:
Joaquim Villalta, Vª Orden, Gr.·. 9, 33º

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