Estudios místicos (14 de 31) – La vida (4 de 4) – Higiene de la Fuerza Vital
Tras hablar de la enfermedad y de cómo la Fuerza Vital es, nunca mejor dicho, vital para mantenernos sanos; estamos en condiciones de retomar el tema de la Fuerza Vital y centrarnos en cómo mantenerla, es decir, en su higiene. No vamos a decir nada que no se sepa, pero si podemos afirmar que la mayoría de las veces la gente se olvida de lo que vamos a comentar.
Hemos visto que la respiración y la alimentación son los medios que permiten la adquisición de la Fuerza Vital y su mantenimiento, por lo tanto, una higiene respiratoria y alimenticia contribuye en gran medida a la salud.
La higiene respiratoria no es solo respirar un aire lo más puro posible; cosa harto difícil en el contaminado mundo actual, sino también respirar de modo correcto. Aunque no lo crea, la mayoría no sabemos respirar y nos limitamos a tomar aire y expulsar aire. Lo más normal es que tanto la inspiración como expiración sean débiles, lo cual se traduce en poca entrada de aire y poca salida de aire. De entrada esto implica una baja entrada de oxígeno y una mala expulsión del anhídrido carbónico. Es importante realizar respiraciones profundas, a ser posible en zonas poco contaminadas. Eso aumentará la oxigenación del cuerpo. Por otro lado, el aire no solo contiene oxígeno sino que se encuentra impregnado de la Esencia Cósmica[1], el éter de los alquimistas, vital para el cuerpo psíquico. Respirar bien no solo beneficia al cuerpo físico sino a todo y cada uno de los cuerpos del hombre.
Es muy importante aprender a respirar. La capacidad pulmonar de la inmensa mayoría es menor a la real porque no se inspira bien y los pulmones no se expanden por completo. El arte de la respiración debería ser enseñando en las escuelas; solo piense que los deportistas y cantantes practican continuamente el arte de la respiración correcta porque saben lo importante que esta es para rendir al 100% en su trabajo.
Tan importante es respirar bien que en las enseñanzas del Yoga existe el Pranayama, es decir, la ciencia de la respiración. El término sánscrito pranayama designa los ejercicios respiratorios del yoga que conducen a la concentración del prana[2] (energía contenida en la respiración dentro del organismo). Es muy sencillo ver que esa energía contenida en el organismo, el prana, es exactamente lo mismo que la parte positiva de la Fuerza Vital.
Si respiramos mal no nos alimentamos mucho mejor. El ritmo de vida actual nos aleja de la comida sana tradicional y nos lleva hacia la comida rápida preprocesada. Y ya no hablemos de mantener una dieta equilibrada, la mayor parte ya no sabe lo que es significa. Deberíamos saber que existen tres tipos básicos de alimentos.
- Constructores: Ricos en sales minerales y proteínas.
- Energéticos: Ricos en glucosa y grasas.
- Funcionales: Ricos en vitaminas, celulosa y agua.
Es vital mantener un equilibrio entre las tres clases de alimentos y, por supuesto, consumir los alimentos cuanto más naturales mejor puesto que todo proceso de conservación y/o preparación afecta siempre a la calidad de los elementos constituyentes y hasta los puede hacer desaparecer.
Existe mucha literaturas sobre la manera correcta de alimentarse y se tiene la creencia de que los místicos han de ser vegetarianos estrictos. Dejando a un lado ideales personales como el no matar animales para comer; lo cierto es que el ser humano es un animal omnívoro como deja patente su dentadura compuesta de incisivos, colmillos y molares. Es decir, el ser humano está preparado para comer de todo, carne incluida. Lo realmente importante es que la dieta, sea la que sea, se encuentre equilibrada. Si usted ha decidido no comer carne tendrá que sustituir las proteínas de la carne por otro tipo de proteínas. Pero no piense que por no comer carne será usted más espiritual que quien la come. No olvide que todo está vivo, los vegetales son también seres vivos, por lo que dejar de comer carne solo por el motivo de no matar y ser más espiritual no tiene sentido alguno para un místico.
Mención aparte en la higiene merece el agua. Nuestro cuerpo posee entre un 70 y un 75% de agua. El ser humano puede vivir semanas sin comer, pero apenas unos días si no bebe. El agua es indispensable para la limpieza interna del cuerpo y para el metabolismo del organismo. En las transformaciones químicas y biológicas se generan toxinas que es necesario eliminar: el hígado, los riñones y el bazo son los órganos que filtran todo esto por lo que es vital mantenerlos sanos.
El mejor sistema para lograr esto es consumir una agua de calidad, sin contaminar y lo más pura posible. También es importante consumir la suficiente, dicen los expertos que unos dos litros al día. Los místicos recomiendan tomar un vaso de agua pura al menos cinco veces al día, uno de ellos al comienzo del día, nada más levantarnos y el ultimo antes de acostarnos.
Ni que decir tiene que todo consumo de alcohol y excitantes como el té o el café no son buenos para el cuerpo ya que obligan a los órganos limpiadores a trabajar más para eliminarlos.
El sueño
Aun siendo de vital importancia mantener una higiene correcta de la Fuerza Vital no es menos cierto que el agotamiento se produce. Con el modernismo y el creciente ritmo de vida nos hemos olvidado de la necesidad de un reposo correcto para eliminar la fatiga. Algo crucial puesto que la fatiga indica siempre un desequilibrio energético. La fatiga se produce por dos motivos principales:
- Agotamiento corporal o físico.
- Agotamiento mental.
En el primer caso se produce siempre un gasto de energía y la aparición de toxinas en el organismo. El sueño es la solución perfecta ya que mientras dormimos el cuerpo recupera su energía, regenera las células y se deshace de las toxinas producidas.
El agotamiento mental no tiene efectos fisiológicos directos, pero produce también una merma de energía y sus efectos son mucho más sutiles: problemas de tipo nervioso, pérdida de memoria, falta de concentración, imposibilidad de razonar correctamente, etc. Nuevamente, el sueño es vital y la mejor opción de recuperación.
Es frecuente oír que dormir es una pérdida de tiempo y no es menos frecuente ver como mucha gente recurre a excitantes como el café o a medicación para dormir menor y prolongar el estado de vigilia. Este proceder es una locura. El agotamiento siempre se produce y causa un desequilibrio energético, lo cual afecta a la salud de nuestra Fuerza Vital y favorece, finalmente, la aparición de las enfermedades. Tomar excitantes o medicación para no notar el sueño no equilibra la falta energética, simplemente la camuflan, pero sigue a estar ahí. Todos sabemos que tarde o temprano tendremos que dormir totalmente agotados y, cuando eso sucede, el desequilibrio es tan grande que solemos decir que “estamos muertos”. ¿Para qué llegar a eses extremos?
Desde el punto de vista místico el sueño (y el reposo en general) obedece a una Ley Natural; es más, el cese periódico de la actividad es una fase necesaria de la vida. Todo en el Universo posee sus ciclos; por ejemplo, la Tierra en su translación da origen a las estaciones siendo el invierno la estación del reposo y regeneración de la fauna vegetal que brillará con todo esplendor en la primavera. Los animales viven a cámara lenta o directamente hibernan en invierno. A menos escala pero de modo similar sucede lo mismo durante el ciclo día-noche. El ser humano no puede ser una excepción a las Leyes Naturales. El mal uso del libre albedrio nos ha llevado a intentar romper esta Ley Natural del reposo en el afán de producir más y más y nos ha producido un desequilibrio que siempre acaba por pasar factura. Sin embargo, puede que todo esto a usted no le parezca suficiente motivo para descansar y siga creyendo que dormir es perder el tiempo y dejar de ganar dinero. Bien, veamos lo que sucede mientras usted duerme.
Las funciones involuntarias del cuerpo como la respiración, la digestión o la circulación de la sangre, que dependen del subconsciente, poseen una alternancia entre periodos de actividad y reposo. Nosotros apenas percibimos las fases de reposo, no somos capaces de notar si el corazón está en sístoles o diástole; o si la digestión está en curso o ya ha pasado el estómago hacia los intestinos. Pero lo que si es cierto es que esas fase de reposo son usadas por el corazón y el estómago para regenerarse y recuperarse. Si todas las funciones involuntarias poseen periodos de descanso siendo dependientes del subconsciente, nuestra parte más cercana al Alma, deberíamos pensar seriamente que su conocimiento de la necesidad del organismo es mayor que la nuestra y aceptar la necesidad del reposo. Por otro lado, la fase de reposo del cuerpo constituye una fase muy especial de actividad para el Alma; pero eso es algo que se verá a su debido tiempo.
El sueño, fisiológicamente hablando, implica el cese de las funciones voluntarias del cuerpo: no podemos caminar, ni hablar ni relacionarnos con los demás humanos. Desde el punto de vista mental, el cerebro se inactiva o, para ser más exactos, la fase subjetiva de la consciencia objetiva se paraliza dando el control total del cuerpo al subconsciente. Paralelamente a la inactividad física y mental para su regeneración, es durante el sueño que las energías de la Fuerza Vital se equilibran y armonizan ya que es durante el sueño, como ya hemos dicho, que el subconsciente posee plena libertad para actuar al servicio de nuestro organismo. El subconsciente trabajo siempre bajo la influencia directa de la Consciencia Cósmica y su actividad fundamental es constructiva[3]. Siendo así, todo lo que lleva a cabo siguiendo sus leyes está orientado al mantenimiento de nuestra salud. Ir contra ello, robando horas al sueño, es solo responsabilidad del hombre y tendrá que aceptar las consecuencias de intentar oponerse a las Leyes Naturales que actúan sobre él.
Para terminar, dormir no solo equilibra nuestra Fuerza Vital sino que, como veremos a su debido tiempo, abre el camino hacia el conocimiento. Recuerde que el subconsciente se libera en esta fase y que hace más receptivo a las frecuencias vibratorias del Espíritu y el Alma, lo que nos puede conducir a la transcendencia.
Próxima entrega: Estudios místicos (15 de 31) – El sistema nervioso humano
Notas
[1] Este punto no es aceptado por la ciencia moderna que salvo los elementos conocidos afirma que nada más existe. De ese modo, por ejemplo, en el espacio exterior dice que existe el vacío cuando no es cierto. El vacío no existe, ya que todo el Universo está lleno de la Esencia Cósmica, lo que en la época de los alquimistas llamaban éter.
[2] Según el ocultismo occidental, el prana no sería el aire inspirado sino una energía universal invisible e inmedible que ingresa en el cuerpo a través de la respiración. Los nadís no serían entonces los tubos por donde corre el aire dentro del cuerpo, sino canales akásicos o etéricos (siendo akasha ‘éter’ en sánscrito). Esos canales estarían distribuidos y entretejidos en todo el cuerpo, y a través de ellos fluiría la energía del prana.
Según la escritora ucraniana Madame Blavatsky (1831-1891) la interrelación de los canales energéticos susumná, ida y pingalá se simboliza con el caduceo del dios griego Mercurio.
El escritor ocultista británico C. W. Leadbeater (1854-1934) escribió que el prana sería una energía que viene dentro del aire inspirado, que corre por los nadís y es utilizada por medio del sistema cardiovascular y el sistema nervioso. Él diferenciaba el prana del magnetismo humano, que es el «fluido peculiar» de los nervios, especializado en la médula espinal y constituido por la energía vital entremezclada con la kundalinī.
[3] Cuando tratamos el tema del Pensamiento hablamos de las frecuencias presentes en un EEG (Electroencefalograma) y vimos cómo durante el sueño y la meditación estas son muy bajas. En el caso del sueño tenemos las ondas delta entre 0.5 y 4 Hz y las ondas Theta entre 4 y 8 hz. Estas frecuencias tan bajas implican que la parte material del pensamiento se atenúa y la espiritual se manifiesta. La consciencia objetiva desaparece y el subconsciente se potencia. Como ya sabe, el pensamiento es la interacción de la energía del Espíritu (negativa, material) y la energía del Alma (positiva, espiritual). Dormir, por lo tanto, nos armoniza con la Consciencia Cósmica. (para más información véase Estudios místicos (5 de 31 – El pensamiento, publicado en la JB News 1572)
http://iluminando.org/2015/03/26/estudios-misticos-14-de-31-la-vida-4-de-4-higiene-de-la-fuerza-vital/
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