“LA REVELACIÓN DE SAN JUAN”
Jorge Adoum
1. El Apocalipsis o Revelación de San Juan, para el profano y para el materialista, es una divagación de un hombre loco que no tiene ninguna ilación entre las ideas ni entre sus visiones. Para la religión exotérica, en cambio, es un libro sagrado, al que acude la Teología para formular ciertas interpretaciones literales y arbitrarias, porque la religión externa ha perdido el significado oculto de la obra y así quedó como un enigma indescifrable y la palabra Revelación, en este caso, significa poner un velo sobre otro velo.
2. Pero la Revelación, o el Apocalipsis, para el Gnóstico, el Iniciado, la religión esotérica, es una Revelación y una verdadera iniciación en el mundo interno.
3. El Evangelio de San Juan es la Cosmogenia perfecta que interpreta claramente el desarrollo del alma desde la Creación, mientras que su Apocalipsis es el tratado de la evolución del hombre en las edades futuras. En el Evangelio y el Apocalipsis de San Juan, el Gnóstico y el Indiciado encuentran todo el saber de las edades pasadas, presente y futuras.
4. El Evangelio de San Juan es la primera iniciación que explica cómo es espíritu Divino descendió a la materia “y el verbo se hizo carne” o como dicen otros: “Dios se hizo hombre”. El Apocalipsis es la segunda iniciación y demuestra como el hombre se hace Dios. De esta manera, las dos obras fueron entregadas a la custodia de las iglesias exotéricas sin comprenderlas ni aprovecharlas; ni más, ni menos como los camellos del desierto: mueren de ser, estando cargados de agua.
5. El mundo actual que ha perdido la fe en estas religiones con sus respectivas teologías arbitrarias, pide el agua de la vida en otras fuentes que son la Gnosis o la Ciencia Esotérica y Espiritual, o el Cristianismo Místico, el que en su Espíritu, es igual a todas las religiones esotéricas; encierra todos los arcanos de las edades.
6. Las dos obras: Evangelio y Apocalipsis, nos dan la interpretación del “Cristo Místico” representado por Jesús, Jeshua, el Logos Solar que nos señala la verdad de la vida y la única senda de la vida eterna. El nos da la clave de la Gnosis Divina que está oculta, encerrada y clausurada en la mismísima Naturaleza del hombre. Esta Ciencia Sagrada y espiritual es ignorada por el hombre; pero él mismo debe y puede develar sus arcanos para poder volver al Edén de donde fue expulsado por sus propios hechos, y sus propios deseos.
7. Pero para que el lector pueda descifrar estos arcanos, debemos develar al hombre, “debemos conocernos a nosotros mismos”, espiritual y físicamente, antes de develar el Apocalipsis.
8. El mundo: el Macro y el Microcosmos: el Universo y el hombre están compuestos de energías atómicas inteligentes, diversas e infinitas.
9. El hombre en su cuerpo es la miniatura del Cosmos: Todo lo que está arriba es igual a lo que está abajo; y todo lo que está en el Macrocosmo lo contiene el Microcosmos: el hombre.
10. El mundo de las inteligencias divinas, atómicas y diversas, es el mundo interno del hombre y el mundo interno del hombre y el mundo interno de la naturaleza
11. El cuerpo es la emanación de estas inteligencias que residen en todos sus centros.
12. No hay infierno ni cielo; no existe mal ni bien, sino en el pensamiento del hombre.
13. Todo ser aspira y respira; pero el hombre aspira, respira y piensa.
14. En el pensamiento se halla lo verdadero y lo falso, lo bueno y lo malo; cuando llega el hombre a distinguir entre los dos y a desintegrar a los dos para seguir la Ley Divina, se convierte en Hombre-Dios.
15. El átomo es una inteligencia viva que rodea el pensamiento, esperando la aspiración y la respiración para penetrar en él.
16. Los átomos son ángeles inteligentes y poderosos que tienen, como el hombre, sus jerarquías, pero en el hombre obedecen a sus pensamientos y aspiraciones.
17. El hombre que aspira y concentra, abre un camino directo a su objeto.
18. La Iniciación significa ir dentro en busca del Cristo, impulso que es el iniciador de toda sabiduría; pero los átomos ángeles que residen en el mundo interno del hombre son como archivos, dueños de esta sabiduría.
19. El hombre aspira y respira átomos afines a sus pensamientos: pensar y aspirar la belleza, es adquirir belleza; aspirar, concentrar y respirar átomos de luz, es conducirnos a la iluminación.
20. El objeto de la Iniciación del Apocalipsis, en nuestra nueva edad, es liberar nuestros sentidos de la esclavitud de nuestros átomos inferiores creados por nosotros, para lograr la conquista de nosotros mismos, como lo ha hecho el “Cordero”.
21. El hombre, según los sabios es un Reino completo y perfecto y según el Apocalipsis es una Ciudad: para comprender estas alegorías tenemos que descifrarlas claramente, en lo físico y en lo espiritual, por medio de comparaciones.
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