Yo Soy, el Logos
JORGE ADOUM
1. La Revelación (Esotérica, gnóstica o interna) de Jesucristo (Yo Soy,
el Logos, El Cristo, el Hijo de Dios), (El Íntimo) le dio para manifestar a sus
siervos (que luego deben ser los Iniciados interiormente) las cosas que deben
suceder presto (después de la Iniciación) y la declaró (reveló) enviándola por
su ángel (de la comprensión del átomo Nous) a Juan (Mente intuitiva del
Iniciado) su siervo.
2. El cual (El Iniciado que ha pasado por todas las pruebas en la
Iniciación de la Vida) ha dado testimonio de la palabra (hecho carne,
manifestada) de Dios (El Íntimo) y de Jesucristo (Jeshoua, Yo Soy), y de todas
las cosas que ha visto.
3. Bienaventurado el que lee (concentra y discierne) y los que oyen (y
comprenden) las palabras (misteriosas y ocultas) de esta profecía (que versa
sobre la naturaleza interna y sobre el sendero de la pureza) y guardan las
cosas en ellas escritas (practicando las perfecciones que enseña infaliblemente
serán Bienaventurados, porque alcanzan por medio de la concentración sobre el
Yo Soy Interno, la conciencia de su propia Divinidad) porque el tiempo está
cerca.
4. Juan (El Iniciado en el Reino Interno) a las siete iglesias (Los
Siete plexos o ganglios, que más tarde se transforman en Siete Pequeñas
lámparas o candeleros y cada uno es un sol y dador de luz; después son los siete Sellos del Libro. Estos plexos
están latentes, oscuros y sellados en el hombre animalizado) en Asia (cuerpo
humano). Gracias sea con vosotros y paz del que es y que era y que ha de venir
(al Eterno que no tuvo principio ni tendrá fin) y de los siete Espíritus (las
Siete divinidades que rigen los siete Centros magnéticos en el cuerpo del
hombre y representan los siete aspectos del Íntimo) y están delante de su trono
(dentro del hombre y que sólo por medio de la Iniciación Interna el hombre
puede llegar a sentirlos y convertirse en Hombre Dios).
5. Y de Jesucristo (Jeshoua, Yo Soy) el testigo fiel (de la obra del
Íntimo antes del nacimiento) el primogénito de los muertos (el primero que
murió al hacerse carne o al sepultarse en el cuerpo denso; pero por su Iniciación
resucitó el primero de entre los muertos). Y príncipe de los reyes (entidades y
elementos que dominan el mundo). Al que nos amó y nos ha lavado de nuestros
pecados con su sangre. (La sangre que es el vehículo del Yo Soy, del Cristo.
Cada error, cada pecado del hombre; queda impregnado en la sangre, vehículo del
Cristo en el hombre; pero el Cristo que mora en y con nosotros hasta la
consumación de los siglos, lava estos pecados con el poder de su fuego
interno).
6. Y nos ha hecho reyes (de toda la creación por medio de la Iniciación
y hasta que un día, como dice San Pablo, “Los hombres juzgarán a los ángeles) y
sacerdote (no nacidos de carne ni ordenados por los humanos mas si a manera de
Melquisedec), para Dios y su Padre, a él sea gloria e imperio para siempre
jamás amén.
7. He aquí que viene con las nubes (en la nebulosidad del Aura) y todo
ojo (el ojo interno, la glándula pineal) le verá y los que traspasaron (Cuando
Yo Soy, Cristo, el Segundo Logos desciende en la materia, los cinco sentidos
abren en el cuerpo las cinco heridas. Es la primera crucifixión y esta es la
regeneración o la conquista de “si mismo” que es el objeto del Apocalipsis de
San Juan); y todos los linajes de la tierra (aquellos elementos conquistados a
su causa) se lamentarán sobre él. Así sea. Amén.
8. Yo soy el Alpha y la Omega. (La primera letra de las vocales y la
última. También son la primera y la última letras del alfabeto griego. Según la
Kábala, además, la A significa Poder Creador, pronunciada con la máxima
abertura de la boca; mientras que la O es el poder receptor que conduce a
cerrar la boca. Om. Amén). Principio y fin, dice el Señor que es y que era y
que ha de venir, el Todopoderoso.
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