Constituciones de las Grandes Logias Modernas
"Y en septiembre de 1721, el Gran Maestre y la Gran Logia", al encontrar la falla con todas las copias de las antiguas Constituciones góticas, ordenó al Hermano James Anderson. AM digerir lo mismo en un nuevo y mejor Método ". - Constituciones de 1738 (segunda edición)
La primera Gran Logia de Francmasones se formó en Londres en 1717. En 1723, el Dr. James Anderson, un pastor presbiteriano de origen escocés y hombre de letras, publicó las primeras constituciones de ese gran cuerpo. Estaban destinados a reemplazar los "Viejos Cargos Góticos", seguidos por los gremios de canteros operativos.
La versión de Anderson, titulada "Constitutions of the FreeMasons", fue compilada a partir de los "Old Charges" y otros materiales de fuentes. Consistió en una historia apócrifa copiada libremente de cargos anteriores, así como en una nueva lista de cargos para el Mason Aceptado o especulativo. Siguieron otras dos ediciones, con importantes adiciones y revisiones.
A pesar de las brechas y errores históricos bien documentados dentro de sus páginas, las "Constituciones" de Anderson se consideran una de las piezas más importantes de la literatura masónica debido a su gran influencia.
En 1734, un joven impresor llamado Benjamin Franklin publicó una edición casi textual para su uso en las primeras colonias americanas, la primera obra masónica publicada en América. La edición revisada de 1754 constituye la base de los "Antiguos Cargos" en las Constituciones de la Gran Logia Unida de Inglaterra.
Al estudiar las diferencias entre las ediciones de 1723, 1738 y 1754, se puede observar la evolución del documento, que todavía forma la base de la ley masónica en todo el mundo.
Frontispicio de la edición de 1723.
La edición de 1723 es conocida por su elaborado frontispicio grabado por John Pine en 1722 o 1723. Presenta una galería clásica de John Montagu, el Segundo Duque de Montagu y el Gran Maestro de la Gran Logia de Inglaterra (1721-1723) , pasando el rollo de las "Constituciones" a su sucesor de 1723, Philip Warton, primer duque de Wharton. Ambos son atendidos por sus oficiales. Apolo, dios del sol, carga arriba en su carro, simbolizando la altura del meridiano. Detrás de la reunión hay un pasadizo enmarcado por paredes de agua, que evoca la partida del Mar Rojo.
La 47.a proposición de Euclides, el símbolo tradicional de los antiguos maestros de una logia masónica, aparece en primer plano. Debajo, en griego, está la famosa exclamación de Arquímedes: "¡Eureka!" ("¡Lo he encontrado!")
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