El Brahmanismo
Sobre los Vedas asentaron los Arios todas sus religiones, sus filosofías, leyes, letras y artes.
Los Upanishads, los Sutras, que constituyen la moral y la filosofía del Hinduismo, no son más que amplios comentarios de los textos primitivos basados en su religión.
Crece el pueblo Ario, se hace fuerte y potente, hasta que el deseo de poderío fomenta contiendas intestinas y guerras espantosas.
En los Puranas, se describe la guerra entre los dioses y los elementos; en el Ramayana, se describe la guerra de los Arios guiados por la Divina Encarnación de Rama contra los Atlantes; en el Mahabharata está descrita la guerra de los Hindúes entre ellos. Es en esta epopeya que aparece Krishna, el octavo Avatar de Vishnú, guiando a Arjuna a la victoria.
La conversación sostenida entre estos dos, descrita en el Bhagavad Gita, es aún hoy la base espiritual de muchos devotos de la India, y los que siguen esa religión se llaman Vaichnavitas.
Al final del Mahabharata aparece Siva, el dios del destino y de la destrucción, y Kali, su esposa. Estos dioses tomaron desde entonces gran incremento y serán aquellos que más templos tendrán en la India, generando esa prole de yoguis y tántricos, místicos y ejercitantes de los poderes psíquicos, que nadie en el mundo podrá superar. Aún Yaghannart, el rey del mundo que se pasea, una vez al año, sobre su carro milenario, es imagen de Siva.
Los ejercicios de los Yoguis están especialmente descritos en la Yoga de Patanjali, en el Sivagana, en el Chakra Nirupana. Este amor de los hindúes por su religión y por las prácticas espirituales, les hace aptos para que sus religiones se multipliquen en infinidad de sectas, que sería imposible nombrar; todas ellas impulsan al estudio de las cosas internas y abstractas.
La Vedanta Purana es la filosofía que afirma que todo fuera de lo Inmanifestado es Maya.
La Vedanta Advaita que admite como única realidad lo absoluto, tolera, sin embargo, un principio creador, Purusha (el Espíritu), y un principio vital y substancial, Prakriti (la materia).
Detrás de estas filosofías y teologías, hay una infinidad de Pandits (sabios) y Brahmacharin (monjes), de Sanyasis (místicos), que renuncian a todas las cosas, de Yoguis Iniciados, que renuevan, mantienen, purifican y depuran continuamente la única religión primitiva de los Vedas; entre ellos, Chaitanya-Sankaracharya, y últimamente Ram Mhum Roy (el fundador del Brahmosamaj), Ramakrishna y Vivekananda (el fundador de la Misión Ramakrishna) y el poeta filósofo Tagore.
La pura religión de los Vedas tuvo, como se ha visto, también su época de oscurantismo después de la guerra descrita en el Mahabharata.
Debilitados los pueblos, los sacerdotes toman las riendas del gobierno.
Ellos eran llamados Brahmanes y constituyen su nombre en lugar del de Indra, como el nombre que hay que atribuir a la Divinidad: Brahma. Y para consolidar su poder, dividen la raza en cuatro castas, poniéndose ellos a la cabeza como dinastía divina.
A pesar de esto, muchos Brahmanes eran verdaderamente descendientes de los antiguos Reyes Iniciados Arios.
Las cuatro castas fueron divididas del siguiente modo:
1) Brahmanes: Sacerdotes y dirigentes espirituales del pueblo.
2) Chatriyas: Casta de los reyes y guerreros.
3) Vaisyas: Casta de los industriales y comerciantes.
4) Sudras: Casta de los sirvientes.
Como consecuencia negativa de estas leyes, llevadas al despotismo, se han tenido terribles resultados, que aún hoy en día son difíciles de extirpar totalmente.
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