La batalla de Ayacucho

La batalla de Ayacucho

Batalla de Ayacucho

La liberación de la América española tuvo su epílogo con la batalla de Ayacucho el 9 de diciembre de 1824, y tuvo que actúa hermandad y generosidad que nunca será olvidado por los masones y definir claramente ellos. También deben servir como un ejemplo para todos.

La noche antes de la batalla, las tiendas que trabajaron en ambos ejércitos fueron llamados por separado para una reunión el fin de encontrar una solución que evite el derramamiento de sangre, pero esta solución no se ha encontrado.

Luego fue llevado en una reunión juntos, pero con el mismo resultado negativo.

Al día siguiente, un masón español pidió permiso para la familia y masones que militó en diferentes ejércitos se les permitió abrazar por última vez.

Un centenar de América del Sur y españoles soldados se adelantó para saludar; en el lado izquierdo eran los masones, que después se abrazaron tres veces, participó en un encuentro fraterno que duró casi una hora y fue emocionante.

Se encuentra entre otros, los hermanos Rodil, Espartero, Vergara, el virrey José de la Serna, Venerable Maestro general Canterac, Past Master Mariscal Jerome Valdez, el general Monet, Antonio Tur y el general Ballesteros, del lado español, y los hermanos José Faustino Sánchez Carrión, el general Antonio José de Sucre, el general José María Córdoba, el teniente coronel Vicente Tur (español, pero que pertenece al ejército patriota y hermano de Antonio Tur) y el general Antonio Valero de Bernabé, en el lado sur de Estados Unidos.

Fue el ejemplo de la fraternidad masónica, que no reconoce o raza o nacionalidad, incluso en las circunstancias más dramáticas. Se puso fin a la batalla para ganar el ejército América del Sur y cuando el jefe español, Mason La Serna, herido seis veces, entregó su espada al general Mason, Sucre, este no lo aceptó, pidiéndole que continúe en sus manos.

La atención que los prisioneros y en especial a los heridos, eran, fue otra muestra de extrema fraternidad, como también el Acta de Capitulación, donde la generosidad del ganador superó a las solicitudes perdedor.