LOS TATUAJES EN EL ANTIGUO EGIPTO
El origen del tatuaje en el Antiguo Egipto es nubio y se realizaba con hollín y aceite, pero según parece también se usaba hollín y agua.
La colocación de las partículas de la sustancia colorante se hacía, al principio mediante espinas vegetales o de pescado y más adelante por medio de finas puntas de cobre o bronce.
El instrumento podía tener una sola punta o varías que iban colocadas sobre un mango de madera y sujetos o bien con yeso o con resinas.
Los usaban sobre todo las mujeres para resaltar la belleza, al principio consistían en puntos que formaban dibujos muy simples, como triángulos.
En épocas más avanzadas, representaban a dioses y diosas, el más típico era el del enano Bes, que significaba obtener el máximo placer sexual y poder hacer el amor frecuentemente.
Las prostitutas, y las bailarinas, se tatuaban de forma acusada el torso, los brazos y las piernas.
La colocación de las partículas de la sustancia colorante se hacía, al principio mediante espinas vegetales o de pescado y más adelante por medio de finas puntas de cobre o bronce.
El instrumento podía tener una sola punta o varías que iban colocadas sobre un mango de madera y sujetos o bien con yeso o con resinas.
Los usaban sobre todo las mujeres para resaltar la belleza, al principio consistían en puntos que formaban dibujos muy simples, como triángulos.
En épocas más avanzadas, representaban a dioses y diosas, el más típico era el del enano Bes, que significaba obtener el máximo placer sexual y poder hacer el amor frecuentemente.
Las prostitutas, y las bailarinas, se tatuaban de forma acusada el torso, los brazos y las piernas.
Algunas mujeres de las clases altas, se tatuaban al dios enano Bes en la parte alta del muslo.
También se tatuaban a alguna diosa.
A algunos cadáveres también se les tatuaba para que tuvieran mejor aspecto en el Mas Allá.
También se tatuaban a alguna diosa.
A algunos cadáveres también se les tatuaba para que tuvieran mejor aspecto en el Mas Allá.
El tatuaje más antiguo que se encontró fue en la momia de la sacerdotisa Amunet, sacerdotisa, adoradora de la diosa de la fertilidad y el amor Hathor, vivió en Tebas alrededor de 2000 años A.C.
Sus tatuajes eran simples y lineales, con diseños de puntos y rayas.
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