LA HISTORIA SECRETA DE LOS SUMERIOS I
Los Sumerios fueron habitantes de Sumeria, antigua región del Oriente Medio que formaba la parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La región de Mesopotamia, nombre griego que significa “Entre los ríos”, comprendía distintas regiones como Sumeria al sur, Acad en el centro y Asiria en el norte. De acuerdo a las investigaciones, en la Baja Mesopotamia existieron asentamientos humanos desde el período Neolítico (6700- 6500 AEC) y Calcolítico (5500 – 5000 AEC), El Obeid (5000 – 4000 AEC), Uruk (4000 – 3200 AEC) y Yemdet Nasr (3200 – 3000 AEC). En muchas ciudades de esta civilización, se han hallado muchos objetos y documentos antiguos que testimonian las huellas de un pasado remoto sorprendente. La civilización sumeria está considerada como la primera y más antigua civilización del mundo, aceptado así por la arqueología moderna y oficial. Sin embargo, la procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta y existen numerosas hipótesis. El término “sumerio” también se aplica a todos los hablantes de la lengua sumeria. En la lengua sumeria esta región era denominada Kengi (ki), equivalente al acadio mat Sumeri, esto es, la «tierra de Súmer».
El nombre “sumerio” fue dado por los semitas acadios quienes serían los sucesores en términos históricos de los Sumerios, pero aún se desconoce porque los Acadios llamaron a estas tierras Shumeru. Los Sumerios se hacían llamar a sí mismos sag-giga que significa literalmente “el pueblo de cabezas negras”. De acuerdo al historiador babilonioBeroso, los sumerios fueron “extranjeros de caras negras”; al emplear el término “extranjero”, Beroso bien nos podría estar sugiriendo que los sumerios provenían de alguna otra parte.
La lengua sumeria no tuvo parentesco con ninguna otra de su época, no ha habido ningún vocabulario en el mundo que se le pareciera. Era una lengua de tipo aglutinante (como el turco o finlandés), es decir, una palabra consta de una raíz que expresa un concepto y una partícula anexa que le da el significado. También se formaban palabras con dos raíces, por ejemplo: lu=hombre, gal=grande; lugal=hombre grande=rey.
Con los sumerios apareció lo que llamamos Civilización, con ellos aparecieron los rasgos tanto positivos como negativos de nuestra especie en sociedad. Cerca del año 3.000 AEC también aparecieron otras civilizaciones renombradas como la egipcia, la china o la cultura del Indo.
Toda la historia de Sumeria está embebida en el misterio, en este artículo trataremos de analizarla haciendo un repaso a sus leyendas y secretos, mostrando coincidencias con las religiones y costumbres actuales, algunos videos y entrevistas, imágenes y demás material que puede servir como evidencia a hipótesis sobre el verdadero origen de la raza humana.
Nos encontramos unas primeras culturas preurbanas hacia el 7.000 antes de la era común (AEC), que ya tenían artesanía y cerámica. El origen étnico de los sumerios es verdaderamente intrigante pues no corresponde con las tribus semitas que poblaban esas tierras. Las explicaciones más creíbles nos indican que seguramente fueran una evolución de las poblaciones autóctonas, otras teorías hablan que llegaron de la zona del mar Caspio y otros de la India.
Algunos estudios proponen que los sumerios provenían de la cultura que fundo la ciudad de Mohenjo-Daro. Esta antigua ciudad es considerada capital de la civilización del Indo. De acuerdo a la arqueología oficial, Mohenjo-Daro existió al rededor del 2600, sin embargo, nuevas investigaciones han llegado a los sorprendentes resultados de datación de unos 13.000 años AEC de antigüedad. Parte de las evidencias que apoyan esta hipótesis, son los restos de esqueletos encontrados en las excavaciones en 1960 que datan de 8.000 a 12.000 años AEC, pero lo que más impactó a los estudiosos de este hallazgo fue que los esqueletos estaban radiactivos. Pero de este tema hablamos más en detalle en nuestro artículo las antiguas ruinas de Mohenjo-Daro.
Estudios arqueológicos más resientes han demostrado que en toda esta zona de Mesopotamia existieron importantes migraciones, así que no sería ilógico pensar que por diferentes motivos, estos antiguos pueblos fundaron asentamientos en toda la región.
Tenemos la cultura llamada Obeid (hacia el 4.500 AEC), que se desarrolló en lo que se podría llamar el primer asentamiento urbano, Eridu, la cual se sabe por restos arqueológicos que tenía gobernante y templos, así como una gran cerámica, también construyeron canales.
Más tarde apareció la cultura de la ciudad de Uruk, auténtico precedente de la civilización sumeria. A Uruk se la puede considerar como la primera ciudad-estado ( 3.500-3.000), además es en donde se han encontrado los restos de escritura más antiguos, sin duda como respuesta a la complejidad de la organización urbana, estos primeros escritos están relacionados con la organización de los almacenes de los templos.
Así pues nos encontramos con el principio de una nueva cultura que sobrepasará a las anteriores y que ante esta nueva organización social pasará a llamarse Civilización.
Hacia el año 3500 AEC, y sobre este vastísimo fondo de cultura antigua, común a todo el Próximo Oriente, en el sur de la Mesopotamia, y en las orillas del golfo Pérsico, surgen, de golpe, según parece, los sumerios. ¿Quiénes eran los sumerios? ¿De dónde venían? ¿Cómo llegaron? No se ha podido responder todavía a estas preguntas: las «pruebas» arqueológicas e históricas son, a menudo, difíciles de establecer y además muy delicadas. La luz es, de momento, tan endeble sobre estas cuestiones, que ciertos especialistas han juzgado inútil plantear estos problemas y están dispuestos a considerar a los sumerios como los primeros y más antiguos habitantes de la zona. Sin embargo, actualmente parece más probable que los sumerios hayan venido de otra parte, como conquistadores o como masa de emigrantes y es muy posible que hubieran adoptado y asimilado rápidamente la cultura de sus predecesores con los que seguramente se integraron más o menos profundamente hasta transformarla totalmente a la medida de su propio genio, pero su origen concreto, oficialmente es desconocido. Esto es lo que se ha venido denominando desde el siglo XX como el “problema sumerio.” En cualquier caso, es durante el período del Obeid cuando se producen avances que cristalizan en Uruk, y que sirven para considerar este momento como el inicio de la civilización sumeria.
Esta época de la instalación de los sumerios en la Baja Mesopotamia ha sido llamada por los arqueólogos época de Uruk.
La cultura de Uruk fue imponiéndose poco a poco, sin embargo no llegó a crearse un gran reino sino que era un país formado por varias ciudades-estado. Toda ciudad tenía un Zigurat (pirámide escalonada para observar los astros y hogar del Dios de la ciudad), un Palacio del rey, un Templo y asentamientos agrícolas en las afueras.
Existen indicios que demuestran que la historia retrocede mucho más en el tiempo de lo que siempre se ha creído, en una época remota en la que todavía no existían ni los seres humanos. Pero sí habitaban y reinaban en la Tierra otros seres. Una época remota enterrada por la arena del paso del tiempo, pero de la que conservamos algunos recuerdos.
Hasta finales del siglo XVIII, las fuentes de la Historia Antigua del Próximo Oriente se limitaban a las noticias transmitidas por el Antiguo Testamento y la tradición clásica antigua. El paso decisivo para acceder a los documentos originales se dio en 1802 al descifrar Grotefend algunas inscripciones cuneiformes persas. Su interpretación no se terminó hasta 1857, pero su conclusión tuvo importantes consecuencias, pues en esas lenguas (llamada hoy acadia) esta redactada la mayor parte de los documentos orientales de la antigüedad. Ya en 1821, Champollion en Egipto había descifrado también la escritura jeroglífica.
Desde mediados del siglo XIX el interés despertado por estas interpretaciones dio lugar a que casi todos los países cultos enviasen “misiones culturales” a Oriente para realizar prospecciones a fondo. En ellas, encontrarían textos escritos y restos de materiales de estas civilizaciones. Por ello, en su estudio, la arqueología ha tenido un papel importante sobre todo en los primeros periodos.
Hacia la segunda mitad del siglo XIX se excava Nínive y Khorsabad y descubren monumentales palacios, templos y sobre todo, la biblioteca de Asurbanipal, el último gran rey asirio, que había coleccionado todas las obras literarias y reliquias de babilonios, asirios y sumerios. Después se trabajar en las ruinas de Babilonia, y las ciudades sumerias de Ur,Uruk, Nippur, etc, así como Egipto. A comienzos del siglo XX son notables las excavaciones de Ur realizadas sacando a la luz la necrópolis real.
Como ya se comentó en párrafos anteriores, en la Baja Mesopotamia existían asentamientos humanos desde el 6700 AEC – 6500 AEC aproximadamente, sin embargo no existen registros escritos de esa etapa para conocer el origen del pueblo sumerio, y tampoco los cráneos hallados en los enterramientos aclaran el problema de su origen, debido a que están representadas tanto la dolicocefalia como la braquicefalia, con algunos testimonios del tipo armenoide.
Es interesante notar, que los cráneos hallados en las excavaciones, presentan estas “deformidades”; digo que es interesante porque estos cráneos también han sido hallados en otras partes del mundo, en donde en algún momento reinaron otras civilizaciones.
Uruk, la “Erec” bíblica y la árabe “Warka“, es el escenario de descubrimientos fundamentales para la historia de la humanidad, al menos la hipótesis aceptada desde el punto de vista de la arqueología oficial, aquí aparece la rueda en torno al 3500 AEC, y la escritura en el 3300 AEC, siendo ésta la datación más antigua de tablillas de arcilla con escritura cuneiforme encontrada hasta la fecha. Estos registros escritos confirman que los sumerios no eran un pueblo indoeuropeo, ni camita, ni semita, ni tampoco elamo-drávida. Así lo demuestra su lengua de tipo aglutinante. Por tanto se especula, como se ha dicho, que los sumerios no fueron el primer pueblo en asentarse en la baja Mesopotamia, quizás los sumerios ¿eran descendientes de una cultura mucho más antigua?. Ya se hizo mención a Mohenjo-Daro, que quizás pudo haber sido la cultura antecesora de los Sumerios.
La Cultura Sumeria: Documental
La difusión de los avances de la cultura de Uruk por el resto de Mesopotamia dio lugar al nacimiento de la cultura Sumeria. Estas técnicas permitieron la proliferación de las ciudades por nuevos territorios. Estas ciudades pronto se caracterizaron por la aparición de murallas, lo que parece indicar que las guerras entre ellas fueron frecuentes. También destaca la expansión de la escritura que saltó desde su papel administrativo y técnico hasta las primeras inscripciones dedicatorias en las estatuas consagradas de los templos.
Los Sumerios fueron habitantes de Sumeria, antigua región del Oriente Medio que formaba la parte sur de la antigua Mesopotamia, entre las planicies aluviales de los ríos Éufrates y Tigris. La región de Mesopotamia, nombre griego que significa “Entre los ríos”, comprendía distintas regiones como Sumeria al sur, Acad en el centro y Asiria en el norte. De acuerdo a las investigaciones, en la Baja Mesopotamia existieron asentamientos humanos desde el período Neolítico (6700- 6500 AEC) y Calcolítico (5500 – 5000 AEC), El Obeid (5000 – 4000 AEC), Uruk (4000 – 3200 AEC) y Yemdet Nasr (3200 – 3000 AEC). En muchas ciudades de esta civilización, se han hallado muchos objetos y documentos antiguos que testimonian las huellas de un pasado remoto sorprendente. La civilización sumeria está considerada como la primera y más antigua civilización del mundo, aceptado así por la arqueología moderna y oficial. Sin embargo, la procedencia de sus habitantes, los sumerios, es incierta y existen numerosas hipótesis. El término “sumerio” también se aplica a todos los hablantes de la lengua sumeria. En la lengua sumeria esta región era denominada Kengi (ki), equivalente al acadio mat Sumeri, esto es, la «tierra de Súmer».
El nombre “sumerio” fue dado por los semitas acadios quienes serían los sucesores en términos históricos de los Sumerios, pero aún se desconoce porque los Acadios llamaron a estas tierras Shumeru. Los Sumerios se hacían llamar a sí mismos sag-giga que significa literalmente “el pueblo de cabezas negras”. De acuerdo al historiador babilonioBeroso, los sumerios fueron “extranjeros de caras negras”; al emplear el término “extranjero”, Beroso bien nos podría estar sugiriendo que los sumerios provenían de alguna otra parte.
La lengua sumeria no tuvo parentesco con ninguna otra de su época, no ha habido ningún vocabulario en el mundo que se le pareciera. Era una lengua de tipo aglutinante (como el turco o finlandés), es decir, una palabra consta de una raíz que expresa un concepto y una partícula anexa que le da el significado. También se formaban palabras con dos raíces, por ejemplo: lu=hombre, gal=grande; lugal=hombre grande=rey.
Con los sumerios apareció lo que llamamos Civilización, con ellos aparecieron los rasgos tanto positivos como negativos de nuestra especie en sociedad. Cerca del año 3.000 AEC también aparecieron otras civilizaciones renombradas como la egipcia, la china o la cultura del Indo.
Toda la historia de Sumeria está embebida en el misterio, en este artículo trataremos de analizarla haciendo un repaso a sus leyendas y secretos, mostrando coincidencias con las religiones y costumbres actuales, algunos videos y entrevistas, imágenes y demás material que puede servir como evidencia a hipótesis sobre el verdadero origen de la raza humana.
Nos encontramos unas primeras culturas preurbanas hacia el 7.000 antes de la era común (AEC), que ya tenían artesanía y cerámica. El origen étnico de los sumerios es verdaderamente intrigante pues no corresponde con las tribus semitas que poblaban esas tierras. Las explicaciones más creíbles nos indican que seguramente fueran una evolución de las poblaciones autóctonas, otras teorías hablan que llegaron de la zona del mar Caspio y otros de la India.
Algunos estudios proponen que los sumerios provenían de la cultura que fundo la ciudad de Mohenjo-Daro. Esta antigua ciudad es considerada capital de la civilización del Indo. De acuerdo a la arqueología oficial, Mohenjo-Daro existió al rededor del 2600, sin embargo, nuevas investigaciones han llegado a los sorprendentes resultados de datación de unos 13.000 años AEC de antigüedad. Parte de las evidencias que apoyan esta hipótesis, son los restos de esqueletos encontrados en las excavaciones en 1960 que datan de 8.000 a 12.000 años AEC, pero lo que más impactó a los estudiosos de este hallazgo fue que los esqueletos estaban radiactivos. Pero de este tema hablamos más en detalle en nuestro artículo las antiguas ruinas de Mohenjo-Daro.
Estudios arqueológicos más resientes han demostrado que en toda esta zona de Mesopotamia existieron importantes migraciones, así que no sería ilógico pensar que por diferentes motivos, estos antiguos pueblos fundaron asentamientos en toda la región.
Tenemos la cultura llamada Obeid (hacia el 4.500 AEC), que se desarrolló en lo que se podría llamar el primer asentamiento urbano, Eridu, la cual se sabe por restos arqueológicos que tenía gobernante y templos, así como una gran cerámica, también construyeron canales.
Más tarde apareció la cultura de la ciudad de Uruk, auténtico precedente de la civilización sumeria. A Uruk se la puede considerar como la primera ciudad-estado ( 3.500-3.000), además es en donde se han encontrado los restos de escritura más antiguos, sin duda como respuesta a la complejidad de la organización urbana, estos primeros escritos están relacionados con la organización de los almacenes de los templos.
Así pues nos encontramos con el principio de una nueva cultura que sobrepasará a las anteriores y que ante esta nueva organización social pasará a llamarse Civilización.
Hacia el año 3500 AEC, y sobre este vastísimo fondo de cultura antigua, común a todo el Próximo Oriente, en el sur de la Mesopotamia, y en las orillas del golfo Pérsico, surgen, de golpe, según parece, los sumerios. ¿Quiénes eran los sumerios? ¿De dónde venían? ¿Cómo llegaron? No se ha podido responder todavía a estas preguntas: las «pruebas» arqueológicas e históricas son, a menudo, difíciles de establecer y además muy delicadas. La luz es, de momento, tan endeble sobre estas cuestiones, que ciertos especialistas han juzgado inútil plantear estos problemas y están dispuestos a considerar a los sumerios como los primeros y más antiguos habitantes de la zona. Sin embargo, actualmente parece más probable que los sumerios hayan venido de otra parte, como conquistadores o como masa de emigrantes y es muy posible que hubieran adoptado y asimilado rápidamente la cultura de sus predecesores con los que seguramente se integraron más o menos profundamente hasta transformarla totalmente a la medida de su propio genio, pero su origen concreto, oficialmente es desconocido. Esto es lo que se ha venido denominando desde el siglo XX como el “problema sumerio.” En cualquier caso, es durante el período del Obeid cuando se producen avances que cristalizan en Uruk, y que sirven para considerar este momento como el inicio de la civilización sumeria.
Esta época de la instalación de los sumerios en la Baja Mesopotamia ha sido llamada por los arqueólogos época de Uruk.
La cultura de Uruk fue imponiéndose poco a poco, sin embargo no llegó a crearse un gran reino sino que era un país formado por varias ciudades-estado. Toda ciudad tenía un Zigurat (pirámide escalonada para observar los astros y hogar del Dios de la ciudad), un Palacio del rey, un Templo y asentamientos agrícolas en las afueras.
Existen indicios que demuestran que la historia retrocede mucho más en el tiempo de lo que siempre se ha creído, en una época remota en la que todavía no existían ni los seres humanos. Pero sí habitaban y reinaban en la Tierra otros seres. Una época remota enterrada por la arena del paso del tiempo, pero de la que conservamos algunos recuerdos.
Hasta finales del siglo XVIII, las fuentes de la Historia Antigua del Próximo Oriente se limitaban a las noticias transmitidas por el Antiguo Testamento y la tradición clásica antigua. El paso decisivo para acceder a los documentos originales se dio en 1802 al descifrar Grotefend algunas inscripciones cuneiformes persas. Su interpretación no se terminó hasta 1857, pero su conclusión tuvo importantes consecuencias, pues en esas lenguas (llamada hoy acadia) esta redactada la mayor parte de los documentos orientales de la antigüedad. Ya en 1821, Champollion en Egipto había descifrado también la escritura jeroglífica.
Desde mediados del siglo XIX el interés despertado por estas interpretaciones dio lugar a que casi todos los países cultos enviasen “misiones culturales” a Oriente para realizar prospecciones a fondo. En ellas, encontrarían textos escritos y restos de materiales de estas civilizaciones. Por ello, en su estudio, la arqueología ha tenido un papel importante sobre todo en los primeros periodos.
Hacia la segunda mitad del siglo XIX se excava Nínive y Khorsabad y descubren monumentales palacios, templos y sobre todo, la biblioteca de Asurbanipal, el último gran rey asirio, que había coleccionado todas las obras literarias y reliquias de babilonios, asirios y sumerios. Después se trabajar en las ruinas de Babilonia, y las ciudades sumerias de Ur,Uruk, Nippur, etc, así como Egipto. A comienzos del siglo XX son notables las excavaciones de Ur realizadas sacando a la luz la necrópolis real.
Como ya se comentó en párrafos anteriores, en la Baja Mesopotamia existían asentamientos humanos desde el 6700 AEC – 6500 AEC aproximadamente, sin embargo no existen registros escritos de esa etapa para conocer el origen del pueblo sumerio, y tampoco los cráneos hallados en los enterramientos aclaran el problema de su origen, debido a que están representadas tanto la dolicocefalia como la braquicefalia, con algunos testimonios del tipo armenoide.
Es interesante notar, que los cráneos hallados en las excavaciones, presentan estas “deformidades”; digo que es interesante porque estos cráneos también han sido hallados en otras partes del mundo, en donde en algún momento reinaron otras civilizaciones.
Uruk, la “Erec” bíblica y la árabe “Warka“, es el escenario de descubrimientos fundamentales para la historia de la humanidad, al menos la hipótesis aceptada desde el punto de vista de la arqueología oficial, aquí aparece la rueda en torno al 3500 AEC, y la escritura en el 3300 AEC, siendo ésta la datación más antigua de tablillas de arcilla con escritura cuneiforme encontrada hasta la fecha. Estos registros escritos confirman que los sumerios no eran un pueblo indoeuropeo, ni camita, ni semita, ni tampoco elamo-drávida. Así lo demuestra su lengua de tipo aglutinante. Por tanto se especula, como se ha dicho, que los sumerios no fueron el primer pueblo en asentarse en la baja Mesopotamia, quizás los sumerios ¿eran descendientes de una cultura mucho más antigua?. Ya se hizo mención a Mohenjo-Daro, que quizás pudo haber sido la cultura antecesora de los Sumerios.
La Cultura Sumeria: Documental
La difusión de los avances de la cultura de Uruk por el resto de Mesopotamia dio lugar al nacimiento de la cultura Sumeria. Estas técnicas permitieron la proliferación de las ciudades por nuevos territorios. Estas ciudades pronto se caracterizaron por la aparición de murallas, lo que parece indicar que las guerras entre ellas fueron frecuentes. También destaca la expansión de la escritura que saltó desde su papel administrativo y técnico hasta las primeras inscripciones dedicatorias en las estatuas consagradas de los templos.
LENGUAJE Y ESCRITURA
Como bien mencionaba al principio, el idioma sumerio se considera una lengua aislada en la lingüística ya que no parece pertenecer a ninguna forma lingüística conocida; ha habido muchos intentos fallidos para conectar el idioma sumerio a otros grupos lingüísticos. Los sumerios inventaron los jeroglíficos pictóricos que más tarde se convirtieron en escritura cuneiforme, y su lengua junto con el del Antiguo Egipto compiten por el crédito de ser lenguaje humano escrito más antiguo que se conoce.
Los textos sumerios conocidos incluyen textos personales y cartas de negocios y transacciones, recibos, listas de léxico, leyes, himnos y plegarias, encantamientos mágicos e incluidos textos científicos de matemáticas, astronomía y medicina. Mucho de todo este material sobrevivió en el tiempo a través de copias y transcripciones. A pesar de que los semitas llegaron a ser la raza gobernante de esa región, el lenguaje de la religión y la ley en Mesopotamia seguía siendo el sumerio.
Nippur o la ciudad de Nimrod, a 80 kilómetros al sureste de Babilonia, fue excavada por la Universidad de Pensilvania bajo los arqueólogos Peters, Haynes y Hilprecht, entre 1.880 y 1.900. Se encontraron 50.000 tablillas que se cree que fueron escritas durante el tercer milenio AEC, incluyendo una biblioteca de 20.000 tomos, diccionarios y obras completas sobre religión, literatura, leyes y ciencias. También se hallaron archivos de unos Reyes muy longevos.
Existe algo llamado la Lista Real Sumeria, es un documento histórico dejado por los escribas de Mesopotamia y escrito en sumerio, refleja la sucesión de monarcas desde los primeros tiempos hasta aproximadamente las conquistas deHammurabi (1810-1750 AEC). Lo particular de esta “Lista” es que sus periodos parecen imposibles.
Desde el punto de vista histórico-comprobable, el primer rey mencionado en la lista es Mebagaresi (2631-2601) de la ciudad de Kish. Antes de este periodo se consideran como mitológicos a los antiguos gobernantes o reyes antediluvianos, es decir en el periodo antes del gran diluvio.
Estos textos de aspecto irrisorio, tan difíciles de comprender y de descifrar, han sido excavados en cantidades ingentes, de varios cientos de millares, que abarcan todas las actividades, todos los aspectos de la vida de sus redactores: gobierno, administración de justicia, economía, relaciones personales, ciencias de todos los tipos, historia, literatura y religión. Estudiando y descifrando el contenido de los vestigios, utensilios, estatuas, imágenes, templos, palacios y ciudades, puestos bajo la luz del sol por los arqueólogos, una pléyade de eruditos ha conseguido, después de medio siglo de trabajos y esfuerzos oscuros y encarnizados, no solamente redescubrir y colocar en su sitio de honor el nombre de los sumerios, sino también redescubrir el secreto y el mecanismo complejo de su escritura y de su idioma y, por si ello fuera poco, reconstruir, trozo por trozo, su extraordinaria aventura olvidada.
Como bien mencionaba al principio, el idioma sumerio se considera una lengua aislada en la lingüística ya que no parece pertenecer a ninguna forma lingüística conocida; ha habido muchos intentos fallidos para conectar el idioma sumerio a otros grupos lingüísticos. Los sumerios inventaron los jeroglíficos pictóricos que más tarde se convirtieron en escritura cuneiforme, y su lengua junto con el del Antiguo Egipto compiten por el crédito de ser lenguaje humano escrito más antiguo que se conoce.
Los textos sumerios conocidos incluyen textos personales y cartas de negocios y transacciones, recibos, listas de léxico, leyes, himnos y plegarias, encantamientos mágicos e incluidos textos científicos de matemáticas, astronomía y medicina. Mucho de todo este material sobrevivió en el tiempo a través de copias y transcripciones. A pesar de que los semitas llegaron a ser la raza gobernante de esa región, el lenguaje de la religión y la ley en Mesopotamia seguía siendo el sumerio.
Nippur o la ciudad de Nimrod, a 80 kilómetros al sureste de Babilonia, fue excavada por la Universidad de Pensilvania bajo los arqueólogos Peters, Haynes y Hilprecht, entre 1.880 y 1.900. Se encontraron 50.000 tablillas que se cree que fueron escritas durante el tercer milenio AEC, incluyendo una biblioteca de 20.000 tomos, diccionarios y obras completas sobre religión, literatura, leyes y ciencias. También se hallaron archivos de unos Reyes muy longevos.
Existe algo llamado la Lista Real Sumeria, es un documento histórico dejado por los escribas de Mesopotamia y escrito en sumerio, refleja la sucesión de monarcas desde los primeros tiempos hasta aproximadamente las conquistas deHammurabi (1810-1750 AEC). Lo particular de esta “Lista” es que sus periodos parecen imposibles.
Desde el punto de vista histórico-comprobable, el primer rey mencionado en la lista es Mebagaresi (2631-2601) de la ciudad de Kish. Antes de este periodo se consideran como mitológicos a los antiguos gobernantes o reyes antediluvianos, es decir en el periodo antes del gran diluvio.
Estos textos de aspecto irrisorio, tan difíciles de comprender y de descifrar, han sido excavados en cantidades ingentes, de varios cientos de millares, que abarcan todas las actividades, todos los aspectos de la vida de sus redactores: gobierno, administración de justicia, economía, relaciones personales, ciencias de todos los tipos, historia, literatura y religión. Estudiando y descifrando el contenido de los vestigios, utensilios, estatuas, imágenes, templos, palacios y ciudades, puestos bajo la luz del sol por los arqueólogos, una pléyade de eruditos ha conseguido, después de medio siglo de trabajos y esfuerzos oscuros y encarnizados, no solamente redescubrir y colocar en su sitio de honor el nombre de los sumerios, sino también redescubrir el secreto y el mecanismo complejo de su escritura y de su idioma y, por si ello fuera poco, reconstruir, trozo por trozo, su extraordinaria aventura olvidada.
LOS DIOSES SUMERIOS
El mundo sumerio es un descubrimiento que podríamos catalogar de moderno. Hasta podemos decir que es el mayor de los descubrimientos recientes en el terreno de la historia de la civilización. Muy poca gente se ha atrevido a hablar de forma abierta del tema, más allá de solo mencionar algunos puntos históricos, descubrimientos arqueológicos, etc.
Lo que de ellos se ha encontrado se ha tenido que ir a buscarlo a las entrañas de la tierra, por medio de profundas excavaciones. Y lo más corriente ha sido que el pico de los arqueólogos haya puesto al descubierto el modesto y frágil ladrillo, cocido o, aún más a menudo, crudo, en lugar de encontrarse con la piedra de las salas hipóstilas; no se han descubierto obeliscos gigantescos, enormes esfinges o estatuas imponentes y desmesuradas de faraones, sino modestas y extrañas esculturas.
Entre las principales figuras mitológicas adoradas por los sumerios, es posible citar:
- An (o Anu), dios del cielo;
- Nammu, la diosa-madre;
- Inanna, la diosa del amor y de la guerra (equivalente a la diosa Ishtar de los acadios);
- Enki en el templo de Erido, dios de la beneficencia, controlador del agua dulce de las profundidades debajo de la tierra;
- Utu en Sippar, el dios sol;
- Nanna, el dios luna en Ur;
- Enlil, el dios del viento.
Su panteón divino (dioses) estaba encabezado por An, “estrella”, cuyo signo era inicialmente una línea vertical cruzada por varias en horizontal y diagonal. Bajo su mando estaban sus hijos EnLil (“Señor del Aire”) y EnKi (“Señor de la Tierra”), formando un triplete divino (¿La Santísima Trinidad bíblica?) al que más tarde se uniría la diosa Nin.Mah (“Dama Excelsa”) o también Nin.hur.sag (“Dama de la cabeza de la montaña”).
Los reinados de los reyes antediluvianos eran medidos en sars -periodos de 3600 años, la siguiente unidad hasta 60 en el sistema sumerio (3600=60×60) , y en ners - unidades de 600.
Pues bien, esta lista sumeria de reyes antediluvianos, nos dice:
“Después de que la realeza descendiera del cielo, la realeza estuvo en Eridug (Eridu). En Eridug, Alulim se hizo rey y gobernó 28800 años.”
Si consultamos las referencias en la lista vemos que Alulim (o Adapa, hijo de Enki) de Eridug gobernó 8 sars (28800 años), es decir desde 453.600 al 388.800 antes del diluvio.
El primer conocimiento que tenemos a parte del Génesis, de una tradición similar vino a nosotros con Beroso, sacerdote de Babilonia, al rededor de 260 AEC. El trabajo de Beroso sobre astronomía y astrología fue traducido al griego, basando su historia en archivos del Templo de Marduk, copiados a su vez de inscripciones primitivas, muchas de las cuales han sido descubiertas; de su obra solo se pueden encontrar extractos en Josephus y Eusebio. De Beroso tenemos una lista de diez reyes quienes gobernaron el mundo antes del Diluvio (10 Reyes Longevos de Sumeria), que reinaron entre 10.000 a 60.000 años cada uno de ellos. “En los días de Xisuthro (Zinsuddu) –dice Beroso– ocurrió el Gran Diluvio” ¿Serán solo leyendas mitológicas?
“Después de que el diluvio hubiera terminado, y la realeza hubiera descendido del cielo, la realeza pasó a Kish”
A mi parecer, seguimos siendo demasiado arrogantes como para aceptar que estamos equivocados en muchos datos e información relevante de nuestros inicios como habitantes de este planeta.
“Son 11 ciudades allá donde la realeza fue ejercida. Un total de 134 reyes que en conjunto reinaron más de 28876 años”
A modo de ejemplo, de nuestra arrogancia muy influenciada por las religiones, incluso a modo de comparación, podemos hablar de los textos de Ebla. Ebla fue una antigua ciudad localizada en el norte de Siria, a unos 55 km al sureste de Alepo. Fue una importante ciudad-estado en dos periodos, primero en el 3000 AEC y luego entre el 1800 AEC y el 1650 AEC. El sitio es conocido hoy como Tell Mardikh, y es sobre todo famoso por los archivos con más de 20.000 tablillas cuneiformes, datadas alrededor de 2250 AEC en sumerio y en eblaíta; un desconocido idioma anterior al idioma semita similar al acadio.
El aspecto más importante de las tablas de Ebla es que contienen los nombres de 3 profetas que se mencionan en la Tora, recordemos que las tablas de Ebla son 1500 años más antiguas que La Tora. Aquí podemos hacer una comparación a modo de pregunta ¿heredó La Torá su contenido (o parte de el) de textos más antiguos como los sumerios?
El mundo sumerio es un descubrimiento que podríamos catalogar de moderno. Hasta podemos decir que es el mayor de los descubrimientos recientes en el terreno de la historia de la civilización. Muy poca gente se ha atrevido a hablar de forma abierta del tema, más allá de solo mencionar algunos puntos históricos, descubrimientos arqueológicos, etc.
Lo que de ellos se ha encontrado se ha tenido que ir a buscarlo a las entrañas de la tierra, por medio de profundas excavaciones. Y lo más corriente ha sido que el pico de los arqueólogos haya puesto al descubierto el modesto y frágil ladrillo, cocido o, aún más a menudo, crudo, en lugar de encontrarse con la piedra de las salas hipóstilas; no se han descubierto obeliscos gigantescos, enormes esfinges o estatuas imponentes y desmesuradas de faraones, sino modestas y extrañas esculturas.
Entre las principales figuras mitológicas adoradas por los sumerios, es posible citar:
- An (o Anu), dios del cielo;
- Nammu, la diosa-madre;
- Inanna, la diosa del amor y de la guerra (equivalente a la diosa Ishtar de los acadios);
- Enki en el templo de Erido, dios de la beneficencia, controlador del agua dulce de las profundidades debajo de la tierra;
- Utu en Sippar, el dios sol;
- Nanna, el dios luna en Ur;
- Enlil, el dios del viento.
Su panteón divino (dioses) estaba encabezado por An, “estrella”, cuyo signo era inicialmente una línea vertical cruzada por varias en horizontal y diagonal. Bajo su mando estaban sus hijos EnLil (“Señor del Aire”) y EnKi (“Señor de la Tierra”), formando un triplete divino (¿La Santísima Trinidad bíblica?) al que más tarde se uniría la diosa Nin.Mah (“Dama Excelsa”) o también Nin.hur.sag (“Dama de la cabeza de la montaña”).
Los reinados de los reyes antediluvianos eran medidos en sars -periodos de 3600 años, la siguiente unidad hasta 60 en el sistema sumerio (3600=60×60) , y en ners - unidades de 600.
Pues bien, esta lista sumeria de reyes antediluvianos, nos dice:
“Después de que la realeza descendiera del cielo, la realeza estuvo en Eridug (Eridu). En Eridug, Alulim se hizo rey y gobernó 28800 años.”
Si consultamos las referencias en la lista vemos que Alulim (o Adapa, hijo de Enki) de Eridug gobernó 8 sars (28800 años), es decir desde 453.600 al 388.800 antes del diluvio.
El primer conocimiento que tenemos a parte del Génesis, de una tradición similar vino a nosotros con Beroso, sacerdote de Babilonia, al rededor de 260 AEC. El trabajo de Beroso sobre astronomía y astrología fue traducido al griego, basando su historia en archivos del Templo de Marduk, copiados a su vez de inscripciones primitivas, muchas de las cuales han sido descubiertas; de su obra solo se pueden encontrar extractos en Josephus y Eusebio. De Beroso tenemos una lista de diez reyes quienes gobernaron el mundo antes del Diluvio (10 Reyes Longevos de Sumeria), que reinaron entre 10.000 a 60.000 años cada uno de ellos. “En los días de Xisuthro (Zinsuddu) –dice Beroso– ocurrió el Gran Diluvio” ¿Serán solo leyendas mitológicas?
“Después de que el diluvio hubiera terminado, y la realeza hubiera descendido del cielo, la realeza pasó a Kish”
A mi parecer, seguimos siendo demasiado arrogantes como para aceptar que estamos equivocados en muchos datos e información relevante de nuestros inicios como habitantes de este planeta.
“Son 11 ciudades allá donde la realeza fue ejercida. Un total de 134 reyes que en conjunto reinaron más de 28876 años”
A modo de ejemplo, de nuestra arrogancia muy influenciada por las religiones, incluso a modo de comparación, podemos hablar de los textos de Ebla. Ebla fue una antigua ciudad localizada en el norte de Siria, a unos 55 km al sureste de Alepo. Fue una importante ciudad-estado en dos periodos, primero en el 3000 AEC y luego entre el 1800 AEC y el 1650 AEC. El sitio es conocido hoy como Tell Mardikh, y es sobre todo famoso por los archivos con más de 20.000 tablillas cuneiformes, datadas alrededor de 2250 AEC en sumerio y en eblaíta; un desconocido idioma anterior al idioma semita similar al acadio.
El aspecto más importante de las tablas de Ebla es que contienen los nombres de 3 profetas que se mencionan en la Tora, recordemos que las tablas de Ebla son 1500 años más antiguas que La Tora. Aquí podemos hacer una comparación a modo de pregunta ¿heredó La Torá su contenido (o parte de el) de textos más antiguos como los sumerios?
LA RELIGIÓN Y LA ASTRONOMÍA DE LOS SUMERIOS
Para los sumerios, que observaban el cielo y conocían los ciclos de los eclipses lunares, sus dioses estaban allá arriba. Diferenciaban aquellos menores, los “igigi” o “vigilantes”, de los que se movían de forma distinta por la eclíptica (planetas). Así, la diosa Inanna, del amor y la guerra (Ishtar para los acadios), era Venus. Por su parte la Luna era Nannar, hijo de Enlil (el símbolo de Nannar era una luna en creciente, símbolo del Islam que comparte también personajes con el judaísmo y por ende el catolicismo), y así sucesivamente con otros astros que habían comprendido eran “especiales”.
Habían dividido el firmamento en tres caminos. El inferior que llegaba hasta el suelo era dominio de Enki, de ahí que fuese el señor de la tierra. Como desde algunos lugares no se veía más que mar, los acadios lo llamaron Ea (“El que tiene su casa en el agua”). Los dioses sumerios, acadios y babilonios eran los mismos, a excepción del supremo de éstos últimos que era de nueva creación, se llamaba Marduk y era hijo de Ea/Enki. El camino central, por su parte, era el dominio de An. El superior, de Enlil, de ahí que fuese considerado el señor del aire o quizá más concretamente “de las alturas”.
Los babilonios, en un extraordinario compendio astronómino denominado “Mul.Apin” (“Estrella Arado”), asignaron estrellas y constelaciones a los distintos caminos. La estrella arado, cuya identificación no está del todo clara, ascendía en el mes de Ninsanu (del 15 de Marzo al 15 de Abril) en el equinoccio de primavera, señalizando el inicio del arado y la siembra. Era como Sirio para los egipcios.
Es de interés recalcar que tanto los Sumerios, los Egipcios, los Olmecas, Mayas y otras culturas similares, hablaban de los Dioses del Cielo, y tenían un complejo sistema de estudio de la astronomía y un entendimiento claro de las constelaciones y planetas.
Según se entiende, los Sumerios descubrieron la relación de nuestro Sol con las Pléyades. Las Pleyades son un sistema de soles o estrellas que giran alrededor de una estrella central llamada Alción (Alcyon o Alcyone). El sol también forma parte de este conjunto, a nuestra galaxia entera (La Vía Láctea) le toma 25.900 años completar una órbita alrededor de Alcion. Como se ve, los planetas giran al rededor de nuestro Sol, y nuestra galaxia gira al rededor de una galaxia mayor; todo parece ser un conjunto entero de galaxias. Es sorprendente que los Sumerios hayan podido saber esto, pero no es descabellado ya que los Mayas también hablaron en su momento de las Pléyades y la órbita que hace la Vía Láctea al rededor de Alción. ¿Coincidencia? Lo dudo.
El cúmulo de las Pléyades o “las Siete Hermanas”, se ha tomado como referencia en muchas culturas del pasado. Su nombre corresponde en la mitología griega a las siete hijas de Atlas y Pleione, colocadas por Zeus entre las estrellas. También en la Biblia aparece alguna referencia a la Pléyades (Job 38:31). Los antiguos aztecas de Méjico y América Central basaban su calendario en las Pléyades.
Pero aquí no acaba la cosa, otra de las constelaciones muy nombradas por civilizaciones antiguas como la Maya y la Egipcia es Orión.
Se cree que los sumerios eran gente temerosa de sus dioses y con un profundo sentido de la amistad. Compartían fraternalmente sus desgracias y creían que los dioses habían creado al hombre para que les sirvieran diligentemente. Su concepto del mundo era bastante agorero; la humanidad estaba predestinada a sufrir porque los dioses así lo habían decretado.
En 1880 el investigador alemán Julius Wellhausen publicó Prolegomena to the History of Israel. En él recogía evidencias en relación a la Torá de que Moisés no pudo haber escrito los textos capitales del Pentateuco, (los cinco primeros libros de la biblia judía). Wellhausen defendía incluso la hipótesis de que estos relatos que hablan de los Elohim o Seres Brillantes equivalentes a los Annunakis (de quienes hablaremos más alante), procedían de fuentes más antiguas, más tarde identificadas como Sumerias. Posterior a Wellhausen, los avances en la crítica textual-religiosa han convencido a muchos expertos e historiadores de que estos textos, en la forma en que nosotros los conocemos actualmente, fueron tomados y adaptados de varias fuentes, ya sabemos que la fuente es Sumeria.
Para aclarar el término Elohim, es una palabra hebrea usada por judíos y eclesiásticos, es la forma en que se denominaba a “Dios”, pero Elohim sería su plural, es decir: dioses. En la biblia original, la hebrea, no se habla de un (1) dios sino de dioses….los Elohim. Fue tiempo después que se comenzó a usar en singular “Dios” cuando se “unificó” la religión monoteísta, es decir la que adora a un solo Dios.
El zodíaco también fue un invento de los sumerios. Originalmente disponía de 17 o 18 signos, cuestión aún poco clara, pero que contenían absolutamente todos los signos que hoy usamos. Posteriormente serían los babilonios, y no los griegos, los que les darían forma final reduciendo su número a 12.
La civilización sumeria llegó a ser tan avanzada que en las escuelas de sus ciudades-estado se enseñaba no sólo matemáticas y escritura sino también biología, zoología, geografía, teología y botánica. Los sumerios fueron los primeros en desarrollar la escritura, fueron los primeros en realizar composiciones literarias, en organizar una biblioteca y en crear un lenguaje musical. La cultura sumeria surgió prácticamente de las tinieblas en tiempos neolíticos, ¿cómo es posible que en tan poco tiempo haya alcanzado un nivel tan alto?
Todo esto nos aclara expresamente cómo ha influido la cultura Sumeria en el hombre actual, puesto que nuestras creencias religiosas nacieron de la misma semilla, aunque actualmente están diseminadas y distorsionadas.
Podemos seguir evidenciando otras similitudes:
- Existía una trinidad de dioses mayores (Enlil, Enki, An).
- También existían dioses y diosas patronos o protectores de una determinada ciudad
- Nammu creó el cielo y la tierra (que se la dio a Ki y a An), su hijo Enlil creó la atmósfera, el viento, la tormenta y separó el día de la noche. Enlil y Ki crearon los animales y las plantas. Los hombres fueron creados por Enki y Ki para servir a los dioses.
- Ki creó con la costilla de Enki una diosa, Nin-ti, que significa mujer de la costilla. (La Eva bíblica)
- Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales (serpientes, hienas, escorpiones o leones) un lugar sin terror, pero Enki descubrió un comportamiento inadecuado en los humanos y los expulsó. Es el paraíso bíblico…el jardín de Edén.
La biblia nos dice que el Edén (palabra de origén acadio, un pueblo de estirpe semita que significa “lugar puro y natural”) era un huerto o jardín que habría existido, indicando su existencia en una región que se hallaría en el Cercano Oriente. Se dice que de él salía un río que se dividía en cuatro, a saber: río Pisón (o Wadi Baton), rodeando la tierra de Habila; río Gihón (o Karun), rodeando la tierra de Etiopía; río Hidekel (río Tígris), al oriente de Asiria y el río Éufrates. Para más detalles de Edén, invito a leer el artículo Adán, Eva, el Paraíso y el Edén
Los sumerios, así como los mayas y los egipcios, eran grandes observadores del cielo. La regularidad del movimiento estelar era algo que todos registraban con respeto divino y estudiaban con curiosidad. Sin embargo, la formulación de teorías astronómicas sería algo propio de la ciencia moderna, a pesar de algunas excepciones. En general, la observación de los astros adquiría matices religiosos, o a veces sus anotaciones servían para la temporalización de la vida cotidiana.
Por eso no es de extrañar que los pueblos antiguos registraran muy bien los movimientos de objetos celestes como Júpiter o la Luna, pero que no desarrollaran la idea de que existían planetas rotando alrededor del Sol. Sólo observaban y usaban su sentido común, el cual les hablaba de una Tierra quieta, por cuyo cielo desfilaban estrellas de origen desconocido. Sin embargo, grabados en piedra que han sido encontrados nos dicen de una forma sorprendente que los sumerios conocían muy bien la rotación de planetas a través de sus órbitas al rededor del Sol.
¿Sería posible que los sumerios hayan desarrollado la teoría heliocéntrica y conocido todos los planetas de nuestro sistema solar? La respuesta más posible es no. Más allá de las limitaciones epistemológicas, las observaciones astronómicas sumerias registraban a los planetas que sólo podemos observar con nuestro ojo, lente incapaz de captar las señales de Neptuno, Urano y Plutón. Si no podían, entonces ¿cómo obtuvieron éste conocimiento? o ¿desarrollaron los sumerios una tecnología avanzada de la que nosotros en la actualidad no sepamos?
La Tecnología de los Dioses
Las costumbres y la mitología sumeria influyeron en grado sumo en las culturas adyacentes, algo lógico si tenemos en cuenta que tanto sumerios como acadios y babilonios, así como los asirios, eran herederos en un mismo legado y todas fueron potencias predominantes en la zona. El Enuma Elish babilonio/asirio, el poema de la creación, es el espejo donde se miró el Génesis bíblico. Tanto es así que encontramos plagios evidentes a lo largo del Génesis. Recordemos que el Génesis es el relato bíblico de la creación, al compararlo con el relato sumerio de la creación encontraremos gran cantidad de similitudes.
Enuma Elish es un poema babilónico que narra el origen del mundo. Enuma Elish significa en acadio “cuando en lo alto-cuando en las alturas“, y son las dos primeras palabras del poema. Está recogido en unas tablillas halladas en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal. En el relato, el héroe es el dios Marduk quien derrota al monstruo Tiamat.
“Cuando, en las alturas, el Cielo no había recibido nombre, y abajo, el suelo firme [la Tierra] no había sido llamado; nada, salvo el primordial APSU (el sol), su Engendrador, MUMMU (Mercurio) y TIAMAT (planeta desconocido) -la que les dio a luz a todos; sus aguas se entremezclaron. Ninguna caña se había formado aún, ni tierra pantanosa había aparecido. Ninguno de los dioses había sido traído al ser aún, nadie llevaba un nombre, sus destinos eran inciertos; fue entonces cuando se formaron los dioses en medio de ellos“.
El relato deja claro más adelante que Mummu era el ayudante de confianza y emisario de Apsu: una buena descripción de Mercurio, el pequeño planeta que gira con rapidez alrededor de su gigante señor. De hecho, ésta era la idea que los antiguos griegos y romanos tenían del dios-planeta Mercurio: el rápido mensajero de los dioses.
Hoy sabemos que Enuma Elish es un compendio de leyendas más antiguas y de origen sumerio, como correspondería a toda buena creencia babilonia que se precie, pareciera ser la historia del nacimiento de nuestro Sistema Solar. El Enuma Elish se escribió en siete tablillas y el Génesis bíblico se desarrolló en siete días. Dios descansó en el séptimo día del Génesis y la séptima tablilla del Enuma Elish es una apreciación de la obra de su dios. Se narra la construcción de Babilum (“Pórtico de los dioses”, Babilonia), y su zigurat dedicado a Marduk, aunque originariamente lo era a Enlil; en la Biblia se nos habla de la “Torre de Babel”. Los ejemplos son innumerables. El caos, el abismo sobre las aguas o “Tehom”, se llama Ti-amat en el Enuma Elish, y era el monstruo que representaba el desorden.
La práctica totalidad de las historias y personajes bíblicos, además, están basados en historias de origen sumerio. Así, los diez primeros patriarcas bíblicos son los mismos que los reyes prediluvianos sumerios. Entre los diez reyes antediluvianos encontramos a Alulim, que fue “el que esparció la semilla” (Adán), a su hijo Alalgar (Set), y a otros como el pastor Dumuzid que fue asesinado (Abel), a Enmenduranna (que conocía los secretos de los cielos, Enoch), Enmengalanna (que sabía cómo conseguir la intercesión de los dioses, como Enós y sus oraciones), al mencionado Ziusudra (Noé) y al padre de éste Ubar-Tutu (Lámek). En Súmer fueron los dioses los que decidieron la destrucción del hombre a causa de su maldad, como en el Génesis, pero sólo uno de ellos (Enki) se apiadó de la humanidad y encomendó a un hombre construir un barco y llenarlo de animales.
Los Gigantes: El Libro de Enoch (Las imágenes del video son descriptivas)
Para los sumerios, que observaban el cielo y conocían los ciclos de los eclipses lunares, sus dioses estaban allá arriba. Diferenciaban aquellos menores, los “igigi” o “vigilantes”, de los que se movían de forma distinta por la eclíptica (planetas). Así, la diosa Inanna, del amor y la guerra (Ishtar para los acadios), era Venus. Por su parte la Luna era Nannar, hijo de Enlil (el símbolo de Nannar era una luna en creciente, símbolo del Islam que comparte también personajes con el judaísmo y por ende el catolicismo), y así sucesivamente con otros astros que habían comprendido eran “especiales”.
Habían dividido el firmamento en tres caminos. El inferior que llegaba hasta el suelo era dominio de Enki, de ahí que fuese el señor de la tierra. Como desde algunos lugares no se veía más que mar, los acadios lo llamaron Ea (“El que tiene su casa en el agua”). Los dioses sumerios, acadios y babilonios eran los mismos, a excepción del supremo de éstos últimos que era de nueva creación, se llamaba Marduk y era hijo de Ea/Enki. El camino central, por su parte, era el dominio de An. El superior, de Enlil, de ahí que fuese considerado el señor del aire o quizá más concretamente “de las alturas”.
Los babilonios, en un extraordinario compendio astronómino denominado “Mul.Apin” (“Estrella Arado”), asignaron estrellas y constelaciones a los distintos caminos. La estrella arado, cuya identificación no está del todo clara, ascendía en el mes de Ninsanu (del 15 de Marzo al 15 de Abril) en el equinoccio de primavera, señalizando el inicio del arado y la siembra. Era como Sirio para los egipcios.
Es de interés recalcar que tanto los Sumerios, los Egipcios, los Olmecas, Mayas y otras culturas similares, hablaban de los Dioses del Cielo, y tenían un complejo sistema de estudio de la astronomía y un entendimiento claro de las constelaciones y planetas.
Según se entiende, los Sumerios descubrieron la relación de nuestro Sol con las Pléyades. Las Pleyades son un sistema de soles o estrellas que giran alrededor de una estrella central llamada Alción (Alcyon o Alcyone). El sol también forma parte de este conjunto, a nuestra galaxia entera (La Vía Láctea) le toma 25.900 años completar una órbita alrededor de Alcion. Como se ve, los planetas giran al rededor de nuestro Sol, y nuestra galaxia gira al rededor de una galaxia mayor; todo parece ser un conjunto entero de galaxias. Es sorprendente que los Sumerios hayan podido saber esto, pero no es descabellado ya que los Mayas también hablaron en su momento de las Pléyades y la órbita que hace la Vía Láctea al rededor de Alción. ¿Coincidencia? Lo dudo.
El cúmulo de las Pléyades o “las Siete Hermanas”, se ha tomado como referencia en muchas culturas del pasado. Su nombre corresponde en la mitología griega a las siete hijas de Atlas y Pleione, colocadas por Zeus entre las estrellas. También en la Biblia aparece alguna referencia a la Pléyades (Job 38:31). Los antiguos aztecas de Méjico y América Central basaban su calendario en las Pléyades.
Pero aquí no acaba la cosa, otra de las constelaciones muy nombradas por civilizaciones antiguas como la Maya y la Egipcia es Orión.
Se cree que los sumerios eran gente temerosa de sus dioses y con un profundo sentido de la amistad. Compartían fraternalmente sus desgracias y creían que los dioses habían creado al hombre para que les sirvieran diligentemente. Su concepto del mundo era bastante agorero; la humanidad estaba predestinada a sufrir porque los dioses así lo habían decretado.
En 1880 el investigador alemán Julius Wellhausen publicó Prolegomena to the History of Israel. En él recogía evidencias en relación a la Torá de que Moisés no pudo haber escrito los textos capitales del Pentateuco, (los cinco primeros libros de la biblia judía). Wellhausen defendía incluso la hipótesis de que estos relatos que hablan de los Elohim o Seres Brillantes equivalentes a los Annunakis (de quienes hablaremos más alante), procedían de fuentes más antiguas, más tarde identificadas como Sumerias. Posterior a Wellhausen, los avances en la crítica textual-religiosa han convencido a muchos expertos e historiadores de que estos textos, en la forma en que nosotros los conocemos actualmente, fueron tomados y adaptados de varias fuentes, ya sabemos que la fuente es Sumeria.
Para aclarar el término Elohim, es una palabra hebrea usada por judíos y eclesiásticos, es la forma en que se denominaba a “Dios”, pero Elohim sería su plural, es decir: dioses. En la biblia original, la hebrea, no se habla de un (1) dios sino de dioses….los Elohim. Fue tiempo después que se comenzó a usar en singular “Dios” cuando se “unificó” la religión monoteísta, es decir la que adora a un solo Dios.
El zodíaco también fue un invento de los sumerios. Originalmente disponía de 17 o 18 signos, cuestión aún poco clara, pero que contenían absolutamente todos los signos que hoy usamos. Posteriormente serían los babilonios, y no los griegos, los que les darían forma final reduciendo su número a 12.
La civilización sumeria llegó a ser tan avanzada que en las escuelas de sus ciudades-estado se enseñaba no sólo matemáticas y escritura sino también biología, zoología, geografía, teología y botánica. Los sumerios fueron los primeros en desarrollar la escritura, fueron los primeros en realizar composiciones literarias, en organizar una biblioteca y en crear un lenguaje musical. La cultura sumeria surgió prácticamente de las tinieblas en tiempos neolíticos, ¿cómo es posible que en tan poco tiempo haya alcanzado un nivel tan alto?
Todo esto nos aclara expresamente cómo ha influido la cultura Sumeria en el hombre actual, puesto que nuestras creencias religiosas nacieron de la misma semilla, aunque actualmente están diseminadas y distorsionadas.
Podemos seguir evidenciando otras similitudes:
- Existía una trinidad de dioses mayores (Enlil, Enki, An).
- También existían dioses y diosas patronos o protectores de una determinada ciudad
- Nammu creó el cielo y la tierra (que se la dio a Ki y a An), su hijo Enlil creó la atmósfera, el viento, la tormenta y separó el día de la noche. Enlil y Ki crearon los animales y las plantas. Los hombres fueron creados por Enki y Ki para servir a los dioses.
- Ki creó con la costilla de Enki una diosa, Nin-ti, que significa mujer de la costilla. (La Eva bíblica)
- Enki creó un lugar donde el hombre podía vivir sin miedo a los animales (serpientes, hienas, escorpiones o leones) un lugar sin terror, pero Enki descubrió un comportamiento inadecuado en los humanos y los expulsó. Es el paraíso bíblico…el jardín de Edén.
La biblia nos dice que el Edén (palabra de origén acadio, un pueblo de estirpe semita que significa “lugar puro y natural”) era un huerto o jardín que habría existido, indicando su existencia en una región que se hallaría en el Cercano Oriente. Se dice que de él salía un río que se dividía en cuatro, a saber: río Pisón (o Wadi Baton), rodeando la tierra de Habila; río Gihón (o Karun), rodeando la tierra de Etiopía; río Hidekel (río Tígris), al oriente de Asiria y el río Éufrates. Para más detalles de Edén, invito a leer el artículo Adán, Eva, el Paraíso y el Edén
Los sumerios, así como los mayas y los egipcios, eran grandes observadores del cielo. La regularidad del movimiento estelar era algo que todos registraban con respeto divino y estudiaban con curiosidad. Sin embargo, la formulación de teorías astronómicas sería algo propio de la ciencia moderna, a pesar de algunas excepciones. En general, la observación de los astros adquiría matices religiosos, o a veces sus anotaciones servían para la temporalización de la vida cotidiana.
Por eso no es de extrañar que los pueblos antiguos registraran muy bien los movimientos de objetos celestes como Júpiter o la Luna, pero que no desarrollaran la idea de que existían planetas rotando alrededor del Sol. Sólo observaban y usaban su sentido común, el cual les hablaba de una Tierra quieta, por cuyo cielo desfilaban estrellas de origen desconocido. Sin embargo, grabados en piedra que han sido encontrados nos dicen de una forma sorprendente que los sumerios conocían muy bien la rotación de planetas a través de sus órbitas al rededor del Sol.
¿Sería posible que los sumerios hayan desarrollado la teoría heliocéntrica y conocido todos los planetas de nuestro sistema solar? La respuesta más posible es no. Más allá de las limitaciones epistemológicas, las observaciones astronómicas sumerias registraban a los planetas que sólo podemos observar con nuestro ojo, lente incapaz de captar las señales de Neptuno, Urano y Plutón. Si no podían, entonces ¿cómo obtuvieron éste conocimiento? o ¿desarrollaron los sumerios una tecnología avanzada de la que nosotros en la actualidad no sepamos?
La Tecnología de los Dioses
Las costumbres y la mitología sumeria influyeron en grado sumo en las culturas adyacentes, algo lógico si tenemos en cuenta que tanto sumerios como acadios y babilonios, así como los asirios, eran herederos en un mismo legado y todas fueron potencias predominantes en la zona. El Enuma Elish babilonio/asirio, el poema de la creación, es el espejo donde se miró el Génesis bíblico. Tanto es así que encontramos plagios evidentes a lo largo del Génesis. Recordemos que el Génesis es el relato bíblico de la creación, al compararlo con el relato sumerio de la creación encontraremos gran cantidad de similitudes.
Enuma Elish es un poema babilónico que narra el origen del mundo. Enuma Elish significa en acadio “cuando en lo alto-cuando en las alturas“, y son las dos primeras palabras del poema. Está recogido en unas tablillas halladas en las ruinas de la biblioteca de Asurbanipal. En el relato, el héroe es el dios Marduk quien derrota al monstruo Tiamat.
“Cuando, en las alturas, el Cielo no había recibido nombre, y abajo, el suelo firme [la Tierra] no había sido llamado; nada, salvo el primordial APSU (el sol), su Engendrador, MUMMU (Mercurio) y TIAMAT (planeta desconocido) -la que les dio a luz a todos; sus aguas se entremezclaron. Ninguna caña se había formado aún, ni tierra pantanosa había aparecido. Ninguno de los dioses había sido traído al ser aún, nadie llevaba un nombre, sus destinos eran inciertos; fue entonces cuando se formaron los dioses en medio de ellos“.
El relato deja claro más adelante que Mummu era el ayudante de confianza y emisario de Apsu: una buena descripción de Mercurio, el pequeño planeta que gira con rapidez alrededor de su gigante señor. De hecho, ésta era la idea que los antiguos griegos y romanos tenían del dios-planeta Mercurio: el rápido mensajero de los dioses.
Hoy sabemos que Enuma Elish es un compendio de leyendas más antiguas y de origen sumerio, como correspondería a toda buena creencia babilonia que se precie, pareciera ser la historia del nacimiento de nuestro Sistema Solar. El Enuma Elish se escribió en siete tablillas y el Génesis bíblico se desarrolló en siete días. Dios descansó en el séptimo día del Génesis y la séptima tablilla del Enuma Elish es una apreciación de la obra de su dios. Se narra la construcción de Babilum (“Pórtico de los dioses”, Babilonia), y su zigurat dedicado a Marduk, aunque originariamente lo era a Enlil; en la Biblia se nos habla de la “Torre de Babel”. Los ejemplos son innumerables. El caos, el abismo sobre las aguas o “Tehom”, se llama Ti-amat en el Enuma Elish, y era el monstruo que representaba el desorden.
La práctica totalidad de las historias y personajes bíblicos, además, están basados en historias de origen sumerio. Así, los diez primeros patriarcas bíblicos son los mismos que los reyes prediluvianos sumerios. Entre los diez reyes antediluvianos encontramos a Alulim, que fue “el que esparció la semilla” (Adán), a su hijo Alalgar (Set), y a otros como el pastor Dumuzid que fue asesinado (Abel), a Enmenduranna (que conocía los secretos de los cielos, Enoch), Enmengalanna (que sabía cómo conseguir la intercesión de los dioses, como Enós y sus oraciones), al mencionado Ziusudra (Noé) y al padre de éste Ubar-Tutu (Lámek). En Súmer fueron los dioses los que decidieron la destrucción del hombre a causa de su maldad, como en el Génesis, pero sólo uno de ellos (Enki) se apiadó de la humanidad y encomendó a un hombre construir un barco y llenarlo de animales.
Los Gigantes: El Libro de Enoch (Las imágenes del video son descriptivas)
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