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miércoles, 7 de septiembre de 2016

EL MISTICISMO DE LA MASONERIA 2 de 5

EL MISTICISMO DE LA MASONERIA 2 de 5
Clymer Swinburne

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"América (el viejo continente) estaba evidentemente poblado por el (aún más viejo) continente (el autor tenía sin duda en mente la Lemuria) porque sólo hubo ocho (un número supuesto) personas salvadas del Diluvio (Lemuria); la parte principal de su posteridad, durante la totalidad del primer siglo después de ese acontecimiento ocupó el centro mismo de Asia. Algunos (autoridades aceptadas) dicen que América estaba poblada por los Cartagineses que poseían las Islas del Cabo Verde, que sólo están a tres semanas de viaje de ese continente. Sus naves, con mujeres y niños a bordo, debieron haber perdido las Islas designadas, antes de la invención del compás; y si esto es así, estas personas habrían sido llevadas inevitablemente por los vientos, hacia la costa de América. Otros, juzgando por la similitud de algunos ritos religiosos, han conjeturado que América fue poblada por las Diez Tribus, cuando la dispersión de Israel. Algunos piensan, que ésta recibió su población de la China o Japón; otros, que estaba colonizada por algunas tribus vagabundas de Jafet, que penetraron por las regiones no holladas de Norte América, por los estrechos del Asia. Hay quienes han llegado hasta la audacia de decir que América no fue inundada por el Diluvio y que, en consecuencia, los aborígenes eran Antidiluvianos, la gente más antigua de la tierra. Otros suponen que hubo unos pocos individuos en este vasto continente, que salvaron del Diluvio y que pudieron haberlo repoblado sin dificultad. También se nos dice que América fue poblada después del Diluvio, al mismo tiempo que lo fueron (communibus annis) otras partes de la tierra, equidistantes del punto donde se supone que fue a posarse el Arca" porque la gran división del Hemisferio en Oriental y Occidental, a través del efecto natural de las causas producidas a raíz del Diluvio, no tuvo lugar sino hasta medio siglo después de tal acontecimiento; y así, un asunto que ha intrigado por igual a los historiadores y filósofos más letrados, y que ha dado campo a las más complicadas disertaciones, es decir, cómo fue poblada América, parece tornarse sencilla y fácil, como lo son todas aquellas preguntas que se someten a la prueba de la verdad, al testimonio seguro de la Escritura Sagrada. Robertson supone que los Americanos tuvieron su origen en los Asiáticos, y apoya sus conjeturas en algunas antiguas tradiciones de los Mejicanos, que atribuyen su población primitiva a una horda, de un remoto país del Noroeste, cuyo progreso gradual desde la costa nórdica donde desembarcaron, hasta las provincias interiores, puede seguirse fácilmente. Y, en la infancia del Cristianismo, se dice que Méjico tenía un grado de civilización más avanzado (cultura), que Dinamarca, Suecia o Rusia.

"De cualquier pueblo que América haya descendido, o cualquiera que sea la forma de cómo se pobló primero, con seres humanos, el vasto continente, lo cierto es que los primeros habitantes trajeron con ellos (o desarrollaron) un sistema de Misterios que usaban con fines de adoración religiosa y, aunque este sistema, con el transcurso del tiempo, se perdió casi del todo entre las tribus dispersas que llevaban una vida vagabunda en sus selvas espesas, -sin embargo, muchas de las verdades en que se basaba, se conservaron en forma desfigurada por las dos grandes naciones que se habían establecido a cada uno de los lados del Istmo de Panamá". Oliver, Historia de la Iniciación.

Aunque hay mucho de verdad en estas teorías y suposiciones, todas están fundamentalmente erradas. Esto se debe a la circunstancia de que no se ha dado ningún valor al hecho básico y que no se puede negar; de que lo que ahora se conoce como América estaba habitado por gente completamente distinta de la que aquí encontró Eric el Rojo.

Los Indios del Perú, eran conocidos como los Hijos del, Sol. Ahora bien, es un hecho que Lemuria, era el Continente del Sol, y sus habitantes de piel cobriza (torpemente llamados negros) fueron los primitivos Hijos del Sol y fueron los primeros adoradores del Sol, - los primeros que vieron el Sol, un Dador de Luz, simbólico del Padre de la Luz, de quien procede toda Luz.

Cuando el diluvio –la inundación de Lemuria- algunos de estos habitantes encontraron regiones donde desembarcar (la “tierra seca” de la narración Bíblica) en los restos de la Lemuria, restos de tierra que se unieron, por decirlo así, con otra nueva tierra, que surgió de las aguas a medida que a Lemuria se hundió bajo las olas.

Estos Lemures llegaron a ser los Indios Adoradores del Sol, de lo que hoy es América, así como de los países que forman actualmente Méjico y Perú, Méjico y América estaban separador por una gran extensión de agua –las tierras arenosas de Tennesse y de otros estados del Sur que atestiguan el hecho de que antes fueron el fondo de un mar. Aun un estado tan alejado como New Jersey, indica claramente por su arena y sus arbustos que últimamente, probablemente diez mil años atrás, el mar, retrocediendo, despejó tales parajes.

El clima y otras condiciones diferentes de América y Perú, fueron la causa de las ligeras variaciones en los hábitos y ceremonias religiosas que se encuentran entre los Indios Americanos y los Aztecas. Como resultado del hundimiento de Lemuria, surgió un nuevo continente que conocemos como la Atlántida.

“La gente que erigió los obeliscos en Egipto y los cubrió de jeroglíficos que envolvieron momias embalsamándolas con el mayor cuidado, no sabía más acerca de los constructores de las pirámides, de lo que sabemos nosotros hoy. Estos centinelas silenciosos, llenos de majestad, con sus cabezas de scubiertas (la Piedra cupular –la terminación del Misterio- se ha perdido), y erguidos hacia el cielo, estaban allí en la ancha planicie, silenciosos y mudos, sin que nadie pudiera explicar su origen cuando empezó la civilización Egipcia, según la conoce la historia”. Jurden.

Este testimonio no puede contradecirse con éxito. Las pirámides se construyeron por gente originaria de la Atlántida, muchos siglos antes que se conociera la historia de Egipto. La siguiente pregunta surge con naturalidad de los estudiantes sinceros: Si los Atlantes las construyeron, ¿por qué lo hicieron en lo que hoy se llama Egipto, y no en lo que ahora es América? Por la razón de que Egipto era entonces el centro de la tierra; y el Sol, por un cierto tiempo cada año, quedaba tan directamente sobre la Pirámide, que no arrojaba sombra alguna. Los Atlantes, en su vasto conocimiento, buscaron este Centro. El encontrar el Centro es la Llave de todos los Misterios de las Edades pasadas y del porvenir, y los Antiguos (Grandes) misterios se instituyeron para conservar esta Llave.

La conclusión de que nadie sabe por qué se construyeron originariamente las Pirámides, es errónea. Los Iniciados de las verdaderas Ordenes Místicas han sabido desde hace mucho tiempo, que se construyeron como un lugar para conservar los Secretos de las Edades. Debe tenerse en cuenta, que siempre hay dos sistemas opuestos, fundados en el principio único de* la verdad: El uno, para los Sacerdotes_Iniciados; el otro, para la masa del pueblo que acepta la palabra escrita (exotérica), pero que no está dispuesta a investigar profundamente para descubrir por sí misma el Espíritu de la Palabra. Los Antiguos Misterios, no sólo conservan la Llave de la Suprema (interior) Iniciación, sino que también tienen el secreto de la base de la religión en sí y la combinación que abre las puertas a los misterios de las Pirámides.

La forma de la Pirámide es de la mas profunda significación para el Iniciado. La forma triangular de la Pirámide, es sagradamente emblemática del Fuego- la Luz.

"Y Jehovah Adonai -es decir, el Padre de la Luz, habló a su Mensajero, Manisis, diciendo:

“Yo apareceré a ti, en la imagen de la Luz, porque, ¿no prometí yo a aquellos que se han ido antes que tú, que "la Mujer vestida con el Sol" estaría con ellos?

"Y establezco ahora un pacto contigo y ato mis Leyes para el cumplimiento de este Pacto, que todos mis hijos que obedezcan las Leyes, será benditos y aliviados cuando estén en desgracia o en sufrimiento, porque Yo apareceré ante ellos en el Fuego, como un Angel de Luz", Manisis a sus Apóstoles.

La forma cúbica de la Pirámide simboliza la tierra. visitada por el Fuego. El Fuego, a su vez, significa Amor, que es el símbolo de la vida y de la inmortalidad, el incitador de todo lo que se relaciona con la Paternidad, -generación-, y que el medio o camino para la Regeneración. Sin calor, que siempre es el resultado de la combustión-fuego, la vida pronto se extinguiría y no quedaría un medio de manifestación para las Almas que buscan la inmortalidad Consciente – la Divinidad. ¿Pudieron los Iniciados de la antigüedad haber inventado un monumento más duradero que aquellas mismas pirámides, con el objeto de dejar que ellos, por sobre todos los hombres, conocían a Dios y que El los reconocía como Sus hijos?

"Las Pirámides de Egipto excitan en nosotros un sentimiento de lo sublime, no sólo por sus vastos contornos, sino también por su antigüedad. Nos sentimos reducidos a una insignificancia en su presencia, aún cuando gozamos en contemplarla. Ante un monumento de tan antigua grandeza, que ha excedido en duración al conocimiento de sí mismo, nos encontramos tan sin conciencia y torpes, como el animal en presencia de la acción del hombre, o como un hombre ante algo cifrado escrito por el mismo en otro tiempo y cuya clave ha olvidado. Porque, ¿quién va a creer que aquellos que, a incalculable costo, pusieron en movimiento el poder humano de varios miles por muchos años, para construir las Pirámides, sólo pudieron tener en vista el corto período de sus propias vidas, demasiado cortas para permitirles ver la terminación del proyecto gigante, - o el fin visible que les atribuye la ignorancia de muchos?

Evidentemente, entonces, su verdadero fin fue el de hablar a sus descendientes, ponerse en comunicación con éstos y así establecer la unidad o la conciencia de la humanidad". Schopenhauer.

"Es también seguro que tanta ciencia, trabajo y tesoros como fueron necesarios para levantar tan extraordinaria y gigantesca estructura, no se habrían empleado por hombres tan inteligentes e ingeniosos como fueron sus constructores, sin tener un fin en vista que fuera realmente proporcional, por lo menos en mente, con la magnitud del proyecto. Por esto, si la astronomía demuestra que la Gran Pirámide fue planeada con referencia a una relación entre Alcyone y las Pléyades y alguna estrella polar (posiblemente Alpha Draconis), es obvio que tal relación debe haber sido de la mayor importancia en los sistemas cosmogónicos de los constructores – la llave misma de toda la Sabiduría de la Antigüedad.

“Para aquellos antiguos sabios, el cosmos era literalmente universal, o una revolución alrededor de un centro. Su doctrina de la Unidad de la Naturaleza, ahora confirmada por Spectro-Análisis, y el Reino de la Ley (nuestro sistema de Gravitación Universal y Evolución Cósmica) fue intensamente resumida en el famoso axioma de la Tabla de Esmeraldas de Hermes: "Como es abajo es arriba, y como es arriba es abajo". Este concepto básico, ellos lo expresaban de diferentes maneras, ya sea atribuyendo a sus gobernantes descendencia celestial, mientras asociaban sus grandes hechos con constelaciones apropiadas, y, en Egipto, si no en otras partes, haciendo divisiones de la tierra, dividiendo sus distritos y nombrando sus ciudades con referencias a la astronomía; método que Drummond presenta como probable al hacer un examen etimológico de los nombres Hebreos de lugares y personas, el que las doce Tribus de Israel adoptaron cuando entraron a la tierra prometida, usando los doce Signos del Zodiaco como emblemas de tribu.

“Desde este punto de vista parece notable, en lo que el presente escritor puede asegurar, que ningún estudiante de las pirámides haya conjeturado que tal vez en la Gran Pirámide tenemos el vínculo que conecta la astronomía y la geografía de los antiguos. Si se recobra este vínculo de unión, naturalmente se puede esperar que determine, incidentalmente, la medida de los límites, también perdido de antiguo, de las constelaciones zodiacales y más aún, si se pudiera probar que fueron el eslabón entre la ciencia y la religión de los antiguos, entonces, posiblemente algo podría descubrirse en la línea de la brillante conclusión hipotética de Schelling: "Como si en mitología se encontraran las ruinas de una inteligencia superior y aún de un sistema perfecto, que alcanzaría mucho más allá del horizonte que los más antiguos archivos y referencias escritas nos presentan". Parsons, Nueva Luz de la Gran Pirámide".

Esto es exactamente lo que se ha encontrado. En la Suprema Iniciación tenemos la Llave. No tan sólo la Llave que abre el misterio del Alma, en sus futuros viajes y ambientes, sino que tenemos igualmente recobrada la “Palabra Perdida" que el Grado de Maestro Masón nos enseña se perdió.

No hay suposición alguna en esto; Y no hacemos ninguna afirmación que no pueda ser verificada por el buscador sincero que esté dispuesto a dejar de lado su “yo” y obedecer la Ley que gobierna el Alma en su relación con Dios y Su Universo. Cuadrar el círculo, se suponía y aún se cree que es imposible. Sin embargo, esto es lo que cada Aspirante a los Misterios debe hacer. El trabajo no termina aquí, porque el cuadrado también debe tornarse en círculo, pues el Alma Perfecta está simbolizada por el Globo Alado así como por la Pirámide con la Cúpula intacta.

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