CHANKILLO: EL 1ER OBSERVATORIO SOLAR DE AMERICA
El Complejo de Chankillo, construido hace más de 2.000 años (400-200 AEC), es el observatorio solar más antiguo de América. El complejo, ubicado sobre la cima del monte Chankillo, en Casma, Áncash, a unos 365 kilómetros al norte de Lima, en la costa peruana, servía para señalar con gran exactitud una serie de fechas a lo largo del año, a partir de la posición del Sol.
Según un estudio publicado por la revista Science en 2007, una línea de trece torres de piedra señalaban, con gran exactitud, los solsticios y equinoccios, además de seguir el movimiento cíclico del Sol a través del año, visualizado desde dos puestos de observación cuidadosamente ubicados al este y al oeste de las torres.
Las 13 torres marcan el recorrido del Sol durante todo el año. Imagen: IVÁN GHEZZI
Los expertos Iván Ghezzi, de la Pontificia Universidad Católica del Perú, y Clive Ruggles, de la Universidad de Leicester, Reino Unido, explican que su construcción demuestra el avanzado nivel de conocimiento astronómico, con fines prácticos y rituales, existente en la región en una cronología pre-Incaica.
El complejo
Chankillo contiene múltiples edificios, plazas y patios construidos de piedra canteada y mortero de barro sobre casi 4 kilómetros cuadrados de un terreno muy variado, compuesto por pampas de arena, afloramientos rocosos, dunas y bosques de algarrobo.
El sector más conocido es la Fortaleza, una imponente estructura de 300 metros de largo ubicada de forma estratégica sobre una colina y fuertemente defendida por tres murallas concéntricas y accesos restringidos.
Vista aérea de la Fortaleza de Chankillo. Foto: Servicio Aerofotográfico Nacional
A exactamente 1 km de la fortaleza se encuentran las trece torres de piedra levantadas en línea recta y en dirección Norte-Sur, que miden entre dos y seis metros de altura. A cada lado de las torres se encuentran dos plataformas de observación, una al Oeste y otra al Este.
Al sureste del punto de observación Este hay otro complejo de edificios que al parecer fue utilizado para el almacenamiento de alimentos.
Vista por Geoeye
El 21 de diciembre, cuando en el hemisferio sur es el solsticio de verano, el Sol sale por la derecha de la primera torre del extremo derecho. A medida que avanza el año, se va moviendo entre las torres hacia la izquierda. Se puede saber en qué fecha estamos al ver qué torre que coincide con la trayectoria del Sol al amanecer.
El 21 de junio, o el solsticio de invierno en el sur, el Sol sale por la izquierda de la última torre del extremo izquierdo. Luego, el Sol se va moviendo hacia la derecha, para volver otra vez en diciembre a salir por la torre del extremo derecho.
El observatorio sigue funcional en la actualidad. Imagen: FONDO MUNDIAL DE MONUMENTOS / NORMA BARBACCI
Según las palabras de Ghezzi, “El Sol se mueve de Norte a Sur durante el año —siempre en el espacio definido por las torres— por lo tanto los espacios intermedios son unidades de tiempo en los que se dividió el año”.
El conocimiento del calendario pudo haberse aplicado en la agricultura, pero se piensa que el propósito fundamental fue la “organización de un calendario ceremonial”, como le afirma Ghezzi.
Las Trece Torres vistas desde el punto de observación oeste, con la indicación de la posición de salida del Sol en los solsticios, equinoccios y fechas de pasaje del cenit y anticenit en el año 300 AEC. Elaboración del gráfico: Clive Ruggles
Otras voces
En un artículo de análisis publicado por Science, el arqueólogo Charles Mann recoge las opiniones de otros científicos que respaldan la idea de que Chankillo fue solamente un observatorio solar y no una fortaleza militar de la época. Según Luis Jaime Castillo, arqueólogo de la Universidad Pontificia peruana, se trata de un claro ejemplo de un “calendario monumental”.
“Es difícil pensar para qué otra cosa pudieron haber servido las torres de observación”, y su presencia revela que existían técnicas de medición muy avanzadas, 600 años antes de la cultura Moche. “Esto nos dice que es posible que hubiesen ocurrido otras cosas que no sabíamos”, añade.
Las 13 torres tenían escaleras para subir a la cima de estas estructuras. Imagen: CÉSAR ABAD Y DANIEL MARTÍNEZ
Pero, por otra parte, para Daniel Sandweiss es evidente la necesidad práctica para los pobladores de esa región de contar con el observatorio solar de Chankillo. Según el científico, la agricultura era crucial en la época y en esa zona dependía de la irrigación proporcionada por los ríos. “La observación solar era necesaria para saber cuándo se debía plantar”, según manifiesta.
Por otra parte, las excavaciones arqueológicas revelaron que en la construcción se hacían ofrendas de figurines de guerreros de cerámica con adornos que parecerían ser signos de distinción, lo que sugiere prácticas rituales así como la existencia de clases sociales. “La adoración del Sol y las costumbres cosmológicas de Chankillo tal vez hayan ayudado a legitimar la autoridad de una clase de élite, como ocurrió con el imperio inca dos milenios después”, según los científicos.
Unos pasajes llevaban a la plataforma de observación de las 13 torres. Imagen: FONDO MUNDIAL DE MONUMENTOS / NORMA BARBACCI
Interpretación
Desde su descubrimiento en el siglo XIX se creía que las ruinas de Chankillo se trataban de un antiguo templo, una fortaleza o un reducto. Pero el diseño elegante de las tres murallas concéntricas (de doce metros de altura), la cantidad de puertas (doce) y la falta de sistema de provisión de agua siempre generó dudas sobre el uso que sus constructores (no identificados) realmente le dieron al lugar.
No fue sino hasta la investigación arqueoastronómica de Ghezzi y Ruggles en 2007 que se llegó a la conclusión de que Chankillo se trató eminentemente de un gran observatorio astronómico. Chankillo “es una estructura muy anterior en la costa peruana que parece haber sido construida para facilitar las observaciones del ocaso y del amanecer”, señala el informe.
El diseño de Chankillo es armonioso en el paisaje del desierto. Imagen: CÉSAR ABAD Y DANIEL MARTÍNEZ
¿Quién construyó Chankillo?
Chankillo fue edificado por una civilización “lo suficientemente organizada para construir este gran monumento en un periodo relativamente corto, quizá sólo 25 años”, dice Ghezzi. Pero todavía no se sabe qué civilización fue.
“Pertenece a una cultura aún desconocida de aproximadamente el año 200 AEC, que no está relacionada con las culturas (preincaicas) ya conocidas para esa época”, explica Ghezzi.
Si bien no se sabe qué cultura fue, sí se sabe cómo terminó. “El sitio fue atacado por cultos rivales al de Chankillo, su templo principal fue destruido y enterrado, y todo el lugar fue abandonado abruptamente”, cuenta Ghezzi.
Para identificar o darle un nombre, Ghezzi cree que todavía “hace falta saber mucho más sobre su modo de vida, religión, idioma, etc.”. “Por ahora tenemos solo información sobre un culto al Sol”, comenta.
Todo el complejo estaba dedicado al culto al Sol. Imagen: CÉSAR ABAD Y DANIEL MARTÍNEZ
Resumen
Hasta el momento de esta investigación, se creía que los primeros observatorios solares habían sido construidos por la cultura Moche (600 años posterior a Chankillo). De esta manera, las Trece Torres proporcionan evidencias de la práctica de observaciones solares y un sofisticado culto solar que preceden, por casi dos milenios, a los «pilares del Sol» en la región de Coricancha del Cusco inca.
Un total de 17 fechados carbónicos, procedentes de excavaciones recientes, dan como resultado un rango de 2350-2000 AP (antes del presente), e indican la ocupación del sitio entre 400 y 0 AEC. Esto convierte a Chankillo en el observatorio más antiguo de América.
“A diferencia de otros “observatorios” del mundo, que marcan inequívocamente sólo una o dos fechas, las observaciones en Chankillo cubren todo el ciclo anual del Sol”, dice Ghezzi. Y añade “el observatorio astronómico de Chankillo es único y excepcional, no sólo en la región andina o en las Américas, sino en todo el mundo”.
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