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jueves, 27 de agosto de 2020

EL LIBERTADOR DON JOSÉ DE SAN MARTIN (5 de 8)

EL LIBERTADOR DON JOSÉ DE SAN MARTIN (5 de 8)
HERBERT ORE BELSUZARRI


II.- SAN MARTIN MESTIZO Y PLEBEYO. 

En los libros de Historia del Perú, de Argentina y otros países, oficialmente se dice que San Martín nació en Yapeyú el 25 de febrero de 1778. 

Pero en realidad la fecha no está probada. Bartolomé Mitre, que es masón argentino, la impuso históricamente y posteriormente los historiadores empezaron a indagar en los archivos y descubrieron que lo que se presentaba como evidente no era así. El primer motivo de asombro se produjo cuando se supo que la fe de bautismo no estaba o había desaparecido. Algunos aseguran que las quemaron los portugueses cuando pasaron por Yapeyú a sangre y fuego en 1817, otros sostienen que el acta no está porque nunca estuvo, porque José no fue hijo de Gregoria Matorras y Juan San Martín. 

¿Es importante hablar del tema? Pues claro, para la historia ningún tema está prohibido y mucho menos aquellos que tengan que ver con la filiación de un importante protagonista, sin dejar de mencionar que si era hijo de indios o mestizos, o hijo de blancos, no altera en nada su rol histórico, en todo caso engrandece la figura del Libertador. 

San Martín y Tucumán - LA GACETA Tucumán
El General José de San Martín. 

Los prejuicios de ser hijo “natural” ya no importan ahora, tampoco importan si es rubio, de ojos azules o nacido en un hogar aristocrático. El valor de los hombres se mide por sus actos y millones de peruanos, argentinos y chilenos, a San Martín lo respetamos y admiramos por lo que hizo, no por el lugar donde nació o si era hijo de blancos o de indios. 

Un acta de bautismo publicada en 1921, de la cual nunca apareció el original, posiblemente porque era una invención para salvar aquella laguna documental, incurrió en varios errores, al mencionar a su padre como coronel y gobernador de Misiones y a su madre como Francisca de Matorras, Bartolomé Mitre se atuvo a la misma para dictaminar que el Libertador había nacido el 25 de febrero de 1778 y por lo tanto era el cuarto hijo del capitán San Martín con Gregoria Matorras 

Dos amigos de San Martín, el encargado de negocios chileno Francisco J. Rosales y el abogado y periodista francés Adolfo Gerard, hicieron constar en el acta de defunción que tenia setenta y dos años, cinco meses y veintitrés días. 

Oficialmente se sabe que José Francisco de San Martín es el hijo menor del matrimonio formado por Juan de San Martín y Gregoria Matorras. Las dudas que se tengan sobre su filiación no alteran el hecho cierto de que fue criado por ellos, que después de haber nacido en Yapeyú, o en algunos de las poblaciones vecinas, se trasladó con sus padres a Buenos Aires y luego marchó de la mano de ellos a España en la fragata Santa Balbina. Si entonces tenía seis años o siete o cuatro, no afecta esta hipótesis central acerca de quiénes fueron los responsables de su crianza. 

Juan de San Martín, su padre, nació en España, en la localidad de Cervatos de la Cueza, el 3 de febrero de 1728, fecha sugestiva porque ochenta y cinco años después, el hijo habrá de librar el combate de San Lorenzo. Gregoria Matorras nació el 12 de marzo de 1738 en Paredes de Nava, un pueblito vecino al de quien luego sería su esposo. Se dice que la pareja se formó en España, pero no se casaron allí sino en Buenos Aires. El matrimonio se celebró en Buenos Aires en 1770 y se asegura que se hizo por poder, porque don Juan no estaba en Buenos Aires sino en uno de sus habituales destinos militares. El matrimonio va a vivir al principio en el departamento oriental de Calera de las Vacas y a fines de 1774 don Juan es designado teniente gobernador del pueblo de Yapeyú donde se instala con su esposa y sus tres hijos. En Yapeyú nacerán Justo Rufino y José Francisco. 

No le va a ir bien a don Juan los pagos de su carrera militar, signada por las postergaciones y las sanciones. En los tiempos de Carlos III y el Virrey Vertiz eran importantes los contactos y las recomendaciones y don Juan carecía de ambos beneficios porque no pertenecía a la nobleza, ni siquiera a la nobleza provinciana. Por estas razones el matrimonio para principios de los años ochenta decide regresar a España. El cargo que desempeñaba don Juan en Yapeyú lo pierde porque no supo organizar adecuadamente la defensa de estas poblaciones que en otros tiempos pertenecieron a los jesuitas y que después de su expulsión son amenazadas por los bandeirantes paulistas que avanzan sobre estos territorios con ánimo de conquista y decididos a capturar indios para someterlos a la esclavitud. 

Ineficaz o desprovisto de recursos, lo cierto es que don San Martín es sancionado y regresa con su mujer y sus cinco hijos a Buenos Aires donde vivirán dos años. Tampoco les va bien en la ciudad levantada frente al río, si bien compra una casa, en su correspondencia se queja de las ingratitudes de los funcionarios y los bajos sueldos. Palabras más palabras menos, el 6 de diciembre de 1783 los San Martín retornan a España. Nuestro héroe para esa fecha es un niño y poco importa saber si tiene seis, cinco o tres años. 

¿San Martín nació en la Argentina? Desde el punto de vista histórico no puede hacerse esa afirmación, ya que para esa fecha la Argentina aún no existía. Pero San Martín no sólo no es argentino en el sentido histórico de la palabra, sino que además no lo es en el sentido cultural porque se cría en un hogar español que nunca renunció a esa condición y que, a juzgar por sus decisiones, tampoco quisieron saber nada con vivir en estas tierras americanas. 

Para 1810 San Martín es un español en el sentido pleno de la palabra. Nace en tierras que pertenecen a España, se cría en un hogar español, estudia en colegios españoles e inicia su carrera militar en ejércitos españoles. Habla como un español. El tono de la voz de San Martín no es americano, es español. Como se diría entonces, y se dice ahora, San Martín es un “gallego” y, sin embargo, nada de ello le impide ser el libertador, el padre de la patria. 

¿Qué cosa no se sabe? En primer lugar, su fecha de nacimiento. San Martín cuando se casa en 1812 dice que tiene 31 años. Si vamos a creer esta afirmación, nació en 1781. Su foja de servicios militares de 1803 le otorga veinte años, por lo que habría nacido en 1783. En el pasaporte de 1824 dice tener 47 años, por lo que habría nacido en 1777. En una carta que envía en 1848 al Mariscal Ramón Castilla dice tener 71 años y cuando viaja a España con su padres en diciembre de 1783 lo anotan con seis años. Por lo que la hipótesis de que nació el 25 de febrero de 1777 parece ser la más probable. Años más, años menos, San Martín fue el que fue. 

Un historiador militar español puntualiza que las Ordenanzas del Ejercito instituidas por Carlos III en 1768 establecían el mínimo de doce años para el ingreso de los cadetes, y da ejemplos de que el requisito se observaba rigurosamente; por lo cual San Martín tendría que haber nacido antes de julio de 1779. En realidad, esto no hace más que reforzar la presunción de que sus datos personales fueron manipulados para adecuarlos a las exigencias reglamentarias. Al embarcarse para España la familia San Martín y Matorras, en noviembre de 1783, en la fragata Santa Balbina registraron que José Francisco tenía seis años, de lo que podría deducirse que nació en 1777; pero las edades de los niños seguramente fueron declaradas en forma aproximada, sin verificación documental, pues a Juan Fermín le adjudican diez años, que recién iba a cumplir en febrero del año siguiente. En vista de la exigua certeza que aportan los documentos, solo es posible afirmar que José Francisco de San Martín había nacido alrededor de 1778. 

Otro tema que ha causado molestias a algunos y curiosidad en otros es que si efectivamente fue hijo de Juan y Gregoria. También en este caso la ausencia del acta de bautismo despierta sospechas. Lo que se dice es que don Juan pudo haber cometido alguna picardía con una india o que la pícara fue Gregoria. Al respecto no existe ninguna prueba, salvo generalidades al estilo, “si el padre era bajo, rubio y de ojos azules y la madre de tez blanca, ¿por qué el hijo es alto y morocho?” 

La otra hipótesis postula que José es hijo de Diego de Alvear, el padre de Carlos de Alvear. Para esos años don Diego andaba por Misiones haciendo de las suyas y de ello se infiere que tuvo un hijo con una india y lo entregó a don Juan para que lo adopte. La única prueba que avala esta afirmación es un documento firmado en Rosario el 22 de enero de 1871 por Joaquina Alvear Quintanilla, nieta de don Diego. Los que conocieron a doña Joaquina, aseguran que su credibilidad era la de un jugador. Pero los amigos del indigenismo aprueban con entusiasmo esta hipótesis porque probaría que el Libertador es indio o por lo menos mestizo. Algunas cartas de San Martín a favor de los indios corroboran esta tesis, las cuales se refuerzan por su aspecto físico: morocho, ojos oscuros y rasgos aindiados. Indio o blanco, mestizo o español, lo que está fuera de discusión es que San Martín se forjó así mismo para su propio orgullo y para honra de todos los argentinos, chilenos y peruanos. 

San Martín - Monografias.com

Manuscrito de Joaquina Alvear Quintanilla de Arrotea, que revela que San Martín es hijo de don Diego de Alvear. 

Doña María Joaquina de Alvear y Sáenz de Quintanilla (1823-1889), hija de Carlos de Alvear, escribió sus memorias en Rosario de Santa Fe, en una colección de anotaciones, cartas y recortes periodísticos pegados cuidadosamente en las páginas encuadernadas de un libro de comercio. El propósito de la mujer era transmitir a sus descendientes las semblanzas de los integrantes de la familia. Así, en una "cronología de mis antepasados", consigna la filiación de José de San Martín como hijo de don Diego de Alvear, "habido de una indígena correntina". Más adelante Joaquina reitera el parentesco, al evocar la única oportunidad en que visitó a su tío, en Europa: "Y examinándolo bien encontré todo grande en él, grande su cabeza, grande su nariz, grande su figura y todo me parecía tan grande en él cual era grande el nombre que dejaba escrito en una página de oro en el libro de nuestra historia y ya no vi más en él que una gloria que se desvanecía para no morir jamás. Este fue el general José de San Martín natural de Corrientes, su cuna fue el pueblo de Misiones e hijo natural del capitán de Fragata y General español Señor Don Diego de Alvear Ponce de León (mi abuelo)". Los recuerdos son del 23 de enero de 1877. 

En 1812, San Martín fue recibido con desconfianza por la sociedad porteña de Argentina. A diferencia del galante y mundano Carlos de Alvear, no tenía fortuna ni alcurnia. San Martín era moreno, el pelo lacio y renegrido. Corrían rumores sobre su condición de mestizo y la madre de Remedios de Escalada se opuso a que casaran con su hija ese oscuro plebeyo. 

El aspecto físico de José Francisco, de acuerdo con expresiones coincidentes de las personas que lo conocieron, difería netamente del de sus presuntos padres. Juan de San Martín, como surge de su foja de reclutamiento, era rubio, de ojos garzos (azulados), de muy corta estatura (cinco pies y una pulgada, en medida castellana, equivalentes a 1,43 m) y Gregoria Matorras era blanca y noble; ambos cristianos viejos de probada pureza de sangre, sin mezcla de infieles, moros ni judíos, según justificara el cuarto de sus hijos, Justo Rufino, para ser admitido como guardia de corps en España. Juan Bautista Alberdi, tras entrevistar en Paris a don José de San Martín al fin del verano de 1843, escribió que era un poco más alto que los hombres de mediana estatura y que "yo le creía un indio, como tantas veces me lo habían pintado". 

Recién llegado, San Martín pidió que le mandaran a Buenos Aires 300 mozos guaraníes de las Misiones para formar su plantel de Granaderos. La Logia Lautaro, que fundó junto a Carlos de Alvear, se movió en las sombras, enfrentando al grupo rivadaviano. Pero luego Alvear se entendió con Rivadavia y, en pugna con el artiguismo, llegó a solicitar la protección británica. La Logia entró en crisis: San Martín insistía en liberar el continente, más allá de los intereses del círculo de hacendados y comerciantes. 

En 1816, en un famoso parlamento con los caciques pehuenches, San Martín expuso el plan de cruzar la cordillera y llegar a Chile para terminar con los godos "que les han robado a ustedes la tierra de sus antepasados", les solicitó ayuda y permiso para pasar por sus dominios y declaró: "Yo también soy indio". Luego rehusó defender al gobierno porteño de la insurrección federal y marchó al frente de su Ejército rebelde hacia el Perú, con el respaldo chileno. En las vísperas, envió a los indígenas peruanos un manifiesto en quechua. Fue recibido en Lima como si fuera el hijo del Sol, anunciado por las antiguas profecías de redención. Soñó con coronarse como un nuevo Inca, pero se quedó sin fuerzas y dejó su lugar a Bolívar. No quiso intervenir en la guerra de unitarios y federales y radicó en Europa. En 1828 intentó volver al Río de la Plata, pero lo disuadieron las renovadas furias partidistas.

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